Historia Paralela Nuevo Comienzo Capítulo 63: ¿Podría?

"Yo ya no soy esa heroína…"

El demonio corrupto parpadeó ante su respuesta, pero Aurora se movió y corrió en la dirección de ese individuo.

"Eso me gusta más." Murmuró el demonio corrupto con una risa mientras desenfundaba dos dagas.

Aurora cuando estuvo cerca de ese individuo en vez de atacar, se desvió sutilmente esquivando la daga del demonio y fue directamente al individuo que estaba a su espalda.

Ese individuo que estaba preparando un hechizo, no se esperó que fuera atacado de forma abrupta y trató de retroceder mientras activaba su barrera.

La primera espada destruyó la barrera a la vez que era repelida y la segunda espada avanzó clavándose en el estómago de ese hombre.

Los ojos llenos de dolor y miedo a la muerte fueron claros para ella, pero Aurora como una máquina retorció su espada y luego la movió a un lado.

Cortando parte del estómago del hombre y medio dividiéndolo a la mitad.

"Ese fue un buen movimiento." Dijo el demonio corrupto de repente.

Aurora esquivó la daga sin mirar hacia atrás y retrocedió tras estabilizar su posición mientras usaba ambas espadas para repeler las dagas de ese demonio.

Él era un asesino que utilizaba dos dagas y estaba centrada en la velocidad.

Sus movimientos eran rápidos, pero letales buscando atacar a sus puntos vitales.

Ya sea quitarle sus movimientos cortando sus tendones, buscando alguna vena principal o dando un ataque para eliminarla de inmediato.

Aurora retrocedió siguiendo la velocidad.

"Grr…"

La hiena con armadura atacó por su espalda y Aurora activó su aura celeste como un domo que expulsó al demonio y detuvo a la bestia.

Otras bestias miraban desde lejos y el otro individuo permanecía a espalda del demonio.

Ese era un domador de bestia… Aurora sin inmutarse cambio su aura roja a su incolora y realizó un corte.

"Gggrrr…"

El demonio se defendió con sus dos dagas y retrocedió protegiendo al domador, pero las bestias que estaban a su espalda fueron cortadas.

Al mismo tiempo la hiena rugió para saltar hacia ella y Aurora que estaba inestable tras realizar su corte, solo hizo que el aura celeste apareciera en su otra espada.

"¡GRAAA!"

El rugido de esa bestia enojada al ser detenida por la barrera fue escuchado y esta vez Aurora en vez de retroceder volvió a correr en dirección del demonio.

Ese demonio esperaba que lo esquivara a él, pero esta vez él era su objetivo y Aurora con sus dos espadas empezó a atacar.

Movimientos rápidos, concentrados y precisos que utilizaban la ventaja de distancia de su espada y presionaba a su objetivo.

La expresión del demonio se empezó a volver cada vez más irritada y llena de locura.

Aurora lo había visto demasiadas veces… Era el orgullo de un adulto al ser presionado por una 'niña' y eso era para muchos la 'Primera Heroína' y de eso se aprovechó.

Su sed de sangre estaba volviendo su aura roja, escarlata y la presión puso pálido al domador y causó una pequeña incomodidad al demonio.

Fue por un momento, pero ese momento fue una distracción que Aurora necesitaba y ella atacó con una mayor velocidad.

Cortó parte de la cintura del demonio, cortó su mano por completo y cuando su oponente 'parpadeo', ella lo siguió utilizando su propio 'parpadeo' y lo atrapó cortando de forma superficial su pierna.

La sangre salpicó su máscara, su rostro y armadura.

"¡Inútil de mierda ataca!" Gritó el demonio a su compañero, a la vez que liberaba una onda de magia demoniaca.

Ese ataque oscuro que parecía corromper todo a su paso fue evitado por una barrera celeste que impidió que tocara el cuerpo de Aurora.

Cuando el hechizo demoniaco que trataba de corromperla terminó las bestias con armaduras que estaban alrededor vinieron.

"Gr…"

"Ugh…"

"Gra…"

Le cortó las patas a una, la cabeza a otra, le abrió el estómago a la siguiente y dividió a la mitad a otra.

Sangre y entrañas cayeron al suelo mientras que otras la manchaban.

Las armaduras de esas bestias tenían barreras, pero esas barreras eran demasiado débiles para su aura roja y ella volvió a mirar a sus dos objetivos.

El demonio seguía manteniendo una mirada de un lunático y en esa misma mirada había felicidad y emoción.

A pesar de que solo tenía una mano y estaba sangrando, su locura era demasiado alta.

"¡Hice que la Primera Heroína cayera! ¡La convertí en una asesina!" Gritó el demonio riéndose con locura.

La energía demoniaca que utilizaba estaba retorciéndose a su alrededor, corrompiendo su mano y cuerpo dando la impresión de que se convertiría en un monstruo.

Ese individuo estaba loco… Desde el principio había perdido completamente su cabeza.

Aurora no tuvo que pensar demasiado y volvió a cargar.

Escuchó las órdenes del domador para que las bestias la atacaran, pero ella esquivó algunas bestias y cortó a otras sin perder velocidad hasta que se acercó al demonio.

"Ughh…"

Sus dos espadas golpearon la única daga de ese hombre y luego ella retrocedió unos pasos al esquivar la grotesca garras que había crecido en la antigua mano cortada.

La energía demoniaca ya estaba corrompiendo el cuerpo de su anfitrión y ese demonio corrupto estaba por convertirse en una abominación que no tendría razón.

Aurora no lo permitió y volvió a abalanzarse sobre el demonio.

Impidiendo que recuperara su otra daga, ella aprovechó su ventaja de velocidad y empezó a dejar cortes en el cuerpo del demonio.

Algunos eran superficiales, otros eran profundos y al sentir que el segundo individuo estaba huyendo, ella decidió acabar con su trabajo.

"Ahhh…"

Su aura roja volvió a aparecer con fuerza cortando la barrera del demonio y parte de su rostro, tan solo para usar su segunda espada para cortarle el brazo.

Ese demonio retrocedió con un grito de dolor y utilizó su única mano para cubrirse el muñón ensangrentado.

¿Cuánto dolor sentiría?

Lo único que estaba viendo Aurora era la sonrisa de ese lunático… Una sonrisa que se estaba por convertir en una risa.

"¿Qué dirían tus fans si te vieran?" Preguntó el demonio y con una risa, anunció. "Yo estoy orgulloso de que te hayas convertido en uno de nosotros."

Uno de los suyos… Una asesina a sangre fría que había manchado sus manos de sangre.

Aurora no se congeló ante esas palabras, sino que al ver que el demonio no se defendía, simplemente balanceó su espada otra vez y le cortó el cuello.

La sangre salpicó su máscara blanca y ella pudo sentir el olor a sangre tan característico.

Se había convertido en una asesina… En alguien igual que esos demonios.

No importaba la razón por la cual lo hizo o por lo que se movía, asesinaba de la misma forma que ellos, por sus objetivos y emociones.

Esta vez no fue diferente y ella no se dio excusas, solo buscó terminar con su trabajo.

Redirigiendo su mirada al hombre que estaba huyendo en su vuelo, ella empezó a correr.

Su velocidad era mucho más rápida que el vuelo de su objetivo y tan solo en unos minutos había reducido la distancia.

Cuando el hombre 'parpadeo' para alejarse, ella hizo lo mismo solo que su aura de espada roja se volviera incolora.

Todas sus emociones fueron tragadas y ella realizó un profundo corte.

"…"

Su vista fue cortada y debido a que estaba en el aire su corte fue inestable, pero dio a su objetivo… Específicamente a las piernas que cayeron al suelo al igual que el mismo hombre, solo que en diferentes lugares.

Ese individuo era un domador de bestias, pero eso era todo, ni siquiera era un usuario de habilidad.

"¡Perdóname! ¡Por favor perdóname! ¡Fui usado! ¡Me obligaron!"

El grito de ese hombre llegó a sus oídos y ella descendió y caminó a su objetivo.

La sangre había manchado su armadura y mascará dejando ver que ya no era la 'Primera Heroína' que había llevado esta icónica armadura.

Hace tiempo lo había dejado de ser… Y ahora era alguien más.

Era una asesina a sangre fría, un arma capaz de eliminar a sus objetivos independientemente de quienes fueran.

—Él no está atado de ninguna forma. Tampoco tiene artefactos de esclavitud.

Su sistema en forma de texto le dio los detalles que ella deseaba.

No era como Cynda y Zhan Tian que fueron esclavizados, este hombre no tenía nada que lo atara.

Podía pensar que estaba bajo un contrato que era imposible de ver, pero su sistema fue preciso con su respuesta.

No estaba atado de ninguna forma y eso significaba que sus palabras eran meras mentiras.

Aurora confiaba en su sistema y en este punto ya nada importaba… Paso a paso, el hombre retrocedió mientras gritaba de dolor.

Sus piernas cortadas sangraban y dejaban una mancha de sangre por su camino.

La pérdida de sangre, el dolor y el miedo… Todo se estaba reuniendo en la misma persona.

Y en este lugar no fue el único que sintió ese miedo y el dolor.

Los cadáveres de los refugiados que estaban por la zona lo sintieron también y en ese sentido ese hombre no iba a estar solo.

Cuando estuvo por alcanzar al hombre, Aurora sintió una enorme fuerza presionándola y cayó de rodillas.

Fue una presión física real… Era la gravedad presionando todo su cuerpo haciendo que se sintiera demasiado pesada.

Aurora levantó su mirada a la persona que había creado esa gravedad.

Era una mujer morena con curvas agradables y que tenía una gran belleza, pero esa belleza no ocultaba la mirada autoritaria que tenía.

"Necesito este hombre para mí." Anunció la mujer con una expresión dominante.

No fue un pedido, fue una orden y eso para Aurora cuyo humor ya estaba por el piso fue un detonante demasiado grande.

¿Quién era? Esa pregunta estuvo por un momento en su mente, pero luego simplemente levantó la mirada.

No necesitaba esa respuesta ahora, simplemente se la iba a sacar de forma directa.

"…" Sin comentarios banales, ella forzó su cuerpo a levantarse y la presión aumentó más.

Esa mujer mostraba una fuerza de rango S y su capacidad psiónica era bastante única… Controlaba la gravedad.

"Es mejor que no hagas nada." Declaró la mujer con una voz fría, casi irritada.

Era como si le estuviera dando una concesión con esa advertencia y Aurora al final no pudo ocultar su fría risa.

Este lugar estaba lleno de esta clase de personas que eran dominantes y hacían lo que deseaban por la simple razón de tener fuerza.

¿En cuanto a ella? Al final era similar.

Y el problema para otros, era que Aurora era fuerte.

"Gh…"

Activando su barrera para evitar la fuerza que la presionaba, Aurora cargó a la mujer, pero a mitad de camino empezó a flotar.

La mujer dio una sonrisa como si le dijera que era inútil, pero Aurora no se detuvo.

Simplemente generó un enorme domo desde ambas espadas y su aura celesta cubrió completamente sus alrededores, alejando la energía psiónica que controlaba la gravedad.

Sin darle tiempo a que su oponente reaccionara, ella a pesar de estar de cabeza piso el aire y creando plataformas bajo sus pies, para usarlo como base para moverse hacia su objetivo.

*BOOM*

Su velocidad fue mayor de la que su oponente había podido captar y antes de que esa mujer pudiera reaccionar, Aurora había pateado el estómago de esa mujer tirándola al suelo.

Ella cayó arriba de esa psiónica y clavó su espada en el suelo, cerca del rostro de la mujer mientras que la otra espada estaba en el cuello.

"Dime quien eres y pensaré si dejarte vivir." Ordenó Aurora con una voz fría.

Su humor estaba a un nivel extremadamente pésimo y en este punto, su sed de sangre era lo suficiente fuerte como para dejar en claro que cualquiera podría convertirse en su objetivo.

No le gustaba asesinar, pero este medio era el más fácil para alcanzar su objetivo y de paso evitaba futuros peligros.

Aurora había aprendido que en este lugar no podía ser amable, no podía tomarse las cosas con calma y que de la misma forma que antes con ese demonio, para algunos eventos no había 'buenas' posibilidades.

Esta mujer era alguien que apareció de repente, pero para Aurora estuvo claro que había observado todo y solo había venido para tomar el control al final.

"Si intentas utilizar la energía psiónica, te cortaré tu cuello." Declaró Aurora presionando la espada con más fuerza.

El cuello fue cortado solo por un pequeño toque y el aura roja empezó a volverse más escarlata.

Al usar su máscara su aura de espada roja daba la sensación de ser magia de sangre y el miedo que causaba era mayor.

"Solo quiero a ese hombre para preguntarle sobre el ataque a Zerzura." Respondió la mujer y con una mirada algo pálido ante su sed de sangre, explicó. "Soy Andrea, miembro de las fuerzas especiales del Gran Señor de la Guerra conocido como el General."

Aurora parpadeó dentro de su máscara aturdida.

"¿Ataque a Zerzura?" Preguntó con una preocupación latente y con una furia abrumadora.

La espada dio la impresión de que, si la mujer no respondía, le cortaría el cuello… Y Aurora en este momento era capaz de hacerlo.

"El ejército que destruyó Niamey ha partido a Zerzura… Y ellos son demasiado fuertes." Respondió Andrea con cierto temor y cuando Aurora se alejó todavía aturdida, continuó. "No sé cómo, pero han conseguido portales para llevar a su ejército. Por eso atacaron tan de repente Niamey… Y es posible que ya estén en Zerzura."

Aurora sintió como su corazón se apretaba y su mundo se derrumbaba.

Recordó un momento parecido en donde la noticia de que toda una ciudad había sido destruida y prácticamente desapareció, la golpeó de repente.

Esta vez fue igual.

Enemigos con portales para llevar su ejército, capaz de atacar de forma veloz y abrumadora… A eso era lo que se enfrentaban.

En menos de un segundo, Aurora se dio vuelta y empezó a correr mientras sacaba su artefacto de viaje espacial.

¿Podría llegar a Zerzura a tiempo?

******

"No entiendo por qué puedo usar el fuego. Pensé que iba a ser relámpagos, como los demás." Murmuró César y con cierta mirada pensante, dudó. "¿Mi piel se volverá roja como los Homotherium?"

Alice que estaba caminando a su lado le dio una mirada.

Ambos estaban dentro de una mazmorra temporal y ahora estaban por salir, tras eliminar todo lo que estaba en su interior.

Había traído a Cesar a este lugar para que afianzara sus nuevas habilidades y probara sus límites luchando.

Esta mazmorra era de rango B, pero fue bastante útil debido a la cercanía de la ciudad.

"No lo creo. Lo tuyo más que afinidad, es lo que sería un aura de combate para los luchadores. Un concepto." Respondió Alice con calma y abriendo una bolsa de papitas, señaló. "En cuanto, ¿a cuál es tu concepto? Lo tienes que descubrir tú mismo. Es posible que solo lo entiendas al alcanzar el rango S."

César no era un mago o una bestia con afinidad, sino que su fuego era un concepto en vez de ser magia pura.

Si bien ese concepto se generaba a través de la energía mágica, no era lo mismo hacer magia de fuego que esgrimir un 'concepto' de alguna aura.

La diferencia venía de la 'esencia' de la magia y del concepto del aura.

"Oh… Si dices que eventualmente, lo entenderé, entonces solo tengo que esperar." Respondió César con cierta calma.

Ambos entraron a la salida del portal y cuando su visión se estabilizó llegaron al exterior.

Al frente de ellos estaba la ciudad y el portal que acaban de limpiar había aparecido bastante cerca.

"¿Por qué no hay gente?" Dudó César con cierta mirada curiosa.

Alrededor del portal tendría que estar los limpiadores que vendrían a encargarse de las criaturas, pero en este lugar no había nada de eso.

Era hasta el punto de que alrededor de la ciudad estaba también vacío y si uno miraba la muralla parecía estar agitado.

"¿Sucede algo?" Preguntó César sin entender.

Alice por su parte sintió una presencia y movió su mano en dirección de César.

"Gh…"

La oscuridad cubrió su brazo y formó una lanza que cortó la mejilla de César y atravesó a una bestia que atacó a la espalda de ese gorila.

Extendiendo sus sentidos, la expresión de Alice cambió por un segundo y luego chasqueó su lengua.

"Eh…"

César soltó un grito de sorpresa cuando la oscuridad de la lanza lo cubrió tragándolo por completo y Alice misma se hundió en su propia oscuridad.

Volviendo su oscuridad una masa oscura, se ocultó en el interior del cadáver de la criatura que había asesinado y tras un momento, varias bestias mágicas llegaron.

Algunos de esas bestias entraron al portal comunicándose por medio de gruñidos y Alice empezó a moverse por las sombras de otras bestias que estaban llegando.

Sus sentidos podían explorar el exterior y ella pudo entender lo que sucedía.

Era imposible no entenderlo cuando se pudo ver cientos y cientos de criaturas saliendo de un portal a lo lejos mientras entre ellos estaban algunos humanos.

Era un enorme ejército que cubría la visión… Y que podía cubrir toda la ciudad.

Alice en el interior de su sombra, se conectó al exterior y trató de usar su reloj holográfico, pero no funciono.

Mientras César la observaba, su expresión solo se hizo más fría.

La guerra había llegado a las puertas de Zerzura y como si fuera poco la otra parte estaba extremadamente preparada.

Solo de esa forma podía ser descrito ese enorme ejército.