Aunque el Lobo Dracónico de Hielo y Fuego no podía entender el lenguaje humano, había firmado un contrato con Liu Yan. Por lo tanto, podía entender lo que Liu Yan quería decir.
El Lobo Dracónico de Hielo y Fuego asintió en señal de acuerdo.
—¡De acuerdo! —exclamó.
Liu Yan acarició la cabeza del Lobo Dracónico de Hielo y Fuego y dijo:
—Entonces hagamos un trato. Si pasa una situación como la de ayer de nuevo, no me culpes por castigarte otra vez —le advirtió.
El Lobo Dracónico de Hielo y Fuego no pensó demasiado en ello. Sus ojos se fijaron en el cadáver del Rey Tortuga Torbellino. Asintió y aceptó lo que Liu Yan dijo.
—Espera un momento. Te lo asaré en un rato —le prometió Liu Yan.
Mientras hablaba Liu Yan, utilizó la Extracción Divina en el cadáver del Rey Tortuga Torbellino.
Por supuesto, Liu Yan no entró en contacto con el cadáver del Rey Tortuga Torbellino para usar la Extracción Divina.
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