Kain estaba en la sala de estar del segundo piso del yate, frente al balcón que daba al mar. El oleaje era suave y la brisa marina refrescante. Eran las nueve de la mañana, el cielo estaba despejado y el sol incandescente. Era otro maravilloso día en los arrecifes de coral en frente de la isla Jiro, al sur de la nación del Té.
Hoy iban a zarpar con dirección noreste hacia Kirigakure, pero antes de eso, Kain tenía que asegurarse de que Mana estuviera a salvo.
Kain llevaba puesta una camisa blanca y unas bermudas color caqui. Por su parte, Mana llevaba ropa oscura como si fuera a realizar una misión. La única gran diferencia con la vestimenta común es que ella tenía un amplio escote para su también amplio pecho. Llevaba el cabello blanco recogido en una coleta y los labios pintados de un color cereza acuoso.
Kain la miró a los ojos, se enfocó en el iris rojo, después paso revisando el resto del rostro. Tenía una bonita forma de corazón, la piel oscura, suave y tersa, la nariz simétrica y la boca grande con labios gruesos. También tenía la barbilla marcada y el cuello delgado, la clavícula marcada y el escote le daba un aire tentador.
—Ven, Mana— dijo Kain
Mana sonrió y se acercó emitiendo una vibra un tanto infantil, ella lo quedó mirando, expectante a lo que Kain iba a hacer, pero para su sorpresa, lo que Kain sacó de su bolsillo fue un colgante con un rubí. Ella se sorprendió bastante y mostró una sonrisa más amplia, llena de emoción.
—Tonta, no te emociones. Esto puede parecer joyería, pero no es algo tan burdo— dijo Kain
Mana quedó confundida y cerró la boca mientras pensaba en el trasfondo de esas palabras. Ella miró a Kain, los ojos azules, el rostro cuadrado, el cabello blanco peinado hacia atrás. Él llevaba el colgante en sus manos y lo acercaba. Mana levantó la barbilla y le mostró su cuello. Kain mostró una pequeña sonrisa y le coloco el colgante.
Mana lo miró a los ojos como si esperara algo. Kain acercó su rostro, le dio un pequeño beso y después dio un paso atrás.
Mana llevó sus manos al colgante y se dio cuenta que el rubí era bastante grande como un globo ocular. Ella parpadeo varias veces de la emoción —entonces, si no es un adorno ¿Qué es?— preguntó con una amplia sonrisa, lo encontró bastante bonito.
Kain miró a Mana, ella lo miraba con esos bonitos ojos tan grandes y expresivos. Tenía una vibra infantil que la hacía ver tierna y curiosa, pero sobre todo tierna.
—Es para protección, verás, Kirigakure es una villa, pero no es como el resto de las villas. Ellos poseen la mayor cantidad de usuarios de kekkei genkai y eso significa que todos son muy territoriales y agresivos. Recientemente hubo un conflicto y el clan Yuki quedó devastado. Así que las cosas están bastante tensas. Puede que Kirigakure sea lo más parecido a lo que era una villa shinobi en la era de los estados combatientes—
—En ese caso ¿Esto es para protegerme?— preguntó Mana mientras sostenía el gran rubí. En el interior se veía una puerta torii de color negro.
—Lo acabo decir ¿Te gustaría probarlo? No tienes que hacer nada—
—Está bien, tengo curiosidad por ver lo que hace—
Kain señalo al balcón y dijo —por aquí—
Él y Mana caminaron hacia el balcón, la brisa marina acaricio sus mejillas. Kain saltó hacia el mar, lo que tomo a Mana desprevenida, pero al ver que él utilizó chakra en sus pies para no hundirse, ella lo siguió y también saltó. Ellos cayeron al agua salpicando para todos lados. Ellos quedaron a una distancia de diez metros.
Kain grito —Ven, un poco más lejos del yate, no lo vaya a golpear—
Mana apenas lo escucho porque el viento se llevaba el sonido. Sin embargo, al ver que él se movió lejos del yate, ella intuyo lo que él quiso decir y lo siguió.
De fondo escuchaban el movimiento del suave oleaje y el chapoteo de sus pies.
Ellos se alejaron a más de cuarenta metros del yate, terminaron a medio camino de los arrecifes de coral.
—Aquí está bien— grito Kain y se detuvo, él comenzó a realizar una seguidilla de sellos de manos hasta que termino y grito —Katon, goukakyu no jutsu— y soplo una enorme bola de fuego azul
Mana grito aterrada por el ataque sin previo aviso y reacciono cubriéndose con las manos. Escucho el fuerte estallido, pero es como si el sonido fuera ahogado y ella miró para ver lo que pasaba. Ella se vio envuelta por una energía purpura como si fuera un manto de chakra. Ella reviso sus manos y miró el resto de su cuerpo. El manto de chakra seguía la forma de su silueta y se adaptaba a la perfección.
Mana miró a Kain y lo vio levantar las manos y aplaudir varias veces, pero con el viento y ahora el manto de chakra, era imposible escuchar el sonido de los aplausos. Sin embargo, ella al ver que Kain hacia más sellos de mano, entendió lo que estaban haciendo; un experimento. Ella se mordió el labio inferior, estaba nerviosa y asustada, pero también emocionada por ver los alcances de esta nueva técnica.
Ella vio a Kain lanzar otra enorme bolsa de fuego, el agua se agito, era tan potente que emano vapor del agua del mar. La bola de fuego viajo directo a ella. Mana entrecerró los ojos, quería cerrarlos, pero se obligó a mirar. La bola de fuego azul la impacto y se dispersó en un mar de llamas. Mana estaba rodeada de ese fuego azul, pero el manto de chakra la mantuvo inamovible de su posición. No se quemó, no sintió la potencia térmica del fuego ni del vapor. El fuego se disipo por completo y ella miró hacia Kain.
—Ahora intenta atacarme— trasmitió Kain directamente al cerebro de Mana a través de la unidad susano en su brazo.
Mana lo escucho fuerte y claro, como si Kain estuviera a su lado y le hubiera hablado a un par de centímetros de su oído. Ella miró hacia todos lados, tirito, eso le dio miedo, pero soltó un suspiro y se armó de valor. Mana miró a Kain y corrió con todas sus fuerzas. Ella se asustó, esto era como tres veces su velocidad normal. Así que no lo pudo controlar, fue más el miedo, pero fue suficiente para que ella se tropezar y se diera de cara contra la superficie del mar mientras levantaba llovizna.
Mana se fue hundiendo en el agua, pudo ver la superficie de color turquesa y la luz del sol que penetraba el agua como brillantes haces de luz. Ella reacciono, se dio cuenta que podía respirar con normalidad. Ella llevó sus manos a su cuello de forma instintiva, pero sintió el tacto extraño, como si llevara puesto un guante quirúrgico. Ella miró sus manos, después miró su cuerpo y se dio cuenta que tenía el manto de chakra purpura.
Entonces Mana comenzó a nadar a la superficie hasta que emergió, apoyo sus manos envueltas en el manto de chakra. Por alguna razón, podía manifestar su propio chakra a través del manto de chakra aunque la energía no eran de la misma procedencia. La función y la compatibilidad eran la mejor. Ella se empujó con la manos fuera del agua y apoyo sus pies. Entonces ella se pudo poner de pie sobre la superficie del mar y miró el mar.
Mana estaba seca, había soportado el ataque de jounin, quizá el ataque de un jounin de elite: estaba ilesa. No había necesitado respirar bajo el agua y su cuerpo se sentía en la mejor condición.
Mana sintió un presión en su hombro como si alguien la tocara y ella se volteó rápidamente, vio a Kain, él sonreía de forma amigable. Mana soltó un suspiro de alivio y lo abrazó.
—¿Te gusto?— preguntó Kain directamente a su cerebro
Mana lo escucho, como siempre, ocupar la función del susano como lo llamaba Kain, se sentía espeluznante como caer bajo un genjutsu. Ella levantó su rostro y le dijo —¿Cómo me quito esto?—
Por supuesto, su voz no supero el manto de chakra, pero Kain se estaba comunicando a través de la unidad susano directamente al cerebro de Mana.
—Concentra tu chakra y llévalo al colgante, entonces piensa en apagarlo, como si presionaras un botón. No debería ser difícil— respondió Kain
Mana asintió, ella cerró los ojos, hizo lo que Kain le dijo y abrió los ojos, pero el manto de chakra purpura seguía ahí. Ella miró a Kain a los ojos —no funciona— dijo
—Estás nerviosa, respira profundo e inténtalo de nuevo. Tu corazón todavía late con demasiada fuerza—
—Si tu marido te lanza una enorme bola de fuego en varias ocasiones, cualquiera tendría la presión arterial por las nubes—
—Sí, lo siento, pero tienes que ser consciente de los alcances de la protección del sistema touki—
Mana soltó un suspiro y trato de calmarse como Kain le aconsejo, ella respiro profundamente durante veinte respiraciones y cerró los ojos. Ella llevó su chakra al colgante y como dijo Kain, trato de imaginar presionando un interruptor. Entonces ella escucho el oleaje, susurro del viento y la suave brisa marina en su rostro. Ella sonrió, abrió los ojos y miró a Kain. Ya no estaba el manto de chakra purpura.
—Eso es lo más loco que he hecho en mi vida— dijo Mana con una amplia sonrisa, parecía más fascinada que asustada.
—Es un sistema de protección, recuérdalo, no es un juguete— dijo Kain
—Pero con esto, si las cosas se ponen difíciles en Kiri, yo te podría ayudar—
—¿Te quito el colgante y te devuelvo a la nación del Fuego?—
—Kain, eso es injusto, eres mi marido y lo más racional es que yo te ayude. No puedes ser…—
—¿Qué vamos a hacer, Mana?—
—¿Por qué lo preguntas?— preguntó Mana confundida
—Mana, responde ¿Qué vamos a hacer a Kirigakure?—
—Una misión de paz y ayudar a los genin— dijo Mana con voz suave
—Y si las cosas se salen de control o por ayudarme lastimas a alguien de forma irreversible ¿Qué haríamos en ese caso?— preguntó Kain
—No puede ser tan malo—
—No entiendes el alcance del sistema touki. Solo hazme caso, por ahora, ayúdame en lo que puedes y mantente a salvo—
—Lo entiendo, no confías en mi—
—En muchos aspectos, es así—
Mana dio un paso atrás y lo miró enojada.
Kain no se conmovió y le dijo —mantente enfocada. Eres mi mujer y te puedo escuchar en muchas cosas, pero no voy a permitir que hagas lo que quieras ¿Soy claro?—
Mana se quitó el collar y se lo lanzó a la cara, ella lo quedó mirando a los ojos muy enojada. Kain lo atrapo con la mano y la quedó mirando a los ojos.
—Bien, parece que ese es un no— dijo Kain —transporta a Mana Izumi a su residencia en la capital de la nación del Fuego—
—No, espera— dijo Mana con los ojos llorosos —solo, solo debo ocupar el maldito collar ¿Verdad?—
—Así es y ayudarme en las cosas que te pedí—
—El maldito ninjutsu médico y las nuevas medidas de salud— dijo Mana con la voz quebrada mientras derramaba lagrimas
—Así es— respondió Kain y le tendió el collar.
Mana no lo tomo, ella se acercó y levantó su barbilla como si le ofreciera su cuello —esto te gusta ¿Cierto? Ponerme una correa como si fuera una perra— dijo
—Supones demasiado, no conoces mi juego—
—Tú juego, tu juego, puras mentiras—
Kain soltó un suspiro y desbrocho el colgante y lo acercó alrededor del cuello de Mana —no entiendes los alcances de este collar ni lo peligroso que puede ser para ti como para los otros— dijo
—Por eso te dije, te podría ayudar—
—Por eso yo también te dije que no conoces los alcances. Tú crees que te volviste fuerte, que me puedes ayudar, pero ese manto de chakra solo dura un minuto. Tiempo suficiente para que yo te pueda encontrar a donde sea que estes y ayudarte—
—¿Tan poco dura?— preguntó Mana con voz suave y totalmente desilusionada del artefacto
—Así es, no es perfecto. Es un modelo de pruebas que he estado desarrollando hace poco tiempo, pero para esta ocasión me sirve. Vamos a Kirigakure, Mana. Kumogakure puede haber sido un caos con todos los clanes y los intereses de los clanes más pequeños, pero no puedes entender como mucho peor que puede ser en un lugar donde más de la mitad de la población tiene un kekkei genkai—
Mana asintió, pero siguió derramando lágrimas.