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Fortaleza Roja 297 AC

El sol brillaba por sobre el King's Landing mientras por sus calles cientos de personas hacían sus asuntos de manera cotidiana. Sin embargo, si bien todo parecía normal en la ciudad, en la fortaleza donde vivía el señor de los siete reinos pasaba algo tan inusual que este hecho podía contarse con facilidad. Y es que, para sorpresa de muchos, Robert Baratheon, el primero de su nombre, Rey de los Ándalos, los Rhoynar y los Primeros Hombres, Señor de los Siete Reinos y Protector del Reino, se encontraba en una de las reuniones del pequeño consejo.

El pequeño consejo es un grupo de asesores que brindan apoyo al rey en el trono de hierro en asuntos tales como la política, las leyes, el dinero, la flota, entre otros más.

"Bien. Comencemos con esta mierda." Dijo Robert mientras tomaba una copa de vino.

El rey de los siete reinos era un hombre grande, pero gordo. Su cabello era negro, al igual que su barba. Sus ojos eran azules y tenía ojeras muy marcadas bajo sus ojos. Sus ropas consistían en ricas y finas sedas. A su derecha se encontraba sentado un hombre de unos setenta y algo años con el cabello gris. Este hombre era la mano del Rey, el segundo hombre más poderoso del reino y su nombre era Jon Arryn, el Lord del Valle de Arryn y guardián del Este. Pese a su edad, Jon Arryn parecía tan fuerte como un toro. Sus hombros eran anchos y vestía sedas de color azul y blanco, los colores de su casa.

Frente a Lord Jon Arryn estaba un anciano de cabeza calva y manchada, el cual tenía un gran y espesa barba blanca que le llegaba hasta su ancho estómago. Este hombre vestía una túnica de terciopelo rojo con armiño, una túnica muy diferente a la que usaban los otros miembros de su orden, pues él era un maestre. Su rango en la orden era el de Gran Maestre y actuaba como consejero del rey en varios asuntos a la vez que era el representante de la Citadel en el gobierno. Su cadena de maestre estaba hecha de varios eslabones de diferentes metales, tales como latón, oro, plata, plomo, platino, entre otros más. Además, su cadena estaba decorada con varias joyas, como perlas negras, granates y zafiros. Este hombre era Pycelle.

Al lado de Jon Arryn estaba un hombre menudo de constitución delgada. Su cabello era negro con algunos mechones grises. Sus rasgos faciales eran afilados y tenía una pequeña barba puntiaguda en la barbilla. Sus ropajes consistían en un terciopelo de color crema y plata. como único adorno llevaba un alfiler de plata en forma de sinsonte. El nombre de este hombre era Petyr Baelish y era el consejero de la Moneda, es decir el hombre encargado de las finanzas del reino, aunque, también era el señor de una penosa torre de piedra en la región más pequeña de los Fingers en el Valle de Arryn.

Al lado de este extravagante hombre se encontraba un joven de poco más de veinte años. Tenía los hombros anchos y el cabello negro con los ojos azules, también iba bien afeitado y se le podía ver una sonrisa amistosa en el rostro. El nombre de este joven era Renly Baratheon, el hermano más pequeño del Rey Robert. El joven Renly era el actual Lord de Storm's End y el consejero de los Edictos.

Frente a Renly se encontraba su hermano mayor, quien a su vez también era hermano menor del Rey. Este hombre era Stannis Baratheon, Lord de Dragonstone y consejero Naval. Él era un hombre corpulento de hombros anchos. Su cabello negro era escaso, formando una especie de sombra de corona. Su rostro tenía una mirada seria, junto con ojos azules oscuro y una barba recortada.

Al lado de Stannis, entre él y Pycelle se encontraba Varis, el maestro de los susurradores, el cual mantenía una sonrisa amable en su rostro.

Finalmente, pero no menos importante, al lado de su rey, actuando como una sombra protectora se encontraba el Lord comandante de la Kingsguard. Un hombre anciano con los ojos azules pálidos, los cuales parecían siempre estar tristes. Su cabello era blanco, al igual que su espesa barba. Pese a su edad, él era fuerte y esbelto. Su vestimenta consistía en una armadura de placas de un color blanco inmaculado, junto con una capa blanca. El nombre de este hombre era uno que se encontraba escrito en las historias como el de un espadachín legendario, su habilidad con las armas le habían ganado una gran reputación en todos los siete reinos. El nombre de este hombre es Barristan Selmy, también conocido como «Barristan el Bravo».

"Entonces, Jon. ¿Por qué has solicitado esta reunión? ¿Qué es tan importante como para sacarme de mis deberes y traerme a contar cobres?" preguntó Robert ya un poco borracho por la bebida.

La mano del Rey miró a su rey y antiguo pupilo solo para soltar un suspiro de frustración. Mirando a Varys, vio que este asentía.

"Llame a esta reunión más que todo para hablarte sobre las finanzas y el estado del reino." Dijo Jon Arryn mientras se llevaba una mano a la sien, pues vio que Robert puso una mueca y que parecía que se levantaría en cualquier momento. "Sin embargo, sé que eso no te llama la atención, por lo que también te pedí que vengas para contarte sobre algo que ha pasado con Ned."

La mera mención del nombre del Señor del Norte hizo que Robert dejara de beber su vino y como si por arte de magia se tratase, cualquier signo de embriaguez se esfumó de su rostro.

"¿Qué?" preguntó Robert con sorpresa, para luego pasar a la furia, pues pensó que algo le había pasado a su amigo. "¡¿Qué ha sucedido con Ned, Jon?!"

El grito de Robert pareció sacudir la sala. Sin embargo, para fortuna de todos, solo fue una ilusión. Así que, al ver a su expupilo en ese estado de furia, Jon Arryn miró nuevamente a Varys y con asentimiento, le dio la palabra a este.

El eunuco de Lys se levantó y luego de dar una rápida reverencia comenzó a hablar con voz suave. "Su gracia, no debe preocuparse. No le ha pasado nada malo a Lord Stark."

Las palabras del eunuco parecieron calmar al rey, quien volvió a preguntar, pero ahora con duda. "Si no le ha pasado nada malo, ¿Por qué menciona que algo le ha pasado a Ned?"

La sonrisa en el rostro del eunuco se amplió antes de hablar. "No es que no le haya pasado nada, solo que lo que le sucedido es algo bueno para él."

Las palabras del Maestro de los susurros sembraron la confusión en todos los de la sala, pues nadie entendía que podría haber pasado en el páramo helado que era el Norte como para considerarse bueno para el señor de esa región.

"¿Qué ha sucedido, Lord Varys?" preguntó con voz melosa el consejero de la moneda.

"Bueno, mi buen consejero de la Moneda. Supongo que usted y todos los presentes recordamos al joven Jon Snow, ¿verdad?" preguntó el eunuco.

"El hijo bastardo de Lord Stark que desapareció y está dado por muerto. ¿Qué hay con el?" preguntó Renly sin entender por qué el eunuco quería traer a alguien supuestamente muerto a la conversación.

"Parece que el joven no esta tan muerto como se creía."

La respuesta de Varys hizo que los ojos de Robert, así como los de Barristan se abrieran como platos por la sorpresa que esto les causó.

"¿De qué diablos hablas, Varys?" preguntó Robert mirando al eunuco.

"Un joven con las mismas características fue sido visto en el Ocean Road no hace mucho tiempo." Respondió Varys con tranquilidad.

Si la anterior noticia del eunuco había dejado al rey y al Lord comandante sorprendidos, ahora si estaban en shock. Sin embargo, el shock de Robert rápidamente dio paso a la ira. Esto se debió a que su mente sacó una conclusión precipitada.

"¡Esas malditas y perfumadas rosas de mierda!" gritó Robert mientras se levantaba de golpe y golpeaba la mesa con su mano, haciendo que las copas de vino que allí estaban servidas se voltearan y derramaran su contenido en la mesa.

Al ver esto, Baelish se movió rápidamente y tomó el libro de contabilidad que había llevado para dar su informe en la reunión.

Luego dar ese gritó, Robert giró su cabeza y miró al Gran maestre, el cual pareció cagarse en su túnica de terciopelo al ver la ira en el rostro de Robert.

"¡Pycelle, envía un cuervo a esas malditos Tyrell para que traigan sus perfumados culos aquí!"

"¡Ya basta Robert!" gritó Jon Arryn levantándose de golpe también. "Tranquilizante y deja que Lord Varys continue. Por mucho que quiera que esto sea verdad, es posible que solo sea alguien parecido."

El rey de los siete reinos miró a su antiguo tutor, el cual no apartó su mirada. Al hacer eso, comenzó una lucha de voluntades, la cual terminó con la victoria de Jon Arryn. Tras aquello, Robert se sentó nuevamente en su silla, solo para ser seguido por la mano del Rey.

"Disculpe la interrupción, Lord Varys. Por favor continue."

"Por supuesto, Lord Mano." Dijo Varys mientras se preparaba para continuar su relato. "Parece que el joven apareció por el Ocean Road y detuvo una emboscada que casi acaba con la vida de Ser Humfrey Hightower."

Las palabras de Varys volvieron a causar un poco de revuelo, pues acababa de anunciar que el hijo de uno de los más ricos señores del Reach casi era asesinado. Aunque, también la sorpresa se debió a que alguien que se consideraba muerto reaparecía como si fuese un héroe sacado de un cuento de hadas para salvar a alguien en problemas.

"¿Cuántos bandidos fueron?" preguntó Robert, ya más centrado en lo que decía Varys sobre el hijo de Ned.

"Según lo que mencionó el mismísimo Ser Humfrey al volver a su hogar, se trataban de algo más de veinte bandidos, los cuales estaban muy bien armados y equipados. Todos llevaban armas de acero de calidad decente junto con armaduras de cota de malla completa. Aquellos que usaban armas a distancia tenían ballestas de Myr."

Las palabras de Varys hicieron que Robert soltara una carcajada de diversión.

"¡Ja, ja, ja! ¡por los Dioses!" rio divertido Robert para luego mirar a Jon Arryn. "¡Parece que tu tocayo es todo un guerrero, Jon!"

Las palabras de Robert sacaron una pequeña sonrisa en el rostro de Jon Arryn. Puede que no lo parezca, pero él había estado preocupado por el hijo de Ned cuando se enteró de la desaparición de este. Aquel niño había sido llamado así en honor a él, si bien muchos nobles verían aquello como un insulto, después de todo el niño era un bastardo, él lo veía de otra manera. Después de todo, aquel chico era el hijo de Ned con su primer amor, un amor que una guerra destruyó.

Sin embargo, no fue solo el viejo Lord del Eyrie el que sonrió, pues bajo su barba el Lord comandante de la Kingsguard también sonrió. El aun recordaba cuando llegó aquel cuervo con aquella funesta noticia. Una noticia que lo entristeció enormemente, pues el no solo había conocido al tío del niño, sino que también había amado a su madre. El joven era lo último que quedaba de la hermosa Lady Ashara Dayne en este mundo y al oír que él también había dejado este mundo, fue un duro golpe para él. Sin embargo, ahora mismo, el acaba de escuchar que ese joven estaba vivo, pero no solo eso, sino que también parecía ser un guerrero como su tío y como su padre.

"¿Qué más sucedió en aquella batalla?" pregunto Baelish con una sonrisa enigmática en su rostro.

"Si bien aquello es un gran logro, el joven no luchó solo. El luchó junto a otros tres jóvenes más y también junto a un lobo Huargo blanco de ojos rojos."

La revelación del lobo huargo hizo que aquellos que pensaban que el chico era un fraude, se esfumaran, pues era sabido por todo el reino que los hijos de Eddard Stark poseían representaciones vivas del sigilo de la casa Stark.

"Tras aquella escaramuza, el joven ayudo a Ser Humfrey, el cual estaba herido de gravedad. Logró curarle las heridas y luego, junto a sus compañeros, lo escoltaron a Oldtown. Allí el joven fue nombrado caballero por el hijo de Lord Leyton, Ser Baelor."

Las palabras de Varys hicieron que el rey Robert riera divertido mientras golpeaba la mesa con su palma.

"¡Ja, ja, ja! Increíble, ya es un caballero con su edad." Dijo Rober para luego percatarse de algo. "¿Cuántos años es que tiene?"

"Tiene casi catorce años, su gracia." Respondió Ser Barristan.

El rey miró al viejo caballero y asintió. Pero antes de volver a girar su cabeza, vio que el viejo tenía una sonrisa de nostalgia en su rostro.

"Ser Barristan, ¿Qué piensas que el bastardo de Ned haya sido nombrado caballero a tan corta edad?" preguntó Robert.

El viejo caballero miró a su rey y respondió rápidamente. "No estoy muy sorprendido la verdad, después de todo su padre es un buen guerrero y su tío era considerado una verdadera leyenda en el campo de batalla."

Las palabras de Barristan contenían la pura verdad, pero como en todo lugar siempre había alguien que quería mosquear todo. Y el responsable de aquello en esta ocasión fue el consejero de la moneda.

"Bueno, no sé qué tan legendario puede ser ese guerrero si un buen guerrero lo mató en duelo singular." Comentó Baelish con burla.

Para mala suerte del pequeño Lord nadie se rio, pues pese a que las acciones de Ser Arthur Dayne fueron un poco cuestionables durante el secuestro de Lyanna Stark, nadie, pero nadie se atrevía de decir que el Dorniense no era un guerrero legendario y mucho menos un verdadero caballero.

Al ver que su broma no había causado el resultado esperado, el consejero de la moneda solo dejó de sonreír y pidió una disculpa por su desubicado comentario.

Tras aquella interrupción, el rey le dijo a Varys que le dijese donde es que ahora estaba Jon Snow para que se le enviase una carta para que se dirija a King's Landing de inmediato. Sin embargo, la respuesta del eunuco no fue del agrado del rey de los siete reinos, pues Varys dijo que el chico había zarpado hacia los Stepstones en un barco propio y que junto a él iban sus compañeros de viaje, pero ahora con una persona más. Un joven bastardo del Reach llamado Samwell Flowers, el cual había sido acolito de la Citadel.

"¿Por qué demonios se dirige a los Stepstones?" preguntó Renly mirando a Varys.

El joven Lord había logrado ver lo que planeaba su hermano mayor. El rey planeaba traer a Jon Snow a King's Landing para hacer que Lord Stark tenga una razón para ir a la capital. Sin embargo, parecía que los dioses no querían que eso sucediera.

"Parece que va a ayudar en la lucha de los Braavosis contra los piratas de esa zona." Respondió Varys.

"¿Braavosis?"

"Así es, Lord Renly." Respondió Varys para luego continuar. "Parece que los piratas de los Stepstones se han vuelto más audaces y han comenzado a atacar impunemente los barcos de los Braavosis que por allí circulan."

Las palabras de Varys hicieron que todos miraran a Stannis.

"Hermano, ¿hemos sufrido ataques a nuestras naves?" preguntó Renly mirando a su hermano mayor.

El consejero naval negó con la cabeza para luego hablar. "No, parece que los piratas solo se están centrando en los barcos de los Braavosis por ahora. Sin embargo, eso podría cambiar en un futuro cercano."

"Parece que todo depende de lo que haga Braavos en esta limpieza." Añadió Jon Arryn mientras internamente suspiraba. Parecía como si lo que estaban por hacer los Braavosis les ayudaría de manera indirecta y el agradecía eso, ya que el tesoro del reino no tenía los fondos para una guerra en estos momentos.

"Hay algo más que debamos hacer o deba saber?" preguntó Robert mientras se levantaba.

"Solo el estado del reino, su gracia." Dijo Jon Arryn mirando a su expupilo.

El señor de los siete reinos miró a Jon Arryn y volvió a sentarse. Se quedaría para esta sesión, pero antes de que la reunión continuara, miró a Pycelle y le dio una orden.

"Pycelle, cuando esto termine le enviaras un cuervo a Ned contándole sobre la noticia de su hijo."

El anciano maestre asintió.

Tras aquello, la sesión del pequeño consejo siguió con su sesión regular para el aburrimiento del monarca.

Winterfell 197 A.C

La gran fortaleza ancestral de los Stark se alzaba con orgullo en todo el centro del norte. La gran fortaleza era un complejo de varios castillos, los cuales ocupaban varios acres. El complejo estaba protegido por dos enormes murallas, entre las cuales había pequeños espacios donde se entrenaban los soldados y donde se practicaban los tiros con arco. De los muchos lugares que hay en el castillo, hay que destacar el Bosque los Dioses, un bosque de varios acres, en donde se encuentra un antiguo arciano. Además, estaban las criptas, lugar donde descansan los restos de todos los señores de Winterfell y los antiguos reyes del invierno. También hay una torre rota, la cual fue destruida por un rayo y nunca ha vuelto a ser reconstruida. Finalmente, hay que mencionar el gran torreón, el cual es el lugar donde se encuentra el gran salón y el lugar de residencia de la familia Stark.

En el solar del señor del castillo, se encontraba el actual Señor de Winterfell y Guardian del Norte, Lord Eddard Stark. Eddard Stark es un hombre de treinta y tantos años, con una cara alargada y el cabello de color castaño. Lleva una recortada barba, la cual tiene una que otra cana. Sus ojos, a diferencia de los de su hijo bastardo, son de color gris oscuro, los cuales parecen cambiar de tonalidad según el estado de humor de su dueño. El vestía actualmente un jubón de cuero delgado sobre una túnica de lino gruesa. Sus pantalones eran marrones oscuros y calzaba botas de cuero negro.

"Ahhh…" suspiró Eddard dejando en su escritorio la última misiva que había recibido recientemente por parte del Maestre Luwin. La carta estaba sellada con un sello de cera color purpura con una espada atravesada por una estrella fugaz.

La carta pertenecía a Lord Ulrick Dayne, el hermano mayor de su antigua amante, Lady Ashara y el tío de su hijo.

'El tío al que no mate.' Pensó Eddard con pesar. Tras pensar aquello, a su mente comenzaron a llegar recuerdos fugaces sobre la batalla que tuvo en la Torre de la alegría. El sonido de las espadas chocando y los gritos de agonía que soltaron sus compañeros comenzaron a resonar en su mente, provocando que Ned se levantara y tomara un gran trago de cerveza, la cual tenía en una jarra en su escritorio.

Tras beber la cerveza, su mente logró salir del recuerdo, haciendo que Ned se concentrase en el presente.

'Ocho años… ocho años desde que perdí a Jon.' Pensó Ned mientras su semblante se volvió abatido. Aun recordaba como si fuera ayer el dia en que regresó de la guerra contra los Greyjoy. Regresó con el ultimo hijo varón de Balón, un muchacho llamado Theon Greyjoy. Llegó a casa con la esperanza de volver a ver a toda su familia, sobre todo a la pequeña que era el nuevo miembro de su familia, pero en vez de encontrar un hogar alegre, se encontró con un Robb y una Sansa triste, con una Catelyn preocupada y varios sirvientes que no lo podían mirar a los ojos. Cuando preguntó por su estado de ánimo, se enteró de que su hijo, el hijo que tuvo con la primera mujer a la que había amado estaba desaparecido desde hacía varios meses.

Cuando comenzó a interrogar a los sirvientes y a los guardias, estos no sabían nada sobre la desaparición de Jon. Tras los interrogatorios, tuvo una discusión con su esposa sobre aquello. La pelea hizo que se distanciaran y decidieran dormir en dormitorios separados. Aquella pelea dividió a su familia durante unos meses, pero luego de unos cuantos meses, el y Catelyn hicieron las paces. Tras aquello, se llevó a cabo una pequeña ceremonia como funeral de Jon, ya que en todo el tiempo que transcurrido entre medias él envió a varias partidas de guardias para buscar a su hijo, incluso envió cartas a sus abanderados. Incluso llegó a enviar una carta a su viejo amigo Robert, para que este le ayudase a buscar a su hijo, pero nadie dio noticias de él. Así que, luego de varios meses, tuvo que aceptar que su hijo había muerto.

Tras recordar aquello, volvió a mirar la carta y recordó que solo unos pocos días después del funeral de Jon, un cuervo de Starfall llegó. En dicha carta el hermano de Ashara le pedía que enviara a su sobrino a Dorne para ser escudero del príncipe Oberyn, quien había pedido al hijo de su amiga como escudero. Tras leer aquella carta, estuvo varios días pensando en si responder o no, pero al final por sugerencia del Maestre Luwin le envió una respuesta con la verdad.

Las cartas que siguieron tras aquella respuesta estaban cargadas con odio e ira, pero no solo del señor de Starfall, sino también de la hermana menor de Ashara, Lady Alleria Dayne. La joven le dijo que había roto la promesa que le había hecho a su familia para la crianza de Jon. Sumado a aquellas palabras, se escribió que de seguro Ashara estará maldiciéndolo desde el otro mundo por haber perdido a su hijo. Aquellas palabras lo sumieron en una depresión profunda, la cual solo fue atenuada con el nacimiento de sus dos últimos hijos.

Su camino por el camino de los recuerdos fue detenido por el maestre de Winterfell, un hombre llamado Luwin, quien ingresó por la puerta de manera abrupta. El viejo maestre poseía los ojos grises y el cabello ralo. Vestía las típicas túnicas de los maestres, la cual eran túnicas de color gris y llevaba en su garganta el collar de varios eslabones de diferentes materiales que lo acreditaban como un maestre. Pero lo que realmente llamó la atención de Ned no fue la interrupción del maestre, sino que fue que este estaba completamente agitado y sudado.

"Maestre Luwin. ¿Qué sucede?" peguntó Ned levantándose de su silla para comenzar a acercarse al viejo maestre.

"U-u-una carta de King's Landing." Respondió Luwin entre un poco de jadeos, pues había corrido desde su torre hasta el solar de Lord Stark. Su pobre viejo cuero había logrado recorrer la distancia en menos tiempo del que él pensaba. Sin embargo, todo ese ejercicio lo había dejado con el corazón muy agitado.

La mención de su rey hizo que Ned se preocupara, ya que cada vez que Robert le enviaba un cuervo solo eran malas noticias.

'Palabras negras, Alas negras.'

Tras aquel pensamiento, Ned se acercó al maestre y tomó la carta. Volviéndose a sentar, extendió el pedazo de papel entre sus manos y comenzó a leer el contenido. Con cada palabra que comenzó a leer, comenzaba a sorprenderse y a emocionarse, pero mientras más se acercaba a final, comenzó a preocuparse. Sin embargo, pese a esa preocupación, fue la alegría lo que comenzó a llenar su ser. Por lo que cuando terminó de leer la carta, esta se deslizó de sus manos hacia el escritorio.

"Está vivo." Susurró Ned mientras sus ojos comenzaban a humedecerse.

"Así parece, mi Lord." Dijo Luwin, quien al haber estado tan cerca de Ned pudo escuchar lo que este dijo. Aunque, también leyó la carta anteriormente cuando el cuervo llegó a la colonia de estas aves que tenía en el castillo.

Ned se levantó de inmediato y sin pensarlo dos veces, comenzó a escribir dos cartas. Una para Robert y Jon Arryn, para agradecerles por haber encontrado a su hijo. La segunda carta, era para los Dayne, para que ellos también sepan que Jon seguía vivo.

Cuando el guardián del Norte terminó de escribir su carta, rápidamente las selló con cera y se las entregó al maestre Luwin.

"Maestre, envíe estas cartas. La de la derecha a King's Landing y la de la izquierda a Starfall. Cuando las hayas enviado, vuelve aquí." Ordenó Ned recibiendo un asentimiento por parte del viejo Maestre. Cuando vio que el anciano salió del solar, Ned llamó a uno de sus guardias. "¡Harwin!"

La puerta se abrió un segundo después de aquel grito y por ella ingresó un hombre. Este hombre se llamaba Harwin y era un guardia de la casa Stark. Su apariencia era la de un hombre fornido con el rostro bien afeitado. El soldado vestía la misma armadura que vestían todos los guardias, la cual consistía en una armadura de cota de malla con una sobrevesta blanca con el huargo de los Stark estampado allí. A parte de su armadura, también llevaba en su espalda un escudo redondo de acero con el huargo Stark grabado en él. En su cintura había una espada larga simple.

"Mi lord." Dijo Harwin dando una pequeña reverencia a su señor.

"Ve por mi hijo Robb y dile que venga a mi solar lo más rápido posible. También trae a Ser Rodrik."

El guardia asintió y rápidamente salió del solar para traer a las personas mencionadas.

El patio de Winterfell era un hervidero de personas, muchas de las cuales eran guardias que estaban en su tiempo libre. Estos guardias estaban riendo a la par que se pasaban monedas entre sí, pues se encontraban apostando sobre el enfrentamiento que tenía lugar en un pequeño ring de entrenamiento en todo el centro del patio.

El enfrentamiento era entre dos jóvenes, bueno, uno era más joven que el otro. Estas dos personas eran Robb Stark, hijo y heredero de Eddard Stark, mientras que el otro era Theon Greyjoy, el único hijo varón vivo de Lord Balon Greyjoy. Robb Stark era un joven de contextura robusta con el cabello rojo y los ojos azules, siendo de esa manera muy parecido a su madre. Por su parte, Theon Greyjoy, era un joven apuesto con la cara delgada y con el cabello largo de color negro.

Ambos jóvenes nobles vestían armaduras de entrenamiento a la par que luchaban con armas de entrenamiento, es decir espadas de madera. Todo esto lo hacían bajo la estricta mirada de Ser Rodrik Cassel, quien era el maestro de armas de Winterfell. Rodrik Cassel era un caballero, uno de los porcos que había en el Norte. Él era un hombre mayor, ya con el cabello blanco, el cual llevaba largo y peinado hacia atrás. Su rostro tenía un poco de papada suave, la cual surgió ya por su edad, además, llevaba u bigote blanco, del cual solía tirar cuando se sentía incomodo.

Robb movía su espada con gracia y rapidez, lanzando cortes y estocadas rápidas en un intento de derrotar a Theon, el cual responda deteniendo los ataques de su amigo. La batalla simulada entre ambos era dura, pero esta llegó a su final cuando Ser Rodrik gritó.

"¡Ya es suficiente!"

Ambos muchachos se detuvieron en secó al oír la orden del maestro de armas, pero al hacerlo, la inercia de la fuerza de sus ataques hizo que ambos terminaran por caer al suelo.

"¿Qué sucede, Ser Rodrik?" preguntó Robb mientras se levantaba. El heredero de Winterfell levantó una ceja al ver que Harwin estaba hablando con Ser Rodrik.

"Parece que Lord Stark desea que lo veamos en su solar." Respondió el anciano caballero.

Robb parpadeó un segundo, pero moviendo los hombros estuvo por irse a cambiar junto a Theon, quien se estaba adelantando. Sin embargo, ni bien Robb dio tres pasos, Ser Rodrik lo llamó. Caminando hacia el viejo caballero, Robb escuchó que su padre lo había convocado de manera urgente, por lo que tendría que lavarse más tarde.

Asintiendo, Robb comenzó a caminar siendo seguido por Ser Rodrik. Ambos caminaban rápidamente, pues parecía que lo que tenían que hablar en el solar del Lord de Winterfell era algo urgente, ya que de lo contrario no habría pedido que llegasen allí de manera inmediata. Afortunadamente lograron llegar allí sin ningún tipo de contratiempo, bueno, eso sería mentir, ya que mientras caminaban se toparon con la mismísima Lady de Winterfell, Catelyn Stark. La hija del Lord de Riverlands era une mujer hermosa, con pómulos altos y ojos azules. Su cabello era castaño rojizo y lo llevaba suelto, dejándolo caer como una cascada en su espalda. Cuando se encontraron, ella les preguntó hacia donde se dirigían con tanta prisa como para que Robb no se hubiese aseado correctamente. Cuando Robb le contó que se dirigían hacia el solar de su padre para hablar de algo urgente. Las palabras de Robb parecieron asombrar a Catelyn, quien dijo que su esposo no le había dicho nada sobre una reunión de emergencia. Sin embargo, pese a mencionar aquello, Catelyn solo les dijo que prosiguieran y que no hagan esperar a Ned.

Abriendo la puerta del solar de su padre, Robb lo vio sentado en su silla, parecía el mismo de siempre, con la misma mirada gélida y el rostro pétreo. Sin embargo, a diferencia de otros momentos, sus ojos ahora eran de un gris más vivo de lo normal, lo que indicaba que estaba contento.

"Padre. ¿mandaste a llamarme y a Ser Rodrik?" preguntó Robb mientras entraba al solar de su padre.

"Así es, Robb." Respondió Ned Stark mientras veía a su hijo ingresar junto al anciano caballero.

La atención de los tres presentes en la sala se desvío a la puerta nuevamente cuando escucharon que esta se abría. Al hacerlo, se dieron cuenta de que el Maestre Luwin era quien ingresaba. Al momento de ingresar, el maestre se acercó al escritorio de Lord Stark y se paró al lado derecho. Tras aquello, Robb y Ser Rodrik hicieron lo mismo, posicionándose frente a él.

"¿Qué ha sucedido, Lord Stark?" preguntó Ser Rodrik al ver que el Lord de Winterfell tenía una sonrisa en su rostro.

"El está vivo."

La respuesta de Ned confundió tanto a Robb como a Ser Rodrik, quienes intentaron preguntar. Sin embargo, antes de que ellos digan algo, fueron interrumpidos por el maestre Luwin.

"Lord Robb, parece que su hermano Jon está vivo."

Las palabras del viejo maestre sacudieron el mundo de Robb Stark. El heredero de Winterfell miró a su padre y lo vio asentir, para luego darle una carta. Tomando la carta con manos temblorosas, el esperaba encontrar la letra de Jon diciéndoles que estaba vivo y que pronto volvería a Winterfell. Sin embargo, lo que leyó fue una carta del mismísimo rey en la que mencionaba que su hermano estaba vivo.

Al leer aquella frase, la duda comenzó a surgir en el ser de Robb, pues luego de que se corriera la voz de que Jon estaba desparecido, muchos impostores intentaron hacerse pasar por él. Todos ellos, sin excepción, recibieron un severo castigo por intentar engañar al señor del Norte. Sin embargo, la duda que se había sembrado en su corazón desapareció al mismísimo momento en que leyó que aquel que supuestamente era Jon iba acompañado por un lobo Huargo.

Aquella noticia le trajo paz a su agitado corazón, el cual se había errado un poco al perder a su hermano/mejor amigo/rival hace varios años. Cuando se dio cuenta de que Jon no volvería, se sumió en una profunda tristeza y siempre que podía preguntaba si había noticias de Jon. Lamentablemente, las malas noticias que le daban solo lo entristecían más. Cuando se realizó el pequeño funeral de su hermano, el lloró por el hermano que supuestamente había perdido. Y a pesar de que Theon se había convertido en un muy cercano amigo, él nunca podría reemplazar a Jon.

'Un huargo… al igual que todos nosotros… ¡No hay duda! ¡Es el, es Jon!" una sonrisa de gran tamaño se hizo presente en el rostro Robb al terminar de pensar aquello. Y es que, que el supuesto Jon tuviese un huargo acompañándolo solo podáis ser una señal de que realmente se trataba de él, pues él y el resto de sus hermanos aquí en Winterfell también tenían un huargo cada uno.

Aquellos Huargos habían sido encontrados cuando habían ido a cazar junto a su padre hace meses. Los encontraron junto al cadáver de su madre, la cual había sido asesinada por una fea herida, la cual al parecer se había infectado. Tras hallarlos, Theon sugirió que los mataran para sacarlos de la miseria y sufrimiento que es morir por inanición. Sin embargo, el decidió no permitirlo, pues sentía que aquellos obos habían sido enviados para acompañarlos. Por lo que convenció a su padre para que les permitan a él y a sus hermanos mantener los lobos. Su padre terminó accediendo, con la condición de que serían ellos quienes los cuidaran y entrenaran, y en caso de que murieran, debían de ser ellos quienes los entierren.

Cuando volvió al castillo con los lobos, su madre casi se muere del susto, pero sus hermanos fueron otro caso. Todos, desde Sansa hasta el pequeño Rickon amaron de manera inmediata a sus lobos. El decidió llamar al suyo como «Viento Gris», pues su color de pelaje era gris humo y sus ojos eran amarillos.

"Parece que el joven Jon está bien y ha sido nombrado caballero. Ummm… nada mal para un joven de su edad." Comentó Ser Rodrik llevándose una mano al rizado bigote que tenía. El viejo caballero también había leído la carta, aprovechando que Robb era estaba distraído. Volviendo a mirar a su señor, el viejo caballero volvió a hablar. "Debe de estar muy orgulloso de él, Lord Stark."

Ned asintió antes de hablar. "Mas que orgulloso, estoy feliz de saber que está bien. Pero también estoy con muchas dudas. ¿Dónde estuvo todo este tiempo? ¿Por qué no ha vuelto a Winterfell? O ¿Por qué no ha mandado carta alguna para mostrar que estaba vivo?"

"Sobre escribirle alguna carta, puede que no sea capaz de hacerlo. Recuerde que el desapareció siendo muy joven y puede que no haya terminado de aprender a leer o escribir." Opinó el maestre Luwin.

Las palabras del viejo maestre sonaron como posibles verdades en los oídos tanto de Ned como de los otros dos presentes en el solar.

"Incluso si es que no es capaz de mandar una carta, ¿Por qué no volver a Winterfell?" preguntó Robb, quien ya acabada de terminar de leer la carta.

La pregunta de Robb causó que todos comenzaran a pensar en una razón para que el joven no quisiese volver a Winterfell. Aquella búsqueda los llevó a tener la misma respuesta, Lady Catelyn. Puede que ninguno lo diga en voz alta, pero sabían que ella era la razón por la que el joven no volvería a Winterfell. Si bien era cierto que la esposa de Lord Stark no parecía odiar a Jon, tampoco es que lo quisiese, por lo que siempre hizo todo lo que pudo para hacerle saber al niño que Winterfell no era su hogar.

"Seguro tendrá sus razones." Dijo el Maestre Luwin como una forma de cambiar de tema.

Ned, Robb y Ser Rodrik asintieron mientras internamente le agradecían al anciano, pues había logrado cambiar la pregunta sin crear malentendidos.

"Sobre donde pudo estar, supongo que puede ser un lugar donde no pudo contactar con nosotros. Incluso puede que haya sido secuestrado, pero si de algo estamos seguros es que en el Norte no ha estado. Después de todo, si hubiese estado en esta región, lo hubiesen encontrado fácilmente." Señaló Ser Rodrik. "Sin embargo, pese a donde estuviese de algo estoy seguro."

"¿De qué, Ser Rodrik?" preguntó Robb mirando al maestro de armas.

"De que ha sido entrenado en el combate con armas. A diferencia del título de Lord, el de Ser se suele ganar con la habilidad marcial. Si bien es cierto que en algunos casos el titulo puede ser comprado o regalado a otros nobles como favor político, él no tiene eso. Si bien Lord Stark es el Lord supremo del Norte, es de especular que Jon nunca usó su nombre completo hasta hace poco. De lo contario, Lord Varys lo hubiese encontrado en un abrir y cerrar de ojos."

Ned Stark asintió ante las palabras de Ser Rodrik, pues eran ciertas. Esa había sido la razón por la que le pidió ayuda a Robert, ya que él contaba con que «La Araña» pudiese dar con Jon. Sin embargo, parece que él logró mantenerse oculto y en las sombras. Aquellos pensamientos causaron que un escalofrío subiese por su columna, pues en su mente llegó una escena de Jon siendo entrenado para evitar que persigan su pista, volviéndose una sombra incapaz de ser detectada por los sentidos de una persona. Sin embargo, decidió ignorarlo, pues sería casi imposible desaparecer de esa manera. Además, quería centrarse en tratar de saber por qué su hijo con Ashara no estaba aún en Winterfell.

"Parece que ya hemos logrado descubrir o al menos darnos luz sobre lo que paso con el joven Jon." dijo el Maestre Luwin mirando a los presentes. "De lo que podemos especular es que ha estado escondido en algún lugar remoto fuera del Norte. En aquel lugar aprendió a luchar y nunca usó su nombre completo. Aunque, también puede ser el caso de que hubiese tenido un accidente que le puede haber quitado los recuerdos."

Las últimas palabras de Luwin sembraron la preocupación en Ned y Robb, quienes se imaginaron a un Jon de niño sangrando por una herida. Si bien sintieron que podía ser una razón más que válida para que Jon no fuese encontrado, decidieron dejarlo de lado, por ahora.

"Suponiendo de que haya perdido la memoria, puede que la haya recuperado recientemente mientras ganaba sus espuelas en el Reach." Dijo Ser Rodrik.

"Puede ser, pero ¿Cómo llegó hasta allá?" preguntó Robb.

"Eso puede ser algo de suerte. Tal vez fue recogido por un mercader que lo llevó de un lugar a otro." Dijo Luwin mientras se llevaba una mano al mentón.

"Puede ser." Dijo Ned mirando a Luwin para luego suspirar.

El suspiro de Ned causó un poco de preocupación en Robb, quien vio como su padre tenía un rostro de preocupación.

"¿Qué sucede, padre?" preguntó Robb también con preocupación.

"Leíste la parte final de la carta, ¿verdad?"

Robb asintió.

"Entonces sabes que Jon se dirige hacia los Stepstones." Dijo Ned con preocupación.

"Si. Y ¿Qué hay con eso?"

"Parece que tendré que aumentar sus lecciones de geografía, política e historia, Lord Robb." Dijo el maestre Luwin mirando al joven mientras negaba con la cabeza.

La respuesta del viejo maestre desconcertó a Robb, pero antes de que pudiese preguntar algo más, fue Ser Rodrik quien le dijo la razón por la que su padre estaba tan preocupado.

"Lord Robb. Los Stepstones son una cadena de islas entre Dorne y las tierras de la disputa en Essos. Es un lugar donde anidan bandidos, piratas, mercenarios y todo tipo de calaña de mal vivir."

Los ojos de Robb se abrieron de sorpresa al escuchar aquello. Por lo que, levantado la voz, gritó. "¡Por los dioses! ¡¿Qué tipo locura está llevando a Jon a ese lugar?!"

"Puede ser la búsqueda de gloria, Lord Robb." Respondió Luwin,

"¿Qué quiere decir, maestre Luwin?" preguntó Eddard Stark mirando a su maestre.

"Han llegado rumores desde White Harbor de que los piratas de los Stepstones se han vuelto más audaces y han estado atacando activamente a todo tipo de barco mercante que pase por allí. Afortunadamente, los barcos mercantes del norte no suelen pasar por esa zona, ya que la mayoría suele comerciar en Braavos y Pentos, lo que hace que no bajen tan al sur. Sin embargo, las casas del sur que comercian con Pentos, Braavos y Volantis suelen pasar por allí, ya sea por el centro o por sus exteriores." Respondió Luwin mientras comenzaba a contarle a su señor todo lo que había podido escuchar. "Afortunadamente los barcos Westerosis no son muy atacados, pues ellos parecen atacar a los Braavosis con más ahínco. Eso ha llevado al Señor del Mar de Braavos a lanzar una ofensiva para limpiar la zona de piratas. Y según lo que he oído recientemente, han partido varias naves de guerra desde Braavos junto con algunas compañías mercenarias."

"Entonces…" dijo Ned mirando a su maestre.

"Parece que su hijo va a luchar contra piratas."

Mar del Verano 197 A.C

El cielo azul estaba despejado mientras una suave briza soplaba por el mar del verano mientras el «StarWolf» navegaba tranquilamente hacia los Stepstones.

El viaje que había iniciado en Oldtown ya tenía tres días de duración. Y en estos tres días, Jon les había revelado a sus amigos la verdad de su misión. Al oír lo que les esperaba, ellos comenzaron a asustarse, pero cuando escucharon sobre la magia le pidieron a Jon una prueba y él se las dio en forma de una poción que bebió Samwell. Lo que sucedió tras aquello era algo que se quedaría gravada en la mente de todos, incluida la de Jon, para toda la eternidad. Y es que un segundo tras beber aquella poción, el cuerpo de Samwell fue envuelto por una luz dorada, solo para comenzar a emitir grandes cantidades de calor. Para cuando la luz se extinguió, el Samwell gordo se había esfumado por completo, pues frente a ellos se encontraba un Samwell delgado, no musculoso, pero si delgado.

Jon puso una sonrisa al recordar las palabras de Grenn y Pyp.

Flashback

"¡Por los siete!" gritó Grenn al ver como Samwell ahora estaba delgado. "¿Qué mierda ha pasado?"

"Ni puta idea." Respondió Jon igualmente asombrado que ellos.

"¡¿Cómo que no sabes que mierda ha pasado?!" gritó Pyp.

"Es que no sabía que esa poción podía hacer eso." respondió Jon mirando

"¿Qué poción fue?"

"Una para curar enfermedad." Respondió Jon a la pregunta de Edd.

Fin Flashback

'Parece que estar gordo es tratado como una enfermedad para las pociones.' Pensó Jon un poco divertido, pero a la vez agradecido, pues gracias a esa poción, Sam tenía un cuerpo con el cual era más fácil trabajar para que pudiese entrenar con una espada. Si bien el ex gordito se había negado inicialmente por que tenía miedo, este cambio de opinión cuando Jon le dio un anillo, el cual había encantado previamente mientras estaban en Oldtown. Dicho anillo poseía el encantamiento de «valor», el cual hacía que Samwell no tuviese miedo para luchar. Si bien ese anillo podía ser poderoso, también era peligroso, pues inhabilitaba el miedo en las personas. Afortunadamente Samwell era tan cobarde que el anillo no hacía que pierda el miedo totalmente, sino que lo suprimía lo suficiente como para que el pudiese luchar.

Y hablando de luchar, Samwell estaba que luchaba contra Grenn y para sorpresa de muchos, Jon incluido, el Tarly estaba que lograba defenderse bien.

"Ha mejorado bastante, no lo crees, Lord comandante." Dijo Edd acercándose a Jon.

"No soy el Lord comandante, Edd." Respondió Jon.

"No en esta vida, por suerte. No sé qué me llevó a pensar que sería bueno ir a congelarme las bolas tan al norte."

"Puedo pensar en algunas razones." Bromeó Jon.

"Ja, ja, ja. muy divertido, Jon." dijo Edd con una sonrisa de sarcasmo.

Jon solo sonrió y negó con la cabeza.

'Lord comandante…' pensó Jon mientras recordaba lo que sucedió cuando juntaron los collares hace un dia.

Flashback

La noche ya había caído sobre el mar del Ocaso mientras el «StarWolf» navegaba tranquilamente dicho mar. En el interior del barco, más precisamente en el lugar donde se encontraban todos los cofres, se encontraban reunidos Jon, Grenn, Samwell, Pypar y Eddison. Todos ellos estaban nerviosos, pues estaban por juntar todos los collares.

"¿Qué creen que salga de allí?" preguntó Samwell con emoción, ya que desde que descubrió que la magia existía estaba completamente feliz casi todo el tiempo.

"No lo sé, pero espero que no sea algo malo." Respondió Grenn.

"No importa lo que salga, solo sé que me comerá a mí de ultimo." Señaló Edd.

"No seas pesimista, Tollet. Puede que salga algo interesante." Comentó Pyp con una sonrisa.

Jon estaba agachado mientras juntaba las cinco piezas en el suelo. Al momento en que terminó de juntarlas, sintió que un poco de su Magicka era succionado por el objeto, el cual tenía una forma un tanto extraña. Un segundo después de robarle a Jon parte de su magia, aquella extraña figura brilló y comenzó a mostrar una imagen de Edzard el cual los miraba a todos.

"¡Edzard!" gritó Jon de asombro y emoción al ver a su maestro.

Los otros cuatro chicos también miraron a Edzard con asombro, pues no esperaban verlo luego de que Jon les dijese que este había muerto.

"Mierda. Parece que con esta cosa podemos hablar con fantasmas." Dijo Grenn con asombro.

"Imagina todo el dinero que podríamos ganar con esto." Comento Pyp imaginándose usar esa cosa para ganar dinero.

"¿Cómo funcionara?" preguntó Samwell mientras miraba por todos los ángulos posibles el objeto.

Nadie respondió, pues incluso Jon no sabía cómo funcionaba aquel objeto.

Cualquier cosa que cualquiera estuviese por decir tras aquello, fue interrumpida cuando aquella proyección comenzó a hablar.

"Bueno, hola. Supongo que, si están viendo esto, eso quiere decir que se han reunido los cinco." Dijo a proyección de Edzard mirando hacia todos lados. "Ahhh, la verdad ni siquiera sé por qué hago esto. Después de todo no puedo verlos en este momento, ya que este es una grabación mágica que hice. Así que, si están oyendo mis palabras de seguro significa que ya no estoy en este mundo. De seguro muchas dudas carcomen la mente de los cuatro y espero que el idiota que tuve de aprendiz pueda disiparlas."

Grenn, Pyp, Edd y Samwell soltaron risitas divertidas por la forma en que Edzard se dirigió a Jon, el cual solo frunció el ceño con molestia mientras comenzaba a susurrar sobre maestros estúpidos.

"Supongo que debo de dejar las bromas para más tarde. Ahora, razón por las que les entregué a ustedes cuatro esos collares e hice que inconscientemente buscaran a Jon fue por un solo motivo."

Los cuatro mencionados de manera indirecta comenzaron a prestar más atención, pero no fueron los únicos, ya que Jon también comenzó a prestar más atención a las palabras de su maestro.

"Si bien es cierto que la línea de tiempo que fue escrita por este mundo siguió casi sin cambios gracias a que me mantuve aislado de muchos eventos importantes, esto cambio cuando conocí a Jon. y tal vez te preguntaría, ¿Qué tiene de especial que el destino de un joven bastardo del Norte cambie? ¿Cómo es que afectaría eso al mundo? Pues, aunque no lo crean, el destino del mundo está ligado un poco al destino de Jon, pues él es un comodín."

"¿comodín?" preguntó Pyp confundido. "¿Qué rayos es un comodín?"

"Tal vez se pregunte que mierda es un comodín." Dijo la proyección de Edzard, provocando que Pyp se sonroje y que sus amigos se rieran de él. "En palabras sencillas, un comodín es una persona u objeto que puede desempeñar diversas funciones según la necesidad del mundo. Por ejemplo, este mundo, si digo mundo porque aparte de este hay miles de mundos diferentes, los cuales pueden ser similares o diferentes a este. Un ejemplo es que hay un mundo donde mi mundo natal y el de ustedes son uno solo. También, hay otro mundo donde Jon puede caminar por diferentes planos. O hay otro donde sus padres son otras personas. Y así podría seguir por años y nunca terminaría de contar cuantos mundos hay. Sin embargo, en todos los mundos hay algo que es casi común, y eso es que Jon casi siempre se une a la Night's watch."

Las palabras de Edzard calaron en la mente de Jon, quien comenzó a imaginarse como seria luchar junto a los miembros de aquella orden en desgracia. Él sabía que de no haber conocido a Edzard ese hubiese sido el lugar al que hubiese querido ir.

"La razón por la que los escogí a ustedes, es porque ustedes se convirtieron en los mejores amigos de Jon mientras estaban en la orden. De hecho, en casi todos los mundos donde se conocen terminan siendo amigos."

Tras aquellas palabras, un rayo dorado surgió de cada uno de los collares e impacto en las frentes de todos. Esto hizo que una serie de imágenes comenzaron a aparecer en las mentes de todos. En aquellas imágenes se podía ver el momento en que se conocían y como Jon no era precisamente el más amable con ellos. Luego vieron como comenzaron a hacerse amigos, el dia en que Samwell ingresó a la orden y como junto con Jon amenazaron a varios otros reclutas para que no lo molestaran. También, se vieron tomando sus votos, luchando contra salvajes. también vieron sus muertes, vieron como una flecha acababa con la vida de Pypar, como Grenn moría mientras luchaba y le daba muerte a un gigante. Vieron como Jon ascendía a Lord comandante, lo vieron morir siendo apuñalado por sus hermanos, siendo esa la última escena que pudieron ver.

Todos cayeron de rodillas y comenzaron jadearan en busca de aire, ya que aquellas imágenes que vieron fueron muy perturbadoras. Algunos como Sam no aguantaron y soltaron el contenido de sus estómagos en el suelo, formando un charco de vomito mesclado con bilis.

"Supongo que lo han visto ha sido algo confuso e increíble, pero hay una razón por la que envíe a Jon en este viaje. Su misión es la recolectar ciertas piedras sello para volver a sellar Valyria, pero de seguro se preguntar por qué…. Bueno, la razón es simple. La magia en su mundo comenzó a extinguirse hace siglos, pero al igual que todo en este mundo, la magia también tiene un ciclo y lentamente esta que vuelve. Si bien eso parece buenas noticias, me temo que las barreras que coloque en Valyria se hayan debilitado y no puedan soportar el ataque de lo que hay dentro, ya que esas cosas pueden haberse fortalecido con el paulatino retorno de la magia. Por eso es necesario que encuentren esas piedras y refuercen las barreras."

Fin Flashback

'La misión encargada es prevenir que criaturas monstruosas salgan de Valyria a asolar el mundo. Pero si la magia de verdad esta que regresa… ¿sería posible que los monstruos de los antiguos cuentos del Norte también vuelvan?... No, se supone que esos si están extintos y no son tan reales como los seres que hay en Valyria… pero ¿Por qué construir un gran muro de hielo para solo detener salvajes?'

La reflexión de Jon se detuvo cuando Pyp, quien estaba en el nido de cuervo, gritó el nombre de Jon.

"¡Jon, mira a babor!"

Jon miró hacia donde su amigo le decía y solo vio las lejanas montañas de lo que el suponía era Dorne. Sin embargo, al mirar en esa dirección sintió una especie de tirón y de nostalgia, por lo que sacando un catalejo, el cual había comprado junto con la armadura de Samwell cuando se detuvieron en el Arbor.

'Aunque no solo compramos esas cosas.' pensó Jon divertido, ya que luego de comprar la armadura, Grenn, Pyp, Edd e incluso Samwell le convencieron de comprar unas cuantas barricas de «Albor Gold». 'Nos gastamos más de cien dragones de oro. Pero, el vino no estaba malo."

Tras recordar aquello, Jon miró por el catalejo y vio la desembocadura de un rio. A través del catalejo, Jon pudo ver que las aguas de rio eran rápidas en su cauce, aquello no lo sorprendió, pero cuando levantó un poco la vista, sus ojos casi se salen de su cuenca cuando vio un castillo hecho de piedra blanca sobre una isla en medio de la desembocadura del rio. El castillo era grande y tenía varias torres junto con una muralla circular. Las torres estaban coronadas por tejas de color naranja pálido, ya que se habían desteñido un poco por el sol. Sin embargo, lo que realmente le llamó la atención fue la torre más grande, la cual se alzaba en el centro de todo el castillo, siendo el doble de alto que las otras y teniendo tejas de un color violeta.

"¿Qué lugar es ese?" preguntó Jon.

"A ver, déjame ver." Respondió Edd mientras le extendía la mano a Jon.

Jon le entregó el catalejo a su amigo y esperó a que este mirase el lugar.

"Ummm… un castillo sobre una isla en medio de la desembocadura de un rio… si, solo hay un lugar en Dorne que coincide con esa descripción, es Starfall, el hogar de la casa Dayne."

Las palabras de Edd hicieron que los ojos de Jon se abrieran y comenzara a fijar su vista allí.

'Solo debo de girar el barco y podre conocer a la familia de mi madre.' Pensó Jon mientras su corazón comenzaba a aumentar su ritmo. La emoción de saber que estaba tan cerca del hogar de su madre, un lugar donde podría saber más de ella y visitar su tumba.

El barco quedo un silencio, ya que tanto Pyp, como los que entrenaban habían escuchado como Edd mencionaba el nombre del castillo donde vivía la familia materna de Jon. Ellos miraron a su amigo, esperando que diga que debían virar el barco hacia babor. Sin embargo, para sorpresa de todos, Jon simplemente negó con la cabeza para luego girar.

"No cambiaremos el rumbo. Seguimos el camino hacia los Stepstones." Dijo Jon con una voz firme, pero que contenía tristeza.

Los cuatro chicos asintieron y volvieron a sus respectivas tareas.

Mientras ellos volvían a lo suyo, Jon miró el castillo que se alejaba lentamente.

'Algún dia vendré aquí, madre. Pero me temo que hoy no es ese dia.' Pensó Jon mientras dejaba que una pequeña lagrima cayera por su mejilla.