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Capitulo Dieciséis- La Cita parte 2/2

Al llegar a casa de Manoel, la lleva a la cocina donde ha preparado una lasaña casera de pollo con salsa blanca.

La invita a sentarse y cenan en silencio, pero a los cinco minutos le pregunta:

-¿Te gustó la comida que hice?

-Sí. Estaba deliciosa.

Sonríe y sirve un zumo de uva:

-Sé que es tu favorito, así que pensé que te gustaría.

Nayara se alegra y responde:

-Ah, gracias Manoel.

Él sonríe y dice:

-¿Quieres probar el postre que hice?

-Sí.

Se levanta, va a la nevera, coge el postre y dice:

-Espero que te guste-y le sonríe-lo hice pensando en ti.

Nayara prueba el postre y dice:

-Wow, está delicioso. Realmente tienes talento para la cocina.

-Gracias.

Manoel se acerca a Nayara y la coge de la mano y la lleva a bailar con él una canción muy tranquila, y los dos van al salón. Él le rodea la cintura con una mano y con la otra le coge la mano y la lleva de un lado a otro y es como si estuvieran flotando. Permanecen bailando durante unos treinta minutos.

Cuando Nayara baila con Manoel no deja de pensar en Nathaniel: cómo debe estar, si es feliz y se da cuenta de que lo extraña, ya que lo vio hoy temprano y le parece extraño que haya sentido algo al verlo, pero logra disimular sus sentimientos, porque necesita olvidarlo, ya que él tiene novia y por supuesto debe estar feliz con su nueva pareja.

Al cabo de unos minutos consigue apartar esos pensamientos de su mente.

Después de bailar, ambos se van al sofá y se pasan toda la noche viendo la película: "Siempre a tu lado".

Cuando Manoel se da cuenta, Nayara está durmiendo a su lado y decide acostarla para que duerma mejor.

La cubre con un grueso edredón, se quita los zapatos de tacón y se va al salón a dormir, porque no le parece bien acostarse con ella, aunque esté soltera.

Nayara se despierta, el lugar le parece extraño y se levanta rápidamente de la cama. Dos minutos después, se da cuenta de que está en casa de Manoel y se pregunta:

"¿Dónde está?"

Sale de su habitación y va dando vueltas por la casa buscándole y le encuentra durmiendo en el sofá del salón y entonces se da cuenta de que no iba a acostarse con ella y se siente aliviada porque aún no está preparada para acostarse con otra persona.

Decide preparar algo para que los dos tomen un desayuno especial en agradecimiento a que él ha sido paciente con ella.

Nayara abre la nevera, saca dos huevos y los fríe, prepara un zumo de naranja y pone los huevos ya listos en una barra de pan.

Pone la mesa y, cuando está puesta, va al salón a llamarle.

Nayara tiene miedo de asustarlo y lo llama, besándole la frente y susurrándole:

-Manoel, despierta, te he preparado algo de comer.

Manoel se despierta y sonriendo al verla la tira encima de él y le dice:

-Buenos días Nayara-y la abraza fuertemente besándola suavemente.

Ella se sobresalta por la forma en que la besa, pues es un beso apasionado y profundo, pero termina recordando los besos de Natanael y termina correspondiendo pensando que está besando a su ex esposo y pensando:

"¿Cómo me lo voy a quitar de la cabeza si todavía me gusta?".

Pero cuando ella intenta pensar en obtener una respuesta, él sonríe y deja de besarla y ella dice:

-Vamos, he hecho pan con huevo y zumo de naranja para los dos.

-Eso está bien, pero primero déjame disfrutar de este rato más aquí contigo encima de mí -sonríe con picardía.

Ella sonríe tímidamente y le acaricia el pelo. Permanecen así un buen rato hasta que Manoel la mira a los ojos y le dice:

-No hay palabras para expresar la alegría que siento con sólo tenerte aquí cerca de mí. Te quiero y esperaré el tiempo que haga falta para tenerte de nuevo en mi vida.

Ella sonríe y dice:

-Yo también soy feliz.

Está tan dispersa en sus pensamientos que hasta se olvida de que está encima de Manoel en el sofá.

Piensa en su pasado, cuando estaba con Nathaniel, en los momentos que pasaron juntos.

***

Permanecen en silencio durante un largo rato hasta que ella oye un teléfono móvil en el que suena la canción Mi historia de amor, del cantante Daniel Calveti. Se da cuenta de que es su móvil y salta del sofá para contestar.

En la pantalla aparece el nombre de Dessinha y ella responde:

-Hola Andressa, buenos días. ¿Ha pasado algo?

-Hola Nayara, buenos días. Sé que aún son las nueve de la mañana, pero te llamo para invitarte a mi boda. Será el próximo sábado a las siete de la tarde.

-Oh, amigo mío, es una gran noticia. Felicidades. ¿Dónde es la boda?

-Mi novio y yo hemos decidido que será en Bahía, en la playa de Ilheus. No está lejos de donde vives y quiero que seas la madrina y Manoel el padrino de mi boda. Sé que lo elegiste a él, aunque sé que amas a Nathanael y no sirve de nada negarlo porque a mí no me puedes engañar, pero debes saber que te darás cuenta de que estás cometiendo un error al elegir a Manoel, pero eres tú quien tiene que tomar la decisión.

Nayara se echa a reír y dice que tiene que colgar porque está intentando que Manoel se levante del sofá para que coman algo y su amiga dice algo así como:

"Ah, maldita sea"

Y ella se empieza a reír y dice que todo está bien y termina la llamada.

Al cabo de unos minutos, por fin consigue convencerle para que se levante y van a desayunar.

Comen y beben en silencio hasta que Nayara dice:

-¿Recuerdas a Andressa?

-Sí. ¿Es la chica de la que me burlaba y a la que llamaba Andréia?

-Sí, así es. Entonces, ella se va a casar y nos invitó a ser su padrino. Será el próximo sábado en la playa de Ilhéus.

-Vaya, eso es genial. Entonces te llevaré e iremos juntos a este evento.

Ella sonríe y dice:

-Si no quieres ir, no hay problema. Te avisaré de que no podrás ir y yo iré solo.

Él se levanta de la silla y la acerca a él diciendo:

-Nayara, quiero ir contigo. Porque te quiero y por ti iré hasta el fin del mundo para hacerte feliz.

Nayara no responde y dice a medias:

-Yo también te quiero.