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Todo sea por vivir.

°Por favor, Leer antes de continuar, y nos ahorramos problemas Antes que nada, es un pequeño cumplimiento de deseos, algo que tenía en la cabeza y quería escribirlo, no esperen que lo termine, y no esperen actualizaciones diarias, actualizaré cuando se me dé la regalada gana, si no te gusta, no lo leas. Protagonista casi villano, pervertido, en busca de un gran harem. No es superinteligente ni nada de eso, solo es un hombre lujurioso que busca vivir un año más. Verá a las mujeres como objetos, y se enamorara de algunas, mejorando el trato con las que se enamoró. No leas si no te gusta nada de eso, y nos ahorramos los insultos, y no, no respondo insultos o cosas similares, es una perdida de tiempo para mí. Y no, no viajara al mundo de Overwatch, luego se explicara como consigue a D.va.

Odyosis · Anime & Comics
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19 Chs

Cap 18

Arisu es una chica que tiende a ir con la corriente, o eso parece. Por dentro, es una chica manipuladora y elitista, ella piensa que la capacidad de una persona está decidida por los genes, y por supuesto, ella tiene los mejores, y eso la hace superior.

Siempre pensado 10 pasos adelante de su contrincante, además posee un alta habilidad analítica y de deducción, comparadas a la del protagonista de la novela. Y por su puesto, como toda chica lista y engreída, es muy buena en el ajedrez.

Y claro, Arthur estaba al tanto de todo esto. Después de todo, era un fanático del anime y las novelas ligeras, en especial de las más antiguas.

En la era de Arthur, las novelas y el anime eran mediocres, y aburridos, demasiado genéricos para su gusto.

Todos eran iguales, típico harem con protagonista denso, otras novelas que solo se centran en entrenar y nada más, con puro volcado de información innecesaria, etc.

Arisu levanto una ceja, y acomodo el bastón, apoyando su peso sobre el.

Su mirada se centró en Arthur, parecía curiosa, nunca antes vio a un chico tan extraño y directo. Muchos hombres la miraron con lujuria, y deseos, pero nadie intento molestarla, su padre era famosos y muy peligroso.

Además, nunca aparecía en lugares muy concurridos, no era su estilo. Le agradaba pasar tiempo en casa y leer, jugar ajedrez, su vida en sí era aburrida y monótona. Eso si, no se quejaba, le agradaba su vida, aunque de vez en cuando deseaba algunos desafíos.

Que interesante, sus actos podrían ser considerados acosos sexuales, pero no me molesta. De todos los hombres que me miraron con lujuria, este es el primero en que no duda en tocarme. Su ropa no es de calidad, y su pelo parece un poco desordenado, eso aumenta su encanto, es bastante guapo.

Si llego hasta este punto no es una persona común. La seguridad del recinto es alta y de calidad, ahora, tenemos dos opciones, es un hijo de un funcionario importante, o un trabajador de la empresa, uno muy importante.

Hmm, me inclinaría por un trabajador, si fuera un hijo de una persona influyente, él me conocería, y por su mirada, nunca me había visto. Pero si fuera un trabajador, debería haberme visto, vengo muy seguido a este lugar, quizás es nuevo, es lo más probable.

En solo un segundo, Arisu analizo a Arthur de pies a cabeza, intentando averiguar quien era, lástima que se equipó en ambos, ya que no es hijo de un funcionario o trabajador, es el dueño de la empresa donde esta, si lo supiera, seguro se sorprende.

-"Terminaste de analizarme."

Pregunto Arthur mientras se cruzaba de brazos, pareciendo un poco incómodo y avergonzado. Arisu se rio ante el cambio de actitud de Arthur, parecía ser una persona agradable para pasar el tiempo.

-"Fu, fu, fu, terminaste de acosarme, o quieres tomar más medidas."

Arthur sonrió con picardía, y volvió a sacar la cintra médica.

-"Por su puesto, quisiera tus tres medidas, cintura, trasero y busto"

No está actuando, es un pervertido de verdad y no lo oculta, y lo más impresionante, es que puede ser un pervertido sin arruinar el ánimo de la conversación, es un pervertido con clase. Pensó Arisu, sorprendida por la honestidad de su acompañante, por lo general, está acostumbrada a rodearse de personas que siempre ocultan sus verdaderas intenciones.

-"No tengo problemas."

Arisu intento dejar su bastón a un lado, pero Arthur la detuvo, eso la molesto un poco, ya que supuso que la veía como una chica débil, y que necesitaba ayuda.

-"No es necesario."

-"Puedo estar de pie algunos segundos, no soy tan débil como parezco."

Arisu sufre una enfermedad congénita cardiaca, que reduce enormemente su capacidad física, y le obliga a usar su bastón. Eso hace suponer a Arthur, que no durara demasiado en la cama, no vaya a ser que le dé un infarto y se muera en pleno acto sexual.

Sería un maldito trauma, imagina terminar follando con un cadáver, sería horrible.

-"Lo sé, no lo hago por ese motivo."

Arthur se acercó a Arisu, y paso la cinta métrica bajo el brazo que apoya el bastón, paso tan cerca del pecho plano de la chica, que le rozo. Arisu negó con la cabeza y lo dejo estar.

Ella no comprendía por qué le miraba el pecho y lo tocaba, aunque odiaba admitirlo, sabía que es plana y no muy atractiva para los hombres normales, a lo menos que tuvieran ciertas preferencias extrañas.

-"Pregunta, ¿te gustan las niñas pequeñas?" Pregunto, con los ojos entrecerrados, como juzgándolo.

La pregunta tenía dos enfoques, uno, ver si Arthur era un lolicon, y dos, era saber como la veía Arthur, como una niña pequeña y frágil, o una dama de clase alta y poderosa.

Arthur se detuvo un segundo, y la miro a los ojos, él sabía que odiaba que la llamaran pequeña, su personalidad interior es dominante, y Arisu piensa que su tamaño no tiene nada que ver con su grandeza.

-"No me gustan las niñas pequeñas, me gustas tú. Me agrada tu aura madura y refinada, pareces una chica nacida en la realeza, tienes un aire dominante y de nobleza que no puedes ocultar, no eres una niña pequeña, eres una princesa de alta calidad."

Arisu al principio supuso que era una mentira, que usaba su labia para caerle bien, y acercarse ella por beneficios, si fuera así, ella lo usaría y lo despedazaría. Pero no lo era, Arthur estaba siendo sincero y ella lo reconoció, sus gestos fáciles y movimientos corporales lo indicaban.

Una hermosa sonrisa adornó su rostro, le agrado el cumplido sincero de su acompañante, y lo mejor de todo, no se enfocó en su cuerpo, y alago su aura o personalidad.

-"No puedo entenderte..., ¿eres sincero?, ¿estás burlándote?, ¿o simplemente no puedo leerte?. Ciertamente, dudo de la última, no existe persona que no pueda entender y descifrar." Pregunto, por curiosidad.

Arthur levantó los dedos, y respondió mientras enumeraba.

-"Primero, soy sincero, segundo jamás me burlaría de ti, siento que eres una persona extremadamente rencorosa y tercero, no es necesario buscar un significado oculto en lo que hago"

La chica era rencorosa, en la novela uno de los compañeros del protagonista y de la clase de D-1, empujo a Arisu y provoco que callera al suelo, él no se disculpó y se fue. Arisu se enojó por eso y le guardo rencor, pero nunca lo mostró, y al final termino logrando que expulsaran al idiota que la empujo.

-"Vaya, vaya, pareces conocerme bien. No negaré eso, en cuanto a mi paciencia, puedo decir que es alta, así que no te preocupes."

Arthur se encogió de hombros, y continuó con las mediciones, hasta que llego al trasero de Arisu, donde se tomó su tiempo. Se dio vuelta y la miro desde atrás, incluso se agachó para medir mejor, y ver sus bragas, que sorprendentemente eran de color negro.

Y ya saben lo que dicen de la lencería negra y bonita. Si ella lleva esa ropa, uno, puede ser por comodidad, o dos, porque busca que alguien agradable que las vea.

Arisu ya estaba en esa edad que la curiosidad sexual puede ser alta, y las hormonas juegan un rol importante. No importa que tan inteligente sea, el deseo sexual es un instinto natural reproductivo, que no se puede negar, y siempre estará presente.

Y más en Arisu, que busca un hombre que la supere y que sea mejor que ella. Todo se trata de su ideal sobre los genes, genes superiores, engendran individuos superiores.

-"¿Por qué demoras tanto?" Pregunto con sospechas, aunque ya tenía una idea de lo que posiblemente estaba haciendo.

-"Ahora que lo pienso, no nos presentamos, Arthur, solo Arthur, un gusto."

Viendo que evadió el tema, ella siguió la corriente.

-"Arisu, solo Arisu, un placer, y que haces en este lugar."

Arthur se encogió de hombros y respondió.

-"Vengo de visita, nada importante, ¿y la hermosa dama?"

-"Acompañe a mi padre, está en la oficina con su viejo amigo." Respondió Arisu, mientras apuntaba a la oficina.

Arthur agarro su barbilla, y medito un segundo, antes de hacer una propuesta.

-"Hmm, interesante, que tal si apostamos, que dices."

Arisu se inclinó levemente, mostrado su interés.

-"¿Y qué clase apuesta?"

-"Entraré y le pediré a tu padre tu mano, si gano, hoy mismo tendré tu cuerpo en mi cama, y si pierdo, todo lo que tengo, es tuyo."

La chica del basto se sorprendió, nunca espero una apuesta tan cruel y viciosa, donde se usa la vida del otro como juguetes sin valor. No pudo evitar preguntar para ver que tan lejos llegaría su acompañante.

-"¿Incluso tu vida?"

Arthur asintió con una sonrisa.

-"Seré tu fiel perro, si pides que mueva la cola, lo haré."

Arisu se tapó la boca y sonrió satisfecha, la apuesta era una locura, y eso la divertía en gran cantidad.

-"Fu,fu,fu, fu, y como puedo estar segura, de que no negaras del trato."

-"Y quien me asegura que tú cumplas, ves, estamos en las mismas." Respondió él a la chica.

Arisu lo pensó un momento, y le pareció divertido, una apuesta arriesgada y tonta, algo nuevo para cambiar el color de su rutina monótona. Aun así, los riesgos eran demasiados, y no conocía del todo a su contrincante, no le agradaba apostar sin saber si la victoria es segura.

-"No me digas que tienes, miedo, acaso no confías en tu padre, por si te preocupa que a trampa, no lo conozco y es primera vez que vengo a este lugar. Vamos, no tengas miedo, el que más pierde con esto, soy yo."

No dudo en provocar y usar el orgullo como cebo, pero no funciono.

-"Perderé mi virginidad, es como si te diera mi vida. ¿Ves?, estamos parejos."

-"Nunca supuse que eres de las chicas románticas, que esperan a su príncipe azula para ser su pareja eterna."

Arisu aparto la mirada y se sonroja, mostrado una sonrisa tímida. Arthur casi le cree su falso acto de timidez.

-"Pues lo soy... " Arisu cambio su expresión como si nada, poniendo una cara muy sensata antes continuar.

-"¡Bien!, qué tal esto, juguemos ajedrez, si ganas, tendrás lo que deseas, y no será necesario tomar la responsabilidad, con eso, nuestra apuesta es pareja, ¿qué dices?"

La chica estaba confiada, nunca antes perdió en el ajedrez, no tenía rival, incluso los hombres más cultos en el tema, no pudieron evitar la derrota. Es su juego favorito, y es muy famosa en la sociedad por eso.

-"Ese es el problema, yo si quiero tomar la responsabilidad, te quiero a mi lado, necesitó una chica inteligente como tú, para ciertas cosas que tengo en mente."

-"Entonces, acepto, me quedaré a tu lado si ganas, ¿apostamos?"

Arisu levantó su mano para sellar el trato como caballeros, nada de papeles engorrosos o grabaciones, simplemente confiar en el otro. Además, tiene a su padre, si Arthur se negara a cumplir las condiciones, ella lo obligaría.

Al final, Arthur acepto el apretón de manos, y el trato fue sellado. Su victoria estaba asegurada, y en cuanto a Arisu no cumpliera su trato, las posibilidades eran 50/50.

Arthur se dirigió a la recepción lleno de confianza, mientras Arisu tomaba asiento y miraba a su nuevo amigo, y futuro perro leal, no pudo evitar sonreír de la felicidad.

Espero que por lo menos pueda pasar la recepción, pensó Arisu, antes de arreglar su boina y cerrar los ojos, su victoria estaba asegurada, nada mas tenia que esperar con tranquilidad.