¿‘Podemos’?

En medio de un jardín, en el gran templo de la Iglesia del Tiempo y el Espacio, la Cardenal Brousseau estaba regando las plantas.

Aurora que la estaba observando a encargarse del pequeño jardín, mantuvo su mirada.

Este lugar era agradable y todo estaba floreciendo como si estuvieran en la mejor época del año y lo increíble era que había plantas que florecían en diferentes temporadas e incluso en diferentes ambientes.

"¿De verdad no sabe nada del sexto portal abismal? El resumen oficial y público, es demasiado simple." Preguntó Aurora y dando un suspiro, murmuró. "El que usted me paso, es algo mejor, pero todo parece un desastre."

Estaban a mitad de octubre y hace un tiempo había leído el informe 'público', que, para decirlo de forma superficial, era 'simple'.

Si tuviera que definirlo de forma más extensa, entonces para ella estaba claro que fue un informe preparado y manipulado para mostrar lo que los escritores deseaban.

Había creado varios informes de este tipo y había aprendido a descubrir informes parecidos.

Tras leerlo, había pedido a la Cardenal Brousseau el favor que le enviara lo que tenía ella, pero la mayoría de la información era el conflicto alrededor del portal.

"No. Aparte de las acusaciones del Imperio Angkor y las evidentes rarezas, los miembros sobrevivientes mantienen la misma explicación. Ellos salvaron a la raza del otro mundo y los demás murieron en cumplimiento de su deber." Respondió la Cardenal Brousseau y dándole una mirada, preguntó. "¿Deseas intervenir? La Iglesia tiene una buena relación con el Imperio Angkor, pero creo que deberías ir a James si deseas más. Ellos tienen una excelente relación con una familia china."

Llamar 'rarezas' a lo sucedido en ese portal, solo era simplificar el asunto.

Durante el proceso de la expedición, hubo fallas en la comunicación y durante ese periodo, algunos miembros no pudieron informar a las autoridades a la cual servían.

Cuando las comunicaciones volvían, algunos miembros habían muerto, en 'supuestos' conflictos con las 'criaturas nocturnas' que estaban del otro lado.

Como si fuera poco, todos perdieron sus relojes holográficos y drones de grabación, por 'arte de magia' y ahora ninguno de los sobrevivientes permitía que vieran sus recuerdos o su pasado.

Era imposible que no hubiera algo extraño, pero Aurora no estaba aquí, para intervenir en esa situación.

"No, no quiero descubrir todo o enfrentarme a esa gente. Solo deseo saber la enseñanza del portal." Murmuró Aurora de forma honesta.

Era normal que las expediciones guardaran secretos o mantuvieran silencio sobre algunos temas e incluso manipularan el informe a su antojo.

El Séptimo Portal Abismal en el cual ella estuvo, fue un ejemplo claro, de manipulación y control de información.

Literalmente ellos trajeron a una 'raza' y ahora una entidad virtual había nacido y estaba al lado de unos de sus amigos, pero muy pocas personas sabían de eso.

Ella tal vez estaba en Estados Unidos, pero continuaba informándose del asunto y manteniendo un ojo en 'Luna', la nueva 'compañera' de Andrés.

Sin embargo, uno de sus objetivos al venir aquí era saber de qué trataba el portal y tratar de buscar la enseñanza.

Supuestamente el mundo del sexto portal era un lugar en donde el 'sol' se estaba debilitando y estaba 'muriendo'.

La raza que habitaba ese lugar, creía que ese 'sol' era su 'dios' y que los había abandonado o había 'muerto'.

Esa última posibilidad era bastante alta, pero más allá de eso, era difícil saber de qué se trataba el asunto.

"Ellos no salvaron a la raza. No importa cuánto conocimiento le hayan dejado, ningún hechizo o artefacto puede reemplazar un sol natural." Murmuró Aurora y recordando las palabras de Cithrel, añadió. "Aunque dicen que un dios, puede crear uno."

Según el informe, la expedición dejo conocimiento a esa raza sobre un artefacto y hechizo de un sol artificial, pero no importa cuál hechizo fuera, no podría reemplazar a un verdadero sol.

Cithrel le explicó, que los soles en las ciudades subterráneas de Terra nova, solo creaban el efecto 'día', dando los beneficios superficiales de un sol y no los efectos que un sol daba a nivel planetario.

En cuanto, a que una deidad creara uno, era algo que comentó como una historia.

Al final, lo que trato de decir fue que la expedición no salvó a la raza, simplemente dejo que murieran de forma más lenta, debido a que eventualmente su verdadero sol moriría y los efectos físicos y naturales en el mundo, serian catastróficos.

"No puedo hacer mucho en este punto. Por eso solo deseo saber al menos la enseñanza y hasta ahora solo tengo suposiciones." Dijo Aurora con un suspiro.

Que la expedición actuara por su cuenta sin preguntarle a las autoridades del exterior, fue otra razón por la cual, se pensaba que el informe que dieron, era falso.

No obstante, si la raza fue 'salvada' o algo más oscuro sucedió, no era un asunto que ella pudiera encargarse.

No tenía ni el poder, ni la influencia o contactos para meterse en ese tema e intentar hacer algo.

Hubiera sido otra situación si ella hubiera ido a ese portal, pero en este punto, estaba muy lejos de su jurisdicción.

Sin embargo, aprender sobre la enseñanza era un asunto que era posible.

"No. Este tema es tratado por el Sumo Pontífice y seré sincera… Él no es alguien que se preocupe demasiado." Reveló la Cardenal Brousseau y dando un suspiro, declaró. "Y creo que todos prefieren parar la investigación y solo estar satisfecho con que el portal cerrara."

Aurora no se sorprendió ante esas palabras.

Sucedió lo mismo con el Séptimo Portal Abismal.

Los medios, noticieros y el público en general fueron influenciados, pero la verdad fue que nadie se mostró verdaderamente.

Ningún país, iglesia o gran organización dio un comentario abierto sobre que la Empresa Cosmos se quedara con la tecnología y no la compartiera.

Algo similar sucedió con el portal ruso, en el cual las autoridades ocultaron abiertamente lo que encontraron y los países vecinos mantuvieron su silencio.

La prioridad era cerrar el portal abismal y que no se formara otra grieta, que podía causar un desagarro en la barrera dimensional que no solo afectaría a un país, sino que a todo el mundo.

"Como si fuera poco, debido a que toda la atención está en la búsqueda de la verdad, solo podemos suponer la enseñanza." Añadió la Cardenal Brousseau agitando su cabeza.

La expedición no estaba revelando la verdad y la información que obtenían, pudo haber sido manipulada, lo que significaba que, si suponían ahora, la respuesta podía ser equivocada.

Aurora había supuesto de que se trataba el portal y tenía algunas teorías.

El mundo estaba acabando por el sol moribundo, que al parecer estaba 'muriendo' más rápido de lo que teóricamente era posible.

Tal vez ese sol de verdad era un 'Dios', igual que los dioses que conformaron la luna durante el portal francés y lo que había quedado solo era un remanente, como la oscuridad clavada como una gran espada en el primer portal abismal.

Aun así, sin un contexto preciso era difícil suponer.

"¿Desea que veamos que algo tan natural como la 'muerte' de un sol puede afectarnos o desea mostrar que la muerte de un 'Dios' puede llevarnos a la extinción?" Dudó Aurora en voz alta.

Si era la primera opción, Aurora no tenía ni idea para qué le trataban de enseñar eso… Después de todo, si su sol moría por cuestiones externas, sería imposible para ella y para prácticamente toda la humanidad, 'solucionarlo'.

Incluso si la Empresa Cosmos tenía tecnología, no estaban al nivel de crear un sol artificial, aunque de eso dudaba cuando pensaba sobre el Sabio Lucius.

En caso de que fuera la segunda opción, era todavía más difícil.

"¿Qué pasa si los Guardianes de la Tierra mueren?" Preguntó Aurora con una mirada pensante.

Nunca se había realizado esa pregunta y ahora que la tuvo, lo primero que pensó fue que el Dios del Tiempo y el Espacio iba a estar presente.

Después de todo, fue ese Dios Primordial quien se encargó de la barrera dimensional por pedido de los Dioses de la Tierra.

Muy diferente a los otros mundos, en donde los dioses que nacieron de la creencia colectiva de la raza que habitaba ese mundo, estuvieron solos tratando de salvar a su gente.

En el Primer Portal Abismal, los dioses de las razas que habitaban crearon un último lugar de salvación, pero al final el 'Caos' devoró su mundo.

En el Segundo Portal Abismal en Francia, los dioses de ese mundo se unieron y trataron de proteger a los Tartak, a pesar de que estaban siendo corrompidos y lo soportaron hasta que los restos de su gente, huyeron.

En el Tercer Portal Abismal de Rusia, los dioses de ese mundo intentaron salvar a su gente, pero terminaron fallando de forma estrepitosa, haciendo que una bendición, se transformara en una maldición para las almas de su gente.

Almas que según lo que había leído la última vez, estaba siendo tratados por la Iglesia del Orden debido a que se filtraron.

En los demás portales, los dioses no tuvieron presencia como los Quoarianos que no creían en un 'Dios' o como en otros portales, en donde no pudieron encontrar información sobre ellos.

"Al menos en los tres primeros portales, los dioses murieron y el desastre llego." Murmuró Aurora, dando una expresión solemne.

Era conocido que los Dioses de la Tierra se estaban debilitando con el tiempo e incluso lo hicieron cuando la Barrera Dimensional estaba a cargo de otra deidad.

Aunque la iglesia de esos dioses no lo admitiera, 'debilitarse' significaba 'morir'.

"Si ellos se hubiera 'debilitado' antes, no sé lo que hubiera sucedido. Y desconozco la situación general, ya que esos temas estaban fuera de mi jurisdicción." Dijo la Cardenal Brousseau y dando un suspiro, reveló. "Si tu padre se encargaba de las fuerzas de la iglesia, tu madre se encargó de la mayoría de esos temas."

Tal respuesta era algo que Aurora no había esperado, pero al final dio un asentimiento.

"Incluso ahora no puedo acceder aparte de la información de la iglesia… Y eso que soy la segunda figura más importante." Comentó la Cardenal Brousseau y luego dando una sonrisa, declaró. "Al menos estoy feliz de estar aquí ahora. La situación internacional no parece algo agradable de controlar."

Esa mujer que parecía que superaba los cuarenta se rio algo divertida ante el asunto.

Tratar con la situación del sexto portal era algo que el Sumo Pontífice se estaba encargando y la posibilidad que ella hubiera tomado el trabajo, si no tuviera jurisdicción de Zerzura, era bastante alta.

"En cuanto a la enseñanza… Trataré de ver si podemos hacer algo. Tal vez podamos conseguir la información sobre ese asunto, si presionamos un poco. Esto es algo importante, así que necesitamos tener al menos certeza de esa información." Añadió la Cardenal Brousseau.

No solo ella buscaba la enseñanza y era posible que la iglesia también quisiera saber toda la verdad de ese asunto.

Podían dejar pasar lo sucedido y el conflicto interno de la expedición e incluso superar los beneficios que podrían haber conseguido, pero debían saber la situación general de ese mundo, para poder entender la 'enseñanza'.

Aurora asintió y se quedó mirando a esa mujer, que le devolvió la mirada y le dio una sonrisa.

"¿Sucede algo más?" Preguntó la Cardenal Brousseau con una sonrisa, que claramente sabía lo que posiblemente buscaba.

Hoy vino para ver si podía encontrar la enseñanza del sexto portal abismal, pero más 'importante' que eso, vino por un informe que le había llegado.

"Escuche que unos de los barrios de la ciudad desean construir una estatua." Murmuró Aurora y viendo que esa mujer sonreía con mayor diversión, dudó. "¿Podemos evitarlo?"

Precisamente era el primer barrio en donde se encontraba los más antiguos ciudadanos de Zerzura y era en esa zona en donde vivían personas como el Ministro Turay e incluso Makeba.

Las asociaciones de vecinos eran algo bastante normal en Zerzura y era la forma por la cual, los ciudadanos mostraban su participación a la ciudad, apoyando de diversas maneras.

Hubo veces que ellos reunían fondos que donaban para misiones arcas, otras veces que se encargaban de reunir fondos para construir cosas para compartir con sus vecinos y entre ellos hubo, situaciones en donde construyeron parques de diversiones o incluso fundaron plazas.

A pesar de que ella evitaba tales lugares, Aurora siempre estuvo encantada de que gran parte de los ciudadanos fueran esa clase de persona, pero esta vez habían exagerado.

"¿'Podemos'?" Cuestionó la Cardenal Brousseau y con una sonrisa, comentó. "¿Por qué debería hacer algo? Esto no me afecta."

La expresión de Aurora tembló ante esa respuesta.

Era obvio que no la afectaba debido a que la estatua iba a ser de ella y de su hermana, quien no le importaba la situación.

Sin embargo, a ella si le afectaba.

¿Cómo podría soportar verse en una estatua? ¡Era una estatua!

El mayor problema era que las personas que vivían en ese primer barrio, no eran simples y literalmente estaban conectados a Zerzura de forma muy profunda.

Personas como el Ministro Turay a pesar de que ganaban bastante dinero por su trabajo, nunca cambio su primera casa y fue lo mismo para Makeba, que tenía el rango de 'Coronel'.

Eso mismo se extendía con los otros vecinos, que trabajaban para los departamentos administrativos de toda la ciudad y eso significaba que tenían autoridad.

"Solo déjalo estar. El Ministro Turay estuvo bastante enojado con ese informe falso que salió de ti y si bien detuviste que diera una conferencia, esto es diferente." Dijo la Cardenal Brousseau y con un tono simple, especificó. "Ahora está actuando como un ciudadano, un vecino."

¿Quién en su sano juicio daba una conferencia por este tipo de evento?

Era cierto que estaba dejando que todo siguiera su curso, pero iba a hacer lo posible para que todo fuera 'moderado'.

No obstante, quedo en silencio ante la respuesta de esa cardenal.

Un asunto era detener al 'Ministro Turay' y otra era detener a 'Jibrin Turay', el ciudadano que junto a sus vecinos cambiaban su vecindario a su manera.

"Así que no cuentes conmigo para detenerlo." Señaló la Cardenal Brousseau.

Esa era una de las razones por la cual estaba aquí.

Estaba buscando un aliado que pudiera apoyarla para detener al Ministro Turay y la verdad era que no se animaba ir por sí misma.

Sabía que ese hombre al igual que todos los ciudadanos deseaban mostrar su apoyo a la 'Protectora de Zerzura' y entendía que muchos ciudadanos se sentían en deuda o la admiraban de alguna forma.

Turay era un ejemplo, solo que ese hombre la conocía y por eso se contenía en demostrar su aprecio, sabiendo que a ella le incomodaría.

Era imposible que no la incomodara que la gente le agradeciera por ser salvado, cuando ella llegó a este punto tratando de salvarse a sí misma.

"Solo déjalo ser." Dijo esa mujer y con una risa entretenida, añadió. "Ellos ya no pueden ser detenidos."

No solo se estaba refiriendo al Ministro Turay, sino que a todos los ciudadanos y Aurora lo entendió.

Literalmente cuando vino a la iglesia, vio todo tipo de carteles de 'apoyo', que hizo que bajara la cabeza para que nadie la viera.

Es más, el taxi que tomó tenía varias calcomanías pegadas fuera del auto y carteles de apoyo en los asientos.

"Lo sé, pero quería que lo hicieran de forma ligera." Murmuró Aurora y al ver que esa mujer estaba sonriendo, se quedó en silencio.

"¿Y no lo están haciendo?" Intervino la Cardenal Brousseau riéndose muy divertida.

Había dado un murmullo infantil que deseaba quitar toda su vergüenza y la respuesta de esa cardenal, la dejo en silencio.

El Ministro de Turay con el apoyo ciudadano podía hacer muchas cosas, pero cuando ella lo detuvo, solo tomó la idea de crear una estatua y ponerla en su barrio.

Fue simple y la razón no fueron económicas o situacionales, sino que sabía que si exageraba la iba a incomodar a ella.

Y aunque lo negara, afuera la ciudad era lo mismo y la prueba, era que su cara no estaba presente en ningún cartel o imagen.

No importa si internet su rostro era reconocido, en la ciudad, la gente se controlaba para no mostrar fotos de ella o imágenes directas.

Sabiendo que ella caminaba por estas calles y en vez de sentirse orgullosa, se incomodaba.

"Aunque desconozcas a la gente, ellos te conocen. A ti y a tu hermana." Añadió la Cardenal Brousseau.

La ciudad tenía demasiados habitantes y era imposible que conociera a todos y más cuando ella en el pasado le gustaba mantener cierta distancia.

Pero eso no significaba que la gente, no la conociera y era todo lo contrario.

Había personas que la conocieron durante varios años, con los cuales trabajo, luchó lado a lado o incluso con los cuales compartió diferentes eventos.

Ellos no se iban a quedar en silencio y de esa forma, la información siempre llegaba a los oídos correctos, que la compartían con otros, hasta que todos lo sabían.

"Lo entiendo… Solo es… No importa." Dijo Aurora y viendo que la cardenal le daba una sonrisa, declaró. "Me disculpo por molestarla en su descanso. Ahora me retiraré y huiré al lugar más recóndito posible."

La expresión de esa mujer tembló tratando de no reírse a carcajadas.

"Está bien. Si lo deseas no vayas por la entrada principal. Estamos en hora en donde tenemos nuestro pico de visitas." Dijo la Cardenal Brousseau, controlando su expresión.

Aurora asintió y luego se despidió algo desanimada, entonces cuando estuvo entrando al pasillo y dejando el jardín, escuchó la risa de la mujer a su espalda.

Con una expresión temblorosa camino por el pasillo y antes de que pudiera llegar a la parte pública, recibió un mensaje de Cithrel.

"¿Quieren salir de compras?" Murmuró Aurora leyendo el mensaje.

Cithrel ya había ido a hablar con la persona que deseaba hablar y si bien fue acompañada de Alice, ella no preguntó demasiado.

Esa princesa estaba contenta últimamente demostrando que las cosas fueron bien, pero a la vez también no parecía tener intenciones de dejar la tierra y volver a Terra nova.

Lo que significaba que ahora que no tenía ninguna obligación o tarea, podía disfrutar completamente todo lo que ofrecía la tierra.

Su primer objetivo a corto plazo, era asistir a su primer concierto a gran escala y eso significaba que deseaba asistir al concierto de Serafín, que ya tenía fecha y se estaban llevando los preparativos.

Por el mensaje, esa princesa había conseguido que Serafín la acompañara a su viaje de compras y eso significaba que tenía consejos de una gran estrella, que trabajo como modelo.

"Parece divertido." Murmuró de forma inevitable.

Ella también iba a asistir al concierto y si bien no era su primera vez que asistía a un concierto de Serafín, ahora iba a ser una espectadora consiente.

Le gustaba la idea de ir bien preparada y más cuando Serafín se estaba esforzando tanto.

Enviando su aceptación y avisando que volvería en unas horas, ella salió al pasillo principal de la iglesia y luego camino a la entrada.

Tal como la Cardenal Brousseau había dicho, ahora estaban llegando bastante visitantes y entre ellos había turistas y creyentes que venían a presentar su respeto a su dios.

Al salir a la entrada del gran y magnifico templo, Aurora al ver que bastantes personas estaban subiendo por las escaleras para entrar, bajo con calma.

Las miradas empezaron a ser más notables y entre algunos que se detuvieron, una joven se acercó con una sonrisa.

"Disculpa, ¿tienes tiempo para una foto?" Preguntó la joven con una sonrisa cordial.

Aurora que se detuvo, se rascó la mejilla, pero al final asintió manteniendo su calma.

La jovencita en vez de ser ella quien se acercó por la foto hizo una señal a la señora que estaba mirando desde lejos y esa señora que estaba en sus cincuenta y tantos se acercó, rápidamente.

"No debiste molestarla. Ella debe tener trabajo." Murmuró la señora y al acercarse, comentó. "Me disculpo por mi hija."

¿Era una foto con la señora? La expresión de Aurora tembló y al final dio una sonrisa.

"Pero madre, tú te quedaste esperando desde que la viste entrar." Exclamó la jovencita con un tono malvado y sin ocultar su sonrisa, añadió. "¡No te atrevías a pedirle una foto!"

La señora le dio una mirada asesina, logrando que la jovencita que apenas llegaba a los quince, se riera de forma malvada.

"No deseaba molestar. Sé que debes tener demasiado trabajo y debes estar soportando mucho con todo lo que aparece en internet." Dijo la señora, tosiendo tratando de excusarse de la forma más calmada que pudo.

"Está bien. En realidad, no he tenido tanto trabajo." Respondió Aurora con una sonrisa mientras se posicionaba para la foto.

No era su fuerte sacarse fotos, pero no era como si fuera la primera vez que hizo algo de este estilo.

"Eso debe es algo bueno." Murmuró la señora y cuando Aurora le dio una mirada, comentó. "Que no tengas trabajo, significa que la ciudad está segura."

La mirada con la que le daba ese comentario dejo en claro que ella era alguien que estuvo presente en la ciudad desde hace bastante tiempo.

Si ella no estaba trabajando, significaba que la ciudad estaba en calma y eso siempre era bueno.

"Supongo que sí." Respondió Aurora mientras sonreía para la cámara y abrazaba ligeramente a la señora.

"Mamá, deja de estar tan rígida. Tienes que ser más natural, como la Protectora de Zerzura." Instó la jovencita que estaba en la cámara.

La señora volvió a dar una mirada asesina, pero luego tosió y trató de posar para la foto lo más normal que podía a pesar de que se notaba nerviosa.

Como si no deseara incomodarla, pero a la vez deseando tener la foto.

Aurora simplemente, dio una sonrisa y poso por la foto con calma, como si se estuviera sacando una foto con sus amigas.

Luego tras sacar un par de fotos, ella se rio al ver que la jovencita finalmente le daba el visto bueno.

"Gracias por la foto. No se preocupe, no la compartiré con nadie." Dijo la señora con un tono serio.

¿Era por la restricción que antes hubo sobre su imagen? Aurora dio una expresión extraña y algo entretenida.

"No importará demasiado. Internet ahora está lleno con imágenes mías, si desea compartirla en sus redes, no cambiara demasiado." Respondió Aurora y al ver que la joven, le daba una mirada, le hizo una señal para que se acercara.

Estaba claro que esa joven también deseaba sacarse una foto y era imposible que pudiera rechazarla.

A diferencia de la señora, esa jovencita se sacó una 'selfi' con su reloj holográfico.

"Gracias por aceptar nuestro pedido." Dijo la jovencita y dándole una mirada algo avergonzada, declaró. "Y gracias por ayudarnos."

¿Ayudarlos? Aurora a pesar de que le gustaba pensar que tenía buena memoria, era imposible recordar a todas las personas que ayudo.

"Somos… Éramos refugiados de Sudan y en su momento recibimos tu ayuda." Respondió la señora al ver que ella estaba pensando y con una sonrisa, añadió. "Ya dejaremos de ocupar tu tiempo. Gracias por aceptar nuestro pedido."

Refugiados de Sudan… Fue un lugar algo problemático.

Viendo que la señora parecía como si no deseara incomodarla más y no 'quitarle' su tiempo, Aurora simplemente se despidió y bajo las escaleras sintiendo que otras personas la miraban.

Estaba un poco avergonzada de que le pidieran una foto, pero no era algo que le molestara demasiado.

Para ella sacarse unas fotos, era algo más ligero a que pusieran una estatua.

******

En medio de un auto, los gritos de fanáticos y una voz melodiosa venían desde un reloj holográfico.

"¿No se necesita ropa cómoda? Digo, todos están saltando, gritando y reuniéndose."

Aurora que estaba conduciendo, vio por el retrovisor la proyección de Cithrel y su duda.

Estaba viendo un concierto de Serafín con la misma persona que había dado el concierto y la razón era para ver cómo era todo.

Iban a comprar ropas, así que necesitaba tener una idea de lo que debía comprar.

"La comodidad es algo subjetivo. Así que puedes comprar ropa linda y cómoda." Murmuró Amber con un tono simple.

El concierto que estaba proyectando era masivo y sus fans estaban eufóricos mientras cantaban a coro, saltaban o gritaban.

Todo mientras disfrutaban el ritmo de la música y la agradable voz de quien cantaba.

"Parecen a las grandes festividades de Terra nova." Murmuró Venali que estaba en el asiento de acompañante y en voz baja, murmuró. "Aunque los terranovense no son tan… Animados."

Ella también estaba mirando por el retrovisor y si bien tenía una expresión seria, sus ojos mostraban curiosidad.

Aurora se había disculpado con ella por lo sucedido con Cithrel y lo hizo en solitario, pero esa elfa también se disculpó, por haber perdido su calma durante ese momento.

Detrás de ese solemne semblante y su actitud profesional de guardaespaldas, estaba alguien que le importaba demasiado Cithrel... Ahora estaba mostrando cierta curiosidad por los conciertos.

"Aunque esto se ve más divertido. No soy una fanática de estar empujándome entre la gente, pero en esta situación parece divertido." Murmuró Cithrel con una sonrisa.

No era como si le molestara tratar a las personas, sino que no le gustaba la idea de estar en medio de una gran multitud y un concierto era esa clase de lugar.

A quien tampoco le gustaban las multitudes era a su hermana y en ese caso, era muy posible que fuera por muchas razones… Al tener ese pensamiento, Aurora dio una sonrisa mientras conducía.

Lamentablemente su hermana no había venido de compras con ellas, así que no tenía de quien burlarse.

"¿Entonces seguimos yendo al principal centro comercial de moda?" Preguntó Aurora de forma curiosa.

Amber y Cithrel se miraron antes de asentir, dejando que ella condujera.

Los Ángeles era una gran ciudad y había múltiples lugares importantes que eran considerados como 'centros' de diferentes intereses.

Al lugar que iban era un centro comercial de moda, que era muy concurrido en esta ciudad.

Uno de los puntos de intereses para mirar, según una guía turística.

Con ese pensamiento, Aurora condujo con calma y luego se detuvo cuando un semáforo se puso rojo.

Escuchando la música a su espalda de la proyección, ella dio una mirada a una mujer que, en vez de pasar la calle, se detuvo en el camino… Justo al frente de su auto.

Una guapa morocha cuyos ojos se tornaron púrpuras cuando empezó a mirar a los presentes.

Dio una mirada a Venali, quien notó la extrañeza y dio una expresión seria, luego a Cithrel quien de reojo estaba observando y luego a Amber, que estaba captando la extrañeza de la situación.

Luego Aurora vio que su mirada se dirigió a ella y los ojos púrpuras de esa morocha brillaron.

No solo la reconoció, sino que fue un brillo profundo como si ella fuera la persona que estaba buscando.

Las bocinas de los autos sonaron y Aurora dándole una mirada a Cithrel para que cuidara a Amber, bajo del auto.

Pudo ver que Venali que bajaba por el otro lado, le daba una mirada tacita de que cubriría su espalda si algo sucedía.

Activando su concepto de luchadora en secreto, Aurora dio una sonrisa al ver que esa morocha la seguía mirando.

Esos ojos púrpuras que brillaban con una intensa energía psiónica, eran demasiado como para ignorar.

"¿Necesitas algo?" Preguntó Aurora con su sonrisa de calma y observando que la otra persona estaba indefensa, cuestionó. "¿Necesitas algo de mí?"

Estaba claro que estaba aquí por ella y Aurora estaba pensando desde el tirador que podría haber revelado su identidad a otro asesino hasta algún tema relacionado con su 'hermano'… O peor, algo relacionado con la pequeña que estaba en el cuadro.

"Sí. Vengo a advertirte." Dijo la morocha y con una expresión seria, reveló. "El Octavo Portal Abismal esta por aparecer en tu destino y causará mucho daño."

Aurora se quedó tiesa ante esas palabras… Que estaba muy lejos de lo que había esperado.