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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Anime & Comics
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860 Chs

Mundo Shinobi - PGM - 148

-Maldito Raikage, no mereces tu título. No tienes Flow, no tienes Flow, hijo de la gran puta- murmuro el shinobi muscular de Kumogakure. Estaba parado frente a Danzo y Hiruzen mientras el resto de los shinobis de Konoha se reagrupaban y se colocaban en posición de combate a su alrededor. El shinobi de Kumo continúo murmurando -yo lo sabía, un shinobi tiene que nacer en una villa, de lo contrario no tiene el Flow-

Hiruzen miró de soslayo a Danzo y le pregunto -¿Qué paso?-

-Lo encontré dentro del edificio, dentro de una prisión- dijo Danzo -su fuerza es absurda, podría haber rompido los barrotes de madera con un simple golpe. Así que decidí mirarlo por un tiempo. En eso llego alguien mayor, de piel morena y cabello oscuro. El tipo se empezó a burlar de este, pero él no le hizo nada y lo ignoro en todo momento. No obstante, cuando mate al carcelero, este tipo reacciono luchando y reclamando venganza por su pueblo. No lo entiendo-

-Oye, hijo de puta- dijo el shinobi muscular de Kumo -no andes divulgando la vida de otras personas. Parece que en Konoha tampoco tienen el Flow-

Danzo se puso tenso de solo ser regañado por el tipo. Hiruzen volvió a evaluar al shinobi de Kumo. A pesar de que el tipo tenía una gran musculatura y se veía intimidante, no tenía una mirada ni actitud violenta. Mas que cualquier otra cosa, parecía molesto con alguien.

-Oye, imbécil, quiero irme. Si no me molestas, tomare mis cosas y me borrare- dijo el shinobi de Kumo

-¿Cómo te llamas?- pregunto Hiruzen

-No tienes nada de Flow, nada de Flow. Da tu nombre primero si quieres el mío, imbécil-

-Ugh- dijo Hiruzen como si hubiera sido pillado en el error. Tosió un poco y dijo -me llamo Hiruzen ¿Y tú?-

-El mocoso de los Sarutobi ¿Cierto?- pregunto el tipo de forma retórica, asintió, llevo su mano a la bolsa que llegaba atada su cinturón, gesto que puso a todos en alerta. Sin embargo, el tipo solo saco un cigarrillo y lo llevo a su boca. Después acerco su dedo índice a la punta del cigarrillo y emitió unos rayos que encendieron el papelillo. Por el aroma, no era tabaco. Después de darle algunas caladas, el tipo miró a Hiruzen y le dijo -me llamo Jin, que no se te olvide, imbécil-

-Jin ¿cierto?, bien, lo siento, Jin, pero ahora eres un prisionero de guerra-

-Mala respuesta…imbécil- dijo Jin y todo su cuerpo se recubrió de electricidad.

-Hazte a un lado, Saru- grito Danzo y empujo a Hiruzen. Este último apenas alcanzo a reaccionar y todo lo que vio fue al Jin avanzando con su hombro por delante como si los estuviera tacleando.

Hiruzen cayó al suelo, se levantó y miró a Jin, quien avanzo embistiendo a todos los shinobis de Konoha que se pusieron en su camino. No obstante, los shinobis se contaban por miles y Jin fue repelido con técnicas de fuego. Él podía aguantar el impacto sin ningún problema, pero era imposible esquivar el calor de las llamas.

-Oye, imbécil, solo me quiero ir- dijo Jin mordiendo la punta del cigarrillo con sus dientes. Le dio una calada y boto el humo por la nariz -no tienen Flow, no tengo ningún interés en personas aburridas, hazte a un lado-

Sin embargo, los shinobis de Konoha mantuvieron su posición y lo rodearon.

Al mismo tiempo, Hiruzen vio a Danzo correr a toda velocidad, le quito la espada a un shinobi y se lanzó contra Jin atacándolo por la espalda. No obstante, Jin sin ni siquiera mirar hacia atrás, dio una pirueta en el aire y lo pateo antes de que Danzo pudiera lanzar su golpe. El cuerpo de Danzo voló como un proyectil y choco con las murallas de los edificios que aún quedaban en pie.

Jin cayó sobre sus pies como si nada, mirando a todos con la soberbia del que sabe que es fuerte mientras fumaba su cigarrillo.

-Suficiente- grito Hiruzen y todos los shinobis lo miraron. Hiruzen avanzo, se abrió paso entre la multitud y llego delante de Jin -dime ¿Qué pasa aquí?-

-Ya ves, cuando un puto viene y te compra la casa por un poco de limosna y todos los viejos le abren los brazos y el culo, nadie queda contento. Yo estoy en mi propio Flow, pero ahí va ese tipo que se hace llamar Raikage, ja. Y nos dice que vayamos a pelear por no sé qué mierda. Muchos hermanos murieron por esta tierra de mierda, el puto barato, ese. Solo déjame ir Hiruzen, no pienso romperme la espalda por una basura que ni siquiera valora a su propia gente-

-Te acusaran de desertor-

-¿Ves algo que valga la pena?- pregunto Jin sacándose el cigarrillo de la boca y extendiendo sus brazos como si señalara al mundo. Todos dieron una ligera mirada y lo único que vieron fue nieve, cadáveres y edificios derruidos. Entonces Jin apunto a Hiruzen con el cigarro y dijo -¿matarías por esta mierda? Por supuesto que no. Voy a ir a mi casa, le partiré el culo a ese que se hace llamar raikage y lo pondré en su sitio-

Jin llevo su cigarrillo a la boca y continúo fumando. Él miraba a Hiruzen a los ojos con determinación, como si estuviera realmente furioso con su raikage. Hiruzen levantó su rostro para que su vista coincidiera.

-¿Así que es cierto que en la nación del Trueno todo está a la venta?-

-No lo digas así, siento que tienes algo de Flow, pero no me hagas perder el poco respecto que te tengo- dijo Jin dando un paso hacia adelante -pero sí, los viejos putos de mi villa le abrieron el culo al monedero del daimio-

Hiruzen asintió con una sonrisa y le dijo -bien, vete, si pasa algo asumiré la responsabilidad-

Jin soltó una risita y mostro una gran sonrisa. Después acercó su mano a Hiruzen y le dio unas palmaditas en el pecho como si estuviera tocando un tambor. Después lo apuntó con ambos dedos índices y le dijo -hermano, me retracto, tienes el Flow, tienes el Flow-

Jin se dio la vuelta y empezó a caminar hasta que llego frente a un grupo de shinobis. Jin con su musculatura y altura era intimidante. Lo shinobis se hacían los valientes por fuera, pero por dentro estaban muertos de miedo.

-Muévete- dijo Jin frunciendo el ceño, le dio una gran calada al cigarrillo, lo tomo con su mano y soltó el humo en la cara de un shinobi de Konoha. El shinobi comenzó a toser ante tal aroma, estaba seguro de que eso no era tabaco.

-Déjenlo pasar, estoy a cargo, he dicho que lo dejen pasar- dijo Hiruzen

Varios miraron a Hiruzen con desagrado, pero asintieron y se hicieron a un lado formando un pasillo.

Jin sonrió, avanzó a paso lento mientras fumaba su cigarrillo. Entonces, casi llegando al portón de la fortaleza, su cuerpo se llenó de rayos y corrió a una gran velocidad. Sin embargo, no se detuvo a la orilla del camino, sino que saltó desde lo alto de la montaña. Varios shinobis lo siguieron y fueron a ver lo que paso.

Hiruzen miró a un grupo de usuarios de byakugan y les dijo -díganme su estado una vez que caiga a la base de la montaña-

Al instante siguiente se escuchó un gran estruendo como si hubiera caído un meteorito a la tierra.

-Está, está…- dijo un Hyuga sin poder hilar su respuesta -está, ileso- entonces el Hyuga se sintió abrumado por la fortaleza y dijo lleno de incredulidad -¡a pesar de que se lanzó de esta montaña no se hirió! ni disloco, nada, ni una quebradura, nada de nada ¡¿Cómo es posible?!-

Hiruzen hizo una pequeña sonrisa y asintió satisfecho con su decisión. Puede que a muchos les desagrade haber dejado ir a Jin, pero fue lo correcto. De lo contrario, nadie hubiera sobrevivido a esta noche. Alguien más nació con un cuerpo sabio, al parecer.

Hiruzen miró a todos y dijo -revisen el perímetro, limpien y preparen tiendas de campaña. Lleven a los heridos al hospital y guarden los cadáveres de nuestros shinobis. Por hoy, es nuestra victoria-

Hiruzen comenzó a caminar hacia el edificio con forma de castillo en el tercer nivel de la fortaleza mientras otros dos shinobis acarreaban a Danzo en un mal estado de salud.

-¿Qué hiciste Saru?- pregunto Danzo en un tono voz mordaz

-Nada en especial, solo protegí a mi gente- respondió Hiruzen

-Dejaste escapar al enemigo-

-Hay que saber escoger un oponente, Danzo. El otro día me dijiste que yo debía ser valiente, pero creo que tú lo estás confundiendo con ser temerario. Él…- Hiruzen se detuvo y dijo en voz baja -nos hubiera matado a todos-

Danzo abrió los ojos amplios y agacho la mirada con una expresión llena de vergüenza, dado que era verdad. Cuando él lo ataco con la espada, ni siquiera pudo ver cuando Jin contraataco. Danzo casi podría jurar que ese muchacho era tan rápido como su sensei.

Hiruzen miró de soslayo a Danzo y negó con su cabeza. Después siguió avanzando mientras sus consejeros lo seguían. Hiruzen se detuvo y dijo -necesito un mensajero, hay algo importante que informar a hokage-sama-

-Sí- dijo Hideki Hyuga y mando a buscar a uno de los shinobis designados para esta tarea.

Hiruzen siguió avanzando hasta subir al tercer nivel de la fortaleza y encontrarse con un castillo. No obstante, se escuchó el gañido de un halcón y Hiruzen se volteó para mirar lo que sucedía, no podían ser buenas noticias.

El halcón planeo hasta descender a la altura de Hiruzen y este último extendió su brazo izquierdo. El halcón se posó con suavidad sobre el brazo y miró a Hiruzen con sus enormes ojos oscuros. Hiruzen le miró la pata izquierda y vio un tubo. Él lo abrió con una mano, saco un pergamino y reviso su contenido. Esto fue escrito por su sensei, Tobirama. La nación de la Tierra está avanzando por detrás de ellos y planean una emboscada una vez que Konoha tome la fortaleza.

-¡Hyuga!- grito Hiruzen asustando al propio halcón y sus otros consejeros. El ave se elevó y se fue a refugiar de los gritos en el techo del edificio con forma de pagoda. Hiruzen avanzó y continúo gritando -Hyuga, ven aquí de inmediato- todos lo miraban extrañados, había más de un centenar de Hyugas en este ejercicito. Sin embargo, Hiruzen siguió gritando hasta que un hombre de unos veinticinco años se acercó.

-¿Posees byakugan?- pregunto Hiruzen en un estado alterado

-Sí, señor- respondió el shinobi

-¿Cuál es su alcance?-

-Mil, metros señor-

-Muy poco, ve a buscar a tú senior, quien tenga la mayor capacidad de visión ¡Ahora, ya!-

-Sí- respondió el hombre y salió corriendo a buscar a su senior

Hiruzen se llevó el puño a la boca y agacho la mirada para pensar. Sus consejeros lo miraban impacientes por preguntarle que le pasaba. Sin embargo, una vez que Hiruzen estaba pensando en algo, no había que molestarlo. Él no era un Nara, pero estaba cerca de su gran intelecto.

Después de diez minutos vino un senior del clan Hyuga, se detuvo delante de Hiruzen.

-¿En qué lo puedo ayudar?- pregunto el hombre en un tono respetuoso

-Mira hacia el sur- dijo Hiruzen apuntando con su mano hacia las montañas -ve si alguien nos sigue. Si no es así, quiero que mires en todas las direcciones y si no pasa nada, busca a un grupo de shinobis habilidosos y viaja al sur hasta que des con nuestros enemigos-

El Hyuga abrió los ojos amplios, pero recobro de inmediato la compostura y asintió. Entonces él activo sus ojos y extendió su visión lo que más pudo. A los pocos segundos se llevó la mano a la cara y dijo -lo que teme Sarutobi-sama es verdad, ellos están a un día de viaje siempre que no quieran atacarnos esta misma noche-