Oportunidad.

La noche estaba cubierta por un ligero brillo de la supuesta luna.

Árboles dorados teñidos con una ligera capa de luz, llanuras a lo largo, montañas que aparecieron de repente y criaturas moviéndose en dirección al Gran Árbol.

Pese a que era una noche agradable visualmente, no era tranquila y no era una noche agradable para cualquier miembro de la expedición.

Aurora que estaba ocultó en un hechizo de oscuridad de Amnestria, que estaba en su tamaño de un tigre normal, observó como a lo lejos otra grieta apareció de repente.

La sexta grieta en una hora que había visto.

Si bien había estado en movimiento para completar su misión y recorrieron una distancia considerable, era innegable el hecho de que las grietas se estaban volviendo más recurrentes.

Grietas que arrancaban partes de la tierra o para dejar caer tierra, montañas, árboles o ruinas.

Sin contener un poco su ansiedad, Aurora dio una mirada a su reloj holográfico para ver el informe.

Necesitaban terminar con esto rápido y volver al campamento principal alrededor del árbol, en donde solo quedo Alba, los demás miembros de la expedición y los Zarquianos.

Ellos podían aguantar durante el tiempo que su pequeño grupo terminaba su tarea, pero cada minuto que pasaba lograba ponerla ansiosa.

Que en el portal abismal también estuviera recibiendo ataques, solo acrecentaba esa ansiedad.

Entendía que Abdellah y cinco Zarquianos de rango S estaban en el lugar junto al Gran Sacerdote Yulong, pero, aun así, entendía que solo con un error las consecuencias podían ser pesadas.

Lo bueno fue que el Gran Sacerdote Yulong aceptó cuidar del portal y con la bestia mágica llamada Azul estaban aceptando más bestias mágicas inteligentes que se dieron cuenta de que no mentían sobre el destino de este mundo.

En medio de sus pensamientos, pudo ver como Amnestria se frotaba con su hombro como si fuera una gatita.

Que midiera tres metros de longitud y cerca de un metro de altura, no disminuyó su mirada de consuelo y sus orejas levantadas.

"No te preocupes, me encargaré de todos los enemigos fuertes por ti." Dijo Amnestria con una voz pesada.

Daba la sensación de consuelo, pero también era una voz pesada y gruesa que llevaba un gran sentido de protección.

Aurora acarició sus orejas y la cabeza sintiendo la suavidad del pelaje negro.

"No te esfuerces demasiado. Tienes que protegerte a ti misma." Ordenó Aurora con una voz solemne y viendo que esa tigresa mostraba sus afilados colmillos en una sonrisa, añadió. "Y sí, sé que eres fuertes, pero no te preocupes por mí. Puedo cuidarme sola."

¿Podía? Ese rango SS era jodidamente fuerte y la magia espacial junto al movimiento rápido, lo convertía en alguien aterrador.

Un descuido podría llevar a que su cuerpo se dividiera en trocitos e incluso si tenía buena suerte, sus huesos se romperían.

No obstante, no mintió.

Podía cuidarse por sí misma y en última instancia podía depender de su sistema, porque incluso cuando no le hablaba y parecía no estar presente, entendía que estaría ahí, para cuando lo necesitara.

"Lo entiendo." Respondió Amnestria con calma, pero sus ojos púrpuras no pudieron ocultar la preocupación y seriedad.

El Kaniatha jefe se enfrentó a ella y Alice la primera vez que se la encontraron y esa criatura fue a por ella esta vez, mientras que decenas de otros Kaniatha se movieron en otras áreas.

La batalla fue rápida y todos tenían demasiada tarea, mientras que Aurora no había pedido apoyo, sabiendo que la situación podría ser muy peligrosa si una parte de la defensa se tambaleaba.

Ahora esa tigresa estaba preocupada y su seriedad mostraba su ferocidad.

Viendo movimientos desde el exterior, Aurora vio al verdadero Melgar acercarse rápidamente y entrando al hechizo.

"He encontrado el campamento. Debemos movernos, la situación está muy mala por esta zona." Dijo Melgar con seriedad.

Aurora asintió.

******

El campamento de los Kaniatha era pequeño y a pesar de que eran bastante salvajes, atacando a todo aquel que se encontraran, no eran tan 'incivilizados'.

Un campamento con carpas creadas a partir de pieles de bestias de los alrededores, no eran tantas carpas, pero la cantidad de Kaniatha si lo era.

Melgar por los binoculares podían ver algunas carpas con crías o llevados por algunas hembras que parecían embarazadas, mientras que los machos en otras carpas parecían meterse a las carpas para reproducirse.

Su sociedad parecía dirigirse de forma marcial, buscando aumentar sus números y priorizando la reproducción de los fuertes… Melgar había visto mucho tipo de esa gente entre los demonios.

Cerca de doscientos Kaniatha, tal vez menos, no parecían asustados por los alrededores o por el enorme agujero que estaba en lo alto del cielo, devorando las raíces ilusorias a la distancia.

Dejando de ver, Melgar dio una mirada de reojo a Aurora que estaba a su lado y que se mordió los labios con fuerza.

El plan había sido bastante simple, solo necesitaban encontrar el lugar y dejar que Amnestria se encargara de la mejor forma que un rango SSS podía hacer.

Masacrando a todos con un poderoso ataque directo.

Sin embargo, ahora Aurora dudó y no pudo dar la orden.

Para Melgar era normal que dudara y que se contuviera y de cierta forma entendía las razones.

Había conocido en su tiempo a las hermanas y está en especial priorizaba la defensa de la gente, de los inocentes y siempre buscaba ayudar.

¿No hizo lo mismo con los goblins? Había escuchado de Zrag que ella fue de gran ayuda para su gente y que a diferencia de otros que los veían como 'bestias violentas', ella dio la ventaja de la duda.

Al menos eso le había contado el anciano que estuvo dentro del primer portal abismal y ahora en el Santuario de Zerzura, no se encontraban bestias salvajes, sino que 'personas'.

Que trabajaban, que estudiaban y que buscaban mejorar, aprendiendo y adaptándose a la compleja sociedad humana.

"Si deseas moverte es mejor hacerlo ahora. Los alrededores parecen muy inestables y estamos muy al límite de todo." Murmuró Melgar sin poder evitarlo.

Los ojos púrpuras de Amnestria fueron a él, como si le dijera que se callara, pero Melgar mantuvo su expresión.

La Reina del Bosque también era conocida por ser protectora de las 'crías' y esas 'crías' nunca fueron suyas, pero igualmente las protegió de forma tenaz.

Sin embargo, ahora mismo no era momento de dudar y era necesario moverse y actuar.

Entre más tiempo pasaba, peor sería la situación para la defensa del gran árbol, quienes seguramente estaban protegiendo de forma feroz incluso en este momento.

Tal vez él era un demonio y era difícil saber si lo consideraban un ciudadano de Zerzura, pero aquí en este momento él era un miembro de la expedición y su deber era la expedición y la misión.

Por eso se atrevió a hablar y mayormente fue…

"Serviré como cebo y atraeré a todos los que vengan a mí, si me atacan son enemigos. Traten de no destruir el campamento." Dijo Aurora con seriedad y ajustando su armadura de batalla, añadió. "Luego pensemos en lo que haremos."

Esa respuesta fue la razón por la cual Melgar habló directamente.

No importa cuán idealista era la jefa de la expedición, tenía más claro que nadie cuál era las prioridades de esta misión y ella ponía la seguridad de la expedición como prioridad, sobre sus propios ideales.

Por esa razón él estaba aquí, en una expedición a otro mundo, con individuos de los cuales desconocía… Eso y por qué se estaba aburriendo un poco.

No obstante, no importaba cuánto se aburriera no se suicidaría metiéndose en una misión con ceros posibilidades de éxito en manos de alguien inútil y esa era su principal razón para unirse a esta expedición.

Viendo su asentimiento y el de Amnestria, Aurora se movió entre los árboles y Melgar también hizo lo mismo dejando que esa gran bestia, se preparara.

Él estaba siguiendo a Aurora y envió a su sombra para que se ocultara en la sombra de esa jovencita, mientras que él se ocultaba cerca.

Aurora tras moverse, alcanzó los límites del pequeño bosque de la zona y voló al frente del campamento en la zona llana, sin ocultar su presencia.

"¡GRAAAA!"

Y de inmediato fue detectada cuando liberó su presencia y el rugido del rango SS vino de inmediato, logrando que la tierra temblara.

Algunos Kaniatha tomaron sus lanzas de piedra y huesos moviéndose directamente a esa humana cuya espada fue desenfundada con su aura roja rodeándola.

No era un aura ligera, sino que extremadamente densa que se estaba volviendo escarlata y ella se enfrentó a los primeros Kaniatha de rango S, que la atacaron sin dudarlo.

Desvió la lanza y acortando distancia, cortó el brazo del rango S y tras girarse para esquivar otra lanza que atravesó al enemigo que ella había cortado antes, en su giró le cortó el cuello al siguiente oponente.

Dos rangos S cayeron de inmediato con movimientos rápidos y precisos, que dejaban ver una destreza en la espada, espléndida… Y mortal.

"¡GRAHH!"

Y el rugido volvió a sonar esta vez siendo el rango SS que apareció a más de veinte metros de la joven, quien preparó su espada afirmándose en el suelo.

Desde la forma que se afirmaba y se posicionaba o la forma que utilizaba su espada cambió, centrándose en la defensa, preparada para el arrebato de la criatura.

Y…

*BOOM*

Un enorme cañón negro golpeó a la criatura junto a otros Kaniatha y entonces Amnestria apareció en su forma gigantesca.

Fue un cañón concentrado lo que llevo a que el daño fuera reducido a su objetivo y a los cercanos a él, pero fue lo suficiente potente como para extenderlo a lo lejos y a la vez demasiado aterrador.

Que la gran Reina del Bosque apareciera entre los Kaniatha llevo a que esa raza atacara de inmediato con una locura salvaje.

El Kaniatha en jefe, pudo escapar con decenas de heridas en su cuerpo y justo cuando estuvo por empezar la verdadera batalla, en el cielo algo cambio.

El agujero negro arrancó parte de una raíz como siempre, solo que esta vez, no fue tragada y empezó a caer.

Si solo fuera eso, la situación no hubiera parecido tan alarmante, pero Melgar pudo sentir como el espacio se desgarraba en lo alto del cielo.

"¡GRRR!"

Rugiendo con furia, Amnestria dejo salir dos serpientes gigantescas bajo sus pies a la vez que creaba un brazo negro que se extendió a donde estaba Melgar y lo atrapó, llevándolo al lado de la bestia.

Había utilizado magia de oscuridad para conformar un brazo negro muy similar a Alice y cuando lo sostuvo a él, también atrapó a Aurora.

Melgar que golpeó el pelaje de esa gigantesca bestia que empezaba a correr, dejando que sus serpientes protegieran la retirada y detuvieran al Kaniatha de rango SS, solo abrió su boca impactado por la vista en el cielo.

La raíz que en el agujero negro se veía pequeña, pudo ser vista en este lugar cuando el espacio fue destruido y lo que estaba cayendo se reveló.

No era una 'raíz ilusoria' y si a la distancia parecía pequeña, una vez que apareció al frente de ellos, solo podría describirse como titánica.

Alrededor de dos kilómetros de grosor y una longitud que rondaba los seis o siete kilómetros, la raíz empezó a caer desde el cielo, cada vez obteniendo mayor fuerza cuando la gravedad empezó a atraerla.

El espacio se hizo trizas por todas partes, no solo dejando ver grietas, sino que desgarros espaciales y Amnestria tuvo que esquivar o protegerse y esa tigresa se movió más de cinco kilómetros de distancia y al darse cuenta de que no podía escapar más, los dejo caer mientras volvía a su forma mediana.

*BOOOOOOM*

La raíz cayó en una parte del campamento, logrando que la tierra temblara y el sonido llegara, entonces vino la fuerza expansiva como si fuera un tsunami de tierra, polvo y fuerza expansiva pura.

Melgar utilizó sus artefactos para crear barreras y Aurora hizo lo mismo a la vez utilizando el aura de su espada, pero fue Amnestria quien actuó creando dos agujeros negros y enviándolo a volar adelante, mientras creaba decenas de barreras traslúcidas con su magia de oscuridad.

Entonces los protegió con su gran cuerpo y Melgar junto a su sombra se posicionaron delante de Aurora, justo atrás de esa bestia, tratando de garantizar la mayor protección extra con su sombra.

Y…

"…"

Cuando la fuerza expansiva golpeó las barreras de Amnestria y arrancó la tierra de los alrededores fue tan poderosa, que lo dejo sordo por unos segundos.

Los agujeros negros que había creado Amnestria redujeron la potencia del impacto inicial, pero igualmente fueron arrastrados hacia atrás, mientras que los alrededores la tierra era literalmente arrancada, los árboles convirtiéndose en trozos de madera, que desaparecían de la vista.

Cuando retrocedieron cerca de cien metros, Amnestria dio un paso adelante con su cuerpo, consolidando las primeras gruesas barreras destruidas y la magia de oscuridad se intensificó, hasta que todo termino.

Al frente de ellos solo quedo un enorme cráter, con solo tierra destruida y a lo lejos estaba la parte de la raíz.

Todos eran capaces de ver en la oscuridad y el problema fue que esa capacidad les permitió ver las grietas, los desgarros espaciales y prácticamente como todo el espacio estaba hechos añicos.

El campamento desapareció, los Kaniatha se esfumaron a la vez que toda la naturaleza y todo aquello que estaba en los alrededores fue destruida en su totalidad.

Melgar había sentido que el espacio era débil cuanto más se alejaban de los alrededores del Gran Árbol, pero esto… Nunca hubiera imaginado que algo como esto pudiera suceder y menos con una pequeña porción de la raíz, que cayó de lo alto.

"Mis serpientes lograron detener al Kaniatha de rango SS para que no se moviera espacialmente. Si no ha muerto, es posible que fuera tragado." Informó Amnestria y sin contener su seriedad, añadió. "Es mejor que nos vamos. Creo que toda esta región pronto será destruida. El espacio es demasiado débil."

Cada uno de ellos podían ver las grietas, algunas pequeñas otras grandes y también los desgarros espaciales por la zona.

Las raíces de la Guardiana estaban protegiendo este mundo y cuantas más dañadas estuvieran, peor sería la situación de este mundo y más peligroso seria para ellos, si se quedaban demasiado tiempo en este lugar.

Aurora asintió igual de impactada que Melgar y fue Amnestria quien utilizó brazos negros para cargarlos a su espalda y volviéndose grande, volvió a moverse.

Que los estuviera llevando directamente dejo ver que también estaba impactada y tal vez alarmada.

"…"

En silencio y con prisa, abandonaron el lugar notando que el espacio se volvía aún más inestable en esa zona y solo respiraron aliviados cuando estuvieron a un par de kilómetros, en un lugar más estable.

Entonces se volvieron a mover, todavía en silencio.

Para Melgar este no era el silencio de una misión exitosa, pero comprendía que si bien fue todo un éxito al eliminar la amenaza de rango SS y su gente, lo que acababa de ocurrir, estaba a otro nivel.

La mayoría de los rangos S hubieran terminado muriendo tan solo por la onda expansiva de la caída de la raíz, que a su vez era un pequeño trozo de la gigantesca raíz que cubría todo el lugar.

Cuando estuvieron acercándose al Gran Árbol, Amnestria se detuvo y se movió en otra dirección, hasta que saltó en una montaña con ellos agarrados a su pelaje.

Si al principio se preguntaba porque la dirección inesperada, cuando estuvo arriba de la montaña, pudo ver lo que había atraído a Amnestria.

"…"

Una interminable cantidad de criaturas, bestias y posiblemente monstruos se movían en dirección al Gran Árbol.

"Volvamos. La noche será larga." Dijo Aurora recuperando su seriedad.

Por la vista, la noche iba a ser muy larga.

******

Girando en un vacío inexplicable, en el cual la visión ni el sentido del espacio tenía sentido, una entidad se dejó llevar por los 'vientos' del vacío.

En vez de resistirse, dejarse llevar fue lo mejor para sobrevivir en este lugar y eso fue lo ella que hizo.

Esperando su oportunidad, guardando su energía a la vez que contenía su poder, esperó.

Una espera demasiado agobiante, en el cual el mayor castigo fue el paso del tiempo, que fue cruel.

Sin saber cuánto había pasado, sin saber en dónde se encontraba y en un vacío inexplicable de oscuridad ilimitada.

No era un viaje pacífico, algunos vientos espaciales la golpeaban, causando graves heridas que solo apenas pudo soportar.

Ese dolor era lo único que la hacía sentir viva y le mostraba que todavía seguía existiendo y de cierta forma fue lo único que la mantuvo cuerda.

Hasta que fue golpeada por el espacio y sintió que se movía, en una dirección que no entendía y abriendo sus ojos, pudo captar algo.

No era la primera vez, pero estaba segura de que podía ser la última.

Escamas, boca larga, cola cortada y con forma humanoide, esa extraña criatura estaba en este lugar, luchando en el vacío inexplicable en el que se encontraba, generando ondulaciones.

Tan primitivo y salvaje como parecía ser, su magia espacial lograba mantenerlo a salvo y a la vez conectado a donde fuera que había venido.

¿Fue tragado y llegó aquí? Ella dejó esa pregunta de lado y le dio el apoyo que necesitaba, remolinando las tinieblas que la protegían y desestabilizando el espacio.

Fue lo suficiente para permitirle que la criatura lanzara su gran hechizo espacial que rompió el espacio, logrando que un agujero los tragara a ambos.

Viendo raíces, un mundo destruido y luego tierra, árboles dorados en una visión cambiante de forma rápida, una grieta apareció un lugar desconocido y ella rodó por el suelo, cubierto por las tinieblas del abismo que creaba a su alrededor.

Y vio el gigantesco agujero negro en el cielo, tragando las raíces ilusorias, vio la tierra siendo desgarrada en sus alrededores y también vio a lo lejos el Gran árbol.

Sintió el terror que el agujero negro generaba, la presión del gigantesco árbol y no solo comprendió lo que ese árbol significaba, sino que entendió lo que estaba haciendo.

Como su presencia disminuía, retrayéndose lentamente, dando una sensación de debilidad.

No solo había escapado de ese vacío, sino que también había llegado a un lugar en donde se le presentó una oportunidad.

La oportunidad de ser algo más...