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UN ETERNO FINAL

Un final para el moribundo, un final para los reyes, un final para los soberanos, un final para los humanos, un final para la paz. Todo siempre tiene un fin. Solo el tiempo puede preservar, en todo lo que existe y en todo lo que será. El cambio no importa, el cambio desaparece con el tiempo, solo el final preservara. Pero ¿Qué es el final? Adrián se preguntó, mientras miraba a su alrededor, todo loque conocía se habían vuelto parte de este desolado paisaje. ¿Es esto el final? Se siguió preguntando. “No, este no será mi final” - miro al cielo, el cual era rojo sangre, lo miro tan fervientemente, y cerro sus puños con un gran odio. Sus gritos empezaron a salir. ¡Yo decidiré que final quiero para mi vida! ¡Yo decidiré mi propio destino! – Grito hacia el cielo, diciendo que este no será su fin. El será propicio de su propia vida, de su propio final, de su ultimo suspiro.

Dario_Lidford · History
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86 Chs

CAPITULO 83: UN VIAJE AL NORTE

Cuando el anciano Mil Fuegos hablo, sus palabras fueron como el fuego, se expandió por todos lados, hacia todas las Iglesias.

Fue como un estruendo que se expandió hacia el oído de todos, y otra vez había un nombre implicado el cual habían escuchado muchas veces.

Y ese nombre era ¡ADRIAN!

Esta vez pasaron dos días mas antes de que Adrián pudo escuchar la noticia, el estaba de vuelta en su cueva, la transportación menor que podía lograr el ser Demoniaco Kiara era sorprendente y efectiva.

Sin embargo, lo que Adrián logro fue encontrar una respuesta, parecía que no podía mezclar el sentido divino y la energía espiritual para iniciar la combustión de la llama, y si lo hacía sucedería lo del anterior capitulo.

Pero, al mismo tiempo una vez que iniciara la combustión y la bola de fuego de sentido divino y energía espiritual consumiera toda la energía a su alrededor, si en ese momento usaba el hechizo del Diablo Celestial, el cual también fue usado en el capítulo anterior.

Entonces solo en ese momento se formaría algo nuevo, y nacería algo totalmente sorprendente.

"Una llama de 15 colores" – Dijo Adrián con total asombro, mientras toda su cueva se llenaba de colores y una intensa llama brillaba desde su palma.

Esta llama no respondía, y tampoco parecía tener algún tipo de vida como los seres con niebla, sin embargo, Adrián sabía que había algo dentro de esta llama que estaba esperando para ser despertada.

"Una llama de 15 colores con alma" – Adrián miro el libro sobre la refinación, se decía que solo las llamas de 20 colores podrían contener una pizca de alma en su interior, provocando que, si se uniera a un arma, esta arma ganaría poco a poco conciencia.

Formando un arma espiritual, un arma espiritual era raro de encontrarlo, porque estas podían seguir evolucionando y cambiando con el tiempo.

A la vez que se volvían más poderosas.

Adrián sabía que esto no fue hecho por el mismo, si no por el hechizo del Diablo Celestial quien le otorgo un alma a esta llama, si lo uniera a cualquier objeto, este pasaría a tener vida, a la vez que una increíble fuerza.

Eso de por si era totalmente sorprendente.

Adrián guardo esta llama, sabía que no podría volverla a fabricar ahora que su nombre estaba totalmente prohibido dentro de la Cuarta Iglesia.

Aunque claro también podría empezar a fabricar otras llamas ahora que sabia el método. Aunque aún le daba miedo, esa sensación de casi explotar, lo lleno cada vez que practicaba.

Ahora tenía el manual para la llama de seis colores, podía empezar con eso, su llama de quince colores solo fue una casualidad, algo que casi le costaba su vida.

Aunque ahora le quedaba muy poco tiempo.

Por lo cual dejo esto para cuando regresara.

Primero se tranquilizó a la vez que sintió bastante hambre.

Los efectos del Te de Misa estaban desapareciendo. Por lo cual el hambre había regresado.

Sin embargo, no fue directo hacia la casa de su hermana Bai Guoer.

Fue hasta el Restaurante del Hermano Tunchi. "Mil y Un sabores"

Al entrar eligió una mesa vacía y se sentó, dentro ya no había nadie el cual le dirigiera una mirada extraña. También hubo unas miradas de miedo, después de todo Adrián era alguien que había soportado una pelea contra el hermano Tunchi, a la vez que se comentaba de como casi hace explotar una pagoda de la cuarta iglesia. También se comentaba como había acabado con los seguidores del primer discípulo de la sexta iglesia con una gran facilidad.

Todas esas cosas que sucedieron en el transcurso de estos días, le hicieron tener un nombre, el cual, con solo escucharlo, muchos se apartarían una vez que lo vieran.

Adrián sabia muy bien los precios de este lugar, pero por el momento no le importaba solo estaba para comer algo pequeño. Después de todo aun sentía deseo por la comida, aunque como cultivador podía pasar sin comer por varios días. Había un efecto dentro de toda la Santa Iglesia de Motzu el cual aumentaba este efecto, aun no sabía por qué. Pero no le importaba.

En este momento se acercó Karla quien llevaba su vestido típico de camarera.

"A eres tú, estas buscando al hermano Tunchi o solo comida" Dijo Karla, estaba un poco contenta, ya que a pesar de todo el escándalo había recibido su comisión.

Por lo cual se acercó a Adrián, entregándole la carta con todos los platos disponibles, espero que Adrián comprara demasiado como la anterior vez.

Sin embargo, Adrián no vio el menú, no quería comer mucho, solo algo que lo tranquilizara.

"Solo quiero un almuerzo" – Dijo Adrián, los almuerzos en este lugar estaban a tan solo 25 puntos, era un poco caro, pero viendo cómo eran preparados, valían totalmente la pena.

"Tch, pensé que ibas a pedir otra vez todos los platos, si lo hiciera seria la mujer más feliz del mundo" – Se expreso Karla mientras anotaba y desprendía la hoja de su cuaderno antes de que este se fuera volando hacia la cocina.

"Bueno espera te traeré tu plato, si quieres puedes agregar unos puntos a mi propina" – Dijo Karla antes de despedirse.

Karla era peculiar y extraña, parecía que estaba siempre al lado del Hermano Tunchi, y también parecía que al hermano Tunchi no le importaba que Karla lo acompañara.

Adrián sabia que el Hermano Tunchi estaba en la cocina, después de todo podía sentir su aura claramente.

Pero parecía que aparte de su fijación a la cocina, y al refinamiento físico, no le interesaba muchas más cosas.

Pronto su plato fue traído, realmente era un almuerzo, un plato de sopa de fideos con pollo desmenuzado y un arroz con papas al horno, hierbas refinadas, y un bistec de algún tipo de vaca espiritual.

El olor que salía del plato podía atraer los corazones de todos los comensales.

Adrián sabía que todos tenían su camino, y el camino del Hermano Tunchi era muy excéntrico.

"Un refinador corporal y un maestro Chef" – Era lo que podía sentir del Hermano Tunchi, aunque aun no lo conocía del todo. Sin embargo, mientras pensaba en esas cosas. La puerta del restaurante se abrió y una persona entro.

Era un tipo alto, con una contextura delgada, su rostro era sonriente, su pelo desordenado, no tenia un brazo y tenia unas gafas negras que ocultaban sus ojos.

"Hey, no pensé en encontrarte en este lugar, hermano menor Adrián"