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Un paso en el fin del mundo

Enfermedades, muerte, caos suceden después de lo que tendría que ser solo una lluvia de estrellas, acompaña y sobrevive junto a Jin a través del fin del mundo.

iTeshi · Sci-fi
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13 Chs

Capitulo 1 “Las primeras semanas”

¡DONG!

La campana dio las 3 de la tarde marcando el fin de las clases para los estudiantes.

Una joven en sus 17 años, con el cabello rojo cobrizo hasta los hombros levanto a su compañero que aun dormía en el salón, sosteniendo su pecho, ella se acercó a su oído y le susurro en voz baja.

—Jin, despierta…el profesor Viktor te está llamando.

El joven con un uniforme gris abrió los ojos un poco cansado, el día anterior se trasnocho debido a su trabajo de medio tiempo, faltaba poco para una fecha especial en su mente.

—Aisha, parece que soy el ultimo, ¿dónde se encuentra él?

Takagi Jin era un joven de aspecto común de 17 años con el cabello negro y ojos grises, el trato con sus compañeros era frio y distante pero cálido con sus amigos, debido al silencio que mantenía en clase muchos lo consideraron tímido y en más de una ocasión intentaron aprovecharse de él. Fue una tarde de la semana de bienvenida a los nuevos alumnos que un grupo de 5 estudiantes de segundo año lo rodeo a la salida de la secundaria, ese día Jin se transformó en el terror de los abusadores luego que venciera a 5 de ellos solo con sus manos.

—El profesor está en el quinto piso del departamento de ciencias, parece que estaba bastante ansioso cuando te llamo.

Aisha no entendió la fascinación que tenía su profesor de química con Jin quien siempre lo ayudaba en sus extraños experimentos, algunos de estos días saldrían lastimados si no se controlaban en sus locuras, si sus otros compañeros lo vieran, no creerían que él era el mismo que sembró el terror en las secundarias cercanas los primeros dos años.

—¿Jin, porque no nos acompañas?, mis amigas llegaran pronto.

Aisha jugo con un mechón de su cabello esperando la respuesta de Jin, pasar más tiempo con él, aunque sea un segundo para ella era suficiente, esperaba que un día él correspondiera sus sentimientos.

—Hoy no puedo, tal vez otro día—

En el pasado, Aisha se había declarado a Jin al terminar las clases, él la rechazo, con el corazón en la mano ella corrió sin rumbo por las calles mientras el cielo comenzaba a llorar mojando su rostro, fue debido a que Jin estaba enamorado de otra chica, si tan solo ella no existiera Jin estaría a su lado.

Aun así, ella no se distancio de Jin, sus sentimientos no perderían.

—Entiendo, pero no olvidare tus palabras, mañana te preguntare otra vez.

Dijo con una sonrisa brillante, quedaba poco tiempo para fin de año.

—Lo tengo, nos vemos mañana, cuídate, Aisha y saluda a las demás de mi parte.

Dejando un pequeño gesto con sus manos para despedirse de su amiga, Jin volvió al edificio de ciencias de la secundaria, llevando una pesada mochila en su espalda, habían pasado algunos días desde que el profesor lo llamo para probar sus nuevos experimentos y no podía esperar para probar los nuevos materiales que consiguieron.

—Cuídate...

Dijo ella al ver como Jin desaparecía detrás de las puertas del edificio de investigación, su mano aun estirada no pudo ser vista mientras la masa de estudiantes continuaba regresando a sus casas, si no fuera tan tímida tal vez ella se hubiera declarado por segunda vez en ese momento.

"Algún día serás mío, no permitiré que otras lo aparten de mi lado, si no…"

Sus ojos revelaron un destello de deseo mezclado con un toque obsesión, ella había escuchado de algunas chicas que intentaron acercarse a él durante las clases y no pudo evitar sentirse ansiosa, ya era suficiente con la mujer que robo su lugar por más de un año.

—Oye Aisha, iremos a la tienda de juegos que abrió en el centro comercial, ¿vienes?

Un grupo de chicas con sus camisas desordenadas y el pelo teñido la llamaron desde la salida de la secundaria.

—Si, no me dejen atrás.

Palmeándose el rostro, Aisha junto a sus amigas abandonaron la escuela, quizás jugando, ella podría quitarse a Jin de la mente por un tiempo, aún era temprano para que ella volviera a su casa.

El salón de química se encontraba en el quinto piso del edificio de investigación, con el ascensor averiado Jin tuvo que subir uno a uno los escalones para encontrarse con el profesor, quizás si subiera esas escaleras todos los días su condición física sería mucho mejor pensó.

En el quinto piso, la cantidad de personas se podía contar con las manos, solo los apasionados por la ciencia aun no abandonaban ese sector de la escuela y aprovechaban las facilidades que le entregaban los profesores.

—Jin, deja eso en la mesa y ayúdame con estas cajas.

En un salón amplio y lleno de cajas, un hombre en sus 50 años con el pelo desordenado y con un ligero olor a alcohol sacaba un grupo de frascos sellados que dejaba en la mesa frente a él.

Frágil

Todos los materiales nuevos llevaban esa etiqueta junto a un símbolo de calavera que advertía de su peligro, su mal manejo solo podría resultar en un caos al interior del edificio de ciencias avaluado en 8 millones de dólares.

Luego de media hora, el lugar quedo un poco más despejado, las cajas vacías fueron amontonadas en un rincón del salón, dejando solo lo más importante sobre la mesa.

—Profesor, ¿cuándo comenzara con su nuevo experimento?, aun no me ha contado de los resultados que le enviaron del laboratorio de la capital.

Después de cientos de errores, Jin comenzó a tener un conocimiento más amplio en la experimentación con sustancias inestables, en más de una ocasión crearon explosiones en el departamento de ciencia, ganándose regaños por parte de sus supervisores y de los encargados de la limpieza.

—Paciencia Jin, primero probemos estos juguetes, quiero ver si son capaces de soportar mis pruebas más exigentes — dijo el profesor retirando dos soportes de metal en las estanterías a su costado.

—Entiendo, comenzare con las muestras que me encargo.

En el centro del salón, una maquina pequeña con dos ranuras para depositar los materiales era el instrumento más valioso que el profesor Viktor consiguió de la junta directiva de la secundaria. Aunque el costo de eso fue reducir el presupuesto para sus experimentos en casi un 20 por ciento por un año, todo ese sacrificio lo valía.

Estela

Ese era el nombre que Viktor le dio al mezclador de alta tecnología recordando a su esposa fallecida que compartía su misma pasión por la ciencia, si ella estuviera viva Viktor estaba seguro de que el mundo habría alcanzado un nuevo nivel junto a sus brillantes ideas.

Entre probetas y tubos de ensayo, la tarde paso con rapidez mientras el dúo probaba las ideas del profesor Viktor buscando crear una reacción con una muestra de carbón solidificado al interior de Estela, había pasado más de un año desde que la muestra llego a su laboratorio de uno de sus amigos más importantes en el extranjero.

—No hay reacción alguna, quizás esta no sea la forma correcta de usar esta muestra.

Con una imagen en sus manos, Viktor suspiro al no encontrar ningún avance con la muestra de carbón, si solo fuera algo común la habría abandonado hace tiempo, aun así, él no podía aceptar que en el mundo pudiera existir un elemento como ese.

—Por cierto, Jin, ¿has visto las noticias?

Pregunto el profesor mientras clasificaba las muestras fallidas.

—Solo un poco, porque, ¿hay algo que le preocupa?

Jin trato de hacer memoria, durante el desayuno en las mañanas, él miraba las noticias junto a su padre antes de ir a la secundaria, su padre era un soldado retirado debido a una grave lesión en su pierna derecha. Debido a eso, la situación económica de su familia no era muy buena, desde pequeño su padre paso poco tiempo con su madre debido a los trabajos ocasionales que obtenía de sus vecinas.

—Quizás aún es muy pronto…

Dijo Viktor mirando por la ventana hacia el exterior, ojalá sus pensamientos solo fueran delirios por su edad, aun así, mirando al joven que le recordaba su juventud decidió advertirle de la información que le llego hace un tiempo atrás.

—¿Que paso profesor?, lo noto más callado de lo normal.

Jin conoció al profesor Viktor en el segundo año de secundaria después de pasar por un tiempo de rebeldía, en esos días, gracias a la ayuda de sus profesores y el consejero de la secundaria pudo salir de una pandilla que recluto a miles de seguidores para controlarlos y usarlos a su antojo.

En ese tiempo, Jin fue arrestado luego que uno de los líderes de la pandilla les tendiera una trampa a los novatos, ese recuerdo aun lo molestaba el día de hoy, quizás si no hubiera echo esas cosas la gente lo miraría normal en la calle.

—Jin, has pensado que pasaría si toda la sociedad que conoces y el mundo de la tecnología desaparecieran en un día…—, dijo el profesor Viktor tomándose una pausa—. Suena loco ¿cierto?

El rostro de Viktor se volvió sombrío al recordar los mensajes que le enviaron de Estados Unidos, acaso había alguna oportunidad para ellos si sus pensamientos más locos se volvían realidad, por ahora solo podía encerrarse en sus experimentos buscando encontrar una respuesta.

—No hable de esas cosas profesor, el mundo no puede desaparecer tan pronto…además hoy ocurrirá la lluvia de estrellas más grande que el mundo vio jamás, quizás deba salir a mirarlas y dejar por una noche el laboratorio.

Gracias al apoyo del profesor Viktor, la secundaria no expulso a Jin cuando fue arrestado, el profesor sintió que los jóvenes necesitaban equivocarse durante la vida para que puedan apreciar mejor su propio futuro y Jin era la prueba de ello, en solo dos años Jin podría trabajar en un laboratorio internacional a la par con los becados de las universidades más prestigiosas, solo necesitaba un impulso más y su futuro seria ilimitado.

—Quizás tengas razón…aun así escucha bien— Viktor tomo aire.

—Sabes bien que las especies en la tierra han ido evolucionando con el paso del tiempo, los periodos de tiempo han variado desde siglos hasta millones de años, aun así esto no se ha detenido, no, hasta ahora eso era lo normal.

Las manos de Viktor temblaron y no pasaron desapercibidos para Jin, el hombre que fue su maestro más respetado nunca demostró temor o inseguridad, Jin no entendió que era capaz de poner en ese estado a su maestro.

—Parece que eso ya no es algo que pueda decir ahora. La fauna y la flora en el mundo parece estar sufriendo un tipo de mutación acelerada por un agente externo desconocido, aunque no se sabe el porqué, los gobiernos de las grandes potencias han decidido mantenerlo en silencio hasta que encuentren una respuesta, imagina que pasaría si el mundo se entera que en poco tiempo la humanidad ya no será la especie gobernante sobre la tierra, incluso con sus avances tecnológicos el ritmo de la naturaleza parece ser algo imparable.

Dijo el profesor con un destello de locura en sus ojos.

—Y pensar que todos estos años el mundo no dejo de buscar su propia destrucción, tal vez me esté volviendo senil y estoy pensando demasiado las cosas…Jin debes cuidar a tu familia y no permitir que sufran, tu podrás continuar con mis investigaciones en caso de que algo me suceda.

—¿Esa muestra de carbón tiene que ver con eso?

Jin conocía un poco del pasado del profesor, sus investigaciones junto a su esposa lograron darles un lugar importante en el mundo de la ciencia rivalizando con los mejores científicos de toda la historia, fue solo por el deseo de Estela que Viktor se quedó enseñando en la secundaria donde se conocieron durante su juventud. Sacando una carta de su ropa, Viktor se la entregó a Jin indicándole que la abriera, quizás esa era la mejor forma para que comprendiera del peligro escondido debajo de la superficie.

—Tienes razón, este fragmento es solo una muestra insignificante de un meteorito que cayo hace algunas décadas atrás, personas importantes no quieren que el mundo sepa sobre su existencia, pero desde ese tiempo, las fuerzas escondidas en el mundo han buscado la forma de escapar de la Tierra, ellas no me han contado toda la verdad detrás de este fragmento, pero puedo imaginar lo que se avecina en el futuro.

En el sobre, solo dos palabras y numero romano nombraba a una criatura en la foto en su interior.

Lobo mutado I

—Profesor debe estar bromeando…esto tiene que ser falso…

En la imagen, dos científicos vestidos con un traje de protección blanco posaban delante de una criatura cubierta de sangre y una armadura de huesos sobre cada una de sus extremidades, en su cabeza un cuerno afilado sobresalía de su frente mientras un líquido viscoso corroía el suelo, si la imagen se la hubiera entregado otra persona Jin habría pensado que era una broma creada con un computador, pero el rostro serio del profesor le indico de la gravedad del asunto.

—No pongas esa cara muchacho, esto es algo que puede pasar ahora o en cien años más, aun así, no bajes la guardia, recuerda que necesitare tu ayuda en estos días.

El profesor lanzo unas llaves a Jin quien las atrapo en el aire.

—Esas son las llaves del mirador, jamás me olvidaría de la lluvia de estrellas después que me la recordaras por más de un mes, ojalá te diviertas por mi esta noche, soy demasiado flojo para salir de la ciudad, para mi es mejor observar el cielo con la mejor botella de vino como mi compañera.

Jin guardo las llaves en su ropa con cuidado, las conexiones del profesor estaban más allá de lo que Jin podría imaginar, incluso el mismo dueño de la secundaria lo tenía en alta estima permitiendo que Jin faltara a clases cuando el profesor lo requería.

—Gracias profesor, no las perderé.

La noticia que el profesor le entrego era seria, millones de personas podrían vivir durante toda su vida sin saber del peligro oculto en la naturaleza, pero él dijo que eso podía esperar un tiempo, ahora era más importante prepararse para la noche, todo el mundo estaba hablando del evento que marcaría el fin del año 2020 y Jin no se lo perdería por nada.

—Ahora regresa a casa, no quiero ver otra vez a tu madre enfadada en mi laboratorio.

La secundaria Kou se encontraba en la ciudad de Alhes, República de Celes, uno de los países más desarrollados del mundo junto a las grandes potencias mundiales. Alhes contaba con una población de 5 millones de habitantes, su principal área de desarrollo era la aeronáutica y el desarrollo de nuevas tecnologías, logrando obtener una inversión muy superior sobre los países llamados en vías de desarrollo.

—Ve con cuidado, no manejes como loco esta noche.

El cuidador del estacionamiento despidió a Jin, quien se subió a la motocicleta que compro luego de trabajar dos años enteros en una tienda de comida rápida, su casa se encontraba a media hora de viaje, pero ahora tenía otro destino en mente.

Avanzando por las calles de concreto, Jin llego al centro de la ciudad luego de viajar por 20 minutos, a su alrededor, inmensos rascacielos bloqueaban el cielo y la gente caminaba apresurada a sus destinos sin notar su presencia, la mayoría solo se preocupaba de sus propias vidas.

—Un día sin tecnología… la idea del profesor llevaría a la locura a estas personas.

Las redes sociales eran parte vital de la sociedad actual, cada noticia en el mundo era compartida en solo segundos ganándose la crítica de miles de millones de internautas, si ellas desaparecieran la sociedad entraría en caos buscando volver a conectarse a ellas.

Quitándose el casco, su visión se posó en una chica de cabello café claro tomado en una cola de caballo que llegaba hasta la parte baja de su cintura. Ella era Natasha, su amiga de la infancia que jugaba junto a sus amigas en una máquina de baile virtual, ella era un año menor que Jin, desde pequeños siempre fueron muy unidos, por eso Jin logro ganarse varias palizas de los chicos que estaban celosos de él.

¡Ah!

Natasha grito al sentir que la agarraban de la espalda, solo había una persona que podía acercarse a ella sin que su cuerpo se defendiera. Desde pequeña ella entreno artes marciales, especializándose en aikido y taekwondo, logrando participar en eventos regionales junto a su secundaria, más de un chico que intento tomar ventaja de su cuerpo fue enviado a la enfermería luego de ser arrojado por el aire.

—¡Jin! —, dijo con el rostro enojado al ver la cara sonriente de su amigo—. Esta vez no te escaparas.

Ella abrazo a Jin fingiendo estar enojada con él, estos eran los únicos momentos que ellos tenían para estar juntos desde que su padre le prohibió encontrarse con Jin. Al inicio, su padre la cambio de secundaria para evitar que ellos pasaran tiempo juntos, no quería que su hija estuviera con un hombre como Jin luego de conocer su pasado y la historia de su familia. Su padre ya tenía un joven en mente para casar a su hija cuando terminara la secundaria, solo alguien con un gran respaldo merecía ser dueño de su pequeña flor.

—Esta noche iré a ver la lluvia de estrellas en el mirador, ¿quieren venir? Jin les pregunto a las amigas de Natasha.

—Pasamos —, dijeron ellas negando con la cabeza—. Ya tenemos planes para esta noche, es mejor que cuides a la pequeña Natasha, parece que tiene algo que decirte en privado.

Ante la mirada de Natasha, ellas se disculparon diciendo que sus familias las llamaban con urgencia y la dejaron atrás junto a Jin.

—¿Porque solo les preguntaste a ellas? ¿Acaso no quieres que vaya contigo?

Natasha encogió su cuerpo en el abrazo de Jin mientras pellizcaba su brazo, en su cálido abrazo su mente fue más dócil al escuchar las palabras del joven que venía a alegrar sus días, si fuera cualquier otro chico ella no los miraría aunque el mundo se acabara, debido a sus pechos más desarrollados que sus compañeras, la mayoría de los chicos le enviaba miradas lascivas y siempre se le insinuaban cuando la encontraban sola, su comportamiento cobarde hizo que ella creara una barrera natural contra ellos, golpeándolos cada vez que podía.

—A las 1 de la mañana pasare por tu casa, solo espérame donde siempre nos vemos —, dijo Jin acariciando la cabeza de Natasha, hace una semana él le había confesado sus sentimientos, pero ella se negó a dar una respuesta debido a su padre.

—Mi padre es muy estricto, si sabe que me escape esta noche no sé lo que te pueda hacer, incluso podría ser capaz de…

En una ocasión su padre los vio hablar en la calle, como castigo él le prohibió salir con sus amigas y la vigilo cada vez que salía hacia la secundaria. Ella sabía que era peligroso salir esta noche, aun así su mente no escucho razón y asintió con su cabeza, muchos chicos se le declararon en su nueva secundaria, pero ninguno podía ocupar el espacio en su corazón aparte de Jin.

—Sube, te llevare a casa.

—Pero mi padre…

—Da igual, vamos, estoy seguro de que aún no ha vuelto.

Natasha uso el casco que Jin saco de su mochila, subiéndose detrás de la motocicleta, ambos partieron a su hogar cerca de los límites de la ciudad.

Luego de dejar a Natasha en su casa, Jin busco entre sus pertenencias las cosas que usaría para acampar, necesitaba una carpa y una pequeña cocina portátil en caso de emergencia. Cosas como linternas, sacos de dormir y algunas herramientas ya habían sido preparados por él unos días atrás.

Al cruzar la entrada de su casa, el aroma de la comida casera de su madre lo saludo, mirando el reloj en la pared Jin recordó que ya era la hora en que su padre regresaba a casa. Su padre había conseguido un trabajo como maestro soldador luego de retirarse del ejército, si no fuera por eso y las ayudas de sus vecinas, su situación económica se derrumbaría en poco tiempo.

—Jin, lávate las manos y ayúdame con la mesa, tu padre llegara pronto.

Con un delantal blanco, su madre preparaba la comida que más le gustaba a su marido, ella tenía 36 años este año y su piel estaba bien cuidada sin ninguna mancha, si alguien la viera en la calle no creería que ella tuviera más de treinta años-

Luego de guardar sus cosas en su habitación, Jin preparo la mesa mientras el sonido de la puerta le aviso de la llegada de su padre.

—Oh, Jin acércate un poco, necesito que me ayudes con algo.

—Si…!—

Su padre tenía más de 40 años, con el cabello negro un poco más largo que Jin, él era del tipo hombre capaz de robar las miradas de las mujeres solteras de su edad, en ningún momento dejo de entrenar manteniendo su cuerpo en buen estado.

Detrás de él, un barril reforzado con un extraño olor fue trasladado a la bodega de la casa. Con curiosidad, Jin intento abrir la tapa cuando su padre lo detuvo de golpe.

—Este es un regalo de uno de los clientes, mañana podemos pedir a tu madre que lo prepare para nosotros, quizás quieras invitar a una de tus compañeras para que nos acompañen a probar este festín.

En el barril había una gran cantidad de camarones y variados mariscos conservados en pequeños compartimientos sellados, aunque Jin no pudo saber el nombre de todos los mariscos, sabía que el precio de ese barril debía ser bastante elevado.

—Deja eso y vamos a comer, tu madre se preocupará si permanecemos mucho tiempo afuera.

Luego de terminar de comer, Jin pregunto a su madre —Mama, necesito usar el jeep para ir al mirador esta noche, quiero ver la lluvia de estrellas allí—

Su padre al escuchar las palabras quiso reprender a su hijo, solo tenía dos vehículos y él los cuidaba tanto o más que a Jin, pero una mirada afilada llego detrás de él, era su esposa que le sonreía a su hijo único.

—¿Iras solo?— pregunto ella, sus ojos anticiparon cualquier movimiento extraño en su hijo.

—Si, me quedare a pasar la noche afuera, no dejare que nada le pase al jeep— dijo convincentemente.

La madre apretó uno de sus manos debajo de la mesa, sus ojos detectaron la mentira en su hijo, aun así recordó que el pronto cumpliría los 18 años, talvez debía dejarlo libre antes que el escapara sin decirle nada.

—Ya veo…Entonces no hay problema, yo me encargare de convencer a tu padre, cierto, Q U E R I D O— dijo ella mirando a su marido que agacho los hombros al escuchar las palabras de su esposa, él pudo ser uno de los soldados más destacados de su generación, pero ante su esposa él solo era un hombre sencillo que daría su vida por el bienestar de ella y de su hijo.

—Gracias mama— luego de dar un abrazo a su madre y a su padre, Jin subió a su habitación y se preparó para la noche. Revisando su teléfono inteligente busco en las noticias si había algún cambio del programa.

En los foros de la red, millones de personas comentaban sobre la más grande lluvia de estrellas que ocurriría a las 3 de la mañana, todo el mundo estaba expectante a las noticias mientras un gran movimiento ocurría bajo la superficie.

"Han escuchado, todo el mundo dice que el apocalipsis ocurrirá esta noche"

"Estas loco, nadie creería esas palabras"

"Es verdad, yo vi en una página miles de personas se juntarán para recibir al anticristo"

"Idiotas, acaso leen lo que escriben, si de verdad esas cosas ocurrieran qué sentido tiene decirlas en un foro"

"Cállate, cuando estés quemándote en las llamas no pidas nuestra ayuda, no digas que no te advertimos"

"Los gobiernos han mantenido silencio hasta el final, ¿no creen que es extraño?"

"Je je je, tal vez en realidad nuestros días terminen esta noche"

"Y que si es el final de los días, acaso eso hará que ella me ame"

"Sad hermano, orare por ti en el otro mundo"

"Todos busquen a la mujer que le gusta a nuestro hermano y ayúdenle a que lo acepte"

"Siiiiiiii"

"Nadie puede detener nuestro poder"

"Hermano, ella escuchara nuestras plegarias, solo mantente fuerte"

Jin apago su teléfono luego de leer el último mensaje, en la red escribían todo tipo de cosas, pero por ahora nada parecía haber cambiado, quedaban algunas horas hasta que Jin abandonara su casa y él decidió descansar por un tiempo.

Cuando marcaban las 1 de la mañana, Jin cargo el jeep y abandono su casa en dirección al lugar de encuentro con Natasha. Ella salió con una tenida deportiva y un pequeño bolso en su espalda, su figura esbelta y su delicada sonrisa junto a sus ojos marrones por un momento dejo a Jin sin palabras.

—No te quedes ahí, dime algo… arreglando su cabello, ella subió al jeep mientras pellizcaba a Jin quien la acerco hacia su lado.

—Déjame verte un poco más — dijo Jin hipnotizado por la mujer a su lado.

Mmm…

Sin previo aviso los ojos de Natasha se abrieron ampliamente al sentir un par de labios sobre los suyos, su corazón se aceleró y su piel comenzó a hormiguear mientras su mente se perdía en la dulce sensación de sus labios.

—Dulce, me pregunto qué pensaría tu madre si nos viera en este momento— dijo Jin con una sonrisa pícara, había querido hacer eso por varios años y su cuerpo reacciono al ver esos labios solitarios tan cerca de él.

—¡Tonto! Replico ella siendo silenciada nuevamente por los labios de Jin.

Ella lo acuso cuando él se separó de sus labios, su primer beso había sido robado por la persona que le gustaba, pero ella quería dárselo en un lugar más romántico.

—Vamos, no debemos llegar tarde — dijo Jin encendiendo el motor del jeep.

El mirador fue construido hace más de medio siglo, en su interior había un gran museo natural se abriría el próximo año, era un lugar especial para observar el cielo lejos de la contaminación lumínica de la ciudad de Alhes.

El camino antiguo tomaba media hora en vehículo, cerca de las montañas del sur de la ciudad había un bosque con todo tipo de animales silvestres y algunas parcelas de tierra usadas por los agricultores más viejos.

En construcción.

El camino estaba bloqueado por barreras de metal y máquinas de construcción, fue bueno que el jeep pudiera transitar por los caminos de tierra, luego de rodear por casi una hora el camino ellos pudieron ver el mirador sobre la montaña.

Al igual que ellos, cientos de personas decidieron mirar las lluvias de estrellas cerca del mirador, aunque ellos no tenían una llave para ingresar, el lugar era un buen punto para observar la inmensidad del cielo.

Evitando las miradas curiosas de las personas, Jin llego detrás del mirador y uso la llave que le entrego el profesor, no dudaba que esa era la llave, con un ligero movimiento las puertas fueron abiertas y los grandes pasillos los recibieron.

—¡Vamos!

Cargando los bolsos, ambos subieron hasta el último piso del mirador y prepararon la carpa que usarían esa noche. Ella en todo momento evito la mirada de Jin al pensar en lo que podía ocurrir en unas horas más, la declaración de él era algo que ella había esperado por muchos años, si tan solo su padre no fuera muy estricto ellos no necesitarían esconderse de los demás.

—Faltan 20 minutos, ¿quieres beber algo?

Con la carpa armada, Jin encendió la cocina portátil y puso un poco de agua en una olla, en ese sector de la ciudad la temperatura en las noches descendía hasta los 10 grados y Jin no quería que ella se resfriara.

—Si, gracias.

Respondió ella sonriendo.

—Dime, Jin, pasas mucho tiempo con el profesor de química, ¿es divertido lo que hacen?

Ella conocía la curiosidad de Jin por la ciencia, algunas veces él llegaba con olor a hollín durante sus citas, en algún momento quizás ella se enteraría de que Jin sufrió un accidente con sus experimentos, aun así ella no lo detuvo porque siempre tenía tiempo para hablar con ella.

El cielo estaba despejado lleno de pequeños puntos de luz que iluminaban el cielo, el tiempo paso mientras ambos conversaban de su día a día en la secundaria, según las palabras de Natasha ella viajaría a un torneo regional en un mes más, quizás deba entrenar pensó Jin, él no estaba conforme con su físico, pero siempre dejo los entrenamientos atrás y se concentró en terminar sus estudios.

—Mira, ya comenzaron.

Un destello de luz atravesó el cielo creando una imagen irreal, su larga estela multicolor fue seguida por una segunda estrella y luego una tercera. En todo el mundo miles de parejas sostenían sus manos maravillados por la belleza del momento, algunas decidieron pedir matrimonio, mientras otras solo mezclaban sus cuerpos como promesa de su amor.

Sosteniendo las manos de Natasha, Jin acaricio su cabello y robo sus labios por tercera vez, ella era como un pajarillo que comenzaba a descubrir el mundo a su alrededor, él fue quien le dio el impulso para que ella extendiera las alas mientras un sentimiento extraño comenzó a crecer en su interior.

El sabor dulce de sus labios era como una droga y Jin se volvió adicto a ellos, Natasha lo miro con los ojos llorosos mientras su mente comenzaba a flotar entre las nubes, quizás esa noche ella no pueda resistir sus avances, no estaban sus amigas para que la ayudaran, solo ellos y el mar de estrellas que viajaban por el cielo como testigos.

—Aun dudaras, sabes que no me detendré.

Sosteniendo el rostro sonrojado de Natasha, Jin la observo a los ojos como un depredador a su presa y se acercó lentamente, sus respiraciones se encontraron en la oscuridad, juntando sus labios nuevamente, su cuerpo se volvió suave a sus avances.

Al separar sus labios con renuencia, un destello dorado seguido de una gran nube de polvo comenzó a descender hacia la tierra.

¡¡¡¡DOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOONG!!!!

Las sirenas de alerta nuclear en toda Alhes se encendieron.

Jin y Natasha, sorprendidos miraron al cielo sin creer lo que veían sus ojos, un masa colosal de roca envuelta en llamas penetro la atmósfera y acelero su paso dejando una estela de polvo radioactivo que comenzó a mezclarse con el aire.

16/03/2022

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