webnovel

Todo sea por vivir.

°Por favor, Leer antes de continuar, y nos ahorramos problemas Antes que nada, es un pequeño cumplimiento de deseos, algo que tenía en la cabeza y quería escribirlo, no esperen que lo termine, y no esperen actualizaciones diarias, actualizaré cuando se me dé la regalada gana, si no te gusta, no lo leas. Protagonista casi villano, pervertido, en busca de un gran harem. No es superinteligente ni nada de eso, solo es un hombre lujurioso que busca vivir un año más. Verá a las mujeres como objetos, y se enamorara de algunas, mejorando el trato con las que se enamoró. No leas si no te gusta nada de eso, y nos ahorramos los insultos, y no, no respondo insultos o cosas similares, es una perdida de tiempo para mí. Y no, no viajara al mundo de Overwatch, luego se explicara como consigue a D.va.

Odyosis · Anime & Comics
Not enough ratings
19 Chs

Cap 16

Con Tsuki fuera del escenario, Arthur preparo el desayuno para Sayu y él. Durante su vida, que fue bastante larga, consiguió varios talentos, entre ellos la cocina, y no cualquier cocina, Arthur aprendió de los mejores cocineros del mundo.

Sayu tomo asiento, y espero tranquilamente, ella ofreció su ayuda, ya que sabe cocinar, pero él se negó, estaba de buen humor y quería cocinar. Y como no estarlo, sobrevivió a la muerte inminente, y logro escapar de una bestia devora almas creadas por los dioses.

Si no es feliz por todo eso, sería un malagradecido. Es bueno estar con vida, y con buena compañía, Sayu es hermosa y encantadora, más cuando usa su camisa.

Nada más seductor, que una chica que solo lleva una camisa, dejando a la vista sus hermosos muslos lechosos, y sus pezones.

Arthur término de preparar el desayuno, huevos, leche, frutas, carne, sopa, y la lista continuaba. Cuando Arthur cocina, cocina en exceso y es porque su apetito es voraz. La más contenta, fue la señora del minimercado donde compro todo, no olvidemos que no tenían alimentos en casa.

Sayu se le hizo agua la boca, no paraba de saborearse y limpiarse la comisará de la boca, el olor que liberaba la comida, era demasiado apetitosa, de nada más olerlo su estómago y lengua gritaban, exigiendo tener un bocado para satisfacer sus deseos.

Arthur se sentó, y comenzó a comer, disfrutando del sabor de su comida. Aunque tuvo que admitir que era deficiente, y no lo pueden culpar.

En la época de nuestro MC, la ingeniería genética avanzo a pasos agigantados, y los productos transgénicos eran la gran moda. Esta clase de productos, duraban más, y por supuesto, tenían un sabor único y mucho más sabrosos que uno cosechado normalmente.

Aunque claro, los sabores varían, pero para Arthur, que nació comiendo esta clase de producto, eran más sabrosos que los naturales, es un tema de cultura.

-"Porque no comes."

-"Es que, yo..." Dijo Sayu, frunciendo el labio y tocandose el cabello, un poco incómoda con como actuar.

Sayu es una chica que se adapta al entorno, es su manera de sobrevivir. Ella no quiere molestar a su anfitrión, e intenta actuar de manera sumisa, esperando el permiso para comer.

-"Escucha, tenemos muchas cosas que hablar, y seguro tienes muchas preguntas, quizás te sientas un poco cohibida, ya que no es tu casa. Es incómodo llegar a un lugar que no conoces, y actuar como si fuera tu casa."

En la novela, se ven claros indicios de que Sayu es sumisa, y que siempre actúa con la idea de agradar a su mantenedor. Sin importar si ella lo odia, para ella es algo normal, Arthur lo sabía y no le desagrada ese aspecto, le ayudara a controlarla con mayor facilidad.

Pero, no quiere que la chica pida permiso por todo, necesita que actúe por su cuenta, y lo ayude, que demuestre personalidad y actitud, lo necesita para el futuro.

-"Si, un poco, es que no quiero molestar" Dijo mientras jugaba con los palillos.

-"No te preocupes por estupideces, eres mi invitada, esta es tu casa, tu hogar, y mientras yo te quiera mi lado, eso no cambiara, ahora come y deja de joder, bien."

Sayu sonrió y asintió vigorosamente, ya no dudo más, uso sus palillos y probo un pedazo de carne al jugo. Cuando dio el primero mordisco, la carne se derritió como un helado, y los jugos de esta atacaron sus papilas gustativas, Sayu cerro los ojos y levanto la mirada, disfrutando de una bomba de placer culinario.

Arthur miro a Sayu disfrutando de su comida, no podía negar la belleza de una mujer feliz, es como si irradiará una luz que ilumina y calienta el corazón. Un corazón negro como el abismo más profundo, lleno de sangre y pecados.

Arthur negó con la cabeza, le gustaría enamorarse y formar una familia, pero la muerte golpea a su puerta a cada segundo, primero tiene que buscar la manera de vivir, luego tendrá tiempo para disfrutar de su vida al máximo.

-"Disfruta y come todo lo que quieres, porque no volveré a cocinar."

-"¿¡Eh?!, por qué" Protesto Sayu con un puchero.

-"Es tedioso, prefiero hacer otras cosas."

Arthur probo un bocado y movió sus palillos, diciendo que no dirá más.

Sayu quería llorar, la comida era demasiado sabrosa como para despedirse de ella, lástima que no pueda hacer nada para cambiarlo. Sabe cuál es su posición, y no quiere causar problemas, además está muy agradecida con Arthur, agradecida y no enamorada, cabe recalcar ese punto.

Existen mujeres que se enamoraran a primera vista, y más cuando las salvas en su momento de más necesidad, pero no todas, otras, como Sayu, se siente agradecidas e intentarán ayudarte, pero no te amaran, no al inicio.

Sayu pudo haber entregado su cuerpo por alojamiento, pero nunca su corazón, no hasta que se lo ganen, es una puta con algo dignidad por así decirlo, como esas prostitutas que no te dejan besarlas, pero si te dejan follarla por el culo.

Cada uno con sus métodos, a Arthur no le importaba, se ganó el corazón de cientos de mujeres, y una diosa, aunque no sabe lo último. En ese ámbito, tenía mucha experiencia y métodos para seducir mujeres.

Ahora, que deseaba de Sayu, él buscaba a una persona leal, o mejor dicho un perro que hará lo que sea por él, para eso, necesita enamorarla, y al mismo tiempo, reforzar el estado amo y sirviente.

Arthur entendía muy bien una cosa, puede que una mujer te ame, pero eso no significa que hará todo lo que digas, y necesitaba una mujer o confidente que esté dispuesta a todo por él. Si da la orden de asesinar, ella no dudara en quitar una vida.

Arthur lo reconoce, con tan poco tiempo de vida, necesitará alguien que lo ayude a administrar sus tiempos, y empresas. Una sombra, que este al tanto de todo y que le informe lo que sucede a sus espaldas.

Sayu era un gran candidato, pero no le daría tanto control, no por ahora. Empezaría con algo simple, como que lo ayude con sus negocios, todavía desconocidos. Algunos pensarán que estúpido, pero él no piensa así, es solo dinero.

¿De qué sirve el dinero si estás muerto?, de nada, además será una gran prueba de carácter para la chica y para medir su lealtad, y hasta donde llegara por él. La criará para que sea una gran secretaria.

Pasados algunos minutos, ambos terminaron el desayuno, Sayu estaba muy alegre, tocaba su abdomen como si estuviera embazada, y tarareaba una canción desconocida, moviendo su cabeza de lado a lado, agitanado su largo cabello castaño.

Arthur apoyo los codos sobre la mesa y miro a su compañera, era hora de comenzar a entrenarla, y como primer paso, debe ganarse su confianza absoluta, y demostrar que es el único que nunca la abandonara, que él, es su única esperanza y familia.

-"Te agrado la comida, Sayu"

-"je, je, je, gracias Arthur, nunca antes probé algo tan delicioso."

Arthur

-"Bien, hablemos...," El ambiente en Arthur cambio, y se puso más serio, Sayu trago saliva del nerviosismo, preguntándose que le diria.

-"Sayu, tu padre te abandono, tu madre te odia, el que llamas hermano ni siquiera te está buscando, para él, siempre fuiste un obstáculo, Sayu..., no digo esto por maldad, o porque quiero lastimarte, solo quiero decirte los hechos, comprendes."

Sayu no respondió de inmediato, se acuclilló sobre la silla y enterró su cara en las rodillas, un poco apenada y molesta por las palabras.

-"Yo..., entiendo, estoy sola, mi única amiga sé suicidio y mi familia..., no puedo depender de ellos, lo sé, gracias por ser sincero, pero yo sé los hechos." Dijo un poco molesta, y abatida.

Arthur se levantó y corrió la silla para sentarse al lado de Sayu, con sus dedos limpio las gotas de lágrimas que le corrían por las mejillas, y la abrazo para reconfortarla, y transmitirle que no estaba sola, que tenía alguien en quien apoyarse.

-"Me alegro de que no niegues la realidad, eres fuerte y me agrada."

Sayu apoyo su cabeza contra Arthur, y le confió su cuerpo, necesitaba alguien, deseaba liberar sus angustias y saber que ya no estará sola. Arthur le acaricio el cabello, y le dijo con suavidad:

-"Déjame decirte algo, ya no estas solas, desde hoy puedes quedarte a mi lado el tiempo que desees, aunque no gratis, cocinaras, harás las compras, limpiaras, y calentaras mi cama, no soy un buen hombre, pero tampoco el malo, solo busco que ambos ganemos algo"

Sayu escuchaba con atención cada palabra, disfrutado del gesto paternal de Arthur. Le hacía pensar si así se siente tener un padre.

-"¿Solo eso?"

-"Puedes volver a la escuela si deseas, aunque me gustaría que aprendieras un poco sobre mis negocios, necesito una secretaria, y no será gratis, recibirás un gran salario, y quien sabe, con el tiempo no necesarias de mí."

Sayu se imaginó de secretaria, y no lo vio tan mal, no podía vivir siempre de Arthur, además, sería una buena manera de regresar sus buenas intenciones. Si supiera la verdad, seguro escaparía, pero nunca lo sabría, y caería en las telarañas de su depredador, para nunca salir.

-"¿Secretaria?, pero yo no se nada de eso, soy buena en las tareas del hogar, y eso es todo, como mencionaste, no termine la preparatoria, no soy muy lista que digamos, ¡auch!"

Sayu recibió un golpe en la frente, y se quejó, dándole una mirada enojada a su golpeador, Arthur sonrió con suficiencia y dijo:

-"No te insultes a ti misma, no se necesita ser inteligente para ser mi secretaria, se requiere astucia y buen ojo, y tú los tienes, cuando buscabas a alguien para seducir, me buscaste, eso dice mucho."

-"¡¿Eh?!, ¿lo sabías?" Grito Sayu, un poco sorprendida y preocupada, no quería que pensaran mal de ella.

-"Claro, pero no me quejo, ni te culpo o discriminó por eso, estabas en un mal momento, pero..., si tuvieras todo y de todas formas decidieras prostituirte, te repudiaría."

-"Gracias" Agradeció con sinceridad.

-"Sayu, si trabajas para mí, no solo serás una secretaria, con el tiempo puedes ser más, quizás algún día puedas manejar tu propia empresa. Incluso puedes llegar a ser la mujer más poderosa del mundo, ¿no te agradaría?, imagínate cuando tu madre y tu hermano te vuelvan a ver, se impresionaran"

Sayu se quedó en silencio, pensado en el futuro, y si fuera poderosa, si tuviera una empresa a su cargo, ¿su madre se arrepentiría de todo?, ¿Su padre volvería? Tantas preguntas que tendrían respuesta, lo único que debe hacer, es tomar la mano del hombre frente a ella.

Trabajar para él y darle su vida, porque ella lo entendía, no era idiota. Si Arthur está dispuesto a darle tanto, no será gratis, le exigirá muchas cosas, y entre ellas, su cuerpo, y quien sabe que más.

Estaba dispuesta a dar todo, por conseguir una mejor vida, y por ver la expresión de su madre, era difícil decidir.

Arthur noto la indecisión, se alejó y fue a tomar un poco de agua, debía darle espacio y tiempo.

-"No es necesario que decidas ahora, eso sí, quiero aclarar algo, soy extremadamente posesivo, mientras estés a mi lado, no te quiero ver al lado de otro hombre, aunque claro, si un día te enamoras, puedes irte"

A Arthur no le preocupaba que Sayu se enamorara de otro hombre, era imposible, una vez que entre su corazón, nunca saldrá. Él simplemente quería darle una falsa salida a Sayu, hacerla pensar que todavía tenía un futuro lejos de sus garras.

La idea era encadenarla, y darle una sensación de falsa libertada, que ella creyera que algún día podría escapar y ser libre, y buscar su propia vida. Solo por ahora, con el tiempo, esta falsa libertad no será necesaria, Sayu voluntariamente se encadenará a Arthur, y será su fiel secretaria.

La volverá adicta al placer, a su cuerpo, besos, caricias, a su amor, para conseguir el corazón y la lealtad absoluta de una mujer, tienes que combinar el placer carnal y el espiritual, pero no exagerar, que sea un baño de semen puede servir, pero sería aburrido.

Arthur busca chicas leales, pero con personalidad, no una chica que únicamente piensa en polla y nada más.

-"Se que te dije, que lo pienses, pero creo que seria bueno relajarnos un tiempo, fue una conversación muy profunda, ¿no opinas lo mismo?"

-"Si, ¿deberíamos ver televisión?"

Arthur negó con la cabeza, se acerco a Sayu y la puso sobre la mesa, nada mejor que una follada para liberar tensiones.