Adonis tambaleándose, se puso de pie, con la respiración entrecortada e irregular.
El resplandor dorado de su energía comenzó lentamente a elevarse y chisporrotear. Iluminaba la tensión en el aire, proyectando sombras por toda la cámara antigua. Rey permanecía inmóvil, su comportamiento calmado contrastaba fuertemente con el estado frenético de Adonis.
—¡Invocación Perfecta de la Espada Divina! —gruñó Adonis.
La radiante espada se materializó en su agarre, su brillantez pulsando con energía divina. A pesar del agotamiento que se infiltraba en sus extremidades, su resolución no había disminuido.
Rey estaba a corta distancia, su postura relajada, pero su mera presencia se sentía abrumadora. Su rostro era estoico, sus ojos fríos e inflexibles. No había usado una sola habilidad, confiando únicamente en la fuerza bruta y la velocidad para dominar a Adonis hasta ahora.
—Quédate abajo, Adonis.
Support your favorite authors and translators in webnovel.com