Mundo Shinobi - Resultados - 237 (nswf)

Después de pasar conversando con Sasuke durante varias horas y haber comido más dangos que en toda su vida, Kain volvió a su casa. Solo faltaba un día más para la reunión con el bajo mundo, así que tenía que preparar varios tipos de sellos por si acaso había problemas. No obstante, cuando entró a su casa, se encontró a Mito. Ella estaba sentada en el borde del piso de madera, a tres metros de la entrada. Tenía los codos apoyados en las rodillas y las manos en el rostro. Kain se preocupó, dejo sus sandalias a un lado y se arrodillo delante de ella.

—¿Está bien, sensei?— preguntó Kain llevando sus manos a las manos de Mito, él las fue apartando poco a poco hasta que Mito mostro un rostro cansado —¿Le duele algo?—

Mito negó mientras soltaba un suspiro, mostro una sonrisa y extendió sus brazos queriendo un abrazo. Entonces Kain la abrazo con suavidad durante un largo rato hasta que ella se alejó.

—Es un poco cansador volver a criar niños— dijo Mito

—Tsuna ¿cierto?— preguntó Kain

Mito asintió con una mueca incomoda. La niña se había enojado porque otra extraña llego a "su" casa. Así que fue donde Mito y le exigió que empezara a echar a esta gente que no pertenecía a la familia. Sobre todo, a Kain, quien era un Uchiha y una mala persona. Mito quiso estallar, gritarle y darle dos bofetadas en el rostro. Gritarle que su padre fue el malagradecido que se olvidó de ella y Hashirama para conseguir un título de noble. No obstante ¿Cómo explicarle a una niña de seis años todas esas cosas? Al final, Mito solo le dijo que se fuera a su habitación por grosera. A lo que Tsunade respondió que cuando viniera su tía hablaría con ella y le pediría que la llevara a un lugar con más categoría.

Después de escucharla, Kain abrazo de nuevo a Mito y ella se largó a llorar, frustrada y dolida por todas esas palabras. Después todo, lo único que ella quería era tener a su nieta protegida, pero parece que ella no lo veía así, como si Mito y el resto fueran sus sirvientes.

—Ven sensei, descansa de Tsuna y Nawaki por esta noche— dijo Kain —Le pediré a Tsubaki-san que cuide de ellos. Puedes dormir en la habitación de la abuela y de okaa-sama—

—Está bien— dijo Mito en un estado agotado, ella se aferró al brazo de Kain y él la escoltó como si fuera un caballero. Entonces la dejo descansando en su habitación por mientras que preparaban la habitación que antes ocupaba su madre. No obstante, antes fue a hablar con Tsubaki y le explico la situación.

La bella pelirroja Uzumaki sonrió ante la preocupación de Kain y asintió —está bien, Kain-sama, cuide de Mito-sama. Yo vigilare que Tsunade y Nawaki coman sus comidas y duerman a la hora. Tengo mucha práctica con mi pequeña revoltosa—

Kiyomi que estaba a su lado, levantó su pequeño rostro y dijo —pero yo no soy una revoltosa, okaa-san—

—Vaya ¿Y quién dijo que eras tú?— preguntó Tsubaki divertida con la niña que se había acusado sola. Kiyomi se ruborizo y Tsubaki se largó a reír.

Por otro lado, Kain preparo una tetera con agua caliente y té verde. También tomo algunos pocillos y volvió a su habitación. Ahí encontró a Mito recostada sobre su futon, pero cuando ella lo vio, se sentó.

—No es necesario que se siente, sensei— dijo Kain, puso la tetera, tazas y pocillos a un lado del futón. Después se acercó a uno de los cajones del escritorio y busco entre sus cosas hasta encontrar un par de sellos. Saco uno, se sentó en el suelo y coloco el sello sobre uno de los pocillos. Entonces canalizo su chakra del alma y del sello cayeron pelotitas de dangos de todos los colores. Una vez que estuvo el pocillo lleno, siguió con los otros pocillos hasta que todos se llenaron de bolitas de masas de colores.

—Kain sabe cómo tratar a sus visitas— dijo Mito con una sonrisa suave y relajada. Tomo con la mano una pelotita de masa de color rosa y la llevo a su boca. La saboreó y abrió los ojos amplios al sentir el dulce y agradable sabor. Entonces Kain le sirvió té verde en una taza y se la tendió. Mito tomo la taza, bebió té, después continuo con los dangos hasta que ya no pudo más.

—¿Mejor?— preguntó Kain con una sonrisa

—Sí, mejor— respondió Mito, extendió su mano y le acaricio el rostro. Evaluó esa mirada que poco a poco estaba perdiendo su inocencia y tomo notas de las facciones que estaban tomando un tinte más varonil. El pequeño que llego a esta casa se estaba desvaneciendo con el tiempo para transformarse en un hombre. Ella sonrió orgullosa de Kain y deseo por un momento que fuera su hijo de verdad. Entonces agacho la mirada y pensó en su propio hijo y como terminaron las cosas entre los dos.

—Sensei necesita descansar— dijo Kain, lo cual interrumpió la contemplación de Mito. Ella levantó su rostro, asintió y se recostó en el futon de Kain, sintiendo el suave aroma a él y la textura blanda de almohada. Kain continuo —yo preparare la otra habitación para sensei, no necesita preocuparse por nada—

—Déjalo Kain— dijo Mito soltando un suspiro —ven aquí, hazme compañía— estiro sus brazos como si quisiera un abrazo. Kain sonrió, apago las luces y se acostó a su lado. Cuando era más pequeño dormían juntos, pero eso no pasaba hace años por mandato de su abuela Naori. Ella decía que Kain tenía que aprender a dormir solo y ser independiente. No obstante, no había problema si descansaban así ¿verdad?

A mitad de la noche, Kain se despertó durmiendo en su futón. Todo estaba a oscuras y en silencio. Empezó a mover su mano, tanteando el futon, pero al no encontrar a Mito, se preocupó. No obstante, a los pocos segundos escucho por el pasillo, fuera de la habitación, un "ouch". Después escucho unos pasos dirigirse a la habitación y a alguien protestando por un golpe en el pie. Se abrió la puerta corredera, alguien entro y cerró la puerta. Después gateo por el tatami y llegó al futon. Entonces se acomodó y abrazó a Kain.

—¿Te golpeaste muy fuerte sensei?— susurro Kain

—Me golpee en el dedo meñique del pie derecho, así que imagínate como me duele— respondió Mito entre divertida y adolorida

—Eso es doloroso, quiere que lo vea—

—No es necesario—

—Pero si a sensei le duele, lo sanare en un momento—

—Bueno, si Kain quiere, está bien—

Kain se movió a través del futon, se acercó a una pared y apretó el interruptor, encendiendo la luz eléctrica. Entonces vio a Mito recostada solo con la parte superior de su kimono mientras sus largas y contorneadas piernas quedaban a la vista. Al mismo tiempo, el resto de su ropa había sido dejada sobre la silla del escritorio, a la derecha. Kain no se molestó, después de todo, vivió toda su niñez rodeado de mujeres.

Kain camino hasta el futón y miró el pie derecho de Mito; piel lechosa, suave, con uñas de color rosa y perfectamente cuidadas. Lo tomo con las manos y lo inspecciono. Efectivamente tenía un moretón en su dedo meñique. Parecía doloroso, pero antes de hacer algo, miró a Mito y sonrió —hace mucho tiempo que quería mostrarle algo sensei, pero no estaba muy seguro. Ahora que ya sé que lo domino un poco, se lo mostrare—

Entonces Kain canalizo su chakra al estómago y al higado, los órganos le devolvieron un chakra con naturaleza de agua y tierra. Entonces Kain hizo resonar su energía del alma en la frecuencia correcta y al canalizar el chakra a su mano derecha, tomo un color verdoso natural.

—Kain— dijo Mito asombrada, como si no pudiera creer lo que veía —pero tú eres—

—Sí, lo soy— dijo Kain cerrando los parpados, activando su mangekyo y volviéndolos a abrir —soy Uchiha hasta la medula como decía mi abuela. Solo pasa que soy un poco más hábil que los demás—

Mito se largó a reír y se tapó el rostro, no podía creer lo que decía su discípulo. Sin duda era habilidoso, su orgullo, pero llegar a esto estaba mucho más allá de solo ser habilidoso. Ella apartó la mano de la cara y sonrió para Kain.

—Ven Kain, deja eso— dijo Mito

—Lo siento, pero como le digo, solo soy un poco habilidoso. Si no ocupo este chakra será un problema— respondió Kain, entonces llevo el chakra del elemento de madera al pie de Mito y el moretón se desvaneció de inmediato.

—Hacía mucho tiempo que no sentía el chakra del elemento de madera— comentó Mito con nostalgia —si puedes ocuparlo será bueno en muchos sentidos—

—¿Por qué lo dice?—

—Te lo explicare después, ven aquí— dijo Mito haciendo el gesto de que se acercara con ambas manos. Kain gateo hasta Mito y ella lo abrazo, sus rostros quedaron muy cerca y se miraron a los ojos.

—¿Sensei?— preguntó Kain un tanto sorprendido

—¿Qué pasa Kain? ¿Me rechazaras?— preguntó Mito con una pequeña sonrisa —¿soy desagradable?—

—No, es solo que es tan de repente. Jamás había visto a sensei de esa manera—

—Bueno, tampoco te veo de esa manera, pero como somos sensei y discípulo está bien. En la antigüedad los sensei pedían favores sexuales a sus discípulos. Yo no soy diferente, pero si Kain no quiere, entonces está bien. Bueno, también es un paso para algo más complicado—

—¿Qué cosa?— preguntó Kain mirando esos ojos esmeraldas.

Mito sonrió y llevo su dedo índice de la mano izquierda a su frente —ves mi sello con forma de diamante— Kain asintió y Mito continuo —contiene mucho chakra y vitalidad, me ayuda a mantenerme fuerte y joven, lo que me permite también contener al kyubi. Hashirama-sama era mi marido y así que, a través de nuestra unión, me ayudaba a rellenar el sello con vitalidad y chakra. Sin embargo, si sigo así en unos diez años tendrá que haber otro recipiente—

—Yo, yo, no sé qué decir— dijo Kain preocupado por muchas cosas fuera del sexo. Porque realmente no había dominado el chakra de elemento de madera, así que pensó que podía dañar a su sensei si ponía demasiada chakra.

—Kain no necesita decir nada— respondió Mito con voz suave —he visto como Kain ha empezado a ver a Tsubaki-san ¿Te gustan sus senos?— Kain agacho la mirada y Mito soltó una risita divertida —no hay nada de qué preocuparse, Kain está llegando a esa edad, así que no tiene nada de qué avergonzarse. Ahora, lo más importante ¿me aceptaras?—

Kain asintió y acercó sus labios a los de Mito, pero ella fue más asertiva y lo beso primero. Fue un beso inocente, solo los labios sobrepuestos unos sobre los otros. Por otro lado, Mito comenzó a sentir como el cuerpo de Kain entraba en calor y algo en su cintura se elevaba duro y largo. Entonces ella comenzó a guiar el beso a uno más profundo, abriendo su boca e introduciendo su lengua en la boca de Kain. Él comenzó a jadear y ella llevo su mano al kimono de Kain, soltó el cinturón y metió su mano. Una vez que encontró el pene de Kain, lo sintió largo y duro, pero delgado. Bastante grande para su edad, pero todavía no alcanzaba el grueso de un adulto. No obstante, ella comenzó a masajearlo de arriba abajo, escuchando los jadeos de Kain y como trataba de abrazarla con desesperación y besarla con igual intensidad hasta que termino en su mano. Ella pudo sentir el líquido pegajoso mientras Kain la abrazaba y sentía un éxtasis nunca experimentado en esta vida.

—¿Cómo se sintió Kain?— preguntó Mito con una sonrisa amable. Sin embargo, Kain no respondió nada, solo jadeaba y la veía con ojos intoxicados por la lujuria. Ella sonrió ante la inocente reacción y continuo —ven, quítate la ropa—

Kain se apartó, de forma torpe y trato de ponerse de pie, pero se cayó de espaldas y se golpeó la cabeza con los cajones del escritorio. Mito se largó a reír, pero se acercó gateando hasta él y lo ayudo a sentarse. Después lo guio hasta el futón y lo desnudo. Entonces pudo apreciar mejor lo que tenía Kain entre las piernas, era bastante largo, pero delgado.

—No te preocupes Kain, déjaselo a sensei— dijo Mito mientras ella se comenzaba a desnudar. Después se acercó a él y lo recostó en el futón. Ella le dio un pequeño beso en los labios y continuo —solo disfruta de este momento. Yo te quiero mucho, así que no tienes nada de qué preocuparte—

Kain asintió mirando el cuerpo de Mito, delgado, con pequeños senos y anchas caderas con muslos suaves y gruesos. Entonces miró la entrepierna de Mito, cubierta por un cabello rojo y pensó en todo lo que se ocultaba bajo esa ropa. No obstante, Mito no le dio mucho tiempo para pensar. Ella levantó su trasero, tomo el pene de Kain y lo guio a su vagina. Ella se sentó y Kain soltó un gemido ahogado, sintiendo la humedad y el calor interior.