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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Anime & Comics
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860 Chs

Mundo Shinobi - PGM - 170

Diez minutos después de que paso la avalancha, todos los shinobis de Konoha se encontraban resguardados detrás de las murallas que habían construido los del clan Sarutobi. El plan tenía un alto grado de demencia (así lo habían categorizado la mayoría de los shinobis), pero funciono.

Hiruzen miró hacia los alrededores y grito -¡Informe!-

Desde el extremo derecho empezaron a gritar que todo estaba bien, lo mismo del izquierdo y así sucesivamente. Lo que provocó un gran alivio en Hiruzen y se permitió suspirar. Las murallas tenían más de veinte metros de altura por diez metros de ancho y un metro de grosor. Solo fue una apuesta, donde la mayoría de los miembros de su clan terminaron con cansancio extremo o inconscientes. Sin embargo, funciono.

Hiruzen tomo una profunda respiración y grito -Hyuga y Uchiha, revisen las proximidades. El resto manténganse alerta por si aparecen enemigos-

-Sí- gritaron todos los que estaban cerca y comenzaron a pasar el mensaje a los que no podían escuchar. Hiruzen se dio la vuelta y junto chakra en la planta de sus pies. Después puso su pie derecho sobre una muralla y comenzó a subirla un paso a la vez. Una vez que llegó a la cima, se quedó sin aliento.

Solo quedaban un par de metros de diferencia entre el nivel de la nieve y la altura máxima de la muralla. Eso quiere decir que estuvieron más cerca de morir de lo que pensaron. Por otro lado, miró hacia el paso fronterizo y no vio enemigos en la distancia. La nieve resplandecía blanca y pura, reflejando los rayos del sol. El viento viajaba de este a oeste incrementando el frio y limpiando las nubes blancas que había en el cielo. Todo parecía perfecto, todo parecía en calma, pero debajo de esta blancura, debería haber unos dos mil cadáveres de shinobis, quizá más. Lo cual, por un lado, no enorgulleció a Hiruzen.

-Saru- dijo Danzo subiendo por la muralla y deteniéndose a su lado

-¿Sí?- pregunto Hiruzen meditando en lo que había hecho

-Lo hiciste bien-

Hiruzen soltó un suspiro pensando en que su amigo lo estaba elogiando, pero por alguna razón, tales palabras no le producían ninguna alegría. Hiruzen negó y respondió -gracias ¿Cómo están los shinobis de tu lado?-

-Todos bien, solo hay que esperar los informes de cada líder de clan. Las murallas que hizo la gente de tu clan fueron perfectas, así que no debiéramos tener ninguna baja. Bueno, salvo por los que realizaron la misión de sabotaje-

Hiruzen agacho la mirada y asintió -lo tengo presente, espero que estén bien-

-Saru, son shinobis-

-Sí, son shinobis- respondió Hiruzen sin querer argumentar con Danzo el sentido filosófico de ser shinobi. Parece que Danzo en la búsqueda de la fuerza se olvidó de que también era humano. Hiruzen lo miró a los ojos y continuo -avancemos-

De esa manera, Hiruzen y Danzo comandaron a las fuerzas shinobis, los cuales avanzaron sin el mayor problema. Al mismo tiempo, los Hyuga constataron que, en su mayoría, las fuerzas de Kumo estaban bajo la nieve. Lo cual lleno de alivio a los shinobis de Konoha. No obstante, al pasar por el Paso Fronterizo entre las montañas, los Hyuga también constataron que la mayoría de los shinobis que realizaron el sabotaje, estaban muertos.

Para esta misión, Hiruzen pensó en los shinobis de la alianza Ino-Shika-Cho. Después de todo, los Nara tenían una mente fuerte y atenta a los detalles. Ellos sabrían evaluar la situación y darle prioridad a la seguridad del grupo o a la misión. En este caso, le dieron prioridad a la misión y se sacrificaron en el proceso. De los diez grupos de tres shinobis, nueve murieron y un grupo quedo seriamente herido.

Era, un pequeño precio a pagar por la salvación de los dos mil shinobis de Konoha, que ahora se habían reducido en cantidad.

No obstante, una vez recuperados los cuerpos, Hiruzen llevo a sus tropas al otro lado de las montañas solo para encontrarse con hermosos bosques verdes y largos pastizales. El viento frio aún estaba presente, pero no tenía nada que ver con el otro lado de la montaña. La diferencia entre una nación y la otra era como el cielo y la tierra. No era de extrañar que hubieran mandado a aquel noble a ser daimio de la nación de la Escarcha en castigo por haber perdido la disputa política. Después de todo ¿Quién iba a querer ser rey en una tierra con nieve y hielo por todas partes?

Al día siguiente, Hiruzen convoco en la carpa que funcionaba como centro de mando a Danzo y a los lideres de clanes. Todos miraban el mapa de la nación del Trueno extendido encima de una larga mesa rectangular. No obstante, ellos solo se enfocaron en la región sur, donde había varias figuras de shinobis simbolizando su campamento. Por delante de eso, había bosques y más allá, praderas y tres pueblos separados por más de tres mil metros cada uno.

-Debemos tomar a los civiles de rehenes y ocupar las provisiones que tengan. Tobirama-sama aún no se ha pronunciado con cuanto tiempo vamos a estar aquí- dijo Danzo con completa seguridad

-No va a pasar- respondió Hiruzen en un tono de voz estricto -como tú dices, son civiles, ya lo comprobaron los Hyuga. Solo había tres personas con chakra, pero era tan poco que podemos jurar que son hijos bastardos de algún shinobi. Sin embargo, por el análisis, ninguno tiene el desarrollo ni la educación shinobi-

-¿Y eso que tiene que ver, Saru?- pregunto Danzo frunciendo el ceño -pueden funcionar como escudos. Además, lo que nosotros necesitamos son provisiones-

Varios asintieron a las palabras de Danzo mientras que otros negaron pensando que se estaba volviendo demasiado violento. Desde que se creó Konoha, los shinobis habían podido tener un roce directo con los civiles y esto les había hecho sentir pena por ellos, al punto de que ni siquiera los querían meter en el combate. Son…demasiado frágiles.

-He dicho que no va a pasar ¿Cuántos habitantes tiene cada pueblo? ¿diez, veinte, treinta? ¿Crees que tendrán algún valor táctico? ¿Crees que tendrán suficientes alimentos para dar de comer a dos mil shinobis? Deja de perder el tiempo pensando en manipulaciones estúpidas y empieza a pensar en cómo vamos a lidiar con los protectores del raikage-

-Lo mismo digo-

-Yo no estoy planeando secuestrar a un montón de gente indefensa que ni siquiera aguantaría un puñetazo-

-Hiruzen-sama, Danzo-sama, por favor, más decoro- dijo Hideki Hyuga. Izamu Nara no estaba con él porque estaba velando a los miembros muertos de la anterior misión mientras Tadashi Uchiha, miraba desde el lado en completo silencio, como siempre.

Danzo y Hiruzen miraron al anciano y asintieron.

-Lo que sea, en estos momentos nuestra única tarea es mantener una posición como puesto de avanzada en la nación del Trueno- dijo Hiruzen -cualquier otro plan sobra. Y si debiéramos hacer algo, sería recopilar la mayor cantidad de información posible de las zonas cercanas-

-Demasiado tímido- mascullo Danzo con cierto fastidio

-¡Por mi está bien ser tímido!- respondió Hiruzen en un tono firme -antes de llegar aquí perdimos trescientas personas. Ayer perdimos casi cien personas más. Solo nos estamos debilitando y estamos en la entrada de la nación del Trueno. Lo mejor que podemos hacer es mantener un puesto de avanzada lo más cerca posible del paso entre las montañas y esperar nuevas órdenes. No mandaré a realizar misiones sin objetivos claros-

-Ya avanzamos sin un objetivo claro- protesto Danzo -y aun así logramos llegar. Ahora deberíamos tomar la iniciativa y empezar a extender el caos en la nación del Trueno-

-¿Y llamar la atención de los shinobis? ¿Se te ocurre como lidiar con los protectores del raikage y con el propio raikage?-

-Parece que tienes miedo- grito Danzo

-Tú eres el que tiene miedo- grito Hiruzen de vuelta -pero se te olvida solo porque tuvimos suerte. Muchos aplaudieron lo que hicimos del otro lado de la montaña, pero fue pura y simple suerte. Si las murallas hubieran sido un poco más delgadas o bajas, hubieras terminado bajo la nieve. Que no se te olvide, tuvimos suerte, no la habilidad. No te confundas-

Ambos se miraron a los ojos mientras fruncían el ceño. Los ancianos pensaban en el daño que había generado la presión de la última misión sobre los dos comandantes mientras los más jóvenes pensaban que Danzo quería quitarle el liderazgo a Hiruzen. Después de todo, el último plan que los salvo a todos fue idea suya. Sin embargo ¿Qué había hecho Danzo?

No obstante, Hideki Hyuga salió otra vez al rescate y tosió para llamar la atención -Hiruzen-sama, Danzo-sama, estamos en el centro de mando, por favor, más decoro- dijo

Danzo y Hiruzen lo miraron y asintieron con expresiones serias.

De esa manera, la reunión continuó con un aire incomodo y sin llegar a ninguna parte. Lo único que se determinó al final, fue que nadie atacaría a los civiles, pero se mantendría una estricta vigilancia de los alrededores. Puede que los civiles no tuvieran ninguna fuerza para luchar, pero si podían ir e informar a los shinobis de su posición.

Después de la reunión, Hiruzen salió del campamento y se fue a sentar a una enorme roca que se elevaba por encima de los árboles, a unos seis o siete metros del suelo, y le permitía tener una clara visión de los tres pueblos a la distancia. Incluso desde esta distancia, él podía decir que los civiles que vivían en Konoha en comparación con los de la nación del Trueno, vivían como reyes.

-Saru, Saru- dijo Danzo desde la parte baja de la roca

Hiruzen miró hacia abajo y vio a Danzo con su usual ceño frunciendo y cara de pocos amigos. Siendo sincero, estaba un poco cansado de su amigo, pero como lo tenía en estima, trataba de tolerarlo. Hiruzen soltó un suspiro mientras se apretaba el tabique y le hizo el gesto para que subiera.

Danzo camino por la piedra hasta llegar a donde estaba Hiruzen y se sentó a su lado.

-Espero que no vengas a conversar sobre los civiles- dijo Hiruzen medio en broma, medio en serio. Llevo su mano a la mochililla que llevaba atada a la cintura y saco su pipa.

-No, para nada, eso ya paso- dijo Danzo agachando la mirada

-Ok, te escucho- dijo Hiruzen llevando el tabaco a la punta de la pipa y encendiéndola con un cerilla. Poco a poco comenzó a salir humo y Hiruzen le dio una profunda calada.

-¿Cómo vamos a enfrentar a los protectores del raikage?- pregunto Danzo en un tono de voz bajo y sin ánimos.

-Buena pregunta, amigo mío, yo sigo dándole vueltas y no encuentro una técnica que nos dé la ventaja. Son fuertes y tienen técnicas que desconozco. Al menos, nunca me había enfrentado a nadie que lanzara esos rayos eléctricos oscuros-

-En anbu, los registros dicen que deriva de una técnica especial del clan Yotsuki-

-También lo sé, pero eso no nos dice nada. Podría crear una muralla de piedra y contrarrestar la habilidad, pero también está la invocación- Hiruzen soltó una bocanada de humo y sonrió -estamos con la mierda hasta el cuello, jajaja-

-¿Cómo te puedes reír?- preguntó Danzo algo confundido

-Bueno, es mejor que llorar-

Danzo agacho la mirada haciendo una pequeña sonrisa y dijo -es verdad, es mejor que llorar-