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Capitulo Diez- Primer Día de Trabajo

Cuando llega a la escuela, se presenta a los directores, que se llaman Jorge y Samara. Jorge es un hombre de unos cincuenta años, de pelo gris, piel blanca y baja estatura. Samara es una mujer morena, alta y con el pelo largo y rizado. Le explican el procedimiento escolar y luego la llevan al aula, donde la espera Manoel.

Cuando llega, Manoel le dice

-Bienvenida, serás la ayudante, en este caso ayudarás a los niños que tengan dificultades en la asignatura y me ayudarás con las tareas de los alumnos.

-Muy bien. ¿Qué tengo que hacer primero?

-Vamos a empezar la clase ahora, luego, a lo largo del día te lo explicaré mejor.

-De acuerdo entonces.

Nayara estaba ayudando a todos los niños, mientras Manoel le explicaba el procedimiento de la clase.

El salón es muy grande, todo decorado con "chamadinha", pizarrón de cumpleaños, abecedario, etc. Nayara estaba encantada con los niños y por un momento pensó en cómo sería si ella tuviera un hijo, pero luego dejó de meditar, de lo contrario no podría trabajar.

Ayudó a todos los niños y se quedó trabajando hasta las cinco de la tarde. Luego le ayudó a organizar la habitación, que estaba un poco desordenada, y se fue a la puerta de la escuela a esperar a su marido. Al salir de la escuela, Manoel la saludó diciendo

-Espero que hayas disfrutado con los niños y trabajando conmigo.

-Sí, me han gustado, pero ¿es todos los días o sólo algunos días cuando das clase?

-No, sólo lunes, miércoles y viernes por la tarde, pero me preguntaba si los demás días podrías ayudarme a organizar las tareas para los alumnos.

-Sí, puedo. Dígame a qué hora tengo que estar aquí y vendré.

- De acuerdo. Los martes y jueves me quedo en la sala de profesores para organizar el material, luego puedes venir a ayudarme.

-Está bien, te ayudaré. Me gustan mucho los niños y me alegro de que des clase, has cambiado mucho.

-Sí, he cambiado mucho desde que rompimos. Pero oye, ¿aceptas que te lleve al sitio donde te quedas?

Ella se queda pensativa y dice:

-No, gracias. Mi marido me recogerá, quién sabe, tal vez otro día.

-Está bien entonces. Mañana nos vemos aquí en la escuela para que podamos trabajar juntos. Hasta luego.

Y se mete en su coche y se va. Nayara envía un mensaje a su marido diciendo:

"Cariño, ya me han dado el alta en el trabajo, si puedes ven a recogerme. Te quiero".

En menos de dos minutos suena su móvil y Nayara contesta:

-Hey amor, sí me han dado el alta en el trabajo y me ha gustado mucho. Vale, te espero. Besos, yo también te quiero.

En unos minutos llega su marido y van a la plaza y deciden tomar un helado y hablar.

-Mi amor, me alegro de que te haya gustado el trabajo -le dice Nathaniel y le coge la mano y la besa.

Ella sonríe, le abraza y le dice

-Te quiero. Te quiero mucho, pero estoy cansada. ¿Te enfadarías conmigo si fuéramos a la posada?

-No, mi amor. Es mejor que tengamos más intimidad y veamos una película juntos -dijo Nathaniel.

-Eso está bien, mi ángel.

Esta vez deciden ir andando hasta la posada, mientras Nathan coge de la mano a su amada. Pasan por un jardín y Nathaniel se detiene de repente, coge una flor de una rama y se la entrega. Ella sonríe y le da un beso apasionado. Veinte minutos más tarde llegan a la posada, se dan una ducha y, cuando Nathan se da cuenta, ella está durmiendo, tan agotada.

Coge una manta, la cubre y se tumba a su lado y le susurra al oído:

"Te quiero. Que tengas dulces sueños".

Mientras Nayara duerme, Nathanael busca en Internet tipos de trabajo, ya que han pasado tiempo en ese lugar, y acaba viendo una vacante para un empleo en un mercado. Le parece una buena idea y se presenta a la entrevista, pero intenta no ponerse demasiadas expectativas, porque no se le dan muy bien las matemáticas y sabe que este tipo de trabajo, requiere saber cálculos, al menos los más sencillos.

Nayara duerme durante la tarde y parte de la noche, hasta que se despierta de madrugada y ve a su marido a su lado. Entonces, se inclina un poco a su lado, le abraza con fuerza y le dice:

"Te quiero mucho, eres el ángel más hermoso sobre la faz de la tierra".

Y se vuelve a dormir estrechamente abrazada al amor de su vida.

Durante la madrugada vuelve a despertarse, pero para escuchar algo de música y meditar sobre lo ocurrido ese día, intentando averiguar si hizo algo mal en su primer día de trabajo. Nunca imaginó que tendría que volver a estar cerca de Manoel, más aún en una escuela, pero estaba contenta con esta nueva experiencia, pero aún continuaba la opresión en el pecho, como si algo fuera a suceder, pero no sabía exactamente qué podía pasar, ya que todo iba bien.

Tenía un buen trabajo, un marido excelente al que quería demasiado, aún no tenía hijos, ya que era demasiado pronto para eso. De repente le empezó a rugir el estómago y recordó que no había cenado nada. Natanael se despertó y le preguntó si quería comer algo, y ella dijo que sí. Decidieron salir de la posada, aunque era temprano, para buscar un establecimiento con al menos algún tentempié agradable.

Caminando durante unos minutos se topan con un restaurante abierto las 24 horas. Allí pidieron una comida ligera y muy sabrosa e incluso bailaron un poco en la pista, una canción lenta y romántica del cantante Bruno Mars - Talking to do moon.

Bailaron pegados el uno al otro, con el corazón latiendo a toda velocidad y allí, en ese momento, ella pudo desconectar del mundo durante unos minutos, sólo concentrándose en estar cerca de su amado, deseando que ese momento no acabara nunca, pero claro, se equivocaba en eso.