¿Mal día?

Caminando por medio de un puerto en plena luz del día, Nicole se detuvo para observar el sol.

"¿No es un día hermoso?" Preguntó un mafioso.

Este puerto pertenecía a una empresa que a su vez pertenecía al mafioso que la estaba guiando en este momento.

¿Creía que estaba mirando el cielo soleado porque pensaba que era un buen día? Ella estaba pensando si las autoridades podrían emboscarla.

Si no fuera porque, utilizaba la central del imperio para averiguar los movimientos de los policías, hubiera pensado que la invitaron aquí para traicionarla.

"Lo es." Respondió Nicole con su tono serio y bajando su cabeza para mirar a ese hombre, declaró. "Espero que esto no sea una molestia."

Su voz era algo que cada vez que la escuchaba se sorprendía, ya que resultaba ser bastante agradable, pero una vez que ella deseaba darle seriedad, lograba cambiar volviéndose más profunda y siniestra.

No era solo la máscara, era los preparativos previos que realizaba cada vez que se vestía como 'Bastet' y lo que ella llamaba 'hipnosis de actuación', que le permitía hacer movimientos de forma inconsciente que se ajustara a su personaje.

"Yo… Lo entiendo." Respondió ese hombre antes de guiarla de vuelta.

Fue invitada aquí debido a que este mafioso era el dueño del puerto y era uno de los que se rindieron a ella.

Según María ser tan desapegada era malo y por eso necesitaba mostrar que ella podía ser accesible.

Escuchar a un subordinado que decidió seguirla era el primer paso para mostrarse 'accesible'.

"Nuestra seguridad es alta. Cada persona que trabaja para nosotros son leales o al menos confiables y saben mantener la boca cerrada. No compramos a la policía, es por eso que tenemos que ser muy rápidos con nuestros movimientos." Narró el mafioso con un tono serio.

Nicole que sentía a María y al Conde Lakatos siguiéndola de cerca junto a los otros nuevos subordinados que esa asesina puso bajo su mando, tragó el sentimiento desconcertante y siguió caminando.

El puerto era como cualquier puerto de carga en donde se subían conteiner a los barcos o se los ordenaba en diferentes almacenes o en pilas.

También estaban las grúas de carga que seguían en movimiento y tal como lo mencionaba ese mafioso, la gente sabía lo que hacía.

No sobre su trabajo, sino que sobre ellos.

Cualquier persona encontraría sospechoso a una mujer con una máscara de huesos que tenía la forma de gato, que era seguida por literalmente personas con la apariencia de criminales, pero aquí nadie la miraba.

"Aseguramos que todo esté organizado, pero utilizamos métodos mágicos y somos muy cuidadosos para evitar las filtraciones." Dijo el mafioso orgulloso.

"Hm."

Estaba orgulloso de su estricta ruta comercial y Nicole dejo salir un sonido despectivo.

Solo lo estaba pensando y no lo había querido decir, pero cuando recibió la mirada de ese mafioso, ella solo lo miró por unos segundos, antes de que ese hombre bajara la cabeza.

"Nada es seguro. La posibilidad de que el imperio, conozca todo es muy alta." Declaró el Conde Lakatos con una expresión grave.

¿Seguía pensando en quienes ella delató del imperio?

La verdad era que el Conde Lakatos estaba en lo cierto… El Imperio sabía sobre estos tratos comerciales y este puerto ilegal y no era que no atacaban por falta de prueba, sino que no lo deseaban.

Si eliminaban este lugar, en el futuro en otra parte nacería uno nuevo para ocupar el puesto vacante y tener que buscar información para detenerlo era demasiado problema.

Sin embargo, si lo dejaban, podrían mantenerlo vigilado y de cierta forma en 'control'.

"Mientras la reorganización sea llevada a cabo, al menos podremos cortar nuestras 'colas' antes de escapar." Especificó Nicole mirando al Conde Lakatos quien asintió de forma solemne.

No le prometió que destruirá al imperio o que lo enfrentaría, les prometió la seguridad de que sus negocios no terminaran si se enfrentaban al imperio.

Caminando por los conteiner de todo tipo y pasando por el lugar de carga de los camiones, el mafioso le hizo una señal.

"La invité aquí no para que viera nuestro sistema. Si no que la razón principal es que antes de que usted tomara el control, teníamos negocios y encargos para llevar a cabo y ahora nuestros socios nos exigen que cumplamos nuestra parte." Dijo el mafioso y viendo que ella se detenía, explicó. "Las mafias de la península balcánica se han estado preparando para una guerra y tenemos algunos negocios con ellos."

Tragando mientras trataba de dar una sonrisa, le hizo una señal para que caminaran entre medio de los conteiner.

Nicole tensó sus músculos logrando que el Conde Lakatos también se pusiera a la defensiva de forma involuntaria.

"Si se refiere a la mafia de la península balcánica, debe referirse a la alianza entre las diferentes mafias que están en esa región." Explicó el Conde Lakatos y en voz baja, añadió. "Escuche que perdieron en Rumania en contra del Gremio de Héroes… Tal vez ese sea su enemigo para la guerra."

¿Gremios de Héroes de Rumania? ¿No era donde estaba Érica y Andrés?

Había tensado sus músculos porque seguía pensando que podrían emboscarla igual que esas emboscadas que sucedían en las películas y fue inevitable que estuviera emocionada, pero el Conde Lakatos lo tomó de otra forma.

"¡Exactamente!" Exclamó el mafioso y con una gran sonrisa, anunció. "Ellos son confiables, Su Señoría. Y han mostrado su deseo de cooperar con organizaciones extranjeras."

¿Por qué la llamó 'Su Señoría'? Nicole al dar una mirada se dio cuenta de que prácticamente su séquito había empezado a mostrarse tensos.

Dando la impresión que, si ella atacaba, ellos la acompañarían.

¿De dónde había sacado esa gente María?

"¿Es un simple deseo de cooperación o de extenderse?" Preguntó María con su tono profesional de subordinado.

Ella era la experta de temas criminales y ahora estaba apuntando de que estos negocios podrían ser el momento previo para extenderse.

No necesitaba controlar el área para considerar que se había extendido, solo debían tener una organización en esta zona que actuara de forma independiente y cooperara con ellos, estando 'subordinada'.

"Ellos tal vez han pensado eso antes de que Su Señoría llegara, pero ahora estoy seguro de que desean cooperar." Respondió el mafioso.

No le tuvo tanto temor a María, sino que le dio una mirada ella como si deseara explicarle y Nicole simplemente lo observó.

"En fin… Tenemos cargamento que deseamos enviar, pero como usted ha detenido los negocios, hemos tenido problemas para hacerlo." Comentó el mafioso poniéndose nervioso por su falta de respuesta y guiándola, añadió. "Si cooperamos con el extranjero, nuestras ganancias pueden aumentar… Claro, luego de que la 'reorganización' termine."

Crear problemas dentro del imperio era muy malo debido a que la respuesta de las autoridades era rápida, pero 'exportar' al exterior era más fácil.

Un ejemplo era Octavio que vendía armas en el interior, pero a la vez vendía una gran cantidad de armas al extranjero.

Sin embargo, Nicole no respondió y simplemente le hizo una señal para que se moviera.

La razón por la cual no respondió fue simple, ella no tenía ni idea de si una vez que lograra consolidar su poder, aplastaría a la mafia traicionándolos a todos, o trataría de conquistar todo el bajo mundo de Sudamérica.

"Algunos de esos cargamentos tiene 'tiempo limitado' y necesitamos enviarlo lo antes posible." Avisó el mafioso mientras guiaba.

Los conteiner estaban por todas partes en este lugar y en una sección el número de conteiner era enorme, logrando dar la impresión de que era un pequeño edificio de conteiner.

El mafioso dio una orden por su reloj holográfico y la grúa empezó a moverse, sacando un conteiner de ese lugar y dejándolo en el suelo al frente de ellos.

Levantando una barrera para evitar las miradas, el mafioso dio una sonrisa mientras abría el conteiner.

"Este es un ejemplo de mercancía con tiempo limitado." Dijo el mafioso.

Al abrir las dos entradas del conteiner, lo primero que vino fue un olor desagradable a azufre combinado con desechos humanos y cadáveres putrefactos.

Los que olieron, hicieron expresiones de asco, pero Nicole mantuvo la mirada en la criatura que estaba en el interior.

Retorciéndose dentro del conteiner mientras trataba de escapar de las cadenas, se encontraba lo que a primera vista era una criatura 'desagradable'.

Un cuerpo largo con decenas patas, Nicole había visto este animal en su forma pequeña, pero aquí media más de cinco metros de longitud y como el conteiner no era tan grande, tuvo que doblarse de una forma que claramente era incómoda.

Con un cuerno en su cabeza, era una criatura que visualmente causaba cierto 'desagrado', pero aquí causaba pena.

"Sucios humanos… Repugnantes criaturas…"

La voz vino de esa criatura, parecía algo femenina y daba la impresión de estar agotada, pero el odio y rencor era tan fuerte como cualquier persona.

"Una 'Scolopendra gigantea'. Es una bestia mágica inteligente que vive en la amazona. No tenemos un lugar para mantenerla, así que necesitamos enviarla antes de que muera." Dijo el mafioso y cubriéndose su nariz con un pañuelo, precisó. "Son difíciles de capturar, pero su maestría en el veneno, es lo que lo hace tan valiosas."

Ese mafioso hablaba de forma tan indiferente que provocó que Nicole se quedara mirando aturdida a esa criatura.

No le agradaba la apariencia, pero aquí quienes eran desagradables y repugnantes eran ellos… Quienes la tenían encerrada.

Debo controlarme… Debo controlarme… Debo controlarme…

Esas palabras surgieron en su mente una y otra vez, pero la simple vista le estaba complicando controlarse.

"Además trajeron a una hembra embarazada… Esas asquerosas crías se están muriendo y nadie desea limpiarla." Gruñó el mafioso con un tono asqueado.

El interior del conteiner no solo estaba reforzado por barreras mágicas, sino que todo el conteiner era de un metal resistente al veneno natural de la 'Scolopendra gigantea' y el cuerpo gigante atado por cadenas, hizo que ella no pudiera verlo.

Pero una vez que fue mencionado, Nicole pudo ver los huevos en la parte más recóndita del lugar y precisamente los cadáveres de las crías ya nacidas que estaban siendo devorados por otras crías vivas.

Nicole recordó cuando fue al bosque mágico acompañando a los estudiantes de la Academia Cernunnos y recordó a Aurora que estaba en esa 'guardería' acompañada de bestias mágicas.

Scolopendra gigantea era una bestia mágica inteligente que tenía su propia tribu y entre ellos tenían una relación muy estrecha, a diferencia de sus conexiones con el extranjero.

Los humanos eran su principal razón de su tendencia aislacionista y la razón fue que ellas eran cazadas por sus cuernos que les ayudaba a lanzar magia o eran esclavizadas por su maestría en el veneno.

"Lleva demasiado tiempo aquí y debemos deshacernos de ella." Dijo el mafioso y dando una mirada, notó que la tensión en ella aumentaba y especificó. "Si lo desea, puedo dejárselo a usted, para que negocie con la mafia serbia. Estoy seguro, que podemos sacar beneficios."

¿Dejárselo a ella? Nicole al final dio una risa, sintiéndose completamente desagradable, incluso asqueada.

Ahora entendió lo que era sentirse sucia por los tratos comerciales y negocios que los criminales llevaban.

Y se dio cuenta de los puntos que eran sus límites y cuáles no lo eran… Este había superado cualquier límite.

Lo que estaban dentro no era un animal o una bestia sin razón, era una criatura inteligente similar a César o el bueno de Rupert… Era una bestia mágica que ella consideraba su igual.

Ante sus ojos no estaban animales, estaba una madre herida, lastimada y sufriendo al ver como sus hijos tenían que comer los cadáveres de sus hermanos para sobrevivir.

Ese pensamiento hizo que ella se sintiera extremadamente enfurecida.

"¿Estás diciendo la verdad? Algunas heridas son recientes y no han regenerado por completo. No creo que la hayan cazado desde hace tiempo." Murmuró el Conde Lakatos.

"Oh, tuvimos que causarles esas heridas debido a que estaba creando demasiado escándalo. Nuestros socios vinieron hace unos días y se llevaron algunas crías, lo que hizo que se alterara." Respondió el mafioso y al ver que Nicole se acercaba empezó a encogerse de forma involuntaria y explicó. "Ellos de verdad desean fuerzas y están desesperados por una alianza. Si usted…"

*BOOM*

"UGH…"

Nicole ni siquiera hizo el intento de escucharlo y tensando sus músculos, realizó un puñetazo en la cara de ese hombre, quien, al volar, rompió la barrera y golpeó la grúa, doblando el metal.

Cayó al suelo en seco... Sin vida.

Aun así, incluso cuando miraba el resultado de su ira, Nicole no podía sentirse satisfecha y su sed de sangre surgió en su totalidad.

Bastet no debería estar enojada.

Ella era alguien que comía a los animales y debería ser indiferente, pero aquí era su límite y ese personaje, no iba a cambiar su forma de pensar.

Sin contener su odio, ira y la furia que deseaba soltar por completo, dirigió su mirada al Conde Lakatos, famoso cazador.

Ese hombre se puso en guardia de inmediato sintiendo que él era el siguiente objetivo de su ira.

"¿Conde Lakatos usted qué tipo de negocios realiza?" Preguntó Nicole abriendo y cerrando su puño que estaba manchado de la sangre de su víctima.

En el fondo deseaba haber sido más considerada con ese mafioso y la razón no era por su asco al matar, fue porque necesitaba desahogarse.

Alice le mostró que su ira siempre debía estar dirigida, controlada y guiada por su voluntad.

En este momento, estaba apuntando al Conde Lakatos quien era conocido por ser un cazador de bestias mágicas.

"Hago muchos trabajos. Asesinato, caza, esclavitud y venta de bestias mágicas. Incluyendo bestias mágicas inteligentes." Respondió el Conde Lakatos de forma sincera.

Los guardias que la habían seguido a ella, se separaron de ese hombre y lo rodearon siguiendo una señal de María, quien se puso a su lado.

Sin embargo, incluso si lo estaban rodeando y estaba sintiendo su intensa sed de sangre, el Conde Lakatos no sacó su arma para enfrentarla.

Actuó pasivo dando la impresión de que no deseaba luchar y que se rindió.

No lo hizo porque le temiera o porque pensaba que podría ganar, lo hizo porque estaba confiado.

"Pero si usted desea que luego de la reorganización, no haga negocios con bestias mágicas inteligentes. Estaré de acuerdo." Dijo el Conde Lakatos y mirándola en calma, precisó. "Entiendo perfectamente el peligro de cazar bestias mágicas inteligentes y realizar negocios con ellas. Así que comprendo que un escándalo, puede afectar toda la organización."

Ahí estaba la razón de su calma.

Era posible que hubiera pensado de antemano dejar esta clase de negocio por el bien de la 'organización' y la estabilidad a largo plazo.

Había muchas personas, gremios y sociedades que apoyaban la defensa de las bestias mágicas y eso significaba que los cazadores de bestias ilegales tenían mucho de qué preocuparse.

Sin embargo, Nicole no lo había preguntado por esa razón, no obstante, ahora al tener esa respuesta y al sentir la mirada de María, dio una sonrisa.

"Me alegro de que te des cuenta. Todo negocio debe tener un límite." Respondió Nicole golpeando el hombro tenso del Conde Lakatos y viéndolo de reojo, murmuró. "La avaricia no mata. Yo sí."

Notando que ese hombre tembló ante su murmullo, Nicole se alejó y mirando el cadáver de la segunda persona que asesino, tuvo decenas de pensamientos y al final…

"María encárgate de la criatura y de ese cadáver. No quiero errores." Ordenó Nicole con una voz fría.

Bastet era una criminal que la presentaron como alguien que podía descontrolarse y ser extremadamente peligrosa, pero a la vez que buscaba crear un negocio ilegal que pasara desapercibido.

En ese peligro venía de la falta de límites y era normal cuando era conocida como una 'Caníbal', pero era solo un personaje que encubría alguien que estaba queriendo probar sus límites.

No importa cuánto quisiera lograr su objetivo, y cuantas cosas dejara pasar, Nicole tenía límites y si lo atravesaban no le importaba destruir su personaje, si era necesario intervenir.

"Este hermoso día fue arruinado." Murmuró mientras que uno de sus guardias le traía una toalla para que se limpiara sus manos.

Y este trabajo estaba mostrando una mayor dificultad de la que esperaba.

******

En medio de la torre mágica de Edward, Érica dio los últimos toques a su hechizo que estaba proyectado al frente de ella.

Este lugar normalmente estaría en calma, pero esta vez era diferente, ya que se escuchaban golpes constantes.

Se encontraba en la penúltima parte de su hechizo… La revisión y corrección final que necesitaba antes de que fuera lanzado.

Sin embargo, ese ruido de puñetazos en una bolsa de boxeo le estaba dificultando concentrarse en su totalidad y al final dio un suspiro.

"¿Mal día?" Preguntó Érica trayendo su reloj holográfico y activando la videollamada.

Proyectada en medio de una sala de entrenamiento, Nicole estaba golpeando una bolsa de boxeo, y cada golpe llevaba cierta furia que deseaba liberar.

"¿Sucedió algo en el trabajo?" Preguntó con curiosidad.

Estaba hablando de forma constante con Nicole, no solo por su amistad, sino que no había nadie mejor que una luchadora para decirle que parte del cuerpo debía priorizar para la defensa.

Su lancero de hielo fue diseñado siguiendo los consejos de Nicole en la defensa para fortificar algunas áreas, tratando de imitar como un luchador fortalecía su cuerpo.

Era cierto que el hielo se iba a ajustar a la forma real de la 'replica' del lancero de rango S que había instalado, pero era necesario que ella tuviera que perfeccionar la defensa.

Ahora que había instalado la réplica de un lancero que su padre le había conseguido, Érica necesitaba perfeccionarlo aún más, antes de intentar lanzar el hechizo por primera vez.

El punto era que, hablaba de forma constante con Nicole y sabía que ella tuvo trabajo durante la mañana.

"Si, me encontré con una familia encerrada en un conteiner. Lo estuvieron por bastante tiempo y los niños, se estaban comiendo entre ellos para sobrevivir." Explicó Nicole y dándole un puñetazo al saco de boxeo, rompiéndolo a la mitad, murmuró. "Estaba tan enojada que mate al que lo hizo."

Érica que seguía chequeando su hechizo, se detuvo y le dio una mirada a esa luchadora.

La forma que decía que asesinó a alguien no mostraba ningún efecto o carga y por su mirada se notaba que seguía enojada.

¿Una familia encerrada en un conteiner en donde los niños se comieron entre ellos para sobrevivir? Eso sonaba descabellado y a la vez extremadamente desagradable.

"Sabes, las 'Scolopendra gigantea' son una raza herbívora. Debe haber sido muy difícil para ellos comer a sus hermanos, incluso si son bebes y sus sentidos de supervivencia y naturaleza es alto… Es jodido. Espero que no lo recuerden." Murmuró Nicole antes de ir a otra bolsa de boxeo y empezar a golpearla.

Érica dio un suspiro de alivio… Pensó que se refería a una familia humana.

Aunque en este caso Nicole estaba tratando a esa bestia mágica como su igual y significaba que era una raza inteligente.

Era complicado delimitar una criatura o bestia salvaje y agresiva de una bestia mágica inteligente, pero al final, no sonaba para nada agradable no importa quien fuera.

"No te debes sentir mal por matar. Hiciste lo correcto." Dijo Érica con un tono suave.

"¿Sentirme mal? No, no me siento mal. Siento que no fue suficiente. En vez de haberlo matado directamente, debí haberlo dejado que viviera más tiempo." Declaró Nicole y volviendo a destrozar el saco de boxeo, precisó. "Debió haberme dado pelea."

Más que deseo de venganza, lo que ella buscaba era una forma de desahogar su ira, molestia y su furia.

Érica no sabía a quién se enfrentó o en que trabajaba, ya que Nicole hablaba superficialmente del tema, pero estuvo claro que ahora ella deseaba desahogarse.

Y a diferencia de otras personas, no lo hacía insultando o maldiciendo, lo hacía a los golpes.

Golpear y ser golpeada hasta que toda su ira fuera liberada.

"No importa, dejemos hablar de mí." Interrumpió Nicole y mirando por la videollamada, preguntó. "¿Y cómo vas? Ya quiero probarlo."

Nicole no la estaba ayudando 'gratis', sino que había 'exigido' como 'pago', que una vez que completara su hechizo, le permitiera enfrentarlo.

Teóricamente si todo salía bien, el lancero de hielo tendría la 'fuerza general' de un rango S y si bien la 'teoría' necesitaba ser puesta en la práctica, Nicole quería probarlo directamente.

"El lancero que padre me consiguió fue un miembro del Gremio Real de Reino Unido. Según lo que padre me dijo, era un experto de rango S, uno bastante viejo. Aunque puedo lanzarlo, primero quiero arreglar el problema de gasto de energía mágica." Respondió Érica y dando una mirada a esa luchadora emocionada, detalló. "Después de todo, no te enfrentaras al lancero, te enfrentaras a mí."

El lancero solo iba a ser un hechizo que ella misma lanzaría, y si bien lo estaba diseñando para que fuera fuerte, lo que buscaba era que fuera su apoyo directo.

Ya que al final, quien iba a ser la principal fuerza de batalla iba a ser ella.

Nicole dio una sonrisa, que claramente esperaba emocionada ese momento.