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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Mundo Shinobi - Chunin - 269

Una vez que Kaoru, Tsunade y Kain llegaron a la casa, se sacaron las sandalias en la entrada y avanzaron por el pasillo principal hasta llegar al cruce con el pasillo que abarcaba toda la casa en horizontal. Tsunade y Kaoru avanzaron por el lado izquierdo, con destino a la habitación de Kaoru. Esta última le había prometido a Tsunade regalarle algunos kimonos antes de irse de viaje.

Por otro lado, Kain las quedó mirando mientras ellas avanzaban y conversaban en voz baja. Soltaban pequeñas risitas misteriosas y cada tanto, se volteaban para mirarlo. Ambas se rieron como hadas juguetonas y miraron hacia adelante para continuar su camino. Kain negó con la cabeza mientras sonreía y después siguió hasta la puerta corredera que daba al patio trasero.

Una vez que abrió la puerta corredera vio el corredor que bordeaba la casa con el techo que lo protegía del sol. Más allá estaba lo que antes era el patio en donde Kain practicaba. Ahora era ocupado por el pequeño Nawaki de dos años. En estos momentos corría soltando carcajadas chillonas y llenas de diversión mientras Kiyomi-chan lo perseguía. El niño se tropezaba cada dos por tres, pero se apoyaba en sus manos y continuaba corriendo. Al mismo tiempo, Kiyomi-chan corría a una velocidad lenta para darle ventaja, pero le tocaba la espalda con la punta de los dedos para que Nawaki sintiera que lo iban a atrapar. Esto solo hacía que la emoción estallara en carcajadas contagiosas que hacían felices a todos.

Kain pensó que Nawaki era la persona más feliz en el mundo.

Después de quedarse durante unos minutos mirando a Nawaki y Kiyomi, Kain miró hacia la derecha, pasando su vista por el pasillo de madera hasta detenerse en dos personas sentadas en el borde del pasillo. Una de cabello rojo, Mito y la otra de cabello castaño, Rei. Como siempre, Mito ordenaba su cabello rojo en dos moños mientras vestía un kimono blanco. Por otro lado, Rei se ordenaba su cabello castaño en un moño en la parte posterior de la cabeza mientras dejaba un mechón suelto que caía por el lado derecho de su rostro. Ella vestía un kimono de color purpura con flores amarillas en las mangas.

Desde la posición de Kain no era posible ver el rostro de Mito, pero si el de Rei. Esta última sonreía con amabilidad y conversaba de forma animada. Al mismo tiempo, Mito asentía a sus palabras.

Kain se dispuso a caminar a donde estaban ellas, pero solo alcanzo a dar cinco pasos y escuchar a alguien gritar de felicidad —¡nii-chan!—

Kain miró al patio y vio al pequeño Nawaki correr en su dirección. Kiyomi se detuvo y lo quedó mirando desde la distancia con una sonrisa amable. Al mismo tiempo, gracias al grito de Nawaki, Mito y Rei miraron a Kain. Este último se quedó de pie en el pasillo y espero a que Nawaki lo alcanzara.

Nawaki corrió con todas las fuerzas que su pequeño cuerpo le permitió y se detuvo delante del borde del pasillo. Puso sus manos en el borde del pasillo y se trató de subir. Sin embargo, carecía de la fuerza y lo único que hacía era dar saltitos hasta que Kain se acercó, se agacho, lo tomo por debajo de las axilas y lo levantó

Nawaki sintió la ingravidez de ser levantando y levantó su rostro para mirar a Kain a los ojos.

—Nii-chan, yo podía— dijo Nawaki con voz mimada

Kain lo levantó hasta que lo pudo abrazar, se puso de pie y le dijo en un tono de voz amable —está bien, sé que Nawaki puede subir por su cuenta, pero nii-chan lo quería hacer ¿Me perdonas?—

Nawaki asintió con una gran sonrisa. Kain lo abrazó apretado contra su cuerpo y Nawaki se abrazó a su cuello. Kain camino hasta Mito, bajo el techo del pasillo y se sentó al borde sin soltar a Nawaki.

—Hola, sensei, Rei-chan— dijo Kain con voz tranquila, Nawaki se separó un poco de él y miró a Mito y Rei

—Hola— respondieron ellas al mismo tiempo

Mito se acercó a Nawaki y le pellizco las mejillas —dijimos nada de brazos ¿Cierto?— preguntó. Nawaki oculto su rostro en el cuello de Kain y no respondió.

—Déjalo, sensei— respondió Kain —Nawaki va a crecer y pronto no va a querer que nadie lo cargue—

—Mmm, parece que tú eres el que más lo disfruta—

—Un abrazo es algo increíble, sensei— dijo Kain recordando cuando Hashirama lo cargaba en sus brazos. Mito pudo ver la tristeza en los ojos de Kain y asintió con una sonrisa cómplice. Por otro lado, Kain pudo notar que el sello con forma de diamante en la frente de Mito se estaba pasando de purpura a rojo. Los ojos de Kain se deslizaron por el rostro de Mito y notaron las tenues arrugas en las comisuras de los ojos y algunas canas que no sumaban más de diez a los costados de la cabeza. No eran muchas, pero como el cabello de Mito era de un rojo vibrante, se notaban demasiado.

Mito agacho la mirada ruborizada y después miró en otra dirección. Kain solo sonrió y comenzó a conversar sobre los exámenes chunin para aliviar los sentimientos de Mito. Kain les dijo que estaría realizando vigilancia, por supuesto, evito decirles que estaría vigilando al raikage para no preocuparlas. Al mismo tiempo, Kiyomi-chan se acercó a Kain y se sentó a su derecha mientras molestaba a Nawaki en los brazos de Kain.

Después Kain comenzó a conversar sobre la participación de Nagisa, Kenzo y Duy en los exámenes chunin. Dijo que ellos tenían grandes posibilidades de aprobar mientras Mito y Rei lo miraban.

—¿No crees que es mucha presión para ellos?— preguntó Mito

—Bueno, creo que tienen la fuerza y el intelecto— respondió Kain —incluso si fallan, será aprendizaje. Yo ya les advertí que significaba volverse chunin y ellos lo entendieron. Así que no creo que haya mucho que discutir. Después de todo, eso es lo que ellos quieren—

—Eres un sensei demasiado relajado— dijo Mito con el ceño fruncido

—Bueno, creo que soy un sensei menos severo que mi sensei— dijo Kain con una sonrisa amigable mientras recordaba como Mito lo perseguía por el patio golpeando el suelo y dejando cráteres. Mito se ruborizo y miró hacia otro lado, después miró a Kain y llevo su mano al muslo derecho. Le pellizco con fuerza hasta que Kain sintió dolor y se puso rojo, pero no le dio el gusto de escucharlo gritar y solo sonrió aguantando el dolor.

—Sensei sigue siendo severa, parece— dijo Kain con una sonrisa que no lo era

—Bueno, si un mocoso como tú se descontrola sería malo— respondió Mito con una sonrisa rebosante de confianza.

—Onii-chan— dijo Kiyomi. Kain se volteó para mirarla y vio ese tierno rostro enmarcado en un cabello rojo similar al de Tsubaki. Sus ojos verdes brillaban con inocencia mientras decía —Nawaki-chan se durmió—

Kain alejo un poco a Nawaki de su pecho y notó que este último tenía una expresión en calma con los ojos cerrados mientras sus mejillas estaban rojas por el calor. Después miró al cielo azul, limpio e iluminado y soltó un suspiro.

—Lo más probable es que vaya a estar despierto hasta tarde— dijo Kain con una voz llena de resignación

—Todo es culpa de Kain— dijo Mito con una gran sonrisa, se acercó a Nawaki y le peino el cabello con suavidad.

Kain miró a Rei y le preguntó —Rei-chan ¿Puedes cuidar de Nawaki? Sensei va a estar ocupada—

—No hay problema, Kain-sama— respondió Rei con una sonrisa complicada. Kain no le había dicho nada, pero ella se hacía ideas. Después de todo, cuando Mito estaba ocupada, Kain tampoco estaba disponible. Rei asintió y continuo —a cambió me gustaría que me diera algo de su tiempo. Van a venir algunos parientes del país del Trueno y me gustaría que estuviera presente—

Kain recordó a los Sarutobi que se habían ido a ese país. Frunció el ceño pensando en las posibilidades y asintió con seriedad. Después miró a Rei a los ojos y ella sonrió. Kain también relajo su expresión y asintió.

—Voy a ir a recostar a Nawaki a su habitación— dijo Kain poniéndose de pie mientras recostaba a Nawaki en sus brazos.

—Te ayudo, onii-chan— respondió Kiyomi poniéndose de pie y camino junto con Kain por el pasillo hasta la puerta corredera. Ella deslizo la puerta hacia la izquierda y Kain entró a la casa, después caminaron por el pasillo a su izquierda, con dirección a la habitación de Mito.

—Onii-chan— dijo Kiyomi mientras caminaba al lado de Kain

—¿Qué sucede?— preguntó Kain dándole una breve mirada de soslayo

—¿Me puedes enseñar un super jutsu?—

—Sé varios super jutsus— respondió Kain con una sonrisa traviesa —pero creo que sería mejor que Kiyomi-chan se enfocara en crecer fuerte y fortalecer sus cimientos. Una vez que estes lista, te enseñaré algunos jutsus de sellado de nivel avanzado—

—Pero eso no es divertido— dijo Kiyomi haciendo un puchero

—Superar tus propios límites es divertido— dijo Kain —lo que pasa es que tienes que llevar un registro, como un marcador. Por ejemplo ¿Cuántos minutos puedes estar de pie sobre el agua?—

—¡Todavía no nos enseñan eso, onii-chan!— respondió Kiyomi

—Bueno, podría ser un buen comienzo. El fin de semana, cuando Kiyomi-chan no tenga clases, podemos ir al lago del bosque y practicar—

—¿Promesa?— preguntó Kiyomi con una sonrisa astuta

—Promesa— respondió Kain con expresión amable. Se detuvo delante de la habitación de Mito y continuo —la puerta por favor—

—De inmediato— respondió Kiyomi abriendo la puerta corredera con las dos manos

De esa manera, Kain entró a la habitación, acostó a Nawaki en su futon y después se fue con Kiyomi a la cocina por algo de comer. En el proceso se encontraron con Tsunade y Kaoru, quienes calentaban la tetera para tomar té mientras compartían dangos. Kiyomi les preguntó si se podía unir al grupo, pero como siempre, Tsunade puso algunos peros diciendo que estaban hablando los "grandes". Al mismo tiempo, Kain se largó a reír viendo a Tsunade de la misma estatura de Kiyomi y Kaoru solo un poco más grande que ellas dos. Kain las rebasaba por más de treinta centímetros, así que le pareció un tanto cómica las pretensiones de Tsunade.

—¡Cállate, odioso Uchiha!— respondió Tsunade con una expresión enfadada

—Lo siento, lo siento— dijo Kain con una gran sonrisa —solo que tu grandeza me sorprende—

—Cállate, no es mi culpa que tu hayas nacido como un gigante—

—¡Kain-sama!— protesto Kaoru, aludida por su estatura. Ella era de la misma edad de Kain, pero solo era diez centímetros más alta que Tsunade y Kiyomi. Lo cual, dentro de todo era normal. Solo pasaba que Kain era demasiado alto para su edad.

—¿Qué sucede, Kaoru?— preguntó Kain con una gran sonrisa mientras miraba esos ojos de color malva

—¿Tiene algún problema con mi estatura?—

—Por supuesto que no— respondió Kain avanzando hasta ella. Kaoru se ruborizo al verlo desde tan cerca. Kain la abrazo y le susurro al oído —de este tamaño Kaoru cabe perfectamente en mis brazos. Puedo abrazarla sin dificultad y mimarla tanto como quiera—

Kaoru se puso roja como un tomate y oculto su rostro en el pecho de Kain. Le dio unos leves puñetazos en las costillas, pero más que nada, era su forma de expresar su felicidad. Al mismo tiempo, Tsunade y Kiyomi miraron a Kain y Kaoru con curiosidad.

Kain se separó de Kaoru mientras ella miraba al suelo. Kain se agacho, le dio un pequeño beso en la mejilla roja como un tomate y ella sonrió. Entonces levantó su pequeño rostro y lo miró a los ojos con felicidad.

Kaoru abrió sus labios para preguntar algo, pero las palabras no le salían. Sus labios comenzaron a temblar y sus ojos a derramar lágrimas mientras trataba de sonreír. Kain la volvió a abrazar, Tsunade y Kiyomi se retiraron pensando en que ellas sobraban. Paso un minuto y Kain y Kaoru por fin se separaron.

—¿Kain-sama me recordará?— preguntó Kaoru con los ojos acuosos

—Siempre, no importa lo que pase, siempre— respondió Kain con total seguridad. Kaoru asintió con una sonrisa mientras sus lágrimas bajaban por las mejillas. Ella abrazo a Kain y lloro con tristeza.