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Capítulo 2: "Un nuevo mundo - Parte I"

Una joven de cabello lacio largo negro, que llevaba puesto un vestido de color blanco, que se encontraba acostada sobre una gigantesca roca que daba hacia un manantial, abría sus parparos lentamente, al tiempo que un aire fresco sintió a su alrededor.

 

—«¿Dónde estoy?, se supone que estaba en la biblioteca, leyendo un libro» — pensó la joven, mientras se miraba así misma extrañada. ¿En qué momento me cambié de ropa y solté mi cabello?, si estaba en la biblioteca, ¿En qué momento lo hice? — dijo en voz baja, mientras levantaba la mirada y quedo pasmada al ver el lugar.

 

El lugar era mágico, aunque un tanto tenebroso, una hermosa casca cual velo de novia caía hacia las azulinas aguas de una laguna, sobre la cual había un bote, en este ella pudo notar la imagen de alguien que, cubierto con una capa oscura de cabeza a los pies, empezó a hablarle, mientras unas mariposas de colores revoloteaban sobre él.

 

—Acércate, no temas, no pienso hacerte daño, solo quiero que cumplamos la promesa — dijo la persona que estaba sobre el bote con cierta nostalgia.

—¿Quién eres? — dijo Lizy, al tiempo que en los tallos de los árboles que rodeaban la laguna, se formaron unos rostros y empezaron a murmuran entre ellos.

—Lo sabía, ello no resultaría — pronunció uno de los árboles.

—Lo mismo pensé, pero el insistió — agrego otro de los árboles, haciendo que la joven giré a ver quiénes más estaban en el lugar, pero su sorpresa se incrementó al ver a los árboles con rostros y brazos hablar entre ellos.

—Deber ser un sueño — dijo para sí Lizy.

—¡Por favor! sube al vote — volvía a insistir la gruesa e entristecida voz.

—Te equivocaste Treyton, acéptalo, aceptemos nuestra derrota — decía otro de los árboles.

—Ello nunca — contestó el hombre de manto, girando en dirección a donde estaba la joven, para agregar — ayúdame a cerrar esta historia.

—¿Qué? — pronunció Lizy, al tiempo que un pensamiento le paso por la cabeza — Al libro le faltaba una hoja, ello me dijo la bibliotecaria cuando me lo entrego, ¿Es eso a lo que él se refiere?, de ser así, este si es un sueño.

—Por culpa de ese malvado nomo y sus malvadas calabazas, nuestro pacifico pueblo termino hechizado y tú y yo separados, él me dijo que la única manera de romper el hechizo era que yo pudiera encontrarte y llevarte frente a él, y tras más de 150 años de búsqueda al fin te encontré — decía el hombre del manto, mientras se bajaba la gorra para dejar ver parte de su rostro.

—Tú eres el príncipe del Reino Encantado — dijo Lizy.

—Así es, soy Treyton, príncipe del Reino Maravilla, o más conocido como Reino Encantado — contesto el nombrado, girando completamente, dejando ver el otro lado de su rostro el cual era como la corteza de un árbol, solo que en forma de rostro humano. 

 

Lizy lo miro un tanto sorprendida, mientras el joven bajo del bote y se acercó a ella, una vez que estuvo frente a ella, tomo sus manos y la miro fijamente, por algunos segundos.

 

—Solo ayúdame a volver todo a la realidad, luego te dejare ir, lo prometo — dijo Treyton, tomando las manos de la joven.

—¿Qué debo hacer? — respondió Lizy.

—Solo ir conmigo con el nomo, y terminar la ceremonia de enlace, luego de ello, tu regresaras a ese otro mundo y yo me quedare en este, la idea es que todo vuelva a la normalidad y el nomo y sus calabazas liberen a nuestro reino — agrego Treyton.

—Bien, te ayudaré — contesto Lizy, mientras pensaba — «Como es un sueño podré manejar el mismo como yo lo desee, ¿no?»

—Entonces vamos al bote — acotó el joven, tomando las manos de la muchacha, para que juntos caminaran hacia el lugar donde dejaron el bote, tiempo después ambos estaban a bordo del mismo.

 

Treyton remaba, mientras Lizy miraba absorta el lugar, el cuál era realmente mágico, flores de diversos colores, mariposas y algunos peces un tanto extraños que por momentos daban saltitos en el lago.

 

—Todos tus recuerdos se borraron, por culpa de ese nomo — pronunció Treyton, mientras remaba, al tiempo que su cabellera rubia sobrevolaba debido al viento.

—¿Qué tipo de recuerdos? — dijo Lizy con calma.

—Todo lo que viviste aquí, con los tuyos y conmigo — contesto el joven.

—¿Yo también era una princesa? — respondió Lizy, aunque ya sabía la repuesta, pues se había leído gran parte del libro.

—No, pero lo parecías, por ello el nomo te uso para seducirme y lo consiguió, pero con lo que él no conto es que tú terminarías enamorándote de mí, y debido a ello lo traicionaste, los dos nos íbamos a casar, pero el nomo al enterase de ello, hizo uso de su cochina magia junto a sus malvadas calabazas y te envío a otro mundo y a mí, y a todo mi reino nos lanzó el hechizo de convertirnos en árboles, claro conmigo su hechizo no funciono por completo, gracias al talismán que tú me diste cuando prometimos que nos casaríamos — dijo Treyton, dejando de remar, al llegar al otro lado del lago.

 

Lizy miro extrañada el lugar, en este a diferencia del otro lugar donde estuvo, no había árboles, ni flores, solo pequeñas cuevas y gigantescas calabazas completamente iluminadas, al fondo de todas las calabazas que formaban un pequeño pueblo, había un gigantesco castillo.

 

—Este es el territorio del nomo,  y ese su castillo — pronunció Treyton dirigiendo su mirada hacia el gigantesco castillo que sobresalía sobre las calabazas, al tiempo que añadía — Él me dijo que si yo lograba encontrarte rompería el hechizo siempre y cuando tu aceptes frente a él no haberme olvidado, seguir amándome y que nos casemos, pero como ya te dije, el matrimonio solo será de fórmula, si tú no quieres quedarte conmigo lo entenderé, después de todo han sido muchísimos años — añadía el joven con nostalgia.

—Vayamos con el nomo, lo demás lo veremos después — respondió Lizy con calma.

—Bien — respondió Treyton, tomando la mano de la joven.

 

Lizy y Treyton caminaron a paso rápido por el pueblo de las calabazas, con la mirada fija en el gigantesco castillo que se encontraba casi al finalizar el pequeño pueblo, al tiempo que de las otras calabazas salían seres de rostros un tanto extraños, al menos para Lizy. Tras varios minutos de caminata el par de jóvenes llegaron frente al nomo mayor.

 

—Después de todo lo lograste — decía un hombre de rostro más grande que su cuerpo.

—Así es, Lizy me sigue amando, ni el tiempo, ni la distancia destruyo nuestros recuerdos ni nuestro amor — pronunció Treyton, tomando con mayor fuerza la mano de la joven.

—¿Ello es cierto Lizy? — dijo el nomo.

—Sí, es cierto, yo sigo amando a Treyton, y mis recuerdos a pesar del tiempo permanecieron siempre en mi mente — contesto Lizy, tal lo acordado.

—Bien, soy un nomo de palabra como te lo dije el día que viniste a pedirme que rompiera el hechizo, tú has cumplido tu parte, aunque falta el matrimonio, eso sí este debe durar al menos 3 meses para que yo te libere a ti y a tu pueblo del hechizo, si ello no es así, lo siguiente que tomare será tu vida Treyton y por supuesto también la de Lizy, pues ella regresara conmigo, ya que yo la haré regresar del lugar donde vaya — dijo el nomo con firmeza.

 

Treyton miro a Lizy, quien solo asintió dándole a entender que estaba de acuerdo con el trato del nomo.

—Bien, ¿cuándo nos casaremos? — dijo Treyton.

—Ahora mismo preparo la ceremonia — contesto el nomo.

 

Treyton poso su mirada en Lizy, y con la misma le agradeció por el apoyo, mientras el nomo los observaba a ambos.