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Capítulo 38: El Sueño de Yun Na de convertirse en una estrella

Editor: Nyoi-Bo Studio

La persona que dirigía esta película era Lin Fengtian, un director que había obtenido el título de "Mejor Director" en los Premios Golden Pin. Mientras tanto, el protagonista de la película ya estaba confirmado para ser interpretado por la superestrella Gu Xingze.

Era tan grande la cantidad de fanáticos de la superestrella que eran suficientes para cubrir la mitad de la venta de los boletos de la película. Si uno llegase a obtener el papel de la protagonista, ¡seguro que podría alcanzar el estrellato!

Lin Fengtian había recibido el título de "Mejor Director" en el Festival Internacional de Cine y, mientras apoyara a la estrella femenina, a esa persona se le garantizaba un futuro brillante.

Muchos artistas se habían estado devanando los sesos, buscando formas de entrar en su producción.

Por la noche, Yun Na también planteó este asunto a su familia.

Durante la cena, de repente dejó de comer y miró seriamente a Yun Yecheng: ―Papá, quiero discutir algo contigo; espero que lo apruebes.

Yun Yecheng miró fríamente a su hija y le preguntó: ―¿Qué pasa?

―¡Quiero participar en la audición de Entretenimiento Huanyu!

Estaba confundido.

―¿Qué audición?

―¡Oh, Dios mío! Papá, ¿no lo sabes? Producciones Internacional Huanyu ha invertido en la adaptación cinematográfica de una famosa novela. El protagonista ya está decidido, será Gu Xingze. Ahora, ¡el director está llevando a cabo una búsqueda nacional de la protagonista!

Yun Na se detuvo brevemente y levantó con orgullo su barbilla, sus ojos brillaban con confianza: ―Papá, ¿no crees que soy la más adecuada para el papel principal femenino? ¡Tengo confianza de tener éxito en esta audición! ¡Es una oportunidad única en la vida! ¡Si tengo éxito en mi audición, entonces puedo ser una estrella! ¡Cuando me haga famosa, tú y mamá podrán vivir una buena vida! En el momento en que reciba mi primer cheque, ¡los llevaré de viaje, compraré una buena casa y un buen auto!

Mientras Yun Na hablaba, miró despectivamente a Yun Shishi por el rabillo del ojo.

Pero Yun Shishi seguía comiendo con la cabeza gacha; no se sabía qué era lo que estaba pensando en ese momento.

Yun Yecheng no pudo evitar fruncir el ceño cuando escuchó esto.

―En vez de pensar en esa tontería todo el día, ¿por qué no puedes encontrar un trabajo estable?

Yun Na expresó su desaprobación, diciendo: ―Papá, tengo la apariencia de una estrella. ¿Por qué querrías que lo desperdiciara tendiendo un trabajo aburrido?

Él sacudió la cabeza y dijo con firmeza: ―Cuando era joven, ¡sufrí a causa de mi estupidez! Todavía eres joven. Despierta de ese sueño, inscríbete en una buena universidad y encuentra un trabajo estable. ¡Deja de llenar tu cabeza con esas ideas tontas!

Yun Na le increpó, claramente molesta por el pensamiento anticuado de su padre.

­―Papá, ¿por qué eres tan testarudo? ¿Qué quieres decir con ideas tontas? Es rentable ser una estrella. Con solo rodar una producción, ¡puedes ganar cientos de miles de yuanes! Hoy en día, ya no es importante tener un título para vivir una buena vida.

Yun Yecheng volvió a comer su comida y no volvió a hablar.

Entonces, Yun Na intentó persuadirlo: ―Papá, ¿no crees que nuestra casa es muy pobre? Una casa destartalada, una nevera rota, un televisor roto, ¿no has pensado en vivir en una casa más grande? ―Viendo que Yun Yecheng permanecía en silencio, volvió a fantasear con nostalgia―: Si me convierto en una estrella, ¡puedo ganar tanto dinero con una sola producción! Después, tendré el dinero para comprar una villa espaciosa y lujosa para que tú y mamá vivan cómodamente.

Su declaración hizo que Li Qin sonriera de oreja a oreja. Pensó que su hija era tan dulce, como si su corazón estuviera lleno con miel, y habló con alegría: ―¡Mi hija se comporta tan bien! ¡Mamá está feliz de oírte decir eso!

Poco después, le dijo a Yun Yecheng: ―¡Yecheng, nuestra hija es tan atenta! ¡Humf! Ella es totalmente diferente a cierta persona que no es nada considerada.

Por supuesto, se refería a Yun Shishi, pero ella actuó como si no hubiese oído nada. Yun Yecheng volvió a arrugar sus cejas.

―Convertirse en una estrella…¡Ja! Tendré suerte si no me traes problemas. ¡Escuché que esa industria es caótica!

Yun Na insistió una vez más: ­―¡Papá, en todos lados es caótico! La gente mala está al acecho en cada esquina, ¡en todas partes es un desastre! Si fuera un poco más fuerte, ¿crees que tendría miedo de caminar por el camino sinuoso?