webnovel

Bosque Esmeralda: Ruinas

- ¡Si! ¿Quién sigue?

Tras la batalla contra la manada de Beowulfs, Ashen y Weiss habían reducido el espacio de combate a simples escombros. Cadáveres de Grimm esparcidos por la zona hasta reducirse a no más que simples huesos. El peli plata estaba eufórico, pero la albina agotada mentalmente. ¿Cómo puede haber tantos individuos en una manada?

-Muy bien, supongo que sigue encontrar las ruinas. –recordó el objetivo inicial de todo esto, guardando su estoque en la funda de su cintura.

-Ah, es cierto. Ese era el objetivo de este sitio. –Ashen se llevó una mano al mentón, recordando el verdadero propósito de esto.

-Andando, perdemos tiempo-

-Oye, oye, espera. ¿Desde cuando eres la jefa?

- ¿Cómo que desde cuándo? Eres perfectamente un desquiciado, no puedes estar al frente de algo como esto.

- ¿Qué?

[Aquí vamos…]

-Me demostraste ser impulsivo, sádico, desquiciado, y probablemente muchos otros factores mentales que se me olvidaron. Es obvio que no es estás en tus cabales. –Weiss fue alzando un dedo por cada problema para el final, agitar su mano sin saber que más había en su cabeza. Estaba claro que a Ashen no le gustó esto.

- ¿Y tú no estás atada a ningún problema de esos?

-Desde luego no.

-Seguro. No eres una escultura de hielo creada por un genio, ¿verdad?

- ¿Disculpa?

-Noto perfeccionismo, egolatría, ira, y muchos otros factores mentales. –con cada palabra, el muchacho se acercó a una Weiss que no retrocedió ante ninguna palabra, al contrario, lo encaraba en todo momento. –Quizás no somos diferentes, Schnee. Pero nuestros mundos sí. Así que...

Ashen extendió su mano, haciendo que la albina lo viera con duda.

-Que gane el mejor. Que la historia demuestre quien tiene la razón, Schnee.

-…Weiss. -al final, la estrechó. – Weiss Schne. Que sepas que acepto el reto.

-…bien. Ashen. Ashen Branwen. También que sepas, que no me acobardo.

Estrechando sus manos, ambos aceptaron una rivalidad entre ellos que perdurará hasta el día que se conviertan en cazadores. Pero como quedó demostrado, el ambiente está algo tenso así que, pasemos a otro lugar más alegre. Gritando de emoción, Penny finalmente llegó a tocar suelo con una temblorosa Ruby entre sus brazos. Había visto pasar su vida frente a sus ojos y rezar a deidades que no creía posibles que existiesen.

- ¡Bien! ¿Qué te pareció?

- ¡Nunca me hagas eso!

-Jeje~ Perdón.

Soltando a Ruby, retrajo sus espadas de nuevo en su mochila para comenzar a investigar la nueva zona descubierta. Cabe decir que ambas estaban impresionadas, era un sitio realmente grande. Perfectamente podría albergar una casa de dos pisos.

-Vaya~ No sabía que la academia tenía esto en sus terrenos.

-No se sabe mucho. Solo que antes había civilizaciones en lo que hoy es el territorio de la academia. –explicó Penny pasando su mano por las paredes. Frías como el acero pese ser de piedra.

- ¿Dónde aprendiste eso?

-En Atlas nos dieron educación especial. Debíamos saber lo necesario para poder salvar el mundo.

- ¿Salvarlo? Penny, ¿No se supone que la única amenaza actual son los Grimm? –Ruby dudó de las palabras de la chica, puesto que el mundo se veía en una paz placentera.

- ¿En serio? Eso no fue lo que nos dijeron.

- ¿Dijeron? Penny, ¿Tu y quien-?

La conversación entre ambas se vería interrumpida en el momento en que gruñidos comenzaron a escucharse desde la oscuridad del pasillo. Ambas desplegaron sus armas, preparadas para lo que sea que se presentara. Apareciendo de entre la oscuridad, varios Beowoulf analizaron a las chicas esperando una ventana de oportunidad para atacar. La pequeña manada parecía indecisa ante la decisión sobre cual presa priorizar. Sus vistas viajaban de la chica de ojos verdes, hacia la menor de ojos plata. Simplemente, era tentador, aunque, al final simplemente se abalanzaron por igual. Anclando la hoja de la enorme guadaña, Ruby comenzó a disparar hacia el frente derribando a varios Grimm de un certero disparo a la cabeza, mientras que otros perdían extremidades en medio de su carrera. Aquellos que lograron salir ilesos fueron interceptados por las cuchillas de Penny en medio de una danza. Elevando su mano con gracia, Penny manipuló sus espadas para que ascendieran de manera vertical y, extendiendo ambas manos, arrojarlas hacia el frente rodeándolas de un aura esmeralda, lo que logró empalar a los pocos Grimm que quedaban en aquel pasillo.

-Vaya, eso fue sencillo. ¿No lo crees, Penny? –Ruby alzó su mano, esperando chocar los cinco.

- ¡Nada que el trabajo en equipo no arregle! –si bien Penny correspondió, el cuerpo de Ruby casi brilla al recibir la fuerza del impacto. Por lo que se tomó su mano con dolor. - ¿Demasiado?

-S-So-Solo un poco….

-Perdón, es la costumbre.

-Me-Mejor continuemos…

Sin dejar de sujetar su mano, ambas chicas continuaron caminando por los pasillos, siendo iluminados por la lámpara del Scroll de Penny. El paralelo en este lugar a un celular, con la diferencia de que su pantalla era holográfica. Si bien el camino parecía ser largo, por lo menos era aún más definido que todo su recorrido por la superficie y, quizás, más tranquilo. Después de todo, las figuras talladas en las paredes parecían relatar una historia. Incluso, por lo poco que se llegaba a apreciar, una guerra. Pero por desgracia, años y años desgastaron las ruinas como para llegar a reducirlas a no más que simple roca erosionada.

-Vaya…este sitio es increíble. Parece como un viaje al museo. –fascinado por el sitio, Jaune pasó su mano por las paredes desprendiendo tierra de estas.

-En realidad, poco tienen de interesante. Es simplemente la historia olvidándose de lo obsoleto. –Blake vio cae una raíz del techo, como si estuviese apoyando su punto.

-Bueno, es una manera deprimente de decirlo.

-Pero no por ello menos cierto. Además, esto poco te afecta. No es tu-

- ¿Historia? Je. Créeme me lo han dicho mucho antes. No lo sé, es solo que siento...que quizás no deba rechazarla ni avergonzarme. Solo…aceptarla y aprender de ella.

-… ¿Quién te dijo eso?

- ¿Eso? Oh, pues mi abuelo. El siempre parecía saber que decir cuando alguien estaba…ya sabes…derrotado.

-Hm, me lo puedo imaginar.

Sonriendo un poco ante esas palabras, Blake se llevó una mano a la cabeza rozando su moño. Las palabras del rubio no la hicieron pensar mucho en ese momento, pero se quedaron rondando su cabeza unos momentos.

- ¡CUIDADO!

Alzando un escudo blanco y una espada, Jaune se puso en guardia ante la embestida de un Beowolf que emergió de entre la oscuridad. Blake por su parte, logró dar un salto lo suficientemente alto como para evadirlo. Encontrándose en pleno aire, Blake desenfundó una katana, cuya cuchilla se compactó convirtiéndose en un arma de fuego de gran velocidad. Las balas conectaron al instante con el Grimm, el cual retrocedió ante los impactos sobre su pecho. Cuando logró tocar suelo, la pelinegra vio como Jaune se arrojó sobre el Grimm con espada en mano, logrando empalar el pecho de este y arrojarlo al suelo. Temerario, sí. Pero había un toque muy novato en ese movimiento.

- ¿Estás bien? –preguntó Blake guardando su arma.

-Si. Solo sorprendido. –Jaune se acercó al cadáver del Grimm, tocando las púas de hueso en su espalda.

- ¿Qué haces? –Blake rápidamente lo alejó como si de una madre regañando a su hijo se tratase. -Ni siquiera sabes si es peligroso.

-Pues, sé que la sangre de Grimm es corrosiva. Pero…los huesos siguen ahí. –Jaune señaló al cadáver que estaba en medio camino de la descomposición y, en efecto, los huesos se preservaban.

-Es…cierto…nunca me di cuenta.

Al final del túnel comenzaron a escucharse más pasos hacia su dirección, por lo que la postura de pelea volvió a tomar un papel relevante.

- ¿Listo para esto?

-Que sea lo que tenga ser.

Lentamente aquellos pasos comenzaron a hacerse cada vez más fuertes, pero no podían adelantarse, debían de examinar el peligro y luego reaccionar. Aunque Blake, presentaba una ventaja para estas situaciones desde luego, por lo que ver a dos figuras humanas la sorprendió. Una más alta que la otra. A un ritmo lento, las voces comenzaron a oírse revelando que se trataban de dos chicas. Una contando una historia, mientras la otra escuchaba con atención.

-Y entonces le dije "Sálvenos, sálvenos". Pero solo me dio un zapato viejo. –dijo Ruby realizando gestos dramáticos para después pasar a una decepción terrible.

-Eso es terrible. –Penny se llevó la mano a la boca ante su asombro. Trágico.

-Si lo es. Al menos durante las primeras…semanas.

Cuando se dieron cuenta de que no estaban solas, se detuvieron al frente de la pareja que las observaba con confusión, y a la vez alivio, haciendo que sus armas sean guardadas otra vez.

-Eh…

- ¡Saludos~!

---

Vagando por estos mismos pasillos, Yang jugaba con un casquillo vacío de escopeta a manera de pasar el tiempo. Su compañero era callado, pero decidido. Le agradaba, sí. Pero siempre prefería hablar con alguien para pasar el rato.

-Entonces… ¿Sabes a dónde vamos? –preguntó la rubia manipulando el casquillo como si fuera una moneda al aire.

-De hecho, estos caminos son bastantes sencillos de seguir. –dijo el pelinegro girándose un poco hacia su compañera.

- ¿En serio? Yo solo miro un montón de basura por aquí y por allá.

-Pues, sería más fácil si te concentraras en el Aura.

-Espera, ¿A qué te refieres?

-El Aura no solo nos protege como un escudo. Como una segunda piel. Es también una firma propia. Si te concentras lo suficiente, podrás detectarla.

-Wow. ¿Eres alguna clase de monje?

-No. Pero me lo dicen a menudo. –sonrió un poco al recordar como cierta amiga hiperactiva por gusto a lo dulce y cafeína se lo decía cada que podía.

-Bueno, pienso que es genial…pero ya me estoy aburriendo… ¿Cuándo aparecerá algo para poder pelear?

-Ya llegamos.

-Oh, eso fue rápido.

Como dijo Ren. Al doblar una esquina desde donde la luz era bastante visible, la pareja pudo notar un altar en medio de la intersección bastante grande entre cuatro carriles. Un altar iluminado por antorchas posicionadas en cada esquina de la habitación, e incluso algo que realizaba la función de candelabro. Entre huecos en las paredes, o plataformas en el centro, varias figuras descansaban con la finalidad de ser tomadas por los estudiantes y retirarse de la zona. A estas alturas, ya quedaban muy pocas de las llamadas reliquias. Si acaso una docena que seguía permaneciendo en su sitio.

-Pues vaya sitio más tétrico.

-En eso estoy de acuerdo.

-Solo mira este sitio. No costaba nada dejarlo en algún otro lugar. Quizás se hubiese visto mejor allá arriba. –la rubia recorrió el sitio un poco, apreciando con detenimiento las figuras que había cerca.

-Me pregunto cómo habrán hecho esto.

-Meh. Misterios de la vida. -examinando un poco las reliquias, Yang se decidió por aquella que tenía la apariencia de una lámpara con forma de esfera. De un tamaño que encajaba perfectamente en la palma de su mano. - ¿Qué te parece esta?

-Me parece bien.

Ren tomó la reliquia para poder observarla mejor. No era más grande que una pelota de béisbol. La agarradera con forma de argolla y unas pequeñas patas a modo de trípode hacían notar que estaba inspirada en el logo de Mistral. Una peculiar lámpara. Los diseños que portaba la base de la agarradera recordaban a un dragón oriental con rasgos de lobo y alce. El centro del objeto era de un material que recordaba al cuarzo, mientras que los detalles eran de madera de ébano pintados. Un trabajo bastante peculiar.

- ¿Qué crees que signifique lo del centro?

Confundido, Ren colocó la reliquia cerca de una antorcha para ver a lo que se refería y, en efecto, pudo ver en su interior lo que parecía un cristal oscuro similar a una estrella. De pronto, su investigación se vio interrumpida en el momento en que disparos comenzaron a escucharse por el pasillo. Más en concreto, explosiones. Volando entre las sombras, un Beowolf se deslizó hasta una de las plataformas haciendo que se tambaleara un poco antes de detenerse. Seguido del cuerpo sin vida del Grimm, apareció alzando su mazo con ambas manos demostrando su clara victoria.

- ¡Jajajaja! ¡Soy al rei-! ¡AH! ¡Ren!

Al percatarse de la presencia del chico, Nora soltó su mazo para abalanzarse hacia el pelinegro, quien no pudo escapar de la inevitable embestida de su amiga. Yang solo hizo espacio para no ser llevada de paso.

- ¡Nora, no corras tan deprisa! Oh, hola. –Pyrrha apareció a los pocos segundos, preocupada por el ritmo que llevaba la chica.

-Bueno, es lindo ver que no somos los únicos aquí abajo. –dijo Yang extendiendo los brazos.

-Lo mismo digo. Aunque, encontrar este sitio es algo…complicado. –Pyrrha se encogió de hombros al no saber que decir con exactitud.

- ¡Ey, Pyrrha! –Nora llamó la atención de la nombra, con otra de las reliquias, solo que este tenía forma de reloj de arena. –La tienda de regalos tiene ofertas hoy.

La reliquia en cuestión era muy similar a un reloj de arena. Con la diferencia de que esta no era más grande que una taza. Poseía bases de forma hexagonal con símbolos que recordaban a ramas trepadoras, así como que las pequeñas columnas que unían ambas bases tenían forma de cadena forjada a mano. En su interior, la arena no contaba con su forma característica, y en cambio, era un color oscuro. Como si se tratara de carbón pulverizado. Arrebatando la atención del grupo, voces comenzaron a escucharse de entre la oscuridad, revelando más pronto que tarde a un nuevo grupo de chicos, los cuales venían contando historias entre ellos, como si el hecho de estar bajo ruinas milenarias fuera cosa de todos los días.

- ¿Casi mueres durante el comienzo del examen? –preguntó Ruby con asombro.

-Es una experiencia horrible si soy sincero. Pero tuve suerte.

-Sí, pero deberías tener cuidado a la próxima.

-Oh…entonces por eso mamá me advirtió que tuviera la mente abierta.

-Chicos, ya llegamos. –llamando la atención del grupo, Penny señaló la zona en la que se encontraban sus compañeros.

- ¡Ruby! –inmediatamente Yang se arrojó sobre su hermana, aprisionándola en un fuerte abrazo. - ¡Me alegra tanto que estés bien! –quizás demasiado fuerte…

-Yang…no puedo…respirar… -Ya se está poniendo azul…

-Wow. Este lugar parece la sección de un videojuego –fue lo que dijo Jaune mirando el sitio en su totalidad. –Estas deben ser las reliquias, ¿no?

-Eso parece. Aunque, no esperaba que algunas se parecieran a los escudos de los reinos. –Pyrrha confirmó las dudas del rubio, dando un pequeño detalle que no pasó desapercibido para ella.

-Quizás sea algo simbólico. –sugirió Ren, quien se recuperó de la embestida inicial tras unos momentos. –Es decir, no sería la primera vez que algo como esto sucede. Tenemos al Festival Vytal.

-Buen punto.

Examinando las reliquias que restaban, Jaune se decidió por tomar una esfera de cristal con tonalidades doradas en su interior, casi como si se trataran de chispas en constante creación. Era un objeto peculiar, pues era hipnotizante. Inclusive, se podría decir que se escuchaba unas voces de su interior. Una masculina y una femenina…espera… ¿Por qué están hablando de…?

- ¿Me estás diciendo que el de gravedad no es útil? Ja. No tienes idea de lo que es capaz.

-No, tú me estás malinterpretando, cubo de hielo. El Polvo de gravedad resulta conveniente a la hora de adquirir potencia y aprisionar enemigos. Pero resulta volátil al momento de fusionarse con otros tipos.

-...hm…deberé intentarlo.

-Será divertí- Oh, parece que hay fiesta.

- ¡Ashen! ¡Llegaste!

-Oye, no soy un niño en un supermercado. Ten fe en mí. –infló su pecho mostrando cierta arrogancia en sus palabras.

-Pero una vez dijiste que te perdiste en la academia. –sí, ese orgullo estalló como globo.

[Jajajajaja, ah~ Buenos recuerdos]

Mientras su orgullo estaba siendo apaleado, Ruby seguía pensando sobre cual reliquia debía de escoger. Sobre quedaban dos de estas, y posiblemente, el resultado podría afectar en la decisión final. Tras pensar sus opciones, decidió optar por una figura que recordaba al clásico Ying y Yang con sus característicos colores. Blanco y negro. El pequeño detalle recaía en que era una pequeña esfera con ambas piezas intrincadas entre sí.

-Entonces, estas son las famosas reliquias. –Weiss se acercó hacia la última reliquia, llegando a tomar por sorpresa a Ruby, la cual seguía analizando su reliquia. –Más bien parecen decoraciones costosas de Atlas.

-Eso… ¿No sería faltar el respeto?

-Pienso que más bien es un halago.

-O un insulto. –Weiss se sobresaltó al escuchar la voz de Ashen sobre su hombro, haciendo que se aleje de él. –Oye, la técnica de Penny si funciona.

[Estas técnicas son maravillosas]

- ¡¿Cuánto tiempo llevas ahí?! ¿Y por qué sería un insulto?

-Es simple. Nadie quiere ser comparado con un imbécil.

Mientras seguía hablando con Weiss, Ashen tomó la última reliquia de la colección. Una figura asimétrica que se asemejaba a un corazón de cristal celeste que era cubierto arriba y abajo por dos formaciones de raíces, dejando un espacio horizontal en el centro de la figura. El cristal desprendía una luz tenue. Similar a la de las iluminaciones de baja potencia. Pero era tranquilizador. Aunque, si bien Ashen observaba la reliquia con asombro, ignorando los murmullos de la albina, en su interior, V, sentía a través del peli plata la energía que irradiaba esta cosa. Muy pequeña, pero energía.

[Ashen…esta cosa es fascinante]

- ¿Eh? ¿A qué te refieres?

[A que esto…es más que una pieza de porcelana común. ¿No lo sientes?]

Ocupados con su pequeña charla interna, Weiss caminó a lo largo de la habitación asomándose por cada pasillo, curiosa de lo que pudiese haber al fondo. Claro, solo oscuridad. Pero había algo de morbo en esas intenciones. Quizás le recordaba a cuando era niña. Pasillos largos y oscuros de una mansión. No había mucha diferencia aquí, pese la suciedad y las enormes grietas en la…pared…Weiss se acercó a una de las paredes, observando como la tierra se deslizaba entre los espacios.

-Bueno, grupo. –Yang llamó la atención de todos aplaudiendo tan fuerte como pudo. –Fue un gusto y todo, pero, es hora de irnos del museo.

-Estoy de acuerdo. Este lugar da escalofríos. –Ruby miró hacia todos lados ante lo lúgubre del sitio.

- ¿En serio? A mí me parece normal. –claro, Penny no parecía captar mucho esa atmosfera. Pero no había de otra, debían de irse. –Ashen, te estás quedando atrás.

-Je, ya quisieras. Ey, Schnee, hora de irnos.

- ¿Estas grietas eran así de grandes?

Mientras el grupo se alejaba, Ashen puso los ojos en blanco antes de acercarse a su compañera, quien parecía sorprendida por no haber visto un montón de escombros antes. No fue hasta que estuvo a su lado que, en efecto, las grietas eran más grandes…no solo eso…comenzaba a sentir una ligera vibración en el ambiente. Además, su abrigo estaba más opaco.

- ¿Qué haremos una vez salgamos de aquí? Un buen baño no suena mal. Digo, este cabello no se mantiene solo.

-Yang, no es momento para eso.

- ¿Qué? Tanto polvo es dañino, ¿sabes? Al igual que el azúcar.

-¡! No las metas en esto.

-Debo admitir que me recuerdan a mis hermanas. –murmuró Jaune algo apenado, pero manteniendo una media sonrisa.

- ¿En serio? –para su desgracia, Pyrrha logró oírlo. Algo que lo dejó pálido. –Debe ser difícil.

-S-Si…no tienes idea.

-Oigan, ¿no éramos más? –la pregunta de Nora hizo que todos volteasen hacia atrás, dándose cuenta de que faltaban dos integrantes.

- ¿A dónde se fueron? –Ren ni siquiera parecía haberse dado cuenta de ello.

-Este ni siquiera es buen lugar para andar con esa clase de escapadas.

- ¡Yang! –la rubia rio al ver la cara de vergüenza de su hermana. Adorable.

De pronto, al final del pasillo, lograron oír como varias pisadas rápidas se acercaban hasta su posición, lo cual los hizo ponerse alerta. Sin embargo, a una distancia cercana, pudieron ver al dúo restante con expresiones más pálidas que sus rostros habituales.

-Oigan, ¿Dónde se metieron? ¿Qué su-?

¡Corran!

Entre el silencio de la oscuridad, un temblor sacudió el sitio haciendo que los adolescentes perdieran el equilibrio por instantes. En cuestión de segundos, grietas no tardaron en aparecer desde el suelo hasta los muros alertando a los jóvenes, quienes de inmediato comenzaron a correr por los pasillos luchando por recordar el camino de vuelta.

- ¡Sígannos, sabemos por dónde salir! –exclamó Weiss haciendo que todo el grupo los siguieran.

Los derrumbes a sus espaldas solo los inspiraron a apresurar el paso, curioso, que la primera prueba en una academia con el fin de salvar las vidas de otros, tenga como objetivo salvar sus propias vidas, entre doblar esquinas, sortear obstáculos o crear atajos de la nada, terminaron por encontrarse entre tanto disturbio, ni siquiera tuvieron tiempo para hablar solamente necesitaban encontrar una salida, la luz al final del túnel sería mala señal en otros casos, pero aquí, era una esperanza.

Aplicando sus últimas voluntades todos se aproximaron a la salida a la vez que todo se venía abajo a sus espaldas, la columna de polvo se elevó por los cielos reafirmando el estruendo del derrumbe subterráneo. La mayoría respiraban agitados por la experiencia de casi no contarla. Jaune junto a Ren se habían recostado en el pasto suspirando de alivio.

-Eso….fue…. ¡ASOMBROSO!-Nora, en cambio no parecía haber cambiado mucho, al contrario, se encontraba igual de emocionada-¡¿Podemos hacerlo de nuevo?!

-Lo dudo…lo dudo-Ashen se sentaba sobre el césped aliviando su tensión-Penny, ¿Dónde estás?

-Aquí estoy…-Penny alzó la mano, estando boca abajo tras peligrosa carrera.

-Y yo que pensaba que sería algo de lo más normal-Yang se mostraba molesta, y no era para menos casi era enterrada viva- ¡¿Qué diablos fue eso?! ¡CASI NOS ENTIERRAN VIVOS!

-Nada de esto venía en el contrato. –dijo Weiss indignada. –Por eso Winter me decía "Lee siempre las letras pequeñas". Agh, Dios…

- "Ven a Beacon decían"-Ashen se recostó en el césped llevando sus manos al rostro. Todavía procesaba esto- "Sera una experiencia agradable, decían". Más sucias mentiras del montón.

-Pero ey, tranquilos –dijo Jaune tratando de animar a todos. -Todo acabó….todo acabó…

Las palabras del rubio en lugar de afirmar lo dicho, fueron todo lo contrario. Los escombros delante de ellos comenzaron a vibrar. Las piedras comenzaron a levantarse liberando polvo en el proceso, cuando todas y cada una de ellas cayeron, la imagen de un ser con aspecto de serpiente, armadura de hueso completa desde su cabeza hasta la columna, brazos enteramente de hueso ornamentado con placas en el torso se hizo presente junto a su rugido.

-…tenías que decirlo…

[Condena de los Caídos: SKULLCRAWLER]

El silencio reinó el sitio, todos observaban con sorpresa y terror a la criatura, permanecían en sus sitios congelados, cuando la bestia los observó lista para atacarlos, lentamente se pusieron de pie como si de un día de campo se tratara, sacudiéndose el polvo, simultáneamente inhalaron.

[Virgencita santa que estas en el cielo, santificado sea tu nombre]

El ver a todos correr despertó el apetito de la bestia que comenzó su cacería deshaciéndose de cuanto estuviera en su camino, intentando escapar de la bestia. El grupo de aspirantes a cazadores intentaba ganar terreno de cualquier forma posible, disparos, glifos, o sus mismas semblanzas. El esfuerzo valió la pena al ver cómo habían llegado hasta un puente ya en ruinas, solo quedaba-

RRRRRRRRRRRRRRRRRROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR

-De acuerdo, eso no se escuchó bien-Jaune se escondió tras su escudo por el rugido de advertencia entre la espesura del bosque.

- ¿Alguien tiene un plan? -Yang se preparó para la batalla, aun cuando no parecía estar a su favor.

[Ashen, escuchame]

-(¿Sugerencias?)

[Algo así. Escucha, solo podemos confiar en Penny y la Schnee para estas situaciones]

- (¿Qué dices?)

[Admítelo, no conocemos sus semblanzas. Solo tenemos conocimiento de esas dos]

- (¿Qué tal si nos dan una sorpresa en el camino?)

[No hay tiempo. Escucha]

---

- ¿En serio? –todos miraron a Ashen, quien se mostraba sorprendido sin saber por qué. –Jejeje, debes dejar de jugar tantos videojuegos. ¡Bien, escuchen! Este es el plan.

-----

Librándose de los molestos arboles a su alrededor, el descomunal Grimm localizó a sus presas dispersándose hacia tres direcciones, dos de ellos habían desaparecido, pero no importaba, pronto los encontraría, se centró en las cuatro figuras delante suyo; Ashen, Pyrrha, Yang y Weiss, dos sin armas y los otros dos con espada, lanza y escudo, nada difícil.

Justo en cuanto sus fauces se abrirían para devorarlos, una ráfaga de disparos se avecinó sobre él, especialmente en la zona de sus ojos, los impactos en dicha zona le molestaban demasiado, las balas de alto calibre en sus patas casi lo hacen caer debido a la molestia, misma que fue aprovechada por el cuarteto en tierra para atacar. Rojo y blanco se arrojaron hacia las patas conectando sus ataques consiguiendo que flaqueara, lo suficiente como para que ambos peleadores acortaran distancia rápidamente propinando un gancho ascendente.

Sin quedarse ahí, dado a que no consiguieron aturdirlo del todo, nubes rosas aparecieron en su campo de visión impidiéndole ver, eso aunado a las descargas eléctricas que emitían le hacían arder los ojos, harto de los obstáculos giró sobre su eje despejando su perímetro con su cola de sus futuras presas. Dichas presas fueron Ashen y Yang volando hacia el bosque. Al retomar la visibilidad inmediatamente se arrojó sobre la chica de cabello naranja que sostenía el lanzagranadas para luego ver a un rubio de escudo correr en la dirección opuesta.

¿Que era esto? Apenas se lograba percatar de la sensación en su cuerpo, como un ser parecido a un animal, su instinto le indicaba que el aura de estos…niños era familiar. Al menos…varios. Sin embargo el plomo le interrumpió a la vez que rugía por las molestias que estas pestes le generaban. Rugió de nueva cuenta reafirmando su lugar y por consiguiente haciendo temblar el sitio. Al momento de querer levantar una de sus patas, se encontró con una especie de anclaje, dicho anclaje era un glifo de color negro que empujaba su pierna hacia abajo. La responsable, Weiss.

Dispuesto a aplastar a esta alimaña abre sus mandíbulas de par en par cerrando lentamente la distancia. Sin embargo, un disparo de alto calibre en su ojo logró deshacerse de su órgano impidiendo la mordedura. por si fuera poco, un disparo de aquel lanzagranadas avivó el dolor haciéndolo tambalear llevándose consigo un trozo del terreno sobre el que estaba parado. Sorprendiéndolo desde el otro lado, Ashen lo recibió con un golpe directo en la mandíbula que logró sacudirlo. No acabando ahí, sonidos de disparos se escucharon desde la cima, pero no impactaban sobre él. Entonces, Yang descendió con su cabello hecho llamas impactando su puño sobre la cabeza del Grimm haciendo que tocara con fuerza el suelo. Al menos, la suficiente para crear un pequeño cráter.

-Increíble.

[Tal vez no debí subestimarlos]

Preparada para rematar con un nuevo golpe, Yang se vio sorprendido ante un repentino movimiento de la bestia, la cual logró zafarse de ella haciendo que se alzara en los cielos. Viendo esto como una oportunidad, puesto que se había alzado de manera repentina, Ruby se impulsó a una velocidad sorprendente comenzando a girar su guadaña. Durante el descenso de la rubia, el Grimm abrió sus mandíbulas dispuesto a devorar a la chica. Pero con lo que no contaba, es que, con la fuerza ganada gracias a varios disparos extras, la chica logró cortar de cuajo una de las patas de la bestia generando un fuerte alarido de dolor.

En cuanto a la otra extremidad, Nora realizó una acción similar a la de Ruby. Girando para ganar más fuerza y romper la pierna del Grimm. Indefenso, y derribado, comenzó a arrastrarse cual serpiente para lograr devorarlos. Podrá no tener extremidades, pero aún tiene- Espera, ¿Por qué su cola no se mueve?

-¡Mi turno! - ¡¿El mocoso la sujetó?!

Como si pareciese imposible, Ashen sujetó con todas sus fuerzas la cola de la bestia, para comenzar a girar con todas sus fuerzas el gigantesco cuerpo. Sus compañeros se vieron en la necesidad de alejarse para evitar salir volando con la corriente de aire. Era sorprendente lo que sucedía, llegando a tomar toda la atención. Pero, gracias a eso, nadie prestaba atención a la tenue apariencia de Ashen.

[¡Ahora!]

- ¡Penny, tu turno!

Con un último esfuerzo, Ashen arrojó el cuerpo del Skullcrawler hacia los cielos. El animal estaba…confundido… ¿acaso lo dejaría morir por la caída? Claro, las posibilidades eran exactas. Pero…la duda seguía. ¿Y esa niña donde-? Entonces…ese brillo verde…

- ¡Como lo practicamos, Ashen!

Suspendida sobre el acantilado, Penny estaba cargando una esfera de energía entre sus espadas, las cuales giraban alrededor de esta. Dicha carga de energía podía deslumbrar a cualquiera que estuviese cerca. Entonces, ¿por eso tanta insistencia en sus ojos? Quizás…o simple casualidad…el punto es que…esa cosa fue disparada en su contra como una onda de energía enorme que no tardó en devorarlo. El resto, un destello que cubrió el área.

---

Las luces inundaron el sitio. Los equipos se encontraban siendo organizados por Ozpin delante de toda la academia, nerviosos por el resultado. Jaune y Ruby demostraban sus ansias de distintas maneras. mordiéndose las uñas, murmurando cosas ininteligibles o respirando incontroladamente, todo ante la vista de sus compañeros.

-Jaune, tranquilízate, no es para tanto-la pelirroja se acercó a su compañero, posando su mano sobre su espalda para tranquilizarlo.

-Si es solo que…mucha gente-murmuró el rubio con pesar.

-Ah…tengo nervios… ¿Me veo mal?

-Te ves perfecta, Rubes. –Yang golpeó con fuerza la espalda de su hermana, haciendo que todos se quejaran ante lo que se debió de sentir.

Esto era normal. Los nervios por haber logrado entrar en una de las más prestigiosas academias de todo el mundo tenía su carga emocional. Sin embargo, para alguien, esto carecía de…emoción. Estar rodeado de tantas personas vitoreando con él al frente, solo hizo que quisiese rascar sus antebrazos de nueva cuenta sin éxito alguno ya que alguien lo detuvo.

-Ashen, ¿Estás bien? –Penny miró con preocupación a su amigo, quien asintió sin llegar a convencerla.

-Estoy bien…estoy bien.

De pronto, aplausos y adolescentes vitoreando se escucharon alto y claro, confundiendo a las parejas que restaban tras bastidores. ¿Qué ocurría? Era como si todo el mundo comenzara a retirarse…más bien porque eso ocurría. Estaban confundidos y…algo asustados.

- ¿A dónde va todo el mundo? Quedamos nosotros. –Ruby casi entra en pánico al ver esto. Estaba segura que no era parte del show.

-Lamento la tardanza, jóvenes. –al oír la voz a sus espaldas, las cinco parejas se toparon con nada más y nada menos que el mismo director de la academia acompañado de la mujer de cabello rubio.

-Director Ozpin.

-Sé que esto puede ser confuso para ustedes, pero, ¿Les molestaría acompañarme?

Todos se miraron las caras, asintiendo sin más remedio.

[Vale: 10: 30 P.M.]

La noche había caído sobre la ciudad desde hace un par de horas. Hora perfecta para que el crimen en Vale sea desatado. Mismo que tenía un núcleo importante cerca de la vieja zona industrial de la ciudad. Oficialmente había dejado de funcionar 30 años atrás, lo que la hacía un sitio perfecto para que bandas pequeñas de delincuentes se ocultasen en ellas. O en este caso, grupos organizados. Acarreando cargamentos directos de Atlas, hombres que vestían una pechera blanca con el símbolo de un lobo rojo se veían atareados con toda esta tarea. No era para menos. El plan, debía salir perfecto. Viendo todo desde arriba, un hombre jugaba con su sombrero complacido de ver tanta mercancía.

-Se le ve feliz, señor. –un hombre trajeado con gafas oscuras apareció a sus espaldas, intrigado por el comportamiento de su jefe.

-Hoy fue un gran día, Charlie.

-No lo puedo negar. Nuestro patrocinador ha hecho todo más fácil.

-Ni que lo digas… -arrojando el sombrero al aire y atrapándolo de nuevo, el hombre se lo colocó antes de sacar un encendedor del bolsillo de su abrigo. –Ni que lo digas.

Con la luz del fuego, se pudieron apreciar ojos verdes esmeralda que ansiaban más riquezas. Mechones de cabello naranja ocultos tras su sombrero y una sonrisa confiada que sostenía un puro. Este hombre, era Roman Torchwick. Uno de los criminales más buscados en todo Vale, entra en escena señores.

-Dime, Charlie. ¿Tienes familia?

-… ¿A qué se debe la pregunta, señor? –el hombre sabía que era por algo. No quiere imaginar lo peor…pero…

-Curiosidad. Todos están metidos en este mundo por algo. –acercandose a un contenedor cercano, Roman tomó un vial que contenía lo que parecía ser polvo oscuro moviéndose constantemente. - Y este… -le arrojó el vial al hombre quien lo atrapó antes de tocar suelo. –Tiene riesgos, Charlie.

-Señor…esto…

-Considéralo como una cortesía. –inclinando su sombrero hacia el frente, Roman se alejó del sitio fumando su puro. –Hasta pronto.

Observando el vial por última vez, mientras Roman se alejaba, Charlie observó su contenido moverse de manera "consciente". Al menos…tanto como una máquina podría hacerlo.