Capítulo 26 - Cazando drake y una vida de lujos

En medio de un paraje cercano al Abismo del dios Dragon, estaba un grupo de tres personas reunidas. Ellos eran Catalina, Lilia y Kain. Habían sido enviados aquí como parte del pago acordado.

Como Kain había hecho los arreglos con Perugius, empezó a trabajar en la gran fortaleza aérea. En un principio no esperaba que fuera tan grande. Sin embargo después de inspeccionar toda la nave, pudo decir con certeza que era como el castillo de Asura. No obstante, al igual que un navío, muy poco de su infraestructura era habitable. En su mayoría estaba rodeado de cañones, cuartos de máquinas, cuartos de armas, salas de entrenamiento y bodegas de suministros. Era una verdadera fortaleza construida para la guerra, en todo el sentido de la palabra. Si Kain estuviera solo, le tomaría una eternidad reparar la nave a un setenta por ciento de su capacidad. Pero como ahora tenía trece estudiantes, solo le tomaría unos treinta años repararla.

Dejando de lado el tema de las reparaciones, a Kain se le había prohibió viajar por los próximos cinco meses. Las razones fueron sus hijos y esposas. Si Reida lo quería ver, tenía que ir a Millis. Que dentro de todo no era un gran problema con los círculos de transferencia.

Ahora, volviendo a nuestro grupo, después de esos cinco meses, Kain pudo viajar, pero tuvo dos adicionales. Lilia y Catalina. Como se sabrá, Catalina era una emperadora de la magia con los elementos de fuego y viento. Lilia por otro lado, lenta pero segura, había alcanzado la fuerza de un santo del estilo dios del agua. Ambas entusiasmadas por medir sus fuerzas, le pidieron a Kain que las llevara al Abismo del Dios Dragon. Kain estaba un poco indeciso, pero lo convencieron de varias formas. El hecho es que cedió. Ahora estaba aquí, en el lugar donde entreno hace varios años. Este sector sigue teniendo ese olor a azufre y huevo podrido. La tierra es árida y no se ve vegetación más allá de alguno que otro árbol medio seco. Solo dios sabe porque aún siguen vivos.

Lilia va vestida con ropa de aventurero y adicional a eso lleva una espada confeccionada por Kain. Ella en su emoción, le pregunto -querido ¿aquí es donde viven los drake?-

-Sí- responde Kain mientras sigue recordando aquella época en que entro aquí, fue un gran momento de aprendizaje. Se pregunta si la tumba del viejo elfo seguirá intacta, lo más probable es que sí, ya que no cualquiera puede llegar hasta la cima de la montaña.

Por otro lado, Catalina lleva la misma ropa que Lilia. Ella siente la emoción. Sin embargo, este lugar le produce cierta inquietud. Por eso le pregunta a Kain en un tono dubitativo -¿Dónde están?-

-Hay que buscarlos- responde Kain -por lo usual sus madrigueras están en los lugares cálidos, por entre medio de las montañas. Pero salen cuando les da hambre. Eso es una vez al día, entre las once de la mañana y tres de la tarde. No se distraigan, aunque no suelen andar en manadas, no es difícil encontrarte con tres o cuatro al mismo tiempo. Y si captan tu olor es muy difícil que los pierdan-

Lilia asintió algo nerviosa, saco su espada sin ningún tipo de razón y comenzó a caminar. Kain la afirmo del brazo y le pregunto -¿adónde vas?-

-A cazar drake- respondió Lilia

-¿Y tu compañera?¿te acuerdas?. Me prometiste que trabajarías con Lina, por eso te traje-

-Lo siento-

-Esta bien- añadió Kain y la abrazo -sé que estas nerviosa pero no seas imprudente-

Después de compartir una breve explicación. Kain las llevo a recorrer las montañas. Para él era como moverse por el patio de su casa. En el proceso de explorar, Kain se dio el trabajo de noquear a dos drake, coloco los dos cuerpos inconscientes en una región apartada y los comenzaron a examinar. Como Kain aseguro que los drake no se despertarían en las próximas dos horas, Catalina y Lilia tomaron la oportunidad de acostarse en las enormes cajas torácicas que subían y bajaban. Era como estar sobre una enorme cama rellena con agua caliente con una cubierta rocosa y áspera.

Una vez que dejaron su pequeña aventura, Kain les empezó a explicar las diferencias entre ambas criaturas -ven aquí- apunto Kain a la parte trasera de las patas -esta parte de las patas es dura, pero si te das cuenta, el drake más viejo tiene las escamas más juntas y cerradas. Incluso ya ha dejado de ser como la piel de un cocodrilo y está más cerca de ser como las escamas de un wyvern. ¿Ven cómo se sobreponen unas a las otras?, es como si formaran una armadura- Lilia y Catalina asintieron y Kain continuo -también esta esto. Si miran las cabezas, los colores verdes y amarillos priman en el ejemplar más joven. Mientras que la piel del viejo es más oscura. Tengan presente esto y no lo olviden. Es importante que si van a cazar drake, no maten a los jóvenes. De lo contrario la población de drake disminuirá con brusquedad ¿entendido?- Lilia y Catalina asintieron de nuevo y Kain continuo -una vez que le saquen el corazón, dejen el cuerpo y aléjense-

-¿Por qué?- pregunto Catalina

-Porque de esa manera, los jóvenes se pueden alimentar de él. Te podrían dar unas cuantas monedas de oro por la piel, la carne y los huesos, pero es una carga innecesaria. Además, nosotros queremos cazar drake, no extinguirlos. Recuerda que hasta la muerte forma parte del ciclo de la vida. Su muerte fortalecerá a los jóvenes y el ciclo se mantendrá-

Después de una breve explicación, apartaron a los drake uno del otro y los vieron despertarse. Al rato se fueron medio mareados. Por otro lado, con el conocimiento técnico explicado, Kain las llevo durante una semana a cazar drake. En un principio fue un caos, más cercano a un error. Lilia y Catalina se pelearon a mitad de esa semana. Una de ellas se apuraba demasiado y la otra tenía miedo. Así que nunca se coordinaban. Fue tanto que llegaron a ser heridas de gravedad. Si no hubiera sido por Kain no lo hubieran contado. Sin embargo, lo importante es que pelearon, casi al nivel de odiarse. Kain las dejo ser, porque esto conformaba parte de ser un equipo. A él mismo le paso cuando incursiono en el calabozo de Orario. Volviendo al tema, después de esas gran pelea pasaron dos días. En cada ocasión salieron a cazar por separado. Trataron de hacer todo el combate por sí mismas. Sin embargo, siempre les faltaba ayuda. En uno de esos días, ambas se encontraron en una quebrada. Se miraron con un rostro lleno de desafío. No obstante, poco les duro la tranquilidad, un viejo drake las encontró. Era casi tan grande como un wyvern. El hecho es que las salió persiguiendo. Lilia con una vitalidad superior no tuvo problemas, pero Catalina como maga se quedó sin aire a mitad de camino. Ataco al drake con todo tipo de magias, incluso trato de atacarlo con su magia de fuego más poderosa, pero solo consiguió relajar al drake. Era como si lo colocaran en agua caliente para que se relajara. Al final nada de eso funciono y Catalina ya se veía muerta. En ese momento solo deseaba que Kain viniera. Sin embargo, él nunca apareció. Quien la vino a rescatar fue Lilia, que dentro de todo, solo pudo distraer al drake. Al final las dos quedaron en mala posición, pero se ayudaron y de alguna manera lograron escapar. Desde ese día en adelante, Lilia y Catalina se volvieron mejores amigas, mientras una empujaba a cazar, la otra se tomaba las cosas con calma y planificaba.

-O-

Una vez que Lilia y Catalina volvieron al campamento. Encontraron a Kain haciendo la comida. Revolvía el contenido de una gran olla. Ambas se sentaron en el suelo, exhaustas del cansancio. Estaban todas sucias y cubiertas de sangre.

-¿Cómo les fue?- pregunto Kain con una gran sonrisa

-Bien- dijo Lilia con una voz ronca, como si hubiera estado todo el día gritando. Se veía ojerosa, como si estuviera al limite de sus fuerzas.

-Sí, se podría decir que bien- agrego Catalina en las mismas condiciones. Parecía que en cualquier momento se desmayaría.

-Le falta poco a la comida- dijo Kain -¿quieren algo en especial?-

-//agua caliente y una cama//- dijeron Catalina y Lilia al unísono. Se miraron de soslayo, trataron de chocar palmas. Como si estuvieran coordinadas y lo quisieran celebrar. Sin embargo, sus cuerpos no aguantaron y se cayeron de espalda. Una vez en el suelo se rieron como si fueran dos niñas y a los cinco minutos se durmieron.

-O-

Después de una semana de caza, Lilia y Catalina solo pudieron llevar unos diez corazones de drake. Perdieron uno cuando fueron atacadas y destrozaron otro cuando salieron arrancando de un wyvern. Así que en total pudieron cazar doce drake. No fue una mala marca. Sobre todo considerando que Lilia y Catalina eran amas de casa. Entrenaban su técnica de espada y magia de forma respectiva, pero no tenían experiencia cazando drakes. Es la subclase más baja de dragón que puede haber. Sin embargo, sigue siendo un dragón.

Una vez que llegaron a la casa, dejaron claro que no saldrían por un tiempo. Cada una fue a ver a su hijo y no se despegaron de ellos por varios días.

Por otro lado, Victoria había quedado un poco decepcionada. En medio de la oficina comercial, ella miró lo que le trajo Kain. Un poco menos de medio saco. Era de buena calidad. No obstante, era muy poco como para tener una verdadera ventaja en el mercado.

-¿Esto es todo?- pregunto Victoria desganada

Kain sonrió y negó -no, eso es lo que consiguieron Lilia y Catalina. Acá hay otros dos sacos- dijo Kain mientras los extraía de su anillo -¿con esto esta bien?-

-Sí- respondió Victoria con una gran sonrisa. Reviso la mercancía y agrego -como se esperaba de mi marido, no me defraudaste-

-No lo haría. Sin embargo, no quiero que les digas nada negativo a las chicas. Se esforzaron cazando-

-¿y el dinero?-

-Velo con ellas. Negócialo, pero no seas demasiado severa-

-No hay problema, por ahora guarda los sacos. En unos dos años más te los pediré, no sacamos nada con apresurarnos. Por otro lado, ¿Qué tienes que hacer ahora?-

-Nada- respondió Kain mientras guardaba los sacos

-Vamos a comer-

-Bueno-

Entonces hicieron el viaje al restaurante favorito de Victoria. El lugar mantenía su distinguido ambiente y trataron a Victoria con la misma amabilidad de siempre, salvo que ahora ella es más que una clienta vip. Ahora es la dueña. Con el pasar del tiempo Victoria afianzo su negocio en Millis. Así que solo con las utilidades que recogió durante este año compro el restaurante. Claro que tuvo que solicitar la aprobación del socio mayoritario. Kain en ese momento solo sonrió, era algo que a ella le gustaba, así que ¿Por qué no comprarlo?.

Como siempre vino un hombre bien trajeado a saludarlos -buenas noches señora. Buenas noches señor. Su habitación esta lista-

-Muchas gracias- pronuncio Victoria con un toque de soberbia -pídeles que preparen un buffet de mariscos. Para la ensalada lo de siempre y saca un vino de mi reserva personal-

-Como usted ordene-

Después de eso, Kain y Victoria fueron hasta el tercer piso, giraron a la izquierda y se dirigieron a un gran salón. Este lugar estaba reservado para Victoria, cualquiera fuera de la familia estaba prohibido. Por otro lado, Kain tuvo que admitir que esta mujer gasto más de la cuenta arreglando este lugar. Esta habitación en cuanto a elegancia y lujos, rivalizaba con la oficina del papa. Manteniendo el fondo blanco y marco dorado de Millis. El piso estaba cubierto por una hermosa alfombra burdeos de muro a muro. Los muebles eran de un café oscuro lustroso. La mesa en el centro era alargada y las sillas tenían un tapis rojo como la sangre. En el techo había un gran candelabro de ocho brazos y todas las ventanas tenían hermosas cortinas azules con bordados de flores dorados. Todo era precioso. Demasiado ostentoso. Solo podía ser aminorado por la belleza de la dueña, una mujer agraciada, que vestía un elegante vestido verde. Un collar de Millis con una hermosa esmeralda. Todo esto era coronado con su bella figura similar a un reloj de arena, su pelo castaño y su lindo rostro ovalado. Sin duda alguna haría un buen cuadro. Sin embargo, en cuanto Kain cerró la puerta de la habitación. Ella se sacó los zapatos sin ninguna modestia y comenzó a caminar descalza.

Una vez que llego a la cabecera de la mesa, se sentó en el lado derecho y se comenzó a masajear los pies. Kain tomo los zapatos con un tacón bastante grande y los guardo en su anillo. Camino hasta Victoria, se agacho y le comenzó a masajear los pies. Eran unos pequeños pies, refinados, tan delicados como pudieran ser. Después de todo Victoria apenas caminaba durante el día. La mayor parte del tiempo lo pasaba revisando documentos o negociando con viejos estafadores, llamados comerciantes.

-Gracias, querido- le dijo Victoria con una voz seductora. Ella sonreía mientras Kain le daba un masaje. Era una sonrisa llena de complicidad. Viendo que no había nadie en la habitación, ella se levantó el vestido hasta un poco más arriba de los muslos y le dijo a Kain -¿Por qué no miras hacia acá?-

Entonces Kain miró hacia arriba y sonrisa. Después de su masaje, subió y la beso en los labios mientras la acariciaba en la región inferior. Después de un tiempo, iba a pasar a tocar la piel directamente, pero Victoria lo detuvo. Ella negó y le dijo -no seas un chico malo. Aquí no-

-Mujer egoísta- le susurro Kain

-Aquí no. No quiero que nadie me vea. Pero te puedo ayudar con eso- apunto Victoria a la entrepierna de Kain. Lo llevo de la mano, lo hizo sentarse a la cabecera de la mesa y después se metió por debajo de la mesa. Kain pudo sentir como Victoria tomaba su pene y se lo introducía en la boca. Lo lamia, jugaba y lo tragaba hasta la base. De repente se escucharon algunas arcadas. A lo que Kain le pregunto -¿estás bien?-

-Sí- respondió Victoria desde abajo de la mesa. Como la mesa estaba cubierta por un gran mantel rojo de bordados dorados. No se podía ver qué pasaba por debajo de la mesa. Ella añadió -tranquilo, solo disfrútalo-

Y eso hubiera sido posible si no hubieran tocado la puerta. Entro el hombre de la recepción y miró buscando a la señora. Sin embargo, no la encontró. Entonces se dirigió a Kain y lo vio algo nervioso. Aun así le dijo -señor, traje el vino que me pidió la señora. La comida estará lista en unos treinta minutos-.

El hombre estaba a unos diez metros de Kain. Así que no podía escuchar nada, pero para Kain era claros los sonidos. Victoria lamia, succionaba y besaba. Kain un poco ruborizado e incómodo, le dijo -deja el vino por allá. Al borde de la mesa-

-¿No quiere que se lo acerque?-

Kain negó furiosamente y contesto -no, por ahora no. Te puedes retirar-

-Como usted ordene- respondió el hombre un poco confundido. Dejo el vino al borde de la mesa y salió.

Kain soltó un suspiro de alivio, pero Victoria no se detuvo en todo este intercambio. Ella seguía succionándolo, hasta que unos dos minutos después, Kain se corrió. Como resultado de eso, quedo como si fuera un títere al que le cortaron las cuerdas.

-Eso se sintió bien- murmuro.

Entonces Victoria salió de debajo de la mesa y le dijo -que bueno. Siempre lo quise intentar en la casa, pero dudo que Lilia lo aguante-

-Lo mas probable-

-¿Puedes hacer algo de agua? Quiero lavarme la cara-

Una vez que Victoria se lavó con agua y jabón, Kain se sentó en su silla y ella se sentó sobre su regazo mientras apoyaba su cabeza sobre el pecho.

Victoria le pregunto -¿Qué vas a hacer ahora?-

-Yo- dijo Kain con duda -quiero ir al Continente del Cielo. En medio año mas viene el viejo Xiao y si no lo hago ahora, voy a posponer el viaje, quizá por cuanto tiempo-

-No te vayas por mucho tiempo. Te extraño. También Elías. Aunque pasamos mucho tiempo juntos, no es lo mismo. El niño te llama por las noches. Yo también te necesito por las noches-

-Lo sé- respondió Kain con un tono culpable

-Lo siento, no quería…-

-No, esta bien, Vicky. Estas en todo tu derecho ¿Qué te parece seguirme cuando viaje la próxima vez?-

-¿Y la empresa?-

-Deja que Robert la maneje. Él dijo que por ahora no tenía claro que quería hacer. Así que deja que se haga cargo de la empresa por ese año-

Victoria soltó un gran suspiro, miró a Kain con un rostro serio y le dijo -bien, pero ten presente mi gran esfuerzo. Esa es mi empresa y yo la hice. Solo me alejo de ella porque te amo-

Kain negó con su cabeza, puso una agradable sonrisa y le respondió -yo también te amo-