—Antes de salir, deberías ponerte esto. Manohar le dio a Balkor una armadura Skinwalker y varias prendas típicas del Reino para guardar dentro de ella, que iban desde un atuendo de noble hasta un mameluco harapiento de un niño de la calle.
—Ninguno de nosotros puede permitirse ser reconocido ni podemos perder tiempo cambiándonos de ropa de vez en cuando. Como los dos hombres más buscados en el Reino del Grifo, necesitamos ser creativos. Respondió a la pregunta silenciosa de Balkor.
—¿Necesitas que te lleve? Preguntó Salaark.
—No, gracias. Voy a hacer esto rápido. Manohar colocó su mano sobre el hombro de Balkor, transformando a ambos en un par de jóvenes doncellas que cualquiera que conociera a Tista podría confundir con sus parientes.
—¿Qué demonios? La voz del dios de la muerte ahora era tan femenina como estaba llena de horror.
Support your favorite authors and translators in webnovel.com