Mukahi Aori suspiró con cansancio antes de empujar a Su Ming hacia la salida de su departamento.
"Espera, ¿qué estás haciendo?". Preguntó Su Ming, visiblemente confundida.
"No vuelvas a hablarme jamás. Lamento que las cosas hayan sucedido de esta manera, pero esto es mejor que golpearte en la cara". Respondió Mukahi Aori con frialdad, mientras intentaba abrir la puerta para sacarla de su vista.
Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano, ya que Su Ming se negaba rotundamente a irse tan fácilmente.
'Si uso un poco más de fuerza, parecerá que la estoy atacando'. Pensó Mukahi Aori, irritado al ver cómo ella resistía con todas sus fuerzas.
"Vete antes de que tenga que llamar a la policía". Mukahi Aori la amenazó finalmente, con una mirada fulminante.
Su Ming no podía comprender por qué estaba siendo tratada de esa manera. Uno a uno, parecía que todos a su alrededor se estaban poniendo en su contra. Ahora era el turno de Mukahi Aori, quien había descubierto lo del fragmento de estrella y su conexión con Mukahi Motoki.
'¿Quién sigue ahora? ¿Su novio? No espera eso ya sucedió'. Pensó con amargura.
Todo había comenzado con la aparición de la zorra de Park Moon, quien parecía ser el epicentro de la tormenta que había transformado su vida en un caos.
'¡Toda es su culpa!'. Su Ming sabía que esos pensamientos eran injustos, pero no podía evitarlo. Se justificaba en silencio, mientras las emociones negativas se filtraban en los textos que, irónicamente, debía escribir con imparcialidad hacia cada personaje.
De repente, un recuerdo vino a su mente: 'Recogí el fragmento de estrella de Mukahi Motoki cuando estaba huyendo de Park Moon, ese acosador que en ese entonces creía que era mi exnovio loco'.
'Si no fuera por Park Moon, jamás habría recogido esa cosa. Jamás habría ganado el odio incondicional de Mukahi Motoki y ahora de Mukahi Aori'. Pensó Su Ming, mientras su tez palidecía y las lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos.
'¿Por qué tuvo que salir de las sombras? ¿Por qué no se quedó allí donde pertenece? ¿Por qué ahora debo esforzarme tanto para agradarles a todos, cuando ya me ven como una villana que maltrata a los personajes secundarios?'.
Finalmente, esas preguntas no se quedaron solo en su mente.
"Todo es su culpa". Susurró Su Ming, dejando que sus pensamientos se convirtieran en palabras.
De repente, su cuerpo cedió, y colapsó frente a Mukahi Aori, justo cuando él estaba apunto de llamar a la policía.
Mukahi Aori, agente de la deidad de la Compasión, no pudo evitar ceder a su naturaleza. Ayudar a los demás era algo casi instintivo para los de su clase
'Ayudar a la indefensa doncella que cayó al suelo'.
Mukahi Aori, internamente, maldijo no haber sacado a Su Ming a tiempo. Ahora tendría que lidiar con un problema mucho más complicado.
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"¿Ya te encuentras mejor?". Preguntó Mukahi Aori, sin disimular la mezcla de impaciencia y preocupación en su tono.
Habían transcurrido varios minutos desde el colapso emocional de Su Ming, un evento que, para alguien como Mukahi Aori, era tanto desconcertante como incómodo.
Para asistirla, la había llevado a su comedor y le había servido una taza de té, aunque aquello le parecía más un acto de trámite que de genuina cortesía.
"Sí". Respondió Su Ming, vacilante, con una voz que aún temblaba ligeramente.
"Entonces, ¿ya puedes irte de una vez?". Replicó Mukahi Aori con sequedad. Su aparente interés por el bienestar de Su Ming no era suficiente como para permitirle prolongar su estadía en su casa.
Su Ming levantó la mirada, con una mezcla de súplica y desconcierto reflejada en sus ojos.
"Antes de irme… ¿podrías decirme por qué estás tan enojado conmigo?". Su tono era suave, casi suplicante, como si en cada palabra pesara la desesperación por encontrar una respuesta que calmara el caos que se desataba en su vida.
Mukahi Aori guardó silencio, un silencio tenso y prolongado que hizo que el ambiente se sintiera más pesado de lo que ya era.
Internamente debatía si valía la pena responderle o si, por el contrario, estaba perdiendo el tiempo con alguien que nunca comprendería la magnitud de lo que sucedía.
"Metete en tus asuntos". Fue todo lo que dijo al final, sus palabras cortantes y contundentes.
Tomó un sorbo de agua, como si aquello pudiera borrar el mal sabor que le dejaba esta conversación, y añadió:
"Vete. Antes que me obligues a llamar a Lee Shion para que venga a recogerte".
El nombre de Lee Shion era como una daga en el cuello para Su Ming. Se quedó sin palabras, su mente atrapada en un remolino de pensamientos.
Consideró consultar con su sistema antes de intentar hablar de nuevo con Mukahi Aori.
'No me conviene que mi novio se entere de lo que ha pasado aquí'. Pensó con nerviosismo.
Antes de marcharse, Su Ming le echó un vistazo a la joya roja que adornaba la pared principal de la sala de estar de Mukahi Aori.
Su intenso color carmesí la hacía destacar, pero su forma y diseño eran idénticos al fragmento de estrella que pertenecía a Mukahi Motoki.
"Ese es otro fragmento de estrella. Uno que prefiero que ya no sigas observando". La voz de Mukahi Aori resonó, cortando el momento en que Su Ming examinaba con detenimiento la joya
Mukahi Aori dio un paso al frente, asegurándose de mantener la atención de Su Ming.
"Vete ya. Esa joya le pertenece a quien obtenga el favor de Dios".
Con una expresión fría, Mukahi Aori no apartó la mirada de Su Ming hasta que esta cruzó la puerta y desapareció de su vista.
Una vez solo, caminó hacia la pared, tomó el fragmento de estrella con cuidado y lo ocultó en un lugar más discreto.
"Un enemigo en común... ¿acaso se refería a esa chica?". susurró Mukahi Aori para sí mismo, mientras su mirada se oscurecía con pensamientos inquietantes.
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Casa Mayor de familia Ming. Habitación de Su Ming. 21:00 PM.
Su Ming estaba en su habitación, inmersa en una conversación privada con su sistema, reflexionando sobre el encuentro que había tenido con Mukahi Aori.
[Por supuesto que informaría a la anfitriona si el fragmento de estrella de Mukahi Motoki estuviera cerca.] Comentó el sistema con tono neutro, aunque pronto añadió con un matiz crítico
[Es mi deber como sistema siempre estar a su servicio, incluso cuando usted demuestra ser algo incompetente]
Su Ming ignoró ese comentario final de su sistema y continuó donde quedó.
"Hemos pospuesto esto demasiado. Es hora de encontrar esa cosa y devolvérsela a su legítimo dueño".
[¿Y qué pasa con su amigo, el coleccionista de antigüedades? ¿No dijo la anfitriona que esa persona era el legítimo dueño de ese fragmento de estrella?]
"Tatsuya Souta es mucho más razonable que ese par de primos. Estoy segura de que él comprenderá". Respondió Su Ming con firmeza.
[Bueno, como diga usted, anfitriona. ¿Qué clase de asistencia necesita para encontrar ese fragmento de estrella?]
"Dime todos los posibles lugares donde podría estar".
[Eso es fácil. De hecho, puedo decirle el lugar exacto donde se encuentra.]
Su Ming se quedó en silencio por un momento, conteniendo la irritación que comenzaba a arder en su interior. El hecho de que el sistema supiera el paradero exacto del fragmento y no lo hubiera revelado antes casi la hizo perder la compostura. Respiró hondo y pensó: 'Mantén la calma'.
"Entonces, dime exactamente dónde está.".
[Se encuentra en la planta procesadora de agua potable de la ciudad M.]
"¿Cómo es que esa cosa llegó hasta ahí?". Preguntó, incrédula.
[A través de varias tuberías de cobre, acero, plástico y polietileno. Todo forma parte del ciclo natural del agua que los humanos beben diariamente.] Explicó el sistema, casi con indiferencia.
Su Ming parpadeó, sorprendida, al escuchar ese detalle sobre el agua de la ciudad.
Sin embargo, su sorpresa fue efímera.
Recordó que solo usaba agua del grifo para regar su jardín de flores. Para su consumo personal, siempre prefería agua mineral importada de un manantial extranjero, y su agua de aseo provenía de fuentes igualmente purificadas.
"Bien, supongo que el hecho de que esté allí facilita las cosas. Iré a buscarlo de inmediato". Decidió, mirando el reloj
[Anfitriona, una cosa más.]
"¿Qué pasa ahora?". Preguntó Su Ming, con un toque de impaciencia.
[El fragmento de estrella de Mukahi Motoki lleva mucho tiempo sin un propietario fijo. Es probable que algo maligno haya surgido a su alrededor.]
Su Ming esbozó una ligera sonrisa, despreocupada.
"No creo que eso sea un problema". Respondió con confianza, antes de cortar la conversación con su sistema.
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Autor: El nombre del país donde se ubica la historia es la Nación.