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Mundo Shinobi - Virtud - 239

Dentro de los terrenos de la mansión Sarutobi había una terraza donde el patriarca se juntaba a jugar con sus invitados o amigos. El techo era de tejas rojas con una forma cóncava y que en los bordes exteriores se curva hacia arriba, similar a una orquídea boca abajo. Toda la estructura estaba soportada por gruesos pilares de madera roja y una barandilla en el borde. El piso era de piedra labrada mientras que en el centro había una mesa de mármol color crema y pequeñas vetas negras. A los lados había sillas con respaldo y asiento forrado de terciopelo rojo.

En la silla de la izquierda está el voluminoso patriarca de los Sarutobi, Sasuke Sarutobi, un viejo con sobrepeso y cabello ralo mientras en su rostro destacaba una mirada y sonrisa astuta. Llevaba puesto un kimono café claro y unas sandalias de madera. Del lado opuesto, estaba sentado Kain, quien en estos momentos miraba un tablero de shogi puesto sobre la mesa y analizaba las diferentes piezas. Su cabello blanco seguía creciendo hasta llegar un poco más abajo de los hombros. Sus ojos azules como el cielo estaban en un estado de completa concentración. Como siempre, vestía uno de sus tantos kimonos verdes y haori blanco con el vajra y el abanico en la espalda.

Sasuke viendo lo obsesionado que estaba Kain con el tablero, tomo una torre del tablero y se la lanzó a la cabeza. La pieza golpeo en el centro de la mollera y Kain se despertó de su profunda meditación. Después se acarició la cabeza y miró al anciano con el ceño fruncido.

—¿Contra quién estas jugando?— preguntó Sasuke con seriedad

—Contigo ¿Por qué me pegas?— preguntó Kain en un estado molesto

—Bueno, yo estoy acá y tu estabas mirando el tablero— respondió Sasuke —¿Estabas planeando sobre la marcha?— Kain agacho la mirada y asintió, Sasuke continuo —¿Cuáles son las fases del juego?—

—Apertura, medio juego y final ¿Por qué preguntas?—

—Porque parece que las olvidaste— dijo Sasuke —uno no planifica en medio del juego, eso se hace cuando uno práctica. En estos momentos tienes que estar atento a mí, tu oponente ¿Cómo puedes saber mis intenciones si solo miras el tablero?—

—Pero el juego cambia a cada momento—

—Entonces analizas lo que hace tu oponente y te adaptas, pero no te pones a planificar sobre la marcha. Sí lo haces, estarás perdido, lo cual te llevara a la derroto. Uno aprende a través de esas experiencias, pero para eso uno primero tiene que entender lo básico, así que tú te preguntas dos cosas ¿En qué fase del juego estoy y cuáles son las intenciones de tu oponente? Ya te lo dije hace tiempo, el jugador no juega contra el juego, sino contra el otro jugador que se sentó a la mesa con él—

Kain tomo una profunda respiración. Los dados y otros juegos eran una cosa instinto hasta que Sasuke se ponía a hacer trampa, pero esto era muy diferente. El shogi necesitaba concentración, pero un plan ¿Cuál plan para empezar? Solo había que saber las condiciones para la victoria y la derrota ¿verdad?

En ese momento el cielo estaba semi nublado, con una brisa cálida anunciando que pronto caerían las primeras lluvias de la temporada. El viento ululaba llevando el agradable aroma a pasto recién cortado mientras el silencio reinaba alrededor.

—Arregla el tablero— dijo Sasuke con cierto fastidio —comenzaremos desde el principio—

Kain frunció el ceño, pero asintió, entonces comenzó a ordenar las piezas de madera mientras Sasuke buscaba algo en el interior de sus mangas. Kain se agacho en el suelo para buscar la pieza que Sasuke lanzo y la encontró detrás de su asiento. Una vez que la recogió, se puso de pie y la coloco en el tablero. Después se sentó y miró al anciano obeso, el cual saco un pergamino de una de sus mangas y lo tendió sobre el tablero.

—Lo que me pediste— dijo Sasuke

Kain extendió su mano, tomo el pergamino y lo sujeto de los extremos con ambas manos. Lo extendió y vio los dibujos de una serpiente que tomaba la forma de un ser humano. En la parte baja del pergamino estaba escrito la aparición del primer descendiente de las serpientes que llegó a estas tierras. Lo que dijo el abuelo Orochi era verdad, pensó Kain con una amplia sonrisa en los labios. No obstante, esto solo significaba que el mundo era todavía más amplio. Su sonrisa se desmorono poco a poco y miró a Sasuke.

—¿Por si acaso sabes…?— iba a preguntar Kain, pero fue interrumpido a mitad de camino

—Eso te va a costar, cuando me puedas vencer en uno de diez intentos, pensaré en compartir lo que sé— dijo Sasuke —antes de eso está prohibido—

—No entiendo porque pones tanto énfasis en lo de ser un jugador— dijo Kain y después tomo una profunda respiración, olvidándose por completo que él había venido hace un año con la intención de que no le pasara lo mismo que con Tobirama.

—Es importante si quieres ver las jugadas, divertirte y conservar lo que tienes. Alguien que no puede ver a su oponente, evaluar sus intenciones y el tablero al mismo tiempo, perderá. Dime ¿te gustaría perder a uno de tus amigos o amantes? ¿Crees que Tobirama es el más listo del mundo y el único que está tramando cosas? Todo el mundo tiene un deseo y una motivación, todos están tramando algo para lograr sus objetivos—

—Ok, lo capto— dijo Kain con cierto fastidio. Este anciano se había preocupado durante todo un año de grabar en su mente sus preceptos del juego, de los cuales, curiosamente la diversión estaba en último lugar. Según él, la diversión venía por sí sola al momento de entender y saber lo que uno está haciendo. Por otro lado, el aburrimiento viene de la incapacidad de entender cómo se hace algo o de mejorar. Por eso muchos tipos van a botar su dinero a las apuestas y después de perder una suma, se apartan. Solo estaban matando el tiempo, pero no siguen apostando porque no entienden lo que hacen y cuando ganan, siempre es por suerte.

—Empieza a jugar con Rei, ella es buena motivando a las personas— dijo Sasuke

—Quieres decir, en tratarlas como mascotas— dijo Kain con cierto enfado

—¿Lo encuentras malo?—

—Claro que lo encuentro malo, es un insulto tratar así a la otra persona—

—No seas idiota, entrenar a un cachorro necesita tiempo, preparación, disciplina y saber cuándo ocupar el premio o la vara. En términos prácticos no es diferente de lo que hace un buen sensei. El maestro debe tomar al discípulo, instruirlo y premiarlo cada cierto tiempo de manera tal que siga creciendo. Un mal maestro es uno que solo exige, disciplina, presiona, pero nunca recompensa a su discípulo. Al final lo único que crea es a una persona con una inmensa tolerancia a la frustración o el discípulo simplemente abandona ¿Te gustaría abandonar?—

—Yo no he dicho que quiera abandonar, pero no me gusta que me traten como un perro—

Sasuke soltó un suspiro, lo pensó un poco y dijo —supongamos que Rei es tu amante—

—No lo es— dijo Kain frunciendo el ceño

—Aun— añadió Sasuke con una sonrisa significativa. Kain frunció el ceño, pero guardo silencio. Sasuke continuo —bueno, lo importante es que supongamos que Rei es tu amante. Dime ¿Crees que si le das toda tu riqueza, ella será feliz?—

—Probablemente—

—Idiota, solo será feliz por un momento, pero se le pasará y después buscará a otro que si la pueda hacer feliz—

—Lo más probable que sea por sus ambiciones—

—El dinero solo es un medio, no un fin, puedes comprarte un montón de cosas, pero eso no quiere decir que serás feliz—

—Ok, tengo la duda, continua con el punto—

Sasuke negó con la cabeza ante la arrogancia de este muchacho —volviendo al tema— dijo —en lugar de darle tu riqueza, ella será más feliz si sabes hacerla sentir apreciada y entretenerla. Por otro lado, más que el dinero, es el hecho de que estes ahí para cuando ella te necesite. Por eso, saber dar pequeñas muestras de aprecio en el tiempo y de forma constante, es mucho más valioso que de repente aparecer con un gran regalo—

—Al final, es como entrenar y premiar a una mascota—

—Velo como quieras, mocoso, pero la realidad de la situación es esa. Una flor y unos chocolates una vez a la semana, es mucho más valioso que aparecerte a fin de mes con un enorme ramo de rosas—

—No lo sé—

—Bueno, mi consejo es que juegues con Rei y le pidas ayuda. Ella sabrá buscar una motivación para ti y guiarte por el camino correcto. Incluso para aprender y mejorar, necesitas sentirte gratificado. Aunque no lo creas, las personas se gratifican a sí mismos de forma inconsciente. Por ejemplo, el simple hecho de ir a una parrillada, comprarte ropa o algunas cosas que necesites. Todas esas cosas, son pequeñas auto gratificaciones que refuerzan algo que hemos hecho bien. Un premio—

Kain tomo una profunda respiración y asintió mientras miraba a otro lado —ok, jugare con ella, pero no te prometo nada— dijo

—¿Tan terrible fue?— preguntó Sasuke con una expresión llena de diversión

—Bueno, ella convenció a Tsunade de que me dejara de molestar y pelearse conmigo cada vez que me ve—

—¿Eso no es bueno?—

—¡Lo hizo con galletas y dulces!—

—Bueno, cuando somos niños, en muchos sentidos, no nos diferenciamos de los cachorros—

—También reconcilio a Akane y Naomi, bueno no, solo las guio para que no lucharan cada vez que se ven—

—Bueno, eso quiere decir que es una buena entrenadora. Ahora que lo pienso, me preguntó si me equivoque al enviarla contigo. Hubiera sido mejor que la mandara con los Inuzuka, podría dominar a todo el clan, jajajajajajajaja—

Kain elevo una ceja y miró al anciano escandaloso. Por alguna razón, pensó que lo estaba diciendo de verdad. Bueno, el propio Kain tampoco dudaría que una chica tan dulce como Rei pudiera domar a un clan basado en los ninken. Rei, como decirlo, era muy persuasiva y alguien que sabia guiar a las personas por un buen camino. Después de un año de vivir juntos y hasta el momento, Kain no ha podido encontrar que ella haya hecho algo malo con su habilidad para influir en las personas. Su apariencia hermosa y su agradable forma de hablar es una gran apertura para que la gente baje la guardia. Después están sus atenciones, que como dice el viejo, son las gratificaciones (como preparar el té, ayudar a una persona o consentirla con alguna comida o dulce), que se convierten en un gran refuerzo de la conducta de todos los que la rodean. Sin embargo, eso mantiene a Kain en un estado de alerta y por lo mismo, no se han podido acercar el uno al otro ¿Acaso está mal ser tan vigilante?

—Bien, volvamos a intentarlo. Acuérdate— dijo Sasuke —evaluar las cosas por lo que son. Jugar contra el oponente y no contra el juego. Aprender las reglas y condiciones para la victoria. El prestigio es más importante que el dinero y, por último, busca lo que te divierte—

Kain soltó un suspiro y asintió a sus palabras. Todo eso lo podía entender, pero no había planificado nada al momento de sentarse a la mesa ni conocía los posibles desarrollos o finales ¿Cómo iba a ganarle a este viejo granuja? Era una tarea casi imposible. Parece que iba a tener que recurrir a Rei para que le enseñara algunas jugadas y lo guiara, por no decir adiestrar, para encontrarle el gusto al juego. Aun no podía encontrar la diversión.

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