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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Mundo Shinobi - Chunin - 288 NSFW

El contacto de Kain y Tsubaki en el salón de té solo llego a los besos. Ambos estaban cansados y decidieron continuar en la habitación de Kain. Este último se bañó primero y ahora estaba vestido con un kimono verde pasto y sentado en su cama leyendo un pergamino mientras Tsubaki se bañaba.

Después de media hora, Tsubaki salió del baño vestida con un pequeño kimono que llegaba un poco más abajo de su sexo, dejando ver sus piernas largas y hermosas. Su cabello rojo iba suelto y mojado. La parte del escote era amplia, dejando ver la mitad de sus enormes senos. Ella avanzaba contoneando sus caderas mientras miraba a Kain en la cama.

Kain apartó la mirada del pergamino y la miró a los ojos. Ella sonrió de forma coqueta y Kain bajo la mirada disfrutando de la vista hasta llegar a los pies. Dejo el pergamino en un velador, al lado de la cama y la espero. Ella avanzó hasta la cama, después gateo sobre la cama levantando su trasero para que se subiera un poco el borde del kimono y dejara ver la piel. Kain quedó fascinado por la simple vista de un trasero tan lindo y redondo. Tsubaki se sintió encantada de verlo tan fascinado con ella. La competencia era amplia y dura. Rei tenía un cuerpo que podía competir con el de ella, pero además era joven, solo un par de años mayor que Kain. Por otro lado, Tsubaki iba a alcanzar los treinta años y cuando Kain tuviera su edad, ella iba a ser una anciana. A lo mejor, ya no tenía cabida a su lado.

No obstante, por muchos pensamientos que le diera Tsubaki, Kain era simple y ahora estaba enfocado en morder el trasero de Tsubaki. Le parecía demasiado sensual.

Tsubaki llegó delante de Kain y acercó su rostro, deteniendo sus labios a solo un centímetro de los labios de Kain y lo miró a los ojos. Kain quedó mirando esos hermosos ojos verdes y después bajo mirando nariz hasta llegar a los labios con un arco de cupido definido. Después volvió a subir hasta llegar a los ojos de Tsubaki. Sonrió encantado con ella y le beso los labios con suavidad, intercalando sus labios con los de ella. Después le succiono el labio inferior, Tsubaki hizo lo mismo y le mordió con suavidad.

Tsubaki le sujeto la cara y le beso con mayor intensidad mientras se escuchaban los jadeos cargados de deseo. Ella se sentó a horcajadas en Kain y sintió, a través de su sexo como Kain estaba erguido y firme, superando la tela del kimono y tocándose con ella. El cuerpo de Kain ya estaba seco y cálido, pero el cuerpo de Tsubaki aún estaba húmedo y frio, por lo cual, el contraste de temperaturas era excitante.

Ellos se continuaron besando, Kain llevó las manos a las nalgas de Tsubaki y la fue moviendo para que ella restregara su sexo con el de él. Ambos sentían la temperatura del otro aumentando mientras sus sexos se humedecían con algo que era diferente de la orina. Ellos detuvieron los besos, se miraron el uno al otro, Tsubaki agacho la mirada y se mordió los labios de forma coqueta. Kain también bajo la mirada y vio las manos de Tsubaki posicionándose encima del glande.

—Esto ya está muy grande ¿Tanto lo deseas?— preguntó Tsubaki con una sonrisa coqueta, lo miró a los ojos con deseo y Kain asintió, débil contra su tacto. Ella acaricio el glande con sus manos y Kain cerró los ojos, soltando un pequeño gemido. Después abrió los ojos y apretó las nalgas de Tsubaki con sus manos. Las nalgas se sentían redondas, suaves y llenas. Las masajeo sintiendo que sus manos eran insuficientes para agarrar todo el contorno, pero eso solo lo excito. Así que siguió bajando y abrió un poco las nalgas. El dedo medio de su mano derecha bajo por entremedio de las nalgas y acaricio el ano, dibujando el contorno con suavidad y sintiendo como Tsubaki trataba de apretarlo, como si le indicara a Kain que esa era una tierra prohibida. Algo que lo prendía aún más. No obstante, Kain siguió bajando y alcanzó los labios de la vagina. Acaricio los bordes, sintiendo la viscosidad y humedad. Después se fue adentrando en los labios, explorando el interior con el dedo pulgar y acariciando el clítoris con la yema del dedo índice.

—¿Parece que no soy el único que lo desea?— preguntó Kain en voz baja, aguantándose las ganas de eyacular por el juego de manos de Tsubaki

Tsubaki hizo su rostro hacia atrás, llevó su mano derecha al cabello y lo hizo hacia atrás —ven a mi— dijo

Kain sonrió, la recostó sobre la cama y la besó entremedio de los senos. Fue subiendo, besando cada centímetro de la piel, pasando por la clavícula hasta el cuello y llegar al mentón. Tsubaki lo intercepto, cubrió sus labios y entrelazaron las lenguas. Kain de forma instintiva fue dirigiendo su pene a la vagina, tocando los labios y el clítoris para poder excitarla. Se sentía tan caliente que pensaba que iba a terminar, pero alejo su rostro del de Tsubaki y tomo una profunda respiración para poder calmarse. Tsubaki se largó a reír y echo su cabeza hacia atrás, con todo su cabello rojo desparramado alrededor de su cabeza. Kain se introdujo y ella cerró los ojos, lamiéndose los labios y tomando una profunda respiración, saboreando la sensación. Kain acercó su rostro, ella soltó un gemido cuando lo sintió profundo dentro de su vagina y abrió los ojos para mirarlo. Kain también la miró a los ojos y la beso. Ellos se miraban sin apartar la mirada mientras Kain la envestía. No obstante, Kain llevó su mano al clítoris y lo comenzó a acariciar. Ella soltó gemido y echo su cabeza hacia atrás. Después cerró los ojos mientras jadeaba con la boca semi abierta. Kain le cubrió la boca con su boca y continúo moviéndose, aumentando el ritmo y cada tanto tiempo deteniéndose para sacar su pene y tomar un respiro.

—Está bien, Kain, dentro está bien— susurro Tsubaki entre jadeos. Ella atrajo la cabeza de Kain a sus senos y él comenzó a lamer el voluminoso contorno, suave y blando como un flan. Kain se introdujo en ella, siguió acariciando el clítoris y la continúo envistiendo mientras los gemidos sonaban por toda la habitación. Kain hizo una última embestida y lo dejo todo en el interior de Tsubaki. Ella lo abrazo y tomo una profunda respiración, sintiendo todas esas sensaciones que hormigueaban por todo su cuerpo.

Ambos se quedaron abrazados con sus cuerpos humedecidos y brillantes por la traspiración. Tsubaki jadeaba mirando el techo mientras sentía ese calor tan propio del sexo. Por otro lado, Kain jadeaba con su rostro entremedio de los senos de Tsubaki. La piel húmeda se sentía pegajosa, pero no le molestaba. Tomo una profunda respiración tomando una bocanada del perfume de Tsubaki y levantó su rostro para mirarla. Ella lo miró con una sonrisa cansada y él acercó su rostro. Después de un tiempo, Kain se sentó y llevo a Tsubaki entre sus brazos, para que ella se sentara a horcajadas sobre sus piernas, igual que en un principio. Ellos se quedaron mirando a los ojos, se quitaron los kimonos y quedaron piel con piel.

Kain tomo la iniciativa y la comenzó a besar. Tsubaki le siguió el ritmo, suave y tierno. La lujuria había sido saciada, ahora faltaba el amor. Está vez se tomaron su tiempo para explorar el cuerpo del otro con sus manos mientras disfrutaban de los besos. El calor de los cuerpos continuaba subiendo mientras el sudor cubría la piel. Entonces cuando sintieron que fue suficiente, Tsubaki se apoyó en sus pies, levantó su trasero y se sentó sobre el pene de Kain, sintiendo el palpitar de las venas. Ella comenzó a mover sus caderas de arriba abajo mientras entrelazaban sus lenguas y se abrazaban. Después de un tiempo, Tsubaki se cansó y se sentó. Entonces fue el turno de Kain para tomarla de las nalgas y levantarla y bajarla en un movimiento constante, suave, explorando su interior y deleitándose en el calor y la humedad. Al mismo tiempo, ella llevó el rostro de Kain a los senos y él comenzó a lamer el contorno de los pequeños pezones rosa.

—Lo siento— dijo Kain entre jadeos —ya no puedo más—

—Solo un poco más, Kain— susurro Tsubaki con una voz deseosa —solo un poco más—

Kain tomo una profunda respiración, se concentró, pero solo duro un minuto más y termino dentro de Tsubaki mientras la abrazaba. Se sentía tan emborrachado por la sensación que cerró los ojos y se abrazó a ella para no desmoronarse. Después de un tiempo, abrió los ojos y sintió como Tsubaki le acariciaba el cabello. Él levantó el rostro y ella lo miró con una sonrisa mientras una gota de sudor perlaba en la punta de su nariz.

—Se sintió muy bien— dijo Kain entre jadeos, le dio un beso y entrelazaron sus lenguas una vez más. Después se acostaron desnudos en la cama, uno al lado del otro, con las cabezas juntas y tomados de la mano mientras miraban al techo.

—¿Mañana es el último día de los exámenes?— preguntó Tsubaki con voz cansada

—Sí, mañana es el último día, pero sería mejor que Tsubaki dejara todo listo y después viniera a la casa, con sensei— dijo Kain —dependiendo de cómo terminen las conversaciones, podría ocurrir un desastre—

—A mí me dio la impresión de que los cinco kages se llevaban bien— respondió Tsubaki volteando su rostro y mirando a Kain. Él se volteó para mirarla a los ojos y le acaricio el rostro.

—No te confundas, puede que haya shinobis como "A" que no son tan habilidosos ordenando sus pensamientos, pero tienen la practica para engañar y atacar a los oponentes a traición. No te confíes, no sabemos cuáles son las verdaderas intenciones de todos. Si logran tomar mi anzuelo y seguir el plan, todo saldrá bien, pero solo hace falta un pequeño malentendido para que todo termine en un desastre—

—Entiendo— respondió Tsubaki, mirando a Kain a los ojos y sintiendo un gran peso en su mirada. Por un lado, lo veía tan joven y por otro era tan maduro que era anormal. Era como si él ya supiera muchas de las cosas que ella aprendió a medida que vivía.