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Just Another Day II

El chico casi pelirrojo miró sus opciones, revisó la hora en su reloj digital, y chasqueó con la lengua mientras caminaba ya que aún era temprano para que el receso largo tuviera fin.

Ahora lo único que podía escucharse en esos pasillos eran los pasos solitarios de Tenshi. ¿Por qué era esto? Simple, la oficina de la señorita Kotoha se encuentra en una parte alejada de todo, Kigen High tiene la sala de maestros junto a oficinas separadas de forma muy organizada, es decir, un 80% de la escuela es para sus estudiantes, mientras que el 10% restante es para los profesores, el director y los pasantes.

¿Qué sucede con el 10% restante? Eso es algo de lo que Tenshi llegó a oír cuando fue recién transferido a Kigen High. Se teoriza que una parte de la escuela había quedado como un museo debido a su inestabilidad estructural, ya que tratar de tocarla sería capaz de derrumbar el resto de Kigen, una decisión muy estúpida a nivel arquitectónico.

Pero ese no era el punto, Tenshi pensó en las opciones que tenía disponibles, las cuales eran entre muchas otras que habían sido descartadas:

Ir a la azotea, marcharse a la parte trasera de Kigen High, quedarse en los pasillos sin hacer nada en específico, o inclusive regresar a su salón de clases.

La primera opción era buena, pero Tenshi sabía que ahí estaban los románticos, ya sean sus compañeros o alumnos de otros cursos, y a él no le gustaba estar de más, era incómodo.

La segunda opción también era interesante, pero allí se encontraban los criminales de Kigen High, es decir, los motociclistas o los yakuzas buenos para nada como se los podía llamar, en todo caso, jóvenes delincuentes. Así que prefería evitar ese lugar.

Ya la tercera opción no era una que estuviera muy agradable, más que nada por los nómadas que se la pasaban de lado a lado contando chismes o hablando de antiguas leyendas.

La cuarta opción.. Esa era genuinamente buena ahora que lo pensaba, ya que no tenía mucha gente a su alrededor, y de hecho, nadie se quedaba en el salón de clases luego de que iniciara el receso largo, más que nada porque se encontraban agobiados de tantas clases seguidas.

¡Sí!

Esa era la opción a tomar en una situación como esta, eso pensaba Tenshi en estos momentos.

Así que, empezado a caminar una vez más, Tenshi se dirigió al salón de clases al cual él pertenecía, es decir, el Salón 5-A.

Caminando de manera férrea a su idea, Tenshi puso sus manos en sus bolsillos luego de tirar de sus dedos anulares haciéndolos sonar. Tenshi ignoró a todos aquellos que se cruzaran en su camino, y todos a su alrededor se alejaron de él, esto era porque se creía que era un delincuente que había sido transferido por problemas graves, o eso dicen los rumores.

—¿Qué? ¿Mandó al hospital a cinco tipos usando una palanca oxidada?

Esos eran algunos de los murmullos que sonaban en los pasillos.

—Sí sí, te digo que es en serio, este Tenshi no es cualquier transferido, de dónde vino era alguien sumamente temido.

Como se había dicho antes, Tenshi los ignoró a todos, ya que aparte de desconocer sus identidades, tampoco tenía interés suficiente en conocerlos a cada uno de los alumnos que habían en esta escuela.

Al final, Tenshi llegó a su clase, el cartel que decía "5-A" se lo avisaba, algo que agradece con su vida, ya que por fin podría tener algo de tranquilidad.

Abriendo la puerta con la mano, Tenshi observó como había alrededor de tres personas, dos de ellas hablando, y una de las tres personas sentada en una silla mirando por la ventana.

Para ser sinceros, Tenshi no conocía a ninguna de estas personas, así que avanzó hasta donde se encontraban sus cosas, específicamente en un asiento en un rincón junto a una ventana.

Y justo cuando Tenshi estaba por ponerse a descansar un poco, recibió un llamado inesperado.

Una voz emocionada, llena de curiosidad y entusiasmo, en ese sentido, muy parecido a Kotoha, pero sintiéndose mucho más real que dicha profesora, quién en realidad se sentía como sí forzara cada acción que hacía en un intento de provocar simpatía, por esta misma razón Tenshi se sentía incómodo con ella.

—Oye, ¿Eres el transferido, verdad?

Llamó la voz, a lo que Tenshi levantó sus ojos como también su cabeza y vio allí a un chico de cabello marrón usando el uniforme oficial para hombres de la escuela que era una camisa blanca, corbata roja, pantalones de vestir negros y un broche sobre el corazón con los colores de Japón.

Este chico uniformado extendió su mano derecha y con una sonrisa le habló a Tenshi.

—Soy Reiji Shino, ¿Y tú?

Tenshi levantó una ceja al oír esa última parte, quedándose en silencio. Esto causó un silencio algo incómodo, ya que Reiji tenía su sonrisa ahí pegada como sí tuviera pegamento del bueno. Después de verlo unos momentos, Tenshi decidió ignorarlo volviendo a poner su cabeza sobre sus brazos en el escritorio.

—…

La sonrisa de Reiji se mantuvo ahí, este guardó su mano en su bolsillo y suspiró abiertamente sin saber lo ofensivo que podría ser eso.

—Bueno, supongo que te dejaré tranquilo, perdona.

Tenshi extendió una de sus manos dentro de su mochila que se encontraba contra una de las patas de su escritorio y al meter la mano dentro de la misma sacó lo que parecía ser un Sony

Walkman.

Poniéndolo en sus oídos, se puso a oír su álbum favorito en música, este era..

—¿Está escuchando Acid Jazz? ¿En pleno siglo XXI?

Preguntó Reiji a un compañero a su lado, este levantó los hombros demostrando desconocimiento.

—Supongo que hay gente con gustos distintos a lo normal—Dijo este alumno, antes de sacudir la cabeza dejando esta situación de lado—. De todos modos, ¿Has oído el rumor sobre una nueva Leyenda?

Reiji abrió los ojos y se sentó en su lugar junto a su compañero.

—Cuéntame cuéntame, Hongo.

Entonces el chico conocido como Hongo empezó a hablar.

—Se dice que al conseguir tres cartas del juego llamado "Devil Game", por ejemplo, con tres cartas de Zeus se supone que empezarán a caer rayos, con Poseidón podrían romperse las tuberías de golpe o podría empezar a llover, y así sucesivamente—Presentó la idea Hongo, antes de sacar tres cartas que hicieron a Reiji abrir los ojos—. El fundamento de esta Nueva Leyenda es que un chico en otra secundaria murió impactado por un rayo después de realizar el ritual con tres cartas de Zeus.

Reiji puso una cara de piedra ante las noticias, es más, la chica que estaba al lado de la ventana se movió algo incómoda, mirando distraídamente a Reiji y a Hongo.

—No lo sé, viejo—Dijo Reiji mientras ponía una mueca observando esas cartas—. No parece una buena idea, algo podría salir mal y. . .

—¿De verdad crees en eso? Es una leyenda, el sujeto debe haberse suicidado o algo parecido, vamos, Reiji, ten algo de valor.

Dijo Hongo, a lo que Reiji iba a responder, pero justo entraron personas al salón de clases.

—¡Hongo! Los chicos y yo te estábamos buscando para probar esto del Devil Game,

¿Quieres?

Hongo asintió repetidas veces mientras sonreía y las cuatro personas, es decir, Hongo y compañía, movían mesas, haciendo un espacio en medio del aula.

—¿Tienes cartas?

El chico de anteojos y cabello con forma de hongo asintió, sacando las mismas para que se las quitaran de la mano, específicamente el líder de estos chicos que recién había llegado.

—T-tokita-san, creo que yo sería el mejor para iniciar el Devil Game—Dijo Hongo a lo que

Tokita soltó una ligera carcajada para decir con suma confianza.

—Déjamelo a mí, Nerd. Estas cosas son para que los hombres de verdad las usen—Fueron las palabras de Tokita mientras se ponía de cuclillas y ponía tres cartas en el centro, para luego mirar a sus tres compañeros y preguntar—. ¿Tienen cuatro más?

Rápidamente la chica sentada al lado de la ventana se levantó y habló.

—Ni pienses que jugaré, Tokita.

La chica tenía un cabello negro corto, ojos café y unas gafas impecables sobre sus ojos, llevaba el uniforme reglamentario de Kigen, es decir, camisa blanca con todos los botones en su lugar, corbata roja, pollera a cuadros negros y rojos, medias a preferencia como también calzado a preferencia.

—Vamos vamos, no seas cobarde, porque estoy seguro de que tú hermano estará encantado de jugar con nosotros, ¿No lo crees, Suzumiya?

Tokita puso una sonrisa muy enorme a un punto que parecía claramente falsa, mientras que la chica Suzumiya se quedó callada y asintió mientras cerraba la boca y ocultaba sus manos detrás de su espalda.

—¿Y ese tipo, Tokita?

El rubio giró su cabeza y vio a Tenshi con la cabeza recostada sobre sus brazos aún escuchando Acid Jazz qué apenas y se podía oír, lo que significa que estaba algo alto.

Tokita aún con su sonrisa se quiso mover hacia Tenshi y Reiji se puso en el camino.

—¡Jugaré! Sólo.. no lo metas a él.

Todos abrieron un poco los ojos, especialmente los que habían estado aquí desde que Tenshi había ignorado a Reiji.

—Reiji, pero sí él es un desc. . .

Hongo se quedó callado cuando el chico se explicó.

—No me malentiendan, ese tipo de ahí no sabe cómo jugar al Devil Game, yo sí. No lo hago por él, solamente quiero jugar—Explicó mirando a los ojos a Tokita quién sonrió aún más, y rodeó con el brazo a Reiji moviéndolo al centro, allí estaban los subordinados de Tokita y compañía.

—Ahora, pongamos estas preciosuras en su lugar.

Tokita puso las siete cartas de. . .

—Príapo. Este sujeto me da asco—Susurró Suzumiya mientras Reiji asentía puesto que ambos estaban juntos, a lo que la chica le habló nuevamente a Reiji—. Idiota, sí tuvieras algo de valor podrías haber evitado que yo estuviera en esto.

Reiji cabizbajo asintió y luego vieron como Tokita decía..

—¡Listo! ¡Todos aquí!

Tokita había tomado los celulares de todos y había empezado a tocar una secuencia de números igual a la de la carta, siendo 370 el número de la carta del Dios Menor Griego,

Príapo.

—Ahora.. manos. Y no me miren así, yo no inventé las reglas de esto.

Todos los presentes se tomaron de las manos, de un lado, un par de manos irían para abajo en un triangulo invertido, y otros levantarían sus manos estrechadas para tener un triangulo común.

—Ahora todos repitan lo que digo.

Todos aceptaron, pese a renegar de la situación en sí o de la emoción de la misma, fue así que Tokita dijo al mismo tiempo que el resto.

—Relive!

Los teléfonos empezaron a soltar pequeñas descargas eléctricas alrededor de las cartas.

RELIVE! By the command of my heart!

Las luces empezaron a bajar de intensidad de un momento a otro, yendo y viniendo, las cartas brillaron con una luz roja y rayos de luz brotaron de los teléfonos convergiendo en el aire, que se posicionaba justo en el centro de las cartas.

Tenshi levantó la cabeza y vio como mucho viento se arremolinaba de esas siete personas como también algo empezaba a formarse en base a los pedazos de las cartas que se desintegraban hasta convertirse en una figura de cuerpo casi completo.

Sólo era el torso, brillando sobre una luz roja, su rostro era el de un bello hombre, cabello rojo y un rostro oculto por una máscara que ni siquiera dejaba a la vista los ojos de la criatura invocada.

La luz afuera del Salón desapareció, parecía que una tormenta se acercaba, y Tenshi se quitó su Walkman para observar a ese tipo ahí.

¿Hoh? ¿Quién es aquél que ha osado a despertarme de mí gran sueño? ¡Qué se presente el valiente sí es que tiene algo que perder en esta vida o en aquella!

Todos al ver que era cierto, es más, al ver a una criatura tan espeluznante, ya que su torso estaba formado de múltiples patas de insectos y brazos extraños que sobresalían de sí mismo, el torso flotante al verse a sí mismo habló una vez más.

Oh, ¿Los incómoda? Me disculpo por mí atrevimiento, especialmente a la señorita aquí presente. —Empezó explicando el torso flotante—. Ha pasado tanto tiempo, como también he estado atrapado muchísimos años en aquél lugar, en ese desagradable sello. Por esto mismo había olvidado de lo sensibles que son ustedes los mortales en primer lugar cuando ven la magnífica apariencia de un Dios.

Es así que Tokita levanta la voz al ver como ahora el torso flotante se ve mucho más humano.

—Y-yo te invoqué, ahora, ¡Dinos tú identidad, tú.. torso flotante raro!

La criatura entonces movió sus brazos que lucían los de un humano sólo que con seis dedos en vez de cinco, estos tocaron su máscara que ocultaba su rostro.

Mí nombre ya deberías saberlo, mortal. Recomiendo que seas más educado, ya que sí no perderás este "Devil Game" como lo llaman ustedes. —Dijo la entidad advirtiendo a Tokita a quién se le empezaban a cansar los brazos—. Ahora, ya que lo has pedido sin importar tus nulos modales, se los diré. Ustedes han llamado al Dios de la fertilidad mortal, Príapo. Y yo, he respondido a su llamado.