Indefensa

Academia Noroeste, ciudad M.

Dos días antes.

En la sala del consejo estudiantil, Lee Shion, un joven y talentoso estudiante, miraba fijamente un par de fotos que descansaban sobre la mesa.

'Estas son las mismas fotos que cierto anónimo publicó ayer en el foro estudiantil'.

No sabía por qué, pero ver a Park Moon y Su Ming tan cercanos, tan cariñosos, le provocaba una ira inexplicable.

Para Lee Shion, Park Moon era un completo desconocido, pero había algo en su sonrisa que le molestaba hasta el punto de perder el control.

"¿Me vas a explicar qué significa esto?". Lee Shion con una mirada que desprendía amenaza.

Su Ming se estremeció ante la fría intensidad de la mirada de su novio. Este era un lado de Lee Shion que nunca había visto, un lado que parecía más cercano a un animal salvaje que a un ser humano.

Aunque le costaba enfrentarse a su novio en ese estado, Su Ming sabía que si no decía la verdad en ese momento, no tendría otra oportunidad.

"Perdí la memoria, y mi padre me hizo creer que era un acosador. No supe hasta ayer que me había mentido". Confesó Su Ming.

Al escuchar sus palabras, la sala del consejo estudiantil quedó sumida en un pesado silencio.

De repente, un vaso de agua fría se derramó sobre la cabeza de Su Ming.

"¿Esperas que me crea esa absurda excusa?". Dijo Lee Shion, visiblemente molesto.

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Casa Mayor de la familia Ming. Habitación de Su Ming.

Su Ming estaba recostada en su cama, mirando el techo mientras un millón de pensamientos giraban en su mente. Unas lágrimas silenciosas brotaron de sus ojos mientras leía un artículo en su teléfono.

"Ganadora al premio juvenil de modelaje en medio de un escándalo de acoso escolar. Descubra la otra cara de la princesa Su Ming"

El titular, sensacionalista y cruel, iba acompañado de varias páginas que la describen como la principal villana de esta historia.

El sonido de su teléfono la sacó de sus pensamientos. Era una llamada importante.

El número en pantalla pertenecía a la persona encargada de revisar las cámaras de vigilancia de la gasolinera donde Park Moon había sido visto por última vez.

Su Ming secó sus lágrimas y respondió con discreción la llamada que tanto esperaba. Al finalizar, recibió en su teléfono la grabación de seguridad que había solicitado.

En la grabación, podía verse a Park Moon entrando a una gasolinera para descansar. Compró una botella de agua y luego desapareció en el vasto desierto que rodeaba el lugar. Su Ming rebobinó varias veces la escena para confirmar con precisión la dirección en la que se había dirigido Park Moon.

Sin embargo, lo que más llamó su atención fue la aparición de otra figura en el video. Mukahi Motoki. Este joven seguía las huellas que Park Moon dejaba en la arena, avanzando en la misma dirección.

Su Ming frunció el ceño al reconocerlo.

Mukahi Motoki: Hijo de dos directores famosos en el mundo del espectáculo y a la vez un aficionado de perder el tiempo.

Más allá de su fortuna, no era precisamente alguien memorable.

Su Ming se preguntó por qué Mukahi Motoki estaría persiguiendo las huellas de Park Moon.

Su mente de protagonista femenina la llevó a pensar que esto solo fue mera coincidencia.

'A pesar de eso, eso no quita el hecho de que se fue en la misma dirección que Park Moon'.

Será mejor contactarlo para así verificar que sabe del paradero de Park Moon.

'Mukahi Motoki...'. Ese nombre le suena.

Su Ming finalmente recordó porque el nombre de Mukahi Motoki se le hacía tan familiar.

Ese era el nombre del chico con el que tiene una pequeña enemistad.

Todo por culpa de cierto accidente que ocurrió a principios de año.

Relacionado con un fragmento de estrella que encontró en el pasillo de la escuela.

'Esto va a ser problemático'.

"Sistema ¿Todavía no encuentras el fragmento de Mukahi Motoki?".

[Negativo. Estoy a solo un día de descubrirlo.]

"Bien, será mejor que te apresures, presiento que lo vamos a necesitar pronto".

[Como ordene anfitriona. Este sistema está para servirle]

Su Ming dio un pequeño respiro antes de volver a su modo de princesa indefensa.

"Sistema ¿Quién es la persona ideal para ser la pareja de Lee Shion?".

[Ese sin duda alguna, no es usted.]

"Hay vamos sistema, no seas así de malo conmigo. No ves lo bien que mi novio y yo nos vemos como pareja".

"Lee Shion y yo estamos destinados a ir al altar".

Su Ming estaba jugando con su sistema. Le había pedido anteriormente que respondiera de forma negativa a la pregunta de '¿Quién es la persona ideal para ser la pareja de Lee Shion?'

Esta era la forma en la que Su Ming cumplía su pequeña fantasía de amor prohibido: Jugando con su sistema al juego de hablarle al espejo mágico de la madrastra malvada.

[Los dioses de este mundo no los quieren ver juntos por eso destruirán este y el resto de los mundos con tal de verlos en la miseria.]

"Entonces nosotros nos opondremos a los dioses y lucharemos por nuestro amor".

Su Ming continuó jugando con su sistema.

[Jajajaja.]

El Sistema Interestelar por alguna extraña razón comenzó a reírse siniestramente.

A Su Ming no le gustó esto, así que le pidió a su sistema que pararan de jugar.

[Como ordene la anfitriona. Este sistema dejará de jugar con usted.]

"Mejor ayúdame a prepararme para mi posible encuentro con Park Moon".

[Está bien.]

Respondió de forma afirmativa el Sistema Interestelar.

[Todo lo que tiene hacer es actuar como la propietaria original y excusarse diciendo que tuvo amnesia.]

"Suenas como todo un villano. No hables así, por favor".

[Mis disculpas por mi tono de habla. ¿Cómo desea que este sistema hable a partir de ahora?]

"Solo sé tú mismo".

[En ese caso, me temo que no habrá ningún cambio.]

[Este sistema es bastante problemático.]

"Bien, si nada se puede hacer entonces continúa como estás".

[Está bien.]

Tras cortar la comunicación, Su Ming se dirigió al balcón. Desde allí contempló la belleza natural de la ciudad M. La vista la llenaba de nostalgia, recordándole su mundo original

Muchos edificios para muchas personas.

Un cielo siempre despejado cada día del año.

El agua brota milagrosamente por todas partes.

Su Ming se quedó en silencio, pensativa, mientras observaba la vida que fluía ante sus ojos.

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Comentario del Autor: Los pensamientos de Su Ming me causan escalofríos.