Kain llevo a Naoko a través del distrito Ino-Shika-Cho. En su mayoría, shinobis con habilidades de sensor (como los Hyuga y los Yamanaka) evitaban pasar cerca de Kain. Pero el resto de las personas caminaban sin sentir mucha la diferencia. Así que el viaje de Kain fue en total tranquilidad, y si no fuera porque lo seguían varios escuadrones de anbus, hubiera sido un viaje placentero.
-Creo que deberías dejar de utilizar esta técnica, Kain- dijo Naoko, sintiendo las miradas en su cuerpo como espinas filosas -esta gente está muy enojada-
-Está bien, okaa-sama- dijo Kain ignorando las advertencias, elevo la voz y dijo tan fuerte, que cualquier persona en la calle lo pudo escuchar -hokage-sama dijo que por hoy haría la vista gorda. Así que, si alguien tiene algo que decir, puede venir y decírmelo a la cara-
Sakumo que iba detrás de Kain y Naoko, se largó a reír. Akane sonreía y miraba los techos y los callejones, en donde la mayoría de los anbus se escondían. El resto de los shinobis sensor, personas ociosas que se asustaban por todo e intentaban vigilar al niño descarado (o sea, Kain), miraron desde la distancia. Sin embargo, cuando un Hyuga se acercaba mucho, Kaoru salía a su encuentro y le preguntaba qué estaba haciendo. Era un secreto a voces que Kaoru iba a recibir la marca de maldición del clan Hyuga cuando cumpla los diez años. Sin embargo, y pese a todo, era adorada por Kazuhiko, quien sería el patriarca en el futuro. Así que nadie, incluso de la rama principal, se atrevían a molestarla. Bueno, también estaba el hecho de que hoy en día, pocos adultos podían hacerle frente.
Kaoru echo a un Hyuga de vuelta a su distrito y camino hasta Naoko. Kain iba tomado de la mano derecha, así que Kaoru tomo la mano izquierda de Naoko. Fueron todo el camino, llamando la atención de todos los transeúntes y los shinobis. Una vez que Kain llego a la calle que cruzaba los cuatro distritos shinobis, giraron en una esquina hacia la derecha y pudieron ver el municipio a lo lejos.
-¿Qué es eso, Kain?- pregunto Naoko sorprendida al ver el edificio blanco y de más de cinco pisos.
-Eso que ves allá, es donde trabaja ese tipo feo que nos vino a ver- respondió Kain -ahí es donde se organiza la aldea, donde está la administración financiera, gubernamental y jurídica de toda Konoha-
-Kain, se llama hokage-sama- dijo Naoko un tanto preocupada por la enemistad de su hijo con la persona más influyente en la villa -si te escuchara okaa-sama, se enojaría contigo-
-A la abuelita también le desagradaba Tobirama. Eso es en algo que coincidimos los dos-
Naoko soltó un suspiro, pero se puso tensa cuando vio cuatro anbus de pie al final de la calle. Donde esta conectaba con la avenida principal.
Kain avanzo tornando los ojos al cielo gris. Siguió caminando hasta llegar frente a los cuatro anbus y les pregunto -Raíz ¿cierto? - ninguno contesto y Kain asintió varias veces -ok, chicos, vamos a hacer esto. Ustedes van a ser buenos fanáticos de Tobirama y van a desaparecer. Su hokage dijo que haría la vista gorda por hoy. Bueno, y si no tienen ganas de escuchar, pueden luchar-
-Kain- dijo Akane enojada, le puso un manotazo en la cabeza y le dijo -tu okaa-sama está aquí-
-Está bien, está bien- dijo Kain mientras se sobaba la cabeza y fruncía el ceño -a pesar de que son anbus, son pequeños chunin, los puedo vencer con una mano atada a la espalda- levantó la mirada y los miró a los agujeros que tenían las máscaras. Pudo ver el miedo reflejado en su mirada. Kain hizo una sonrisa llena de satisfacción y les hizo el gesto con la mano para que se apartaran.
Los cuatro anbus se hicieron a un lado y Kain paso con su madre y sus amigos. Naoko hacia pequeñas reverencias, un tanto asustada de los anbus y sus máscaras.
-Tranquila, okaa-sama- dijo Kain con una sonrisa que no lo era -esto tipos no te harán nada. Para empezar, son dos Sarutobi, un Hyuga y un Aburame-. Los tipos tiritaron al ser reconocidos y Kain continuo -sé sus nombres y su procedencia. Si nos hicieran algo, se dónde cortar-
Los cuatro anbus desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos. Al mismo tiempo, Shiori Aburame apareció delante de Kain y Naoko. Ella se quitó la máscara y dejo ver un tierno rostro juvenil. Debería haber estado en sus quince años, de pelo negro como la noche y ojos límpidos, como dos pozos de agua profunda.
-Kain-kun, no molestes a mi padre- dijo Shiori -solo sigue ordenes-
Kain sonrió y le dijo -bueno, yo quiero pasear con mi okaa-sama en paz y tranquilidad. Hokage-sama dijo algo, pero sus devotos sirvientes hacen más de lo que se les pide. No es mi culpa, Shiori. Solo trato de hacer las cosas de acuerdo con los márgenes establecidos-
Shiori se puso su máscara de escarabajo y dijo -no eres para nada lindo- realizo el mismo jutsu de nube de humo y desapareció.
-Kain, no seas duro con esa niña- dijo Naoko -solo está cuidando a su padre-
-Y yo estoy cuidando a mi okaa-sama. No me gusta que la gente venga a intimidar a mi familia- respondió Kain.
Después de eso, los cinco caminaron en total calma, pasando por el frontis del municipio, avanzando por el distrito Sarutobi, hasta llegar al inicio del distrito Uchiha. En el límite de ambos distritos, habían construido el edificio de la policía militar. Era un gran edificio de dos pisos, de estructura de cemento, pintado de blanco. En la puerta de entrada, había un gran arco y en el centro, una escultura con la estrella de cuatro puntas de color celeste, en el centro, el abanico blanco y rojo de los Uchihas.
Todo iba bien hasta que llegaron a diez metros de la puerta. En lugar de tener las tradicionales puertas correderas, tenían puertas de vidrio que traslucían las dependencias de la policía. Un hombre de edad (policía) abrió la puerta de vidrio y detrás de él lo siguieron veinte policías. Todos se colocaron en dos filas, generando un pasillo hasta la puerta de entrada.
-Buenas tardes, Kain-sama- dijeron todos al unísono.
Kain hizo una pequeña sonrisa y se rasco la cara -pueden descansar- dijo algo avergonzado. El veterano a cargo del grupo se apartó del resto y avanzo hasta pararse delante de Kain.
El tipo era un hombre de edad, debe haber estado en sus sesenta años. Seguramente era un asesor de la policía, pero debe haber estado pronto a retirarse -buenas tardes, Kain-sama- dijo
-Buenas tardes- dijo Kain -vengo a ver a Itachi-san-
-¿Al joven capitán?- pregunto el policía, Kain asintió y el policía miró hacia atrás -oye, tú, Akihiko, ve a buscar al capitán y dile que venga-
-Sí, señor- dijo el tipo, entonces salió de la fila de la derecha y entro de nuevo al edificio.
Kain miró al cielo, se estaba poniendo más oscuro y dijo -¿Por qué no nos invitas a entrar? Parece que se va a poner a llover en cualquier momento-
-Sí, Kain-sama- el policía miró al resto y les dijo -pueden romper filas. Preparen algo cálido para compartir con Kain-sama y sus amigos-
-Sí- contestaron todos
El policía miró a Kain y frunció sus gruesas cejas -a todo esto, Kain-sama- dijo -¿Puedo preguntarle porque mantiene ese genjutsu activo? Es un tanto molesto para los sentidos de los demás-
-Lo siento, veras, es para que mi okaa-sama pueda ver. Lo siento, en serio, pero será solo por hoy-
-Sí, es así, debo decir que es un magnífico esfuerzo, señor. Mis disculpas, señora- dijo el policía mirando a Naoko. Ella le regalo una amable sonrisa y el anciano sonrió.
-Si Naori-sama estuviera con nosotros, estaría muy orgullosa de usted Kain-sama-
Kain asintió y se quedó callado, haciendo una sonrisa melancólica. El viejo policía los llevo dentro de la comisaria y los condujo por los pasillos hasta una sala de reuniones. Como el día estaba nublado, las ampolletas estaban encendidas. Dentro de la sala, había una larga mesa ovalada con más de veinte sillas. Por otro lado, la arquitectura tradicional, estaba cediendo a la arquitectura civil. Al menos, Kain solo pudo ver puertas rectangulares que se habrían con manillas. Ninguna puerta corredera, o tatami, o gruesas vigas de madera. Todo era de concreto, con ventanales de vidrio y marcos de madera.
Todos se sentaron en las sillas, uno al lado del otro. Conversaron de los entrenamientos y misiones que había tenido el equipo uno. Kaoru era recatada como una joven dama de alta sociedad. Solo hablaba a menos que le preguntaran. Sin embargo, Sakumo y Akane hablaban todo y de todos.
-De verdad, tía- dijo Akane -fue súper peligroso, pero yo los salve-
-Eso es mentira- dijo Sakumo -fue Kaoru. Si no hubiera golpeado tan duro a aquel tipo, nos hubiera logrado tender una emboscada-
-Cállate, tonto Sakumo-
-Tú cállate-
Ambos niños se miraron a la cara como si fueran dos enemigos.
Por su parte, Naoko soltó una melodiosa risita y dijo -se llevaban bastante bien-
Sakumo y Akane se sonrojaron como tomates y agacharon la mirada.
-Sakumo y Akane son novios- dijo Kaoru con una gran sonrisa -yo los he visto-
-Traidora- gritaron Sakumo y Akane
Naoko se reía de los niños, divertida de las formas en que interactuaban. Kain sonreía a su lado y sabia por dentro, que tal relación solo era cosa de tiempo. Para él era claro desde la primera vez que vio a Sakumo, que él andaba a la cola de Akane y por eso lo quiso desafiar. Solo pasa que desconocía sus propios sentimientos.
Al rato siguiente alguien abrió la puerta de la sala de reuniones. Todos se voltearon y vieron a un policía entrar. Tenía el cabello largo hasta los hombros, de facciones afiladas, bien parecido, alto y sobre todo guapo.
Naoko vio a mucha gente durante todo el camino, sobre todo a los hombres que la miraban con alguna pretensión. Sin embargo, puede decir con certeza que Itachi era el más guapo de todos. Se sonrojo y agacho la mirada. Sentía que su corazón latía con fuerza y al mismo tiempo, rogaba para que nadie escuchara el incesante retumbar. Sintió calor en su cara y quiso reír de lo nerviosa que estaba.
Kain vio a Naoko desde el lado y sintió cierta soledad. Si su okaa-sama alcanzaba la felicidad con este tipo, él se quedaría con Mito. Negó dentro de su cabeza y recordó la promesa que hizo con su abuela.
-Okaa-sama- susurro Kain -párate y ve a verlo-. Sin embargo, Naoko negó con la cabeza al mismo tiempo que sonreía. Kain continuo -pero él está esperando que si quiera te des cuenta de su presencia; él no sabe que puedes ver, sorpréndelo. Esta parado a un metro de ti-
Naoko se mordió el labio inferior, asintió y se levantó de la silla. Entonces se volteo para mirar a Itachi y sonrió. Itachi también estaba sonriendo. Era más alto que Naoko por quince centímetros. De espalda ancha y físico delgado. Naoko agacho la cabeza, algo avergonzada.
-Buenas tarde, Naoko-san- dijo Itachi
-Bu-buenas tardes, Itachi-san- dijo Naoko, levantó su rostro para mirarlo a los ojos. Sonrió con dulzura y continuo -venía verlo-. Se paso la mano por el cabello, pasando a tomar un largo mechón oscuro y lo dejo detrás de la oreja.
-Gracias, siento no haber podido ir estos últimos días, pero hemos estado ocupados con las evaluaciones shinobi y otros asuntos. Le prometo que en cuanto termine mis trabajos, iré sin falta-
Naoko asintió sintiendo calor en su rostro y sonriendo -lo estaré esperando- dijo
Itachi sonrió también y se puso un tanto colorado. Ambos parecían dos tortolitos enamorados. Sakumo, Akane y Kaoru los miraban emocionados. Solo Kain los miraba alzando una ceja. Si esto seguí así, se demorarían una eternidad si quiera tomarse de la mano. Así que se acercó por detrás a Naoko y le dio un leve empujón. Naoko soltó un gritito e Itachi la atrapo entre sus brazos. Entonces, los dos, a unos centímetros del rostro del otro, se miraron muy de cerca. Sin embargo, recordaron que tenían compañía y se separaron lo más rápido posible.
-Lo siento- dijo Naoko
-Yo, también- dijo Itachi agachando la cabeza y rascándose la nuca con la mano.
Como antes, Sakumo, Akane y Kaoru estaban súper emocionados e incluso rojos de solo pensar en que casi se besaron. Solo Kain desaprobaba todo este espectáculo. Entrecerró los ojos y pensó que Itachi tenía una actitud muy débil. Se sintió decepcionado. Sin embargo, sintió como alguien le tomaba la mano y dejo de mirar a Naoko e Itachi. Miró hacia la izquierda y vio los pálidos ojos de Kaoru. Ella sonreía para Kain y él también sonrió para ella. Entonces le beso la frente y le susurro al oído -cuando Kaoru-chan sea más grande, ese beso será en labios, lo prometo-
Kaoru se puso roja y agacho la mirada como lo hizo Naoko, con una dulce sonrisa en los labios y asintió.