El Sendero de la Montaña de la Muerte

El sendero empezaba como un cañón y tenía varias arañas extrañas llamadas Tektite con un solo ojo. Link las mató con la espada y siguió avanzando hasta que llegó a donde el cañón terminó y seguía por encima de éste, pero antes de él había una cueva tapada por rocas. Link se acercó una roca se levantó del suelo, mostrando una criatura muy extraña, pero de cara amigable, la cual le dijo:

—¡Hola! Los goron vivimos en la Montaña de la Muerte y nos alimentamos a base de rocas. ¿Ves esas enormes de allí? Están bloqueando la entrada a la cueva de los dodongos, un lugar muy importante para nosotros en el pasado... ¡Hasta que de repente, un mal día, se llenó de dodongos y se convirtió en un lugar muy peligroso! ¡Y además, un gerudo con armadura negra usó su magia para sellar la entrada con esas rocas! Si quieres saber más sobre nosotros, ¡dirígete a nuestra ciudad! La Ciudad Goron está más arriba adelante. No tardarás mucho en llegar, incluso a pie.

Con que esos eran los famosos goron; eran muy extraños, pero amigables. Link siguió por encima del cañón. El camino giraba a la izquierda, hacia el norte, donde había un espacio amplio y el camino se dividía en dos. El de la izquierda iba más arriba, directo a la montaña en sí y el de la derecha mantenía el mismo nivel del suelo, aunque bordeaba un precipicio. Había un cartel que decía que por ahí se llegaba a la Ciudad Goron.

A Link le pareció extraño que en aquél lugar hubiera una ciudad, pero siguió avanzando hasta que el camino se abría por debajo del otro camino y más allá había una cueva con banderines extraños. Link decidió entrar en la cueva, en cuya entrada había un cartel que decía: "Ciudad Goron. Tierra de los goron."