QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR.

Ya llegaste, tengo ratos esperando ya me había afligido, pensé que algo te había pasado, porque tardaste tanto, dime.

Pues venía disfrutando mi choco banano, que tiene de malo eso, además tengo una sorpresa para ti, mira lo que te mandaron.

Es una carta, me escribió Ernesto algo a mi.

Pues se parece a las que tu mandas conmigo, por lo que supongo que si es una carta, pero si no la quieres dime y se la regreso de nuevo.

Estas loca o que, claro que la quiero, como se te ocurre decirme eso.

Yo solo decía porque pensé que no la querías, pero no te preocupes si quieres también me la puedes leer, me gustaría saber que te escribió.

No gracias, deseo leerla solo para mi, gracias por traerla ve a jugar.

Yo me di la vuelta y me puse a pensar "Hay hermanita, si supieras que yo se el contenido de esa carta, y puedo decir que es muy hermosa y me gusta la manera en que trata de fortalecrte tu querido Ernesto", aunque hay una cosa que no me gusta y es que el menciona los celos, y yo se por experiencia propia que son algo molestos, a mi no me gusta cuando Jaime actúa así, eso no me da buena espina, espero equivocarme y que en un futuro no te cause tristezas, ni problemas, porque yo te amo mucho y no deseo que te hagan sufrir.

Denia terminó de leer su carta y se ve muy feliz 😄, que bueno ya le hacía falta.

Ya regresó mi abuelito justo a tiempo, faltan tres semanas para que empiece el año escolar, tenemos que apurarnos si queremos terminar el muro, porque cuando empiece a estudiar ya no podré ayudarlo tanto como yo quisiera, ya quiero ver a Nestor y escuchar como me llama su pequeña tontita, quiero ver a Jaime y ser su estrellita y también a mi hermana de corazón mi amiga Selene, tengo tantas cosas que quiero contarle.

Cuando terminamos de cenar, busco a mi abuelito y le digo cuanto lo extrañe y lo abrazo muy fuerte.

Mi curunco, mi niña hermosa yo también te extrañe mucho, sabes solo pensaba en tu sonrisa que ilumina todas mis mañanas, sabes mi curunco te diré algo que he aprendido a lo largo de mi vida, "dime abuelito" contesté muy entusiasmada.

Sabias que los ríos no pueden beber su misma agua, que los árboles no comen su propio fruto, que el sol no brilla para si mismo y que las flores no esparcen su fragancia para si mismas.

Vivir para otros es la regla de la naturaleza, la vida es buena y hermosa cuando tu estas feliz, pero es mucho mejor cuando tú con tu presencia y compañía, haces feliz a otros, deberíamos ser humildes como la naturaleza y poder servir a los demás, porque quien no vive para servir, no sirve para vivir, por eso debemos esforzarnos por ser de gran ayuda para otros en nuestra vida.

Tienes razón abuelito, cuando crezca quiero ser como tú, con mucha sabiduría.