Aurora se adentró al gran templo.
Por lo general a los templos de dioses de Terra nova eran creados con un estilo más antiguo.
Grandes pilares, esculturas de mármol y características arquitectónicas similares a las griegas.
Extrañamente no había imagen del Dios a quien adoraban.
Como unas de las existencias primordiales, el Dios del Tiempo y el Espacio también conocido como el Dios del Destino, había interferido en muy pocos asuntos desde el principio de su existencia.
Así que era difícil ponerle una imagen detallada a diferencia de otros dioses que en la larga historia de Terra nova habían descendido.
Aurora saludando a algunos sacerdotes que la reconocieron, se dirigió hacia el fondo del templo.
Cuando llegó al final se encontró un gran jardín con un pequeño centro que estaba libre y en la cual se encontraba una escultura extraña.
Era la escultura de un hombre que a veces era joven, otras veces adulto y algunas veces anciano.
Se podía notar la diferencia de edad, pero no sus detalles o su expresión.
"Es una escultura bastante extraña." Murmuró Aurora con un tono honesto.
¿Alguna vez se ha visto una escultura que parecía cambiar solo a la vista de los demás?
—Es una representación del tiempo.
Aurora lo sabía, eso no quitaba que la escultura fuera extraña y a la vez una gran obra de arte.
Esa era la forma que era representado Aión, el Dios del Tiempo y el Espacio.
"Perdón por hacerte esperar…"
Una voz sonó a la espalda de Aurora y ella se dio vuelta solo para ver a una mujer adulta con ligeras arrugas en su rostro, que daba la impresión de estar en sus cuarenta y tantos.
Llevaba una túnica de sacerdote blanca bastante simple y limpia.
"No importa cuánto la vea. Cuando sea grande quiero ser tan joven como usted Cardenal Brousseau." Dijo Aurora con sinceridad.
Esta mujer que lucía en su mejor momento de sus cuarenta se estaba acercando a sus setenta años de edad… Para Aurora sin duda era un sueño, mantener tal figura.
"Conociendo a tu madre, supongo que serás igual." Respondió la mujer con una sonrisa entretenida.
Aurora dio una sonrisa, pero sabiamente guardó silencio.
Su madre se veía bastante joven, pero era solo eso… Aurora no estaba dispuesta a pensar sobre su verdadera edad.
Era normal que en este mundo algunos ancianos rejuvenecieran y se revitalizaran debido a la energía mágica, objetos o importantes tesoros… Pero que suceda de forma natural era raro.
"Vamos. Hablaremos en mi oficina." Dijo la Cardenal Brousseau tomándola de su brazo y llevándola consigo como si estuviera viendo a su nieta perdida.
Aurora se dejó llevar, ya que conocía la personalidad de la Cardenal Brousseau.
Fiona Brousseau también conocida como la Cardenal Brousseau, era aquella persona de mayor autoridad en la Ciudad Zerzura por parte de la Iglesia del Tiempo y el Espacio.
También fue la persona que vino por parte de la Iglesia del Tiempo y el Espacio cuando la Ciudad Zerzura solo era una aldea que estaba siendo convertida por la empresa Apicius en una ciudad.
"¿Cómo están tus padres? ¿Siguen de vacaciones?" Preguntó la Cardenal Brousseau con curiosidad.
"Sí. Parece que no tienen interés en salir de su retiro." Respondió Aurora con un tono simple.
Oculto el hecho de que no sabía en donde sus padres estaban de vacaciones y lo único que sabía era que Alice tuvo algo que ver con sus vacaciones.
Pero a Aurora no le importaba.
Ella recibía llamadas de su madre y de vez en cuando de su padre a la vez que ellos estaban informados de todo lo que sucedía a su alrededor.
—Siempre fuiste independiente. Sus padres apoyaron esa independencia.
Ante ese comentario de su sistema, Aurora asintió.
Con un sistema que le daba espada cuando lo pedía y que la llevaba a un anciano para que entrenara o que estudiara en un espacio con diferente horario… Ciertamente, maduraría más antes que otros y llegaría a ser independiente.
—Te olvidas que fuiste tú la que salía a exterminar monstruos arriesgándote para salvar a otros.
Aurora ignoró esas palabras de su sistema que buscaba justificarse, empujando la 'culpa' a ella.
¿Tenía la culpa? Claro, después de todo siempre le gustó ayudar a aquellos que lo necesitaban.
Sin embargo, eso no quitaba que era entretenido recordarle a su sistema sus acciones pasadas.
La Cardenal Brousseau le dio conversación a Aurora hablando un poco de ella o preguntando sobre Alice y su grupo.
Como sus padres fueron antiguos miembros de la Iglesia del Tiempo y el Espacio, Aurora había conocido al Cardenal Brousseau cuando era joven y ahora tras cinco años de cooperación, eran bastante cercanos.
Así que Aurora dejo de hablar con su sistema y empezó a preguntarle sobre temas casuales.
Cuando llegaron a la oficina que estaba colmada de libros ordenados en los aparadores rústicos, la Cardenal Brousseau pidió algunas bebidas al gusto de Aurora.
"Entonces vienes por la misión 'Arca', ¿cierto?" Preguntó la Cardenal Brousseau bebiendo su té.
"Si, Cardenal Brousseau." Respondió Aurora dando una expresión sería llena de profesionalismo.
Los labios de esa mujer temblaron de forma sutil, dirigiéndole una mirada que no ocultaba la sonrisa en su rostro.
"Llámame Fiona…" Dijo la Cardenal Brousseau con calma.
La expresión de Aurora se mantuvo seria, sin ningún cambio, provocando cierta risa en esa mujer.
"No importa." Dijo la Cardenal Brousseau con su suave sonrisa y observándola con calma, señaló. "Como siempre la iglesia, ya se ha encargado de organizar y planear en donde los refugiados pueden asentarse cuando lleguen. Le daremos una cálida bienvenida no importa cuántos sean."
La misión 'Arca' era una misión bastante simple.
África era un continente grande con muchos problemas.
El bosque mágico que ocupaba una gran área del centro del continente africano, era solo unos de los problemas menores.
La calamidad no-muerta en Egipto era resguardadas por fuerzas mixtas mientras la calamidad estaba 'dormida' y si bien algunos países en áfrica todavía estaban a salvo, tales como Marruecos al sur de España o Sudáfrica, todo lo demás era un desastre enorme.
Dos décadas pasaron del Gran Cataclismo y el continente africano verdaderamente se convirtió en las tierras de nadie.
Un lugar lleno de señores de la guerra fuertes siendo Rangos S o SS en casos extremos.
Actuaban como reyes o se veían como dioses… Lunáticos y ambiciosos se reunieron convirtiendo áfrica en un patio de juegos.
Arruinando las vidas de millones de personas.
Si bien la población de áfrica disminuyó cuando ocurrió el 'Gran Cataclismo' y las posteriores grandes migraciones, aun continuo con un gran número de personas.
Principalmente aquellos que no pudieron abandonar sus tierras por falta de recursos o por otra causa.
Rescatar refugiados de esos conflictos y traerlos a Zerzura era la misión de Aurora… Ese era el objetivo de la misión con el código nombré 'Arca'.
Y eso era a lo que había venido a hablar con la Cardenal.
"El 'Señor de Mombasa' se ha estado enfrentando al señor de la guerra el 'Terror Somalí'. La Iglesia ha podido contactar con el Señor de Mombasa para que nos permita llevarnos a los refugiados y los necesitados. Ha aceptado." Informó Cardenal Brousseau con una expresión seria y con una suave sonrisa, agregó. "Ya he preparado los suministros, las medicinas y el área para cuando volvamos. En cuanto a los camiones de viaje ya debes haberte encargado con la empresa Apicius junto a los demás suministros de viaje y artefactos en caso de emergencia."
Escuchando las últimas palabras Aurora asintió.
Esta no era su primera misión de 'Arca' y esta no era el primer conflicto de Señores de la Guerra que intervenía para ayudar refugiados.
La Ciudad Zerzura y su zona de influencia era pacífica, pero áfrica era un continente turbulento.
El Señor de Mombasa y el Terror Somalí, ambos eran individuos de Rango S, pero su enfrentamiento no era algo tan simple como que ambos luchaban de frente.
Usaba soldados, milicianos y equipamiento modernos a la vez que enviaban individuos de Rango A o B para luchar en sus guerras.
En cuanto a los países importantes… Oriente Medio estaba conquistada por verdaderos demonios en una tierra sin ley.
La mayor prioridad de los países europeos estaba centrada en esa zona, en cuanto a Asia o América… Ambos tenían sus propios conflictos e intereses.
Sin embargo, Aurora se concentró, en una palabra.
"¿'Volvamos'?" Preguntó Aurora con curiosidad.
"Claro. Las misiones de Arca son recurrentes, pero desde hace tiempo que no la realizamos con una magnitud como esta." Informó Cardenal Brousseau solemnemente y con una suave sonrisa, añadió. "Además mis habilidades serán necesitadas. He escuchado que la situación es bastante terrible."
Aurora asintió.
La Empresa Apicius apoyaba esta clase de misiones… No era un apoyo para mantener su imagen sino un verdadero apoyo directo.
Los tres organismos de gobierno apoyaban este tipo de misiones la cual hizo crecer la ciudad y se realizaba desde que todo empezó alrededor de una pequeña aldea.
Comida, artefactos, medicina, pociones… Todo eso ya había sido aprobado por parte de la Ciudad Zerzura.
Sin embargo, algunas veces una medicina o incluso una 'mágica' poción no podía cambiar algunas situaciones y solo un mago de curación podía hacerlo.
La Cardenal Brousseau cuyas habilidades de Rango S de magia de curación era bien conocidas, resultaba ser un apoyo extraordinario.
"Eso será de mucha ayuda. Ya me he encargado de pedir ayuda a Yoshihisa Akira y su grupo para que nos apoyen en esta misión." Informó Aurora con simplicidad.
Akira era una reconocida psiónica de Rango S, en Japón y también una conocida de Aurora.
Ella era una buena persona que ayudaría con facilidad cuando se lo pedían.
"Excelente. Ya he estado reclutando voluntarios y bastante individuos se han alistado para apoyar a los 'Protectores de Zerzura'." Señaló la Cardenal Brousseau, ocultando la sonrisa pícara en su rostro.
Los labios de Aurora temblaron.
Ese nombre no oficial no era de su agrado, pero lamentablemente ya se había extendido bastante entre los ciudadanos de Zerzura y las personas de alto rango.
"Te pasaré la lista para que los elijas. No estoy bromeando cuando digo que son bastante voluntarios." Comentó Cardenal Brousseau con un tono divertido y recordando algo, señaló. "Incluso la jovencita que enviaste, ha decidido unirse."
"¿Vanessa Moráis?" Dudó Aurora al escuchar las últimas palabras.
"Si la misma. Cuando se enteró de la misión se ofreció como voluntario a pesar de las advertencias de sus superiores." Explicó Cardenal Brousseau con calma.
Los magos de curación eran pocos en número y a pesar de que las pociones se podían conseguir en masa, sus efectos se perdían con el uso constante.
Un mago de curación siempre era útil y necesario, sin embargo, muy pocos magos tenían capacidad para defenderse y en misiones como esta, era bastante peligroso.
"Entiendo. Si desea participar conociendo los peligros, está bien. Cualquier ayuda será necesaria." Determinó Aurora sin demasiada preocupación.
Era el deber de personas como ella proteger a los grupos de apoyo, así que no podía decirle que era peligroso y que no debía ir.
Ya que evitar el peligro era parte de su trabajo.
Antes de que pudiera continuar, su reloj holográfico vibró y pidiendo un momento, observó la grabación que los drones de vigilancia estaban trasmitiendo y se dio cuenta de que los estudiantes estaban por terminar.
El grupo se encontró con algunas hormigas de fuego que le dio problemas a Érica, pero Clémentine protegió a Nicole y esta fue a atacar a sus enemigos mientras estaba envuelta en llamas de esas hormigas.
La barrera de su traje y la resistencia elemental de este, junto a la barrera psiónica de Clémentine, la hizo salir ilesa de entre los cadáveres de las hormigas de fuego.
Aurora supuso que le quedaban algunos minutos para limpiar toda la mazmorra y así que solo verificó si Liam ya había pedido un equipo de limpieza para la mazmorra.
Gastaban una parte de su dinero para contratar a ese equipo, pero el grupo tendría tiempo libre para salir después de eliminar a todas las criaturas.
"Perdón. Debo irme, tengo otros asuntos que atender." Dijo Aurora tras pensarlo detenidamente.
Esta misión no era tan importante, pero sería bueno que ella estuviera cuando los estudiantes terminaran de limpiar la primera mazmorra.
"Si, si no te preocupes. Escuche que esta semana atrás ustedes han estado muy ocupadas con sus nuevos miembros." Comentó Cardenal Brousseau y con una sonrisa agradable, agregó. "Las noticias sobre sus misiones diarias son bastante sorprendentes."
Aurora solo dio una sonrisa.
Ella también estaba sorprendida debido a los estudiantes y su constante esfuerzo.
"Oh, por cierto. Esta mañana sucedió un caso de asesinato dentro de unas de las mazmorras temporales." Añadió Cardenal Brousseau de repente y con una sonrisa enigmática, preguntó. "¿Quieres tomarla?"
Aurora asintió con seriedad.
Había agregado este tipo de misiones a su organización del mes, pero era una misión extra que era difícil que ocurriera… Después de todo los asesinatos en el interior de mazmorras no eran tan frecuentes.
"Mañana en la mañana me encargaré de la misión con el grupo." Respondió Aurora con simplicidad.
Cardenal Brousseau solo agitó su mano en señal de que no se preocupara.
La Iglesia del Tiempo y el Espacio tenían unos de los mejores sistemas de criminalística para casos como estos y en la ciudad Zerzura, la iglesia tenía control sobre esa parte de las fuerzas locales de seguridad.
Concederle este caso era un privilegio bastante único y Aurora no lo desaprovecharía.
Siendo acompañada por la Cardenal de la Iglesia y una de las autoridades más importantes de la Ciudad Zerzura, Aurora caminó tranquila hacia la salida mientras conversaba con calma y a veces mostrándole escenas de la batalla grupal de los estudiantes.
"Son bastante buenos." Comentó Cardenal Brousseau asintiendo varias veces.
Aurora no pudo ocultar su sonrisa.
Ciertamente eran un grupo bastante bueno.