webnovel

Rumbo al Origen de todo y de todos.

El viento soplaba fuertemente sobre las dunas del árido desierto, mientas mi cuerpo yacía medio, enterrado en la arena.

Un fuerte dolor invadió mi cabeza, como si una lanza me atravesará el cráneo por completo. Me desenterré poco a poco quitando grandes cantidades de arena de mi cuerpo, noté que mi vestimenta había sufrido bastante daño. Cuando logré finalmente desenterrar mi cuerpo, me senté y observé el panorama atentamente, un infinito mar de arena con los restos incrustados de alguna civilización pasada, por la posición de los soles podía deducir que era cerca de medio día.

-Esto… ¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí? –

Pensé mientras seguía viendo al horizonte, en busca de algo que indicara que alguien había estado ahí hace poco

Procedí a levantarme del suelo, atando lo que quedaba de mi vestimenta para cubrirme del abrasador sol del desierto. Poco podía hacer más que caminar e intentar buscar alguna señal de vida. Pero aun así, algo se sentía que no cuadraba.

-Algo muy raro está pasando aquí-

Pensé mientras levantaba mis manos y las llevaba a mi cara para quitarme la arena que se había adherido a mi rostro. Fue entonces cuando me di cuenta de que llevaba puesto un visor, cuál fan del steampunk. Intenté quitármelos inmediatamente, pero me fue imposible, aun así parecía no estorbar a mi visión en lo absoluto, mi mente seguía borrosa de mi llegada a este lugar, poco podía recordar además de mi nombre, mis recuerdos se iban restaurando poco a poco, el hecho de tocar el visor ayudó a esto, seguí examinándome atentamente mientras caminaba hacia el horizonte.

Descubrí al poco tiempo de examinarme que llevaba un implante, una especie de brazalete con una pantalla adherida a este con un tubo saliendo de la palma de mi mano derecha, parecía defectuoso mientras que, en el lado izquierdo de mi pecho, había un cristal incrustado y que en mi espalda portaba una espada de lo más "peculiar", claro está que ayudó a recordar ciertas partes de lo que pasó antes de llegar aquí, pero aun así algo faltaba, la conexión entre toda esta información…

-Algo no cuadra… Algo falta-  Pensé yo.

Caminé por horas y horas sin encontrar rastro alguno de civilización, extrañamente, noté también que por más que yo caminara, no sentía fatiga o cansancio alguno, cosa que recordó a mi mente muchas otras cosas más.

La noche se aproximaba con la puesta inminente del sol y decidí parar cerca de lo que parecía ser las ruinas de alguna construcción antigua.

Me recosté en una baldosa lo suficientemente grande para soportar mi tamaño y peso, aproveché el tiempo para pensar e intentar rememorar como fue exactamente que llegué aquí, mirando las estrellas en el fondo del cosmos.

Fue entonces cuando sentí una presencia cercana, pero no así como que te estuviesen mirando desde lejos, no, se sentía que estaba a milímetros de mí, respirando cerca de mí.

En un ímpetu de valentía, decidí levantarme y mirar a mis alrededores, todo parecía normal, no podía observar nada fuera de lo ordinario, hasta que decidí nuevamente recostarme que por sorpresa y en un rápido movimiento. Algo se abalanzó sobre mí, tomándome del cuello.

Aquella entidad me levantó mientras yo desesperadamente intentaba escapar de su agarre, lo que solo hizo que apretara más fuerte, su agarre no se sentía humano, de hecho, era mucho más grande que yo y más fornido.

En un movimiento desenfrenado me estrello contra el suelo, donde le miré directamente.

- "¡AL FIN TE TENGO DESGRACIADO!" Dijo

Un minuto… yo conozco esa voz, joven y rasposa

- "¡¿EN SERIO CREÍSTE QUE MANDARME A UN DESIERTO A MORIR FUE UNA BUENA IDEA?! ¡JA!"

En definitiva, lo conozco… pero no sé quién es. Si tan solo pudiera verlo con claridad

- ¡PERO AHORA PAGARÁS POR TODO LO QUE ME HICISTE Y A TODOS LOS HABITANTES DE LYDENFROST! ¡VE Y REÚNETE EN EL MÁS ALLA CON LA BRUJA AQUELLA!

- "¿Una bruja dices...?" Le respondí con el aliento que aún me queda

- "¡NO VALE LA PENA SIQUIERA SUSURRAR UNA PALABRA, AHORA MUERE!"

Poco a poco, las garras de aquella entidad se iluminaron de un aura verde claro, dejándome observarle al máximo detalle, haciéndome recordar quién exactamente era. Un alto y fornido Bestia de pelaje color marrón oscuro, descendiente de los lobos, que porta un talismán alrededor del cuello, vistiendo únicamente de unos pantalones bombachos de color rojo oscuro y cadenas enrolladas alrededor de sus muñecas.

-Con que eras tú… Hunter Wolf, legítimo soberano de aquellas tierras de Lydenfrost, un gusto en volver a vernos - Le dije susurrando, ya que el aire se me estaba acabando.

- "¡AL FIN TE DIGNIFICAS A LLAMARME POR MI NOMBRE, EH IMBÉCIL! ¡ESO NO TE SALVARA DE LO QUE VIENE!"

El bestia levantó su garra derecha, imbuida con aquella energía verdosa, preparándose para atacar, soltó el ataque que iba dirigido directamente a mi pecho, una estela de luz se iba formando conforme sus garras avanzaban sin frenos a mi cavidad torácica, parecía ser el fin hasta que…

 "Lo recuerdo… lo recuerdo todo"

Tomé mi espada a último segundo, haciéndolo chocar con sus garras y en el proceso rompiéndolas. El impacto causó que Hunter me soltara, pero inmediatamente intentó cortarme por mitad con su otra garra, que al igual que la primera rompí sin mayor complicación con mi espada. Desbalanceado y fatigado de su caminata en el desierto, pude tomarlo de su cabeza y estrellarlo contra el suelo en un movimiento sutil pero poderoso. Entonces fue que noté que mis ojos brillaban a través del visor, y proyectaban un leve brillo al exterior.

- "Si quieres morir, sigue luchando. El agotamiento, el hambre o la sed te matarán si sigues así. Lo que pasó en Lydenfrost se queda en Lydenfrost, como dije en la arena de batalla, no es nada personal, solo es mi trabajo."

Hunter se levantó del suelo, escupiendo la arena que había tragado del golpe.

- "A LA MIERDA CON TU "NO ES NADA PERSONAL" TÚ Y TU GENTUZA ACABARON CON TODO LO QUE IMPORTABA PARA MÍ, AHORA O LO ARREGLAS O TE MATO"

- "Un cataclismo no es algo que yo pueda arreglar. Talvez si se lo pides al "Arquitecto" él responda, mientras tanto, quisiera salir de este planeta lo más antes posible"

- "¡AAA, NO, TÚ, NO TE VAS!"

Entonces Hunter me agarró fuertemente del brazo, casi perforando mi piel con los restos de garras que tenía, impidiendo que siguiera con mi camino, pero en eso que me agarraba, este se desplomó al suelo inconsciente.

Eché un suspiro al aire y me dije a mí mismo.

-"Tanto querías matarme y aun así decidiste preguntar antes de actuar… parcialmente, claro"

Tomé al Bestia desfallecido y seguí caminando hacia el horizonte en busca de civilización.

Las horas pasaron, la helada noche desértica se sentía eterna, recorrí kilómetros y kilómetros de arena y rocas. Hasta que, al fin, cuando empezaba a elevarse el sol, divisé a lo lejos un pequeño pozo con una cubeta colgando del trozo de soga que a penas lo mantenía.

Una vez en el pozo, saqué un poco de agua con la cubeta, era más una mezcla de lodo con agua, pero funcionaba para echárselo encima al bestia.

- "Despierta de una vez."– Le dije mientras lo veía lentamente reaccionar al agua cayendo sobre él

- "AH QUE QUIEN. Ah… eres tú..."

Cuando por fin despertó lo primero que hizo fue poner una cara de fastidio y odio hacia mí, mientras ambos estábamos sentados en lados opuestos del pozo. Por mi parte había hecho lo suficiente como para que él no muriese tan pronto. Decidí levantarme y ofrecerle la cubeta con un poco de agua.

- "Bébetelo, lo necesitas más que yo"- Hasta ahora se había negado a aceptarlo, pero esta vez fue… diferente.

- "¿¡Por qué insistes tanto en ayudarme!?"- Me respondió en un tono enojado, como si su rabia acumulada finalmente saliera a la luz.

- "Lo volveré a repetir, lo de antes no fue nada personal, solo cumplía con mi trabajo, y está bajo mi voluntad el ayudarte a sobrevivir."

- "Sabes algo imbécil, la magia de supervivencia se creó para situaciones como estas, así que, porque no te largas de una vez con los tipejos esos, no te necesito y nunca te necesité."

- "Está bien, si crees poder mantenerte, demuéstramelo generando agua." -

- "¡¿Agua?! HAH, ¿ESE SE SUPONE QUE ES EL RETO?, OBSERVA IMBÉCIL."

El Bestia extendió su mano hacia delante mientras cerró los ojos, concentrándose, los minutos pasaron y absolutamente nada apareció de la palma de su mano, intentó de todas maneras, incluso poses absurdas que jamás había visto antes. Hasta que finalmente se dio por vencido.

- "¡TÚ! SEGURAMENTE TÚ ESTÁS DETRÁS DE ESTO, REGRESAME MI MAGIA. AHORA."- Me gritó mientras me tomaba del cuello de los restos de mi camisa.

- "Bájame de una vez, no tengo nada que ver con ello. El mundo, en cambio… si tiene mucho que ver"

Inmediatamente, me acercó a su hocico, y me gruño directamente a la cara.

 

- "BASTA DE MISTICISMO IMBÉCIL, VAMOS ESCÚPELO." -

- "Estás intentando usar magia en un mundo no mágico, genio."

Hunter al escuchar eso me dejo caer bruscamente al suelo. Y al hablar cambió su tono de voz a uno más serio.

- "Es inútil entonces…"

- "Y es por eso por lo que te ofrezco mi ayuda, al menos, para salir de este desolado lugar"

Hunter gruño fuertemente para luego hablar seriamente.

- "Imbécil, tú y tu inmortalidad de mierda se pueden ir al carajo. Mientras que yo, estoy destinado a la tumba. No te afecta ni el frío, ni el calor, ni el hambre, ni el sueño, ni cualquier tipo de daño. ¿Quién demonios eres en primer lugar? ¿Acaso un chiste mal contado?"

Al escuchar eso, solté un suspiro.

- "Me llaman de muchas maneras, pero usualmente me llamo a mí mismo Spacetime, soy el emisario enviado por los "Superiores" aquellos que gobiernan estos mundos que a cambio de mi inmortalidad necesitan un alma diaria, que yo les proveo, o eso era hasta que nos enviaron aquí."

La cara de Hunter denotaba asombro e intriga entre todas las múltiples capas de gestos indiferentes de su tez.

- "Es la historia más absurda que he escuchado en mi vida, pero viendo todo lo que pasó te creeré, pero estás ASÍ de cerca de caer en cuentos de hadas"

- "Creas lo que creas, no es tiempo de discusiones, debemos seguir caminando al norte"

- "¿Y llevarme contigo hacia allá es parte de tu plan? Pff, seguramente soy algún tipo de sacrificio a los "Superiores" o algo por el estilo."

- "Al contrario, no estoy bajo su mandato, ya no más. Intento evitar que lo que me pasó hace siglos, te pase a ti."

- "¿A qué te refieres?"

- "Mi universo, al igual que el tuyo, fue destruido. Afortunadamente, fui acogido por los "Superiores" no mucho después de haber sido transportado de mi mundo a otro. Me dieron todo lo que necesite e incluso me asignaron un rol en el sistema, me prometieron que lograrían restaurar mi mundo tarde o temprano, por eso me dieron el brazalete, para darme vida eterna siempre y cuando cumpliera con mi parte."

- "¿Y eso que tiene que ver conmigo? No eres uno de ellos propiamente, tampoco es que hagas milagros."

- "Cierto. A lo que quiero llegar, es que no tengo nada mejor que hacer con lo que queda de mi vida, mi único propósito por siglos fue cosechar almas diarias y esperar con ansias que mi mundo fuera restaurado, cosa que nunca pasó."

 "Así que decidí darle un propósito a mi vida de hoy en adelante"

- "Dime, ¿Quisieras volver a Lydenfrost como que si nada de esto hubiese pasado?"

Hunter me miró confundido, pero a la vez intrigado.

- "¿Y cómo puercas piensas hacer eso? Dijiste que no podías hacer nada respecto al cataclismo."

- "No puedo hacer nada por ello, pero sí puedo hacer algo por tu mundo. Existe otro mundo, del que salieron todos los demás, se dice que su núcleo contiene todo lo que ha existido y existirá y que solo con el simple hecho de tocarlo, te concederá un deseo, lo que más anheles en ese preciso instante. Los superiores le llaman "El Origen""

- "Lo que significa que…"

- "Puedes desear a Lydenfrost de vuelta y volver a tu vida de antes, como que si nada de esto hubiese pasado. Así que te pregunto…" 

 Extendí mi mano izquierda en dirección de Hunter, mirándole con determinación

 "¿Quisieras ir al Origen conmigo?"

Hunter titubeó un poco en decidirse, lo pensó por varios segundos hasta que, al final, estrechó mi mano y formamos un pacto.

- "¿Cuánto tiempo nos queda de vida?"

- "Aproximadamente, un año para ti. Para mí, no tengo ni la menor idea. Podría desvanecerme en cualquier momento."

- "Carajo."

- "Así que, si quieres vivir, será mejor que continuemos hacia el norte."

Y así fue como Hunter y Yo, partimos rumbo al norte del planeta, por enormes dunas y un océano eterno de arena… por días y noches… De repente, Hunter me preguntó algo

- "Oye…"

- "Dime, Hunter."

- "Haz de esta caminata menos infernal y cuéntame sobre los "Superiores" y tú. Mi memoria está borrosa por el cataclismo y no recuerdo que pasó antes de eso, excepto un par de cosas."

- "No eres el único… Está bien… intentaré recordar… verás todo comenzó hace mucho tiempo, aproximadamente… dos días atrás."