Alia es distinta y la sabe. Las hembras de su raza no pelean y ella es una guerrera. Ha sido desechada, sin embargo encuentra la verdadera adversidad cuando no escucha las palabras de su madrina: "No te lo repito en vano, Alia, durante la noche las hadas de primavera somos endebles y nuestros enemigos acechan; los cazadores de deseos siempre acechan."