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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Anime & Comics
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935 Chs

Mundo Shinobi - Lo que importa es la fuerza - 101

Una vez que Hashirama se fue, Akane y Kaoru se acercaron a Kain. Tenía los ojos humedecidos y un tanto rojos. Su boca formaba una expresión triste. Kaoru se acercó a Kain y lo abrazo con todas sus fuerzas. Kain salió de sus pensamientos y por fin noto a las niñas. Entonces giro su rostro y miró a Kaoru a su lado. Kaoru sonrió para él y Kain también sonrió para ella.

-¿Cómo estas, Kaoru-chan?- pregunto Kain, se pasó la manga del haori por los ojos y trato de gesticular una sonrisa

-Mejor ahora que pude ver a Kain-sama- dijo Kaoru con una gran sonrisa -Akane-chan y yo venimos a invitar a Kain-sama a comer dangos ¿Quiere?-

-Yo, bueno, no tengo muchas ganas- dijo Kain

-Muy bien, suficiente de tristeza- dijo Akane en un tono enfadado -vamos, no seas malo con Kaoru-chan, ella vino solo para invitarte-. Entonces camino al lado opuesto de Kaoru y tomo a Kain del otro brazo.

-¿No me puedo resistir?- pregunto Kain con una sonrisa triste

-Vamos, Kain-sama- dijo Kaoru -Kaoru invita-

-Sí, sí, le quitamos el dinero a ese mirón. Así que hay que darle buen uso, ahora vamos- dijo Akane

-¿A qué mirón?- pregunto Kain extrañado

-En el camino te contamos. Todo fue cosa de Kaoru-chan, así que se agradecido-

Kain se dejó llevar por Kaoru a su izquierda y Akane a su derecha. Durante el trayecto a la tienda de dangos de Ooyama, en el distrito Ino-Shika-Cho, le fueron contando como atormentaron entre los tres a Hiruzen. Kain se largó a reír varias veces y se le paso un poco la tristeza. Sin embargo, una vez que se sentó en la banca, a las afueras de la tienda de Ooyama, recordó a su amigo. En ese momento, Kain estaba sentado en el centro, con Kaoru a su izquierda y Akane a la derecha.

-¿Dónde está Sakumo?- pregunto Kain mientras esperaban la orden de dangos

-Bueno, veras, es complicado- dijo Akane mirando en otra dirección.

Kaoru se largó a reír mientras se tapaba la boca con ambas manos. Kain la vio reírse, pero más allá de encontrar bonita su expresión, quedo confundido. Entonces volteo para ver a Akane y esta evitó hacer contacto visual.

Kain soltó un suspiro y dijo -Sakumo lo tiene difícil-

Kaoru estallo en una risa contagiosa y todo el mundo la quedó mirando. Al mismo tiempo, Akane también tiritaba y se tapaba la boca para evitar reírse de forma tan descarada. Kaoru saco un pañuelo de su kimono y se limpió las lágrimas de tanto reír. Entonces miró a Kain y dijo -lo siento, Kain-sama, pero Kaoru también le dijo lo mismo a Akane-chan-

-Está bien, pocas veces veo a Kaoru-chan reír tanto- dijo Kain con una amplia sonrisa

-Parece que se lo están pasando en grande- dijo un vozarrón desde dentro de la tienda. Su propietario era un tipo enorme, de prominente pansa y mirada amigable. Salió de la tienda llevando dos bolsas de papel llenas de brochetas con dangos. Miró a Kain con una pequeña sonrisa -puse unos extras- dijo -como una pequeña atención a nuestro mejor cliente-. Entonces le tendió las bolsas y Kaoru y Akane recibieron una cada una.

-Gracias Ooyama-san- dijo Kain

-De nada, chico- respondió Ooyama soltando una pequeña risita boba. Quería decirle muchas cosas al pequeño cliente de cabello blanco, pero él era solo un dueño de una tienda. No era su lugar, así que solo le palmeo el hombro en un gesto suave y entro a la tienda.

-Ooyama-san seguro quiere mucho a Kain-sama- dijo Kaoru al abrir las bolsas, había varias brochetas de más en su interior. En dinero sería el doble de lo que habían pagado.

-Sí, sí- dijo Akane al mirar el contenido de su bolsa. La abrió y le ofreció a Kain sacar primero -vamos, algo dulce será bueno-

Kain metió primero su mano derecha, sacando dos broches y después metió la izquierda, sacando dos más. Kaoru y Akane también sacaron brochetas de dangos y cerraron las bolsas. Todos comían mientras la gente en la avenida pasaba por fuera de la tienda transitando de lado a lado. En su mayoría shinobis, eran pocos los civiles que se aventuraban a visitar este sector, a menos que tuvieran que comprar algo como trigo, harina u otro tipo de productos para fabricar su alimento.

Kain disfrutaba de sus dangos, dulces, con una capa de crujiente caramelo. Miró al cielo por un instante, notando como las nubes pasaban viajando de norte a sur. Algunas nubes pasaban generando sombra y otras dejaban ver al eterno sol. Kaoru y Akane captaron como Kain dejo de comer dangos y lo miraron durante un momento. Siguieron comiendo dangos, pero a un ritmo muy lento, pendientes de cómo se sentía Kain.

Akane miró al suelo y pensó en la anciana ¿Qué fue de lo último que hablaron? Se pregunto. "Eres una Uchiha, Akane- escucho Akane en su mente, como si la anciana estuviera hablándole a su lado -si eliges un camino, transítalo hasta el final, sin disculparte por seguir a tu corazón". Los ojos de Akane se pusieron acuosos, se pasó el dorso de su mano derecha por los ojos y sonrió.

-¿Quieres?- pregunto Kaoru a alguien.

Akane levantó la mirada y vio a Kaoru con la bolsa abierta, ofreciéndole dangos a un par de niños pobres. Deben haber sido del distrito civil, ya que tenían los tobillos sucios con barro de tanto plantar arroz en esas posas de agua turbia.

-A mí no me importa- dijo Kaoru con una sonrisa amable -siempre es mejor compartir la felicidad-

El par de niños, solo unos años menores que ella, la miraban con desconfianza. El niño de la derecha creyó en ese tierno rostro. Iba a meter su mano derecha, pero escucho a una mujer gritar y se detuvo.

-Lo siento, shinobi-sama- dijo una mujer, caminando a paso rápido para detener a los niños. Se veía sucia y cansada -lo siento, shinobi-sama, mis hijos no conocen los modales-. Se detuvo detrás de los niños y agacho la cabeza varias veces para pedir disculpas.

-No me importa- dijo Kaoru, levantando su tierno rostro -yo puedo compartir con ellos, no es un esfuerzo-

La mujer quedó confundida, la miró durante un par de segundo y como titubeo, Kaoru cerró la bolsa con dangos y se la ofreció.

-No se preocupe, en serio, tengo más dangos- dijo Kaoru

Sin embargo, aun así, la mujer dudaba de aceptar la bolsa con dangos. Kaoru soltó un suspiro y se acercó a uno de los niños. Le abrió las manos y le paso la bolsa con dangos.

-Es mejor compartir la felicidad- dijo Kaoru -espero que seas tan feliz como yo-

La mujer se mordió el labio inferior y asintió. Después miró a los dos niños y dijo -denle la gracia a shinobi-sama-

-Muchas gracias, shinobi-sama- dijeron los dos niños con una sonrisa en los labios. La mujer los llevo de vuelta, volteando su rostro cada cierto tiempo para mirar a Kaoru. Cada vez que lo hacía inclinaba su cabeza como si hiciera pequeñas reverencias, a modo de agradecimiento.

Kaoru ondeo su mano en señal de despedida. Después se sentó al lado de Kain y apoyo su cabeza en el hombro de Kain. Al mismo tiempo, Ooyama salió de la tienda con una toalla húmeda en sus manos. Se la tendió a Kaoru y ella frunció el ceño.

-No te enojes, pequeña- dijo el gran Ooyama -¿Has trabajado alguna vez plantando arroz?- Kaoru negó y Ooyama soltó un suspiro. Entonces se sentó en otra banca, al lado del grupo, y se quedó mirando a la mujer civil, a lo lejos. Iba con un hombre que cargaba un costal de harina. Los niños iban detrás de la pareja, llevando todavía la bolsa que les dio Kaoru y disfrutando de una brocheta de dangos cada uno -cuando era un mocoso era un tanto desordenado. Así que mi viejo en castigo y me envió a trabajar con los civiles- dijo -estuve todo un verano plantando arroz en los campos. Con el respaldo del chakra no tuve el menor problema, pero pasar todo el día en agua sucia, con los pies húmedos, embarrados y en medio de un mosquerío, mella la mente de cualquier persona. Ese día aprendí dos cosas; una, que era un tipo afortunado. Y dos, que la pobreza deteriora la moral de la gente-

-¿Eso no explica la toalla?-

Ooyama hizo una pequeña sonrisa y dijo -no, no lo explica. Pero las moscas, el barro y la poca higiene a la que se enfrentan esos pequeños te pueden enfermar. Así que ocupa la toalla, límpiate las manos y no le digas a tus mayores que fuiste amable con esos niños-

-¿Por qué?-

Ooyama trato de gesticular una respuesta inteligente, pero le fue imposible. Soltó un suspiro y miró a la pequeña -orgullo, niña, solo orgullo- dijo -eres la princesa del clan Hyuga ¿cierto?- Kaoru asintió y Ooyama continuo -la pregunta se responde sola-

Ooyama le dejo la tolla húmeda en el borde de la banca y Kaoru la tomo. Después se limpió las manos y se apoyó en Kain. Este último apoyo su mejilla en la cabeza de Kaoru y los dos se quedaron sentados, acurrucados uno en el otro, como si fueran dos gatitos.

-Kain- dijo Akane interrumpiendo a los dos tortolitos -¿Sabes cómo conseguir dinero?-

-Se me ocurren un par de formas, pero ¿Por qué preguntas?- pregunto Kain mirando a Akane de soslayo -dijiste que trabajarías de shinobi hasta juntar suficiente dinero-

-Sí, pero eso es lento. Necesito juntar dinero lo más rápido posible y avanzar a una mayor velocidad ¿Qué tal? ¿Se te ocurre algo?-

-Te puedo prestar-

-Kain, sé que te dan dinero, pero dudo que tengas lo suficiente para poner una tienda-

-Me subestimas demasiado-

Akane tomo la bolsa con dangos, la abrió y le ofreció a Kain y a Kaoru para que sacaran. Ambos sacaron una brocheta de dangos. Akane también saco una brocheta y probo uno con una pelotita con cobertura de caramelo color rosa. La cobertura dulce crujió en los dientes de Akane. Después mastico la masa, saboreando la dulzura y pregunto -¿De verdad tienes dinero?-

-No podría decir que tengo una fortuna- dijo Kain mientras masticaba un dango -pero tengo algo de dinero. La otra vez, cuando salvé a la princesa, no pedí nada a cambio esperando a futuro poder cobrar el favor. ¿Pero ya sabes cómo es la gente con poder? tratan de no deberle nada a nadie. Así que me mandaron dinero ¿Cómo si con siete millones de ryos pudieran comprar mi habilidad? -

Akane y Kaoru escupieron lo que estaban comiendo y comenzaron a toser sin parar. Kain las quedó mirando raro, siguió comiendo dangos y volteó para mirar por la cortina que limitaba la vista hacia el interior de la tienda.

-Ooyama-san- dijo Kain -puedes traerle agua a Kaoru y Akane-

-Va en un momento- respondió Ooyama desde el interior

-Gracias-

Una vez que Ooyama les trajo agua, Kaoru y Akane tomar hasta que se les paso la tos. Ooyama se fue y los niños siguieron comiendo dangos.

-Maldito enano- dijo Akane, le dio un mordisco a un dango con todo su enojo

-No tienes por qué odiarme- dijo Kain con el ceño fruncido -solo fue un poco de suerte. Además, esos nobles están bastante equivocados si creen que me compraron con esas migajas. Ya verás, cuando sea adulto iré y pediré una compensación de acuerdo con mi habilidad-

Akane torno los ojos al cielo e hizo una sonrisa divertida -¿Cuánto sería eso?- pregunto

Kain miró al cielo, como si estuviera calculando y dijo -como la mitad de su tesoro-

Akane le iba a dar una mordida a un dango, pero se detuvo, asombrada por el descaro. Después soltó un suspiro y murmuro -a lo mejor yo también debería dedicarme a salvar princesas-

-Déjalo, con lo mandona que eres, capaz que empieces a regañar a la princesa por no salvarse ella misma. Por otro lado ¿Quieres que te preste el dinero o no?-

-¿Está bien? Eres muy descuidado, si no funciona mi negocio podemos perder todo el dinero-

-Lo sé, pero está bien. Siempre puedo hacer más dinero-

Akane comió el último dango de su brocheta, dejando el palillo pelado y lo apunto -suenas como un delincuente- dijo mientras masticaba el dango

-Sueno como un profesional- dijo Kain, apartando el palillo con el que lo apuntaban -una vez que entiendes como se mueve el dinero, es fácil generar más dinero-

-Está bien, acepto tu ayuda- dijo Akane con una sonrisa. Era totalmente desconocido para ella si Kain estaba diciendo la verdad, pero de seguro, era un buen amigo; o alguien demasiado ingenuo. De cualquier manera, era bueno para ella.