Historia Paralela La Caída Capítulo 59: Enfrentar la verdad.

En un mundo gris de inconsciencia, Aurora escuchó voces lejanas que la llamaban.

Ella se preguntó si estaba en el cielo y…

"¡Aurora Campbell!"

Una voz retumbó en su oído y Aurora se levantó firme, dándose cuenta de que no estaba en el cielo, sino que en el infierno.

En el infierno que era la clase de teología tan aburrida que le gustaba a su hermana y ella escuchó las risas de sus compañeros que la miraban desde sus asientos y luego a la profesora que estaba a su lado.

"¿Mi clase es tan aburrida como para dormirte?" Cuestionó la profesora de teología.

Aurora tragó al escuchar la voz de la profesora y miró la mujer que la observaba frunciendo el ceño.

Era una monja… Tal era la única descripción que Aurora podía dar sobre su profesora.

Una monja de más de cincuenta años, tan gruñona como estricta y capaz de enojarse mucho si no participaban en su aburrida clase.

"¡Lo siento!" Exclamó Aurora en respuesta y al sentir una mirada punzante a su costado, anunció. "¡Anoche me quede despierta estudiando!"

Ella escuchó un suspiro del asiento a su lado y luego recibió la mirada de la profesora y Aurora dio la expresión más honesta que pudo.

No mentía, estuvo estudiando luego de limpiar otra mazmorra y lo que estuvo estudiando fueron las criaturas y monstruos para su próximo asalto.

Era 1 de abril del año 2039 y desde que ella empezó a limpiar mazmorra en su día de cumpleaños no había parado.

Si antes limpiaba una mazmorra cada una o dos semanas, ahora mismo estaba escapándose todas las noches y la mayor parte de su tiempo la pasaba luchando durante noches enteras.

Lo que significaba que a veces quedaba dormida en clases y para Aurora era un sacrificio que estaba dispuesta a cometer.

—…

Su sistema dio tres puntos como si la estuviera mirando raro y Aurora lo ignoró, ya que su sistema no la ayudaba en el estudio y, por ende, ella no iba a aceptar consejos de él.

—Solo quieres que te ayude a ser trampa.

Aurora apenas controló la sonrisa al leer el texto y para su lamento, la profesora se dio cuenta llevando a que la mirara con un mayor enojo.

"Estamos hablando…"

"Alice Campbell no defienda a su hermana." Dijo la profesora deteniendo a Alice y observándola a ella, declaró. "Hablaré con sus padres de esto."

La profesora estaba enojada y algo molesta por la clase y Aurora le devolvió la mirada durante un segundo.

La mujer no haría nada y la razón por la que no lo haría era porque esta escuela era una farsa y todos los profesores sabían de quién era hija y más importante que todo, ningún profesor quería ponerse del lado malo de ellas dos.

Lo que significaba que ellas podían cometer cualquier error y sus padres la cubrirían… Tal era la clase de escuela que ella estaba y Aurora lo fue descubriendo con el tiempo que estuvo aquí.

Sin embargo, saberlo no cambio demasiado para ella.

"¡Trataré de no dormirme y ayudaré luego de clase para expiar mi pecado!" Exclamó Aurora en voz alta.

La profesora la entrecerró sus ojos enojados por sus palabras, pero al ver su mirada se detuvo y suspiró.

No estaba mintiendo sobre que trataría de no dormirse y que expiaría su mala acción ayudando luego de clase… La profesora se dio cuenta y asintió.

"Más te vale y ahora presta atención." Dijo la mujer yéndose hacia el frente del aula.

Los otros estudiantes se rieron y algunos agitaron la cabeza por sus acciones, pero Aurora simplemente les sonrió en disculpa antes de mirar a su costado.

Alice no le había quitado el ojo de encima y ella estaba frunciendo el ceño.

"Me haces quedar mal." Murmuró su hermana enojada haciendo un puchero.

Era tan linda cuando mostraba esa expresión de enfado y Aurora, aguantando su risa para no enojar aún más a su hermana, le paso algunos caramelos.

"Tregua." Pidió en voz baja antes de mirar hacia delante pareciendo estudiosa.

A Alice le encantaba teología y está junto a la clase de alquimia, eran una de las pocas clases en la que su hermana prestaba atención con mayor dedicación.

A diferencia de ella, su hermana era buena en todas las clases, pero disfrutaba muy pocas clases y esta era una de ellas.

Así que si ella se dormía en clase estaba dejando mal a la mejor estudiante de la clase de teología que era su hermana y por tal razón, Aurora puso una expresión seria de alguien estudiosa.

—Habías estado babeando…

Aurora al leer el texto se limpió la boca y mantuvo su semblante estoico como si nada sucediera.

"Pff…"

Ignoró la risa de su hermana a su lado y ella puso la expresión seria al volver a recibir la mirada de la profesora.

Esta escuela podía ser una farsa, pero era una escuela que Alice disfrutaba y le gustaba, así que ella no quería arruinarle eso a su hermana.

"Hoy hablaremos del último accidente que causó más revuelo. ¿Saben de lo que habló?" Preguntó la profesora en voz alta.

"¿Se refiere a la unificación de Rusia? ¿O a la unificación de la India?"

"Creo que se refiere a la unión de la Alianza de Tailandia. Escuché que quieren poner a su rango SS como emperador."

"Mi padre siempre se queja de los gremios al poder en Oriente Medio y también habla como los países del sudeste asiático quieren unirse."

"Seguramente está refiriéndose al peligro del Rey de Arabia y su intención de unir toda la península. Mi hermano dice que las personas con poder se están extralimitando cada vez más."

¿Tanto sucedía en este mundo? Aurora agitó la cabeza sin estar enterada de todo lo que sucedía.

—Estás demasiado centrada en las mazmorras.

Su sistema no se equivocaba.

¿Por qué se iba a preocupar de temas de adultos, unificaciones, alianzas y rangos SS ambiciosos cuando apenas podía enfrentarse a algunas mazmorras de rango A?

Además, todavía no podía lograr ascender, así que ella estaba aún más centrada en las mazmorras y en aumentar su experiencia en combate y aunque no lo pareciera, no era tan fácil conseguir mazmorras para limpiar.

"Esos son temas que pueden hablarlo en otras de sus clases." Respondió la profesora y mirando a Alice, preguntó. "¿Sabes a lo que me refiero?"

La profesora daba demasiado favoritismo a su alumna preferida y Aurora se giró para observar a su hermana y se dio cuenta de que ella sabía de lo que se estaba hablando.

¿Algo grande había sucedido para atraer la atención de la profesora?

"¿Se refiere a la masacre de Texas?" Preguntó Alice vacilando por un segundo.

¿No era una película antigua?

"Sí. Ese es el nombre que se le da. Un estudiante que sufría acoso por sus compañeros fue a la escuela y realizó un ritual en nombre de un dios desconocido… Llevó a la muerte a todos los estudiantes, incluyendo profesores." Anunció la profesora.

Aurora puso una expresión seria de inmediato.

Había visto las noticias de manera superficial, pero no la había recordado hasta ahora que se lo aclaraba y este era un asunto serio.

El estudiante tenía su edad y a causa del acoso hizo rituales en nombre de dioses y luego ya fuera guiado por voces o por la corrupción, llevó a cabo un ritual en la escuela que causó una masacre.

Monstruos, estudiantes corrompidos y muerte… Era imposible que Aurora no pusiera una expresión seria al escuchar que tantas personas murieron.

"Ustedes viven en un nuevo mundo. Un mundo peligroso. Si tienen problemas, háblenlo con sus profesores, con sus padres o tutores. Coméntelo con sus amigos, compañeros o vayan a la iglesia y háblenlo con sacerdotes." Dijo la profesora y suspirando un segundo, su expresión se volvió seria. "Jamás hagan rituales a dioses demoniacos o malignos. No confíen en libros teológicos comprados en la calle y nunca digan los títulos de dioses que desconocen."

La profesora miró a los presentes y sintiendo la atmosfera seria, continuo.

"Ellos le darán promesas falsas. Le dirán que les darán poder, riqueza y le hablaran dulcemente prometiéndole todos sus deseos… No cumplirán y perderán todo. Sus familias, amigos y seres queridos estarán en peligro si se dejan convencer." Dijo la profesora y mirando a los presentes, advertencia. "Niños, no confíen en las voces, pensamientos, ideas o cualquier cosa que aparezca en su mente que no sean ustedes."

Aurora tembló en su asiento al escuchar la advertencia y tragó tratando de mantener la calma.

"No. Hay seres que pueden replicar sus voces, que pueden convencerlos y engañarlos diciéndole que son sus guardianes, hadas, genios e incluso usaran otros nombres para referirse a sí mismo. Algunos parecerán amistosos, pero pueden tratar de engañarlos. Volviéndose sus amigos, compañeros o acercándose a ustedes y cuando ustedes bajen la guardia pueden perderlo todo. Se convertirán en juguetes y peones para el espectáculo. En meros muñecos que siguen órdenes y a veces sin que ustedes se den cuenta."

Tales palabras golpearon a Aurora y ella sintió que su respiración se hacía pesada, mientras que su corazón latía con mucha fuerza.

Todo era a causa del pensamiento y la idea que apareció en su mente.

Los textos… ¿Estaban incluidos en esa advertencia?

La pregunta la hizo levantarse de su asiento y dirigirse a la salida, ignorando la voz de la profesora y su hermana, ella corrió por el pasillo y luego al ver una ventana abierta saltó por la ventana y luego creó una plataforma en el aire para saltar al techo de la escuela.

El sol estaba en lo alto y la luz la iluminó mientras que el aire la ayudó a recuperarse, pero la tranquilidad llevó a que su pensamiento aflorara y su mente se volviera más agitada.

"Que…"

Eres… La pregunta no salió y Aurora ocultó sus pensamientos en lo más profundo de su mente, en donde el sistema no la alcanzaba.

Ella no quería preguntar en parte por qué temía la respuesta y en parte porque no se sentía capaz de aceptarla.

Si la profesora estaba en lo correcto, entonces… ¿Por qué su sistema la ayudaba? ¿Qué buscaba de ella? ¿Por qué estaba a su lado?

Había tantas preguntas y lo peor era pensar en la peor respuesta.

¿Qué sucedía si ella era un juguete para la diversión de otro? Aurora quizás no había prestado demasiada atención a clase, pero había leído libros que su hermana recomendaba y había historias oscuras sobre como personas se convertían en juguetes al control de alguien más.

"…"

Aurora exhaló de vuelta dejando salir esas preguntas.

La simple idea se filtró en su mente y causó un maremoto de preguntas, pero ella aplastó todas esas dudas.

¿Cómo podía dudar de su sistema? Aquel que la ayudó, estuvo a su lado y la cuidó cuando ella lo necesito y también fue quien le presentó a su maestro.

"¿Por qué me ayudas?" Preguntó Aurora en voz alta.

—Porque lo has pedido.

La respuesta de su sistema era lo que Aurora esperaba y ella se rio sin poder evitarlo al escucharlo.

Claro que la ayudaba porque ella lo pedía.

Su sistema se quejaba más que su hermana cuando se metía en problemas o a ella se le ocurría ideas peligrosas y estúpidas, siendo siempre la voz de la conciencia.

"Señor sistema…" Dijo Aurora y al no obtener respuesta, murmuró. "Perdón por desconfiar de usted."

No hubo respuesta por unos segundos y entonces…

—Deberías volver.

La respuesta no fue a su comentario, sino que a la idea de que debería volver a clase y Aurora sonrió al sentir la incomodidad de la otra parte.

No sabía cómo era posible que ella sintiera las emociones, pero su sistema sonaba incómodo por la disculpa y también revelaba una pizca de felicidad a que ella no preguntara.

Quizás él también disfrutaba su compañía… Tal idea tuvo Aurora en el fondo de su mente y sonrió de manera brillante.

******

Agatha miró a la profesora de teología de la escuela de sus hijas que estaba delante de ella y luego siguió firmando documentos en su escritorio.

"Aurora escapó de clase como si lo deseara. También se duerme en clase. Como profesora no puedo tolerar esta clase de actos." Dijo la profesora.

La oficina en donde estaba era de la Iglesia del Tiempo y el Espacio de Londres y la profesora era una sacerdotisa de la iglesia que trabajaba como profesora.

La profesora tenía un largo historial en Terra nova y aprendió mucho sobre dioses y se podía considerar una experta y también había trabajado como profesora antes y tenía experiencia convirtiéndola en alguien perfecta para el trabajo.

Se tomaba tan en serio su trabajo que vino a directamente a su oficina a quejarse del trabajo y Agatha la ignoró.

Probablemente, ella pidió que el director la llamara, pero si el director que ella puso a dedo la llamaba por esta estupidez, perdería más que el trabajo.

Esta era su escuela que creó para sus hijas y cualquier idiota de la iglesia sabría que con ella no debían involucrarse.

"Mi hija ha estado trabajando duro. Le diré que se tome más en serio sus clases profesora." Respondió Agatha mientras revisaba otros documentos.

Que ella controlara todo no significaba que ignorara a la profesora o la desautorizara y aceptaba los problemas de su hija.

Sin embargo, Agatha simplemente le advertiría y no criticaría a su hija.

Quería que sus dos hijas estudiaran, pero por sobre todo quería que sus hijas hicieran lo que desearan y si bien eran jóvenes para tomar decisiones, ella las apoyaría.

Incluso si esa decisión era entrenar y luchar en mazmorras.

Algunos lo tomarían como una mala madre y quizás lo era, pero tal era la crianza que Agatha con su esposo decidieron para sus hijas

A su hijo lo obligaron a ser el joven perfecto y estudioso con las mejores notas y las más altas calificaciones, y cuando él tuvo la primera oportunidad de ser libre, lo hizo.

Aunque su hijo era muy diferente a sus hijas, Agatha creía que obligar a su hija a hacer algo que no le gustara no era bueno y más cuando teología era una clase que Aurora iba por Alice.

"Usted…" Dijo la profesora y calmándose dándose cuenta de que podía decir algo peligroso, respiró hondo y murmuró. "Su hija hoy actuó raro cuando estuve hablando de la masacre de Texas y advirtiendo sobre voces y…"

Agatha levantó la cabeza y miró directamente a la mujer, evitando que ella siguiera hablando.

"Aceptaré las críticas de mis hijas y el estudio porque usted es la profesora de ellas. Sin embargo, tenga cuidado con sus palabras y su rol, profesora." Dijo Agatha y mirando en calma a la mujer, añadió. "Fundé la escuela para que mis hijas aprendan si lo desean, no para que las críen ni la investiguen."

Su mirada y el tono provocaron que la mujer bajara la cabeza dándose cuenta de que a quien vino a hablar no era a un padre, era alguien muy importante de la iglesia.

La persona que controlaba la iglesia, tal era la forma a la que muchos sacerdotes ser referían a ella y no importaba si algunos creían que era una tirana, todos sabían que ella era necesaria.

La iglesia no hubiera alcanzado este punto sin ella.

"Ahora vuelva a sus asuntos y recuerde tener cuidado con lo que enseña en clase. La teología es peligrosa, incluso para una profesora tan experimentada como usted." Dijo Agatha moviendo la mano para que la mujer se fuera.

La mujer tragó con dificultad y obedeció, entendiendo por completo la amenaza que le acababa de decir.

Agatha al quedar sola simplemente suspiró.

Había escuchado lo que sucedió hoy y lo bueno era que Aurora era decidida y ya estaba mejor.

Como su madre, ella podría responder sus preguntas, pero si su hija quería ignorar lo que sucedía a su alrededor, Agatha lo aceptaba.

Al final, en algún momento tendría que enfrentar la verdad.