Hashirama estaba sentado en el pasillo que bordeaba la casa por detrás. Admiraba su patio trasero, que antes era un gran pastizal de decenas de metros cuadrados y ahora se había vuelto un lugar lleno de cráteres por doquier. Él tomo una profunda respiración pensando en su esposa y en lo orgullosa que estaba de haber tomado a Kain bajo su cuidado. Kain no era un prodigio, sino que era "El prodigio" delante de sus ojos. Superando incluso a su padre y a su abuela, cuyas existencias dentro de su clan eran sinónimos del cielo. Al mismo tiempo, Hashirama pensaba en las palabras de Tobirama y sentía escalofríos de solo pensar en lo que podría pasar si en algún momento, el niño se iba por el mal camino. No obstante, trato de creer en sus propias palabras y pensó que Kain sería de ayuda para todo el mundo, no tan solo para la Konoha.
En medio de meditar estas cosas, Hashirama escucho como la puerta corredera que daba al pasillo interno de la casa se abría. Entonces él levantó la cabeza y vio a un tierno niño de mejillas regordetas salir vistiendo ropa de combate (pantalón y polera negra). Él tenía ese aire inocente que puede tener cualquier niño de cuatro años, pero en sus ojos ya tenía una de las armas más grandes de este mundo. Temida por infinidad de personas y codiciada por la misma cantidad. Un sharingan era una cosa secreta, objeto de culto y misterio. Hasta la hora, los grandes clanes dueños de ojos mágicos (Hyuga y Uchiha) habían guardado bien sus secretos. Nadie sabía cómo se activaban, ni cuál era su alcance máximo. Sin embargo, todo el mundo sabía que te daban una ventaja tremenda en el campo de batalla.
El niño captó de inmediato a Hashirama y camino con pequeños pasos, pasando por pasillo, bajando los tres peldaños que conectaban con el suelo de patio y caminando hasta llegar frente a él. Hashirama lo vio levantar su rostro y mirarlo con inocencia. Esto le indico a Hashirama que fuera de la absurda paranoia de su hermano, el niño no había decidido su destino. Él era una semilla en tierra fértil. Si lo regaba con amor y sabiduría, el niño crecería para ser un adulto ejemplar. Si lo regaba con desconfianza y temor, el niño trataría al resto del mundo de la misma manera. Hashirama estiro su gran mano y la posó sobre la pequeña cabeza del niño. Después le desordeno el cabello y soltó una pequeña risita.
-Tío ¿Qué me vas a enseñar hoy?- pregunto Kain haciendo un puchero
-Lo que tanto te cuesta- respondió Hashirama sacando su mano
-Pero yo no tengo afinidad con el agua, ni con la tierra-
-Oh, veras que ahora con esos ojos no te cuesta tanto-
-¿Tan útil es el sharingan?-
-Así es, pero no te confíes. Igual tendrás que entrenar para poder asimilar el conocimiento adquirido. Sin contar que tendrás que forzar tu chakra para acercarse a la forma del agua-
-No me gusta, parece aburrido-
Hashirama tomo una profunda respiración y se puso en pie, después tomo al pequeño Kain en brazos y lo cargo hasta la mitad del patio. Al lado de uno de los tantos cráteres.
-A veces las cosas que nos ayudan no son divertidas, pero nos pueden salvar la vida. Por ejemplo, ayer tu tía te hizo sufrir ¿cierto? - Kain asintió y Hashirama continuo -pero, aunque no era divertido, era necesario para que tu siguieras creciendo como guerrero. Créeme, desde ahora será más divertido- Kain asintió y Hashirama soltó una risita profunda, para después dejarlo en el suelo y desordenarle sus cabellos blancos. Por su parte, Kain cerraba los ojos cuando Hashirama hacia eso. Las manos de un shinobi eran grandes, duras y llenas de callos. Muy dolorosas para un niño tan pequeño como Kain.
-Bien, comienza con una muralla de tierra- dijo Hashirama
Kain levantó su rostro para mirarlo a la cara y asintió con su pequeño rostro en un gesto serio. Lo que provoco otra risita en Hashirama, pero Kain lo ignoro. Entonces él comenzó a realizar los sellos con las manos, uno a uno, de manera minuciosa y al terminar, canalizo su energía a las manos y golpeó el suelo con su pequeña palma. Al instante siguiente, veinte centímetros por delante apareció una pequeña muralla de la mitad de la altura de Kain. Esto lo hizo fruncir el ceño y voltearse para mirar a su tío para ver que le iba a decir.
-Kain, esto es peor que lo que hiciste la última vez ¿No has estado entrenando? - pregunto Hashirama
Kain negó en un gesto suave y Hashirama le dio un pequeño coscorrón que le hizo doler.
Hashirama soltó un suspiro y le dijo -activa tu sharingan-
Kain levantó su rostro con ojos llorosos y asintió. Entonces cerro sus ojos e hizo circular su chakra a través de su cerebro, para después canalizar una fracción de esa energía a los depósitos de chakra de sus ojos. Primero el más grandes, que se encontraba en el centro, después guiando la energía a los otros tres depósitos ubicados en la parte interna de iris. Una vez completado el proceso de un largó minuto, abrió los ojos que emitían ahora un brillo carmesí.
Hashirama asintió y se agacho para mirarlo más de cerca. Le tomo la barbilla e inspecciono de lado a lado. En sus largas conversaciones con Madara, este le contó que la primera vez que activas el sharingan es doloroso. Por lo general, el ojo queda sensible a la luz y hay casos en los que la persona queda ciega por una semana. Sin embargo, los ojos de Kain se ven inusualmente saludables.
-Ok, ahora mira como lo hago- dijo Hashirama, se puso de pie y comenzó a realizar los sellos para realizar el jutsu de muralla de tierra, algo por lo general ocupado por los autóctonos del país de la Tierra.
Por otro lado, Kain miraba como Hashirama realizaba los sellos de mano con una gran soltura y esa imagen se quedaba grabada en su mente. Al mismo tiempo, veía como Hashirama canalizaba su chakra al estómago y después lo conducía a sus manos para que, una vez terminada la elaboración de los sellos, golpear el suelo con la palma y levantar una muralla de tres metros de alto, por cuatro de ancho y un metro de espesor. Kain miró de abajo a arriba la muralla, un tanto asombrado por la diferencia de la habilidad. Entonces sin que Hashirama le dijera comenzó a realizar la seguidilla de sellos, canalizando su chakra hacia al estómago como lo hizo Hashirama y después guiándolo a sus manos. Kain termino de elaborar los sellos con sus pequeñas manos y golpeo una vez más el suelo con su pequeña palma soltando un poderoso grito de lucha. Entonces del suelo, por delante de la muralla que hizo Hashirama, salió otra muralla de tierra de un metro de alto, por dos metros de ancho y treinta centímetros de espesor. No era la gran cosa, pero dejo a Hashirama conforme, asintiendo con una gran sonrisa en su boca.
-¿Ves la utilidad que tienen tus ojos?- le pregunto Hashirama
Kain asintió y le dijo -sí, tío. Antes realizaba la técnica canalizando el chakra directo a mis manos, pero ¿Por qué el tío canaliza el chakra a uno de sus órganos y después lo redirige? –
-La energía llamada chakra viene de algo muy especial, llamados Chakras del Cuerpo. Son puntos espirituales dentro del cuerpo que te permiten hacer circular la energía. Si quieres verlo de otro modo, es como los grandes cruces en las calles de Konoha. Cada chakra se une al otro a través de una red nerviosa y se conecta con los otros puntos. Por otro lado, cada órgano te permite ocupar un diferente tipo de chakra-
-¿El tío también tiene ojos como los míos?-
Hashirama negó algo divertido por la pregunta y le contesto con una suave sonrisa -para nada, Kain. Los ojos mágicos, como le llama la mayoría de la gente común, son algo precioso y único que poseen unos pocos clanes. Están los Uchihas, el clan de tu abuela y el clan Hyuga, otro clan que vive dentro de Konoha-
-¿No es eso injusto?- pregunto Kain -Konoha tiene demasiado poder-
Hashirama soltó una risita y asintió -así es, Kain- dijo -Konoha tiene demasiado poder, así que necesitan a alguien como el hokage para que los guíe. De lo contrario, se irían por el mal camino-
Kain frunció su pequeño ceño y después levantó su rostro para mirar a Hashirama. Él lo miró con un sentimiento de cariño y Kain sonrió -el tío también me está guiando ¿cierto?- pregunto
A lo que Hashirama reacciono quedando congelado por un breve instante y después se largó a reír a carcajadas. Tomo a Kain en sus brazos y lo cobijo en su pecho. Una vez que Hashirama termino de reír, le dijo -así es, estoy guiando a Kain. Sin embargo, quiero que Kain siga su propio camino. No que siga mis pasos, de lo contrario, Konoha no tendría ningún sentido de existir. Tu padre y yo creamos esta aldea para que los niños como Kain pudieran elegir su futuro, más que solo vivir para ser shinobis. Por eso estaba un poco en contra de enseñarle a Kain. Sin embargo, y lamentablemente, Kain es hijo de un gran guerrero. Tu padre hizo muchos enemigos y venció a muchos guerreros excepcionales. Como Kain es su hijo, ellos vendrán algún día por ti. Sin embargo, no quiero que Kain se llene solo del resentimiento de esas personas, quiero que Kain se llene del cariño de una familia. Así Kain crecerá como una buena persona-
Kain reposo su cabeza en el hombro de Hashirama y asintió con una pequeña sonrisa. Entonces supo, después de todos estos años de haber nacido en este mundo, que había llegado a un buen lugar.