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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Mundo Shinobi - Chunin - 286

Después del combate de Nagisa, vino el de Kenzo y otra vez Duy. Todos los discípulos de Kain ganaron sus combates con gran facilidad y después de dos rondas de combates individuales, Nagisa y Duy habían quedado clasificados, solo faltaba Kenzo, quien iba a combatir contra un muchacho del clan Yuki, de Kirigakure. Todos se quedaron sorprendidos por la belleza del muchacho de Kiri, con un rostro más fino y delicado que el de la mayoría de las mujeres. Tenía un cuerpo esbelto, el cabello oscuro y la piel blanca. Vestía un kimono celeste que le llegaba hasta los tobillos mientras usaba sandalias de madera.

Por otro lado, Kenzo vestía con ropa oscura, zapatillas shinobi y la chaqueta verde pasto de la villa. Su cabello oscuro hasta los hombros lo hacía ver guapo y muchas muchachas de su clan y de otros clanes le profesaban su amor a vivo pulmón. No obstante, Kenzo era orgulloso y jamás demostraba un favoritismo por una u otro.

Desde el balcón del segundo piso, Kain, Orochimaru, Tsunade y Jiraiya lo miraban. Kain evaluó su desempeño en los combates anteriores encontrando a Kenzo demasiado enfocado en el poder de su fuego. Kain le había enseñado que era mejor ser eficiente, pero Kenzo había enfocado su entrenamiento en extender sus reservas de chakra y lograr que su fuego fuera el más fuerte de todo su clan. Al menos, esas eran sus aspiraciones.

El referí en el centro de la arena, parado entre Kenzo y el muchacho de Kirigakure, miró a los dos competidores por el último pase a las finales y levantó el brazo —muy bien, comiencen— dijo y bajo su brazo como si cortara algo en vertical.

Kenzo dio un salto hacia atrás y el muchacho de Kiri también hizo lo mismo. Kenzo llevó su mano a la mochililla en su espalda y saco tres kunais. Los lanzo al muchacho de Kiri y este último levantó su mano creando al instante un muro de hielo. Los tres kunais rebotaron y al instante siguiente, el muchacho de Kiri hizo una seguidilla de sello de mano y apuntó con su mano derecha al muro de hielo. Desde la superficie del hielo emergieron las puntas de cuchillas de hielo que volaron hacia Kenzo. Este último saltó hacia un lado, realizo una seguidilla de sellos y grito a vivo pulmón —katon, gokakyu no justu—. Después soplo el aire de sus pulmones y genero una enorme bola de fuego, la cual voló con dirección al muchacho de Kiri. Este último levantó su mano izquierda y creo otro muro de hielo. Junto con el primer muro de hielo, resistieron la envestida de la bola de fuego, la cual genero un gran estruendo, pero se disipo sin hacer daño.

Kenzo incapaz de ver al muchacho oculto detrás de las murallas de hielo, espero un contraataque, pero en su lugar, emergieron dos murallas más de hielo y el muchacho de Kiri quedó rodeado de hielo. Kenzo pensó en realizar un katon, pero al instante siguiente, una fina capa de hielo se extendió por el suelo. Kenzo empezó a retroceder dando piruetas hasta que diez metros más allá, el hielo dejo de extenderse.

Kenzo quedó mirando una amplia extensión de hielo con los cuatro muros de hielo en el centro. Al mismo tiempo, la temperatura en el gimnasio disminuyo y comenzaron a emerger murallas de hielo desde el piso. No obstante, era como si las pusieran sin orden ni sentido. Kenzo frunció el ceño, saco dos kunais y tomo uno en cada mano. Iba a pisar el hielo para ver si se podía acercar, pero antes de que diera el primer paso, los cuatro muros de hielo en el centro del campo de hielo se resquebrajaron como cristal y desaparecieron junto con el muchacho de Kiri.

Kenzo por fin activo su sharingan hasta el segundo tomoe y comenzó a mirar en todas las direcciones. De repente sus ojos captaron una sombra ascendiendo desde el suelo y él solo respondió saltando hacia atrás. La sombra era el muchacho de Kirigakure, el cual ascendió con una cuchilla de hielo y lanzo un corte rozando el mentón de Kenzo.

Kenzo cayó al suelo, rodo hacia un lado y se empujó hacia atrás con sus manos. Dio un saltó, cayó sobre sus pies y lanzó un kunai, pero el otro muchacho se hundió en el hielo como si fuera de agua y el kunai paso de largo sin herir a nadie. Kenzo frunció el ceño, saco otro kunai y comenzó a avanzar hacia el hielo. Estar a la defensiva no lo iban a llevar a ningún lado, así que lo mejor era desafiar al oponente en su campo.

Kenzo se adentró en el campo de hielo con las murallas de hielo puestas de forma aleatoria y se fue girando, tratando de captar alguna anormalidad. Muchos pensaron que estaba tratando de mirar a su alrededor, pero lo que hacía Kenzo era ofrecerle su espalda al atacante. En cuanto el otro muchacho pensara que estaba vulnerable, lo atacaría y Kenzo respondería con toda su fuerza.

El ataque del muchacho de Kiri no se hizo esperar, emergió de una pared de hielo a espaldas de Kenzo y se lanzó de frente con una espada de hielo en la mano. Kenzo capto el movimiento por el rabillo del ojo, se lanzó de espaldas al suelo y quedó mirando al techo. El muchacho de Kiri pasó por encima, Kenzo retrajo sus piernas hasta su pecho lo pateo con todas sus fuerzas en la cara. El muchacho de Kiri se elevó en el aire y Kenzo rodo hacia atrás para ponerse de pie. Entonces comenzó a realizar una seguidilla de sellos de mano y una vez que el muchacho de Kiri empezó a caer, Kenzo junto aire en sus pulmones y grito a vivo pulmón —katon, goukakyu no jutsu—

Sin embargo, antes de que pudiera canalizar su chakra y lanzar la bola de fuego para golpear al otro contrincante a quemarropa, llegó Kain, lo tomo del cuello y lo estampo en el hielo. Después se levantó y atajo al muchacho de Kiri en sus brazos.

—¡¿Qué haces Kain Uchiha?!— protesto el referí

Kain lo miró con frialdad y mostró al muchacho de Kiri con los ojos cerrados —él ya está inconsciente—

—Eso lo decido yo—

—¿Seguro? ¿Y hubieras podido detener a Kenzo de que lo golpeara a quemarropa con una bola de fuego?—

El referí se quedó callado mientras Kenzo se levantó del suelo acariciándose el rostro. Kain dejo al muchacho de Kiri sobre el hielo y después tomo a Kenzo del cuello como si fuera un perro que se meo en la alfombra.

—¿Kenzo gano?— preguntó Kain.

El referí asintió y Kain asintió en respuesta, se hecho a Kenzo al hombro y salió de la arena. Al mismo tiempo, muchos comenzaron a protestar, pero como ninguno de los kages se quejó, no hubo repercusiones. Al final, lo que la gente no entendía, era que Kain salvo al muchacho de Kiri de morir calcinado.

No obstante, lo importante para Kain en estos momentos era regañar a Kenzo. Camino hasta el borde de la arena, donde lo esperaban Duy y Nagisa. Kain lanzó a Kenzo al suelo sobre su trasero y le preguntó en un tono enojado —¿Cuántas veces te he dicho lo del maldito fuego?—

Kenzo levantó la mirada y después agacho su rostro, molesto por ser regañado.

—Eres un idiota, ten cuidado con lo que haces. No estamos luchando a muerte, es un combate amistoso, donde nos podemos herir, pero no matar. Piensa en el resultado, si hubieras golpeado a ese muchacho con esa bola de fuego, lo hubieras matado—

—Kenzo idiota— dijo Nagisa

—Oye, soy tu amigo, deberías apoyarme— protesto Kenzo

—Lo haré cuando pienses con el cerebro—

Kenzo bufo hacia un lado y frunció el ceño.

Kain soltó un suspiro y dijo ya más calmado —lo que sea, para la próxima ten en cuenta la situación y no seas tan drástico—

—Sí…sensei—

—Si lo entiendes, está bien. Lo que sea, ya que no se convirtió en algo serio, podemos irnos a celebrar. Ayer no pudimos hacer nada, estaba un poco ocupado, pero hoy podemos ir a comer al salón de té—

—No quiero— dijo Kenzo enojado, pero Kain no le hizo caso, lo tomo de un brazo y se lo echo al hombro.

—Sensei, bájame, iré por mi cuenta, lo prometo, pero bájame— dijo Kenzo avergonzado por ser llevado como un niño malcriado

Kain lo bajo y Kenzo lo quedó mirando con resentimiento. No obstante, Kain solo sonrió y le revolvió el cabello.

—Lo hiciste bien, Kenzo— dijo Kain. Kenzo lo miró sorprendido y asintió con una sonrisa en los labios. Después Kain miró a Nagisa y Duy y continuo —ustedes también, lo hicieron muy bien. Estoy orgulloso de su desempeño, sobre todo de Nagisa—

Nagisa sonrió encantada por el cumplido y abrazo a Kain. Sin embargo, Kain solo se rio y le dio unas palmaditas en la espalda, lo cual fue un poco descorazonador para Nagisa.

—Bien, vamos a comer, yo invito— dijo Kain y los tres gritaron un fuerte "sí"

Antes de llegar a la puerta de salida del gimnasio los interceptaron Jiraiya, Orochimaru y Tsunade.

—Oye Uchiha ¿Dónde van?— preguntó Tsunade

Kain entrecerró los ojos, soltó un suspiro y les preguntó a los tres —¿Quieren venir?—

—Sí, bueno, solo porque Nagisa-nee fue genial— dijo Tsunade con un rubor, producto de su vergüenza. Después se lanzó contra Nagisa y la abrazo.

—¿Está bien, nii-san?— preguntó Orochimaru

—Claro que está bien, Orochi, ven con nosotros, tú también Jiraiya. La comida de Tsubaki es la mejor—

—Bueno, si insistes— dijo Jiraiya mirando hacia otro lado, también avergonzado por aprovecharse de la buena suerte de otros.

Kain salió del edificio con los seis niños y se encontraron a Kiyomi apoyada en la pared, con una cara triste. Ella vio a Kain y los otros salir. Kiyomi corrió con todas sus fuerzas y tacleo a Kain, abrazándolo e impactándolo para dejarlo sin aire.

—Kiyomi-chan— dijo Kain con una voz apagada, producto de la falta de aire

—Onii-chan malo— dijo Kiyomi frotando su cara contra el pecho de Kain, sin preocuparse del daño que le había hecho —no es justo, no es justo ¿Por qué solo Tsuna-chan?—

—Es porque eres una enana— dijo Tsunade mientras abrazaba a Nagisa por el lado

—Tu eres una enana— respondió Kiyomi, mirándola con resentimiento —eres una mujer sucia, solo esperabas aprovecharte del noble corazón de onii-chan— después miró a Kain a los ojos mientras lo abrazaba y le dijo —¿Sabes onii-chan? Está horrible mujer tenía todo…—

Sin embargo, no pudo continuar, Tsunade soltó a Nagisa, corrió y le tapó la boca con las manos. Así que solo se escucharon unos balbuceos. Al parecer, esperar a Kain parado detrás de la muralla no era una casualidad, sino un plan bien pensado en donde se había considerado su carácter. Kain alzó la ceja y ya no quiso escuchar. Unos niños lo habían manipulado como quisieron y lograron su objetivo a expensas de su buena voluntad. Así que camino con una expresión de poco amigos y el resto lo siguió en silencio. Bueno, hasta que Kiyomi y Tsunade empezaron a pelear en voz baja.

—Suficiente— dijo Nagisa dándole un coscorrón a cada una. Kiyomi y Tsunade la quedaron mirando mientras se agarraban la cabeza. Nagisa continuo —dejen de pelear, Mito-sama y okaa-sama les han dicho hasta el cansancio—

—Fue ella— dijeron Kiyomi y Tsunade al mismo tiempo que se apuntaban con el dedo.

Nagisa levantó su pequeño puño y las miró como ofreciéndoles otros. Ellas se taparon la boca con las manos y siguieron avanzando en silencio, hasta llegar al salón de té. Una vez que entraron, vieron el local vacío y limpio, con una larga mesa preparada con platos y palillos.

—¿Okaa-sama nos estaba esperando?— preguntó Nagisa en voz baja

—No, eso es para los kages— respondió Kain, apuntó a las mesas en una esquina del salón de té y dijo —nosotros nos sentamos allá—

—Entiendo ¿Pero está bien, sensei?— preguntó Nagisa

—Sí, está bien, es algo que habíamos pensado con Tsubaki. Vamos—

Nagisa agacho la mirada pensando en el trasfondo de esas palabras y sintiéndose amarga a pesar de haber clasificado para las finales de los exámenes chunin.