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Capítulo 10: ¿Puedo pedirte algo?

Fin de mi flashback.

¡Pero sigo en esta situación tan incómoda!

Luego de hablar con Celine, decidí recolectar Ricones y miel de abeja cornuda para elaborar el elixir que me ayudaría a fortalecer mi recipiente. También durante esta semana Celine me ha enseñado las bases para usar magia también tenía pensado pedir permiso para reunirme con la marquesa Douglass.

Ese era el inicio de mi plan maestro para lograr hacerse con una fortuna.

Pero, recordé un pequeño defecto en mi plan.

¡Tengo que pedirle todo eso al duque!

¡Yo nunca le he pedido un favor a nadie! ¡Mucho menos al mismísimo duque!

Claro varios dirían que es imposible que nunca haya pedido un favor, pero en mi experiencia yo era el que hacía los favores no el que los pedía. Lo que es peor, aún no se muy bien cómo hablar con mi hermano y el duque.

Está hasta cierto nivel aliviado cuando escuche de Hector que Xander y el duque se encontraban fuera de la mansión. Pero ya no puedo evitarlos por más tiempo.

Con el objetivo de conseguir los requisitos para mi plan perfecto tengo que pedir su ayuda. A lo que me lleva a la situación actual.

El duque, Xander y yo somos los únicos sentados en la mesa del comedor. Más temprano, Hector me informó que los dos individuos que había estado evitando habían regresado y que debería almorzar con ellos.

No era muy fanático de la idea pero era la oportunidad perfecta para pedir por su ayuda.

Ahora estamos los tres reunidos comiendo en silencio.

¡En completo silencio!

Me siento tan incómodo que quiero salir corriendo del lugar. Pensé que estos tendrían cosas que decirme.

Como por ejemplo, porque se fueron durante una semana o tal vez porque la esfera reaccionó cuando la toque.

Pero esos dos estan comiendo como si nada. Para decir la verdad, la tensión y la ansiedad mientras espero que digan algo me esta matando. Y por lo visto no tienen planeado abrir sus bocas en un futuro cercano.

No hay nada más que hacer, depende de mí terminar con este silencio incomodo. Tomó unos cuantos segundos para reunirme todo mi valor y abrir mi boca.

Wow me pregunto si es así cómo se sienten los héroes antes de pelear con el Rey Demonio.

¡Dejando de lado ni palabrería empiezo mi plan para lograr hacerme rico! ¡Animo yo!

—D-Pisculpen..

Ahhhh que vergüenza por que de todos los momentos tenía que morderme la lengua.

Ah, quiero que la tierra me trague.

Viendo el lado bueno la atención de Xander y del duque se ha puesto en mi. Ahora no hay vuelta atrás .

—¿…Pasa algo Andrew?

El duque es el primero en hablar después de mi intento fallido de sonar con confianza, pero es ahora o nunca.

—Esto..Quería saber si era posible…yo quería.. quiero decir..

Esto imposible no logran salir las palabras adecuadas de mi boca, no lo entiendo no fue difícil hablar con la marquesa, ¿pero porque es difícil hablar con estos dos?

En mi frustración decido que ya es muy tarde para sonar con elegancia por lo creó que es mejor soltar lo que quiero decir de una vez.

—¡Quiera preguntar a su majestad si era posible para mí pedir algunos ricones y miel de abeja cornuda por favor!

La habitación se quedó en silencio por algunos segundos. Al parecer tanto Xander como mi padre estaban sorprendidos por mi petición.

Xander con una cara trastornada fue el primero en hablar.

—Andrew, ¿porque quieres Ricones?

—¡Ah!

¡Esta pregunta yo me la se! ¡Si estudie!

Estaba preparado para que alguno de estos me preguntara eso. Naturalmente no podía decirles mis verdaderos objetivos. Así que se me ocurrió la excusa perfecta.

—La verdad es, que a mi me gusta mucho el té de Ricones con un poco de miel de abeja cornuda. Verdaderamente me gusta su sabor, por lo que quería saber si era posible poder conseguir Ricones.

—…Es eso así.

El duque había estado callado, tenía una cara conflictiva, aunque no se que este pensado, ver esa cara me pone un poco nervioso.

—…De acuerdo. Le diré a Hector que te traiga todos los Ricones y la miel que quieras.

—¡Muchas gracias su majestad!

¡Lo logre! Ahora no debería tener problemas para elaborar el elixir. Ahora todo lo que queda hacer es sacar el tema de la marquesa, y será mi victoria.

—Por cierto Andrew, Hector me informo que la marquesa Douglass a pedido poder reunirse contigo…¿tu conoces a la marquesa?

Afortunadamente el duque trajo el tema primero. ¿Acaso la diosa de la fortuna me estará sonriendo? Sea lo que sea no pienso desaprovechar esta oportunidad.

—Si asi es su majestad. Conocí a la marquesa durante la fiesta de mayoría de edad de mi queridísimo hermano. Nos pusimos a hablar sobre los textiles y esas cosas por lo que decidimos hablar de eso en una fecha posterior.

—…¿Es eso así?

—Por lo que quería solicitarle a su majestad si era posible para mí reunirme con la marquesa, le aseguro que no haré nada que traiga vergüenza al ducado.

Baje mi cabeza al hacer mi solicitud, el duque sigue con su cara conflictiva y Xander lo mira con preocupación. No se porque se preocupa tanto él, si debería haber una persona que debería estar nerviosa aquí sería yo.

Luego de que el silencio volviera a reinar en la habitación. El duque finalmente accedió a mi petición. Aceptando que podría reunirme con la Marquesa, con la condición que ella viniera al ducado.

Después de eso la cena continuó sin que nadie dijera nada más. Cuando terminé de comer, cortésmente me despedí de Xander y del duque y regrese a mi habitación.

Cuando regresé pude escuchar la voz de Celine de nuevo.

—¿Cómo le fue al maestro?

—Hehe, todo salió de acuerdo al plan. Déjame decirte que me sorprendo a mi mismo.

—Pero, ¿No se mordió la lengua al inicio?

—Como dije todo salió de acuerdo al plan.

Decido ignorar a Celine y nuevamente pensar en mi plan, ahora que tendré Ricones y miel poder hacer el elixir para fortalecer mi recipiente sin ningún problema, ahora solo falta hacer negocios con el marquesado.

Si todo va de acuerdo con mis memorias, la senda secreta hacia el Reino de Jiang a través de las Montañas de Diamante ya debería haber sido creada.

Hehehe, luego de trabajar como una mula en mi vida pasada, es la primera vez que ganaré dinero para mi mismo.

Preparase marquesa planeo secarle sus bolsillos.

—Maestro está haciendo esa sonrisa sospechosa de nuevo.