¡El primer día de escuela!
Aurora, al entrar al salón de la nueva escuela para usuarios de habilidades, observó a los niños que estaban sentados y buscó un banco al lado de Alice.
Como siempre, Alice la estaba siguiendo y a diferencia de ella, que estaba tímida y nerviosa, su nueva hermana mostraba confianza.
O lo más confiada que alguien que llevaba una bolsa de papitas podía ser.
Recibió algunas miradas extrañas, pero como era el primer día para todos, no hubo tantos problemas y ambas se sentaron.
Aurora le dio una mirada a Alice, quien, en respuesta, le dio un pulgar en alto.
Entonces la profesora entró a la habitación y luego de presentarse, pidió que otros se presentaran y los estudiantes lo hicieron.
La mayoría de los estudiantes tenía tres años de edad y a diferencia de los niños que conoció en otras escuelas, aquí eran un poco más avispados y energéticos.
Algunos hablaban mejor que otros, pero la energía y ese entusiasmo era bueno para Aurora, que no quería volver a dormir durante la hora de escuela.
Lo encontraba ilógico y una pérdida de tiempo.
Las presentaciones eran los nombres y lo que querían hacer cuando fueran grandes y la mayoría querían convertirse en usuarios habilidades o profesiones relacionadas con lo mismo.
"¡Soy Aurora Campbell y cuando crezca quiero convertirme en una heroína!" Respondió Aurora cuando fue su turno.
Tenía planeada la presentación, así que, si bien sonó nerviosa y lo dijo en voz alta con confianza.
Hubo respuestas de algunos de los estudiantes y aplausos, mientras Aurora volvía a su banco.
Cuando fuera grande quería ser como su madre y padre… Quizás más su padre, ya que su madre era una mujer complicada y tenía otro modo de pensar.
Al darse cuenta de que Alice sería la siguiente se dio vuelta y le dio una sonrisa para animarla a hablar.
"Soy Alice… Campbell. Y cuando sea grande quiero viajar por el mundo para probar toda la comida de este planeta." Respondió Alice.
Aurora le dio un pulgar en alto ante esa presentación tan perfecta.
Ella ni siquiera lo había practicado, pero su hermana y mejor amiga era alguien extremadamente confiada y sabia mejor que nadie lo que deseaba hacer cuando creciera.
"¿Por qué tiene comida en el aula?" Preguntó una niña al azar a la profesora.
"Tengo el permiso." Respondió Alice y la profesora asintió con una media sonrisa.
"¿Si hay otros planetas, también comerás la comida que hagan?" Cuestionó otro estudiante.
Aurora le dio un asentimiento ante esa pregunta que ese estudiante acababa de hacer y…
"Por supuesto." Respondió Alice como si fuera obvio.
Alice era alguien que le gustaba comer y era normal que comiera la comida de este planeta o de otro, así que la respuesta no era sorpresiva.
La clase inició y la profesora empezó a detallar lo que sucedería en la escuela y las clases que tendrían.
Eran clases básicas para aprender a escribir o leer y en caso de la mayoría de los estudiantes presentes, reforzar esa capacidad.
Sin embargo, aprenderían sobre la energía mágica, psiónica, habilidades innatas, talentos y otras capacidades, para cuando iniciaran la clase de entrenamiento y descubrieran sus habilidades pudieran tener conocimiento del tema.
Esa clase se llevaría luego de un tiempo, pero Aurora estaba nerviosa.
¿Y cómo no lo estaría? A diferencia de Alice, que tenía una habilidad innata, ella no tenía nada excepcional.
—No es para tanto. Encontrarás algo.
Su sistema la calmó y al pensar que el sistema podía ser algo excepcional, ella levantó la mirada.
—¿Puede ayudarme? —Preguntó Aurora en su mente.
¿Qué era lo que podía hacer el sistema?
Le había contado a Alice y a sus padres sobre el sistema, pero ninguno de ellos mencionó demasiado y su madre le aconsejó que lo mantuviera en secreto.
Mientras que su padre le aconsejó que pidiera ayuda si lo necesitaba.
Quizás le podía ayudar o tal vez hacer algo para ayudarla.
Ella estuvo buscando información sobre los sistemas por curiosidad y aunque estaba limitada en lo que podía buscar en internet, encontró historias que donde los sistemas daban cosas.
A pesar de que podía leer, no comprendió totalmente la historia, así que lo dejó de lado.
—No puedo darte nada porque no será tuyo. —Respondió el sistema y luego, en otro texto, añadió. —Pero puedo tratar de ayudarte a encontrar alguien que descubra en lo que serás hábil y te enseñe.
¿Alguien que descubriera cuáles eran sus capacidades y le enseñara? Sonaba demasiado bien y Aurora asintió animada.
—Veré que puedo hacer. Así que esfuérzate.
El último mensaje la animó aún más y ella continuó prestando atención a clase y participando, tratando de responder todas las preguntas que hacia la profesora.
No era la mejor estudiante ni la más inteligente, pero era curiosa y su madre le explicaba sobre la energía mágica y esos asuntos mágicos.
Al final de clase, cuando la profesora pidió que la ayudaran, Aurora levantó la mano y la ayudó a llevar algunos libros junto a otros estudiantes.
No era tan pesado y parecía que solamente querían comprobar que estudiante ayudaba o cuáles no y conocerlos mejor.
Eventualmente, volvió con los demás estudiantes conociéndose.
"¿Quieres ir a merendar con nosotras?" Preguntó una estudiante pareciendo amigable.
"Es rara…"
Antes de responder, escuchó otro grupo murmurando entre ellos y vio que miraban de reojo al interior de la sala a Alice, que estaba comiendo en silencio.
¿Le hicieron algo? Tal duda tuvo Aurora primero y ella, tras rechazar la invitación, entró a la clase y se acercó a su hermana.
"¿Sucedió algo?" Preguntó Aurora en voz baja.
¿Fue su tono? ¿La voz que sonaba algo enfadada?
Aurora había ido a la plaza a jugar con Alice y muchas personas veían con extrañeza cuando se acercaban o ella usaba los brazos negros.
¡Era incomprensible! ¡Alice era genial!
"No sucedió nada." Respondió Alice desviando la mirada y Aurora la observó durante unos segundos y luego se acercó, para instarla a que hablara.
¿Fue la vergüenza? ¿La mirada seria que daba? ¿La intensidad con la que la miraba? ¿O la cercanía?
"Vinieron a hablarme y pedirme compartir mis papitas y las ignoré." Murmuró Alice eventualmente al ponerse nerviosa.
Aurora asintió al apartarse.
Un tabú entre tabús, era pedirle que Alice compartiera y si bien con personas cercanas era de compartir, jamás lo haría con desconocidos o extraños.
Tuvo sentido que ella terminara ignorándolas.
Al menos terminó de esa manera.
"Vamos a merendar." Dijo Aurora y vio como una sonrisa aparecía en el rostro de Alice.
Quizás Alice no era de animar a que otros la conocieran y era poco habladora, pero Aurora, al ver esa sonrisa, sabía que, si alguien conocía verdaderamente a su hermana, comprendería que era alguien increíble.
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Agatha entró a una iglesia al sur de Italia y caminando por el área, vio a los sacerdotes detenidos, mientras que al frente estaban varios paladines vistiendo como caballeros medievales.
Precisamente llevaban la armadura similar a los cruzados del medievo y tal armadura provocó que ella levantara la ceja.
Una mujer de cabello rubio y ojos azules se acercó dándole una sonrisa.
"Gracias por venir y perdón por molestar." Dijo Auriane Delacroix.
Agatha le dio un vistazo a la mujer que tenía delante de ella y por la mirada se veía tan seria como ligeramente enfadada.
"La iglesia local tenía una cuestionable organización de trata de personas." Reveló Auriane y señalando a los sacerdotes, detalló. "Ellos la controlan y necesitamos encontrar todos los rastros posibles antes de que esto sea revelado… U ocultado. Lo que sea que haga la iglesia local."
La iglesia local era una de las iglesias de mayor tamaño antes y si bien ahora su influencia estaba en decadencia, todavía permanecía en pie.
Era normal cuando tal institución tenía cientos de años.
"¿Entonces quieres que le pida a Aión que vea el pasado de ellos y descubra todo?" Dudó Agatha y sonriendo a la mujer que estaba tensa, tal vez pensando que era exagerado el pedido, añadió. "Me agrada. Aunque en vez de quedarnos en esas pequeñeces, debemos ir más allá y darles un golpe a todos."
La expresión de Auriane tembló sutilmente como si esa idea no hubiera pasado por su mente.
De seguro ese paladín vestido como templario era uno de los raros paladines de los Dioses de la Tierra y Auriane a lo mejor quería dejarles a ellos que solucionarán el problema.
"¿Has escuchado lo que hacen los sacerdotes con los niños?" Preguntó Agatha en voz alta.
La expresión de algunos paladines y de la gente que la rodeaba cambió, pero nadie pudo decir nada, ya que estaban deteniendo a unos sacerdotes que estaban relacionados con alguna red de trata.
La Organización de las Naciones Unidas estaba desapareciendo por lo sucedido y por la falta de apoyo y ellos mostraron al mundo un lado que nadie conocía.
"No creí que fueras una persona tan directa." Murmuró Auriane en voz baja.
"Tengo dos adorables hijas en casa que están estudiando. Y al pensar que estos bastardos están sueltos, me enfurece." Respondió Agatha y chasqueando sus dedos sellando la conversación de ambos, explicó. "Y los Dioses de la Tierra están actuando y sus paladines están matando desenfrenadamente a aquellos falsos adoradores. Antes de que algo grande suceda, quiero evitarlo."
A ella le llegaron informes sobre lo que sucedía y lo que algunos paladines hacían.
En este mundo muchos se llamaban la voz de algunos dioses de religiones conocidas y esos dioses actualmente estaban activos y si bien estaban debilitados, por primera vez podían actuar en el mundo.
Quizás no de manera tan directa, pero si guiando a los paladines que eliminaran las malas hierbas.
Auriane, como alguien de alto rango de la Iglesia del Orden sabia de lo que se estaba refiriendo y dudó un momento, hasta que suspiró.
"Estoy dentro." Dijo Auriane y mientras sus ojos se volvían púrpuras, añadió. "Iremos a por todas."
Esos ojos brillantes que revelaban un aura de una psiónica de rango S provocó que Agatha se riera ligeramente entusiasmada.
No estaba mintiendo sobre que quería terminar con el asunto de las iglesias terrícolas y la mejor manera de hacerlo era actuar.
Podría pedirle a Jezabel que se hiciera cargo de ese asunto, pero era probable que, si lo dejaba, esa mujer hiciera una locura como crear una nueva religión global.
"No necesitas excederte. Escuche que has tenido una hija. Es mejor que te tomes todo en calma y solo apoyes." Dijo Agatha sonriendo con amabilidad.
Los ojos de Auriane se abrieron de sorpresa.
"¿Lo sabes? ¿Cuánto sabes de mí?" Dudó ella en voz baja y suspirando, comentó. "No se vale. No he podido descubrir nada de ti y escuche que llevas la máscara incluso en la iglesia y aquellos que lo saben, no hablan."
Tanto ella como su esposo cuando salían llevaban una máscara para ocultar sus identidades y si bien el nombre lo podían liberar, no revelaban sus rostros e identidades.
De esta manera podían salir libremente con sus hijas sin tener que tener algunos fanáticos a su alrededor.
"Deberías hacer lo mismo. Escuche de mi esposo que en Estados Unidos un tipo con máscara apareció proclamándose como villano." Reveló Agatha mientras se acercaba a los sacerdotes.
"Oh, sí. He visto por las redes como algunos tipos se ponen capas y van a patrullar." Dijo Auriane y luego murmuró. "No quiero usar un traje de látex ajustado. Soy una mujer casada y madre de dos niños."
Fue una pequeña broma y Agatha, al observarla, la miró de pie a cabeza y sonrió.
"Te quedaría." Añadió sonriendo mientras el espacio se torcía a sus alrededores.
En su mente únicamente mencionó el nombre de Aión y ese Dios más atento que nunca respondió comprendiendo lo que ella quería.
"Lo dice la mujer que tiene una figura de reloj de arena. Tal vez tú deberías usarlo. Ya sabes, un conjunto de superhéroe ajustado y revelador." Respondió Auriane sonriendo queriendo incomodarla.
"¿Y quién dijo que no lo uso?" Cuestionó Agatha y dándose cuenta de que el espacio les daba privacidad, susurró. "Mi esposo los conoce muy bien."
Auriane se rio a carcajadas y Agatha también.
Era agradable tener una conversación con una mujer de su edad como lo era Auriane y como estaría cooperando con ella durante el futuro, Agatha le gustaría tener una buena relación.
Y no había mejor manera para mejorar una relación con bromas y una misión importante.
Aviso rápido: Esta semana estaré ocupado, así que puede que se retrasen los capítulos o no termine publicando nada. El que avisa no traiciona. (En mayo volvere a publicar normalmente.)