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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Capítulo 17 - Planes de viaje

Con la mejora del clima, los paseos se volvieron más frecuentes en la casa Dragonroad. Mas que una cita entre Kain y sus esposas, era un momento en familia. Donde cada una de las madres podía tener a su marido solo para ellas y sus hijos. Hoy fue el turno del Ars y Lilia. Esta última sin las mayores pretensiones le dijo a Kain que fueran a ver la tienda joyas. Un lugar que llevaba varios meses deshabitado desde que lo desalojaron. Por su parte, Kain no había trabajado en todo este tiempo y pasaba sus días entre su familia y la técnica de fortalecimiento celestial. Claro, sin mucho éxito. Seguía pensando que no tenía talento para lo que el viejo Xiao llamaba "cultivación". Pero dejando de lado eso, hoy era un día alegre. El pequeño Ars iba vestido con una túnica blanca, sus pies recubiertos con unos calcetines y pequeños zapatos de cuero. Para protegerse del sol, lleva un sombrero con el cual batalla a cada momento. Al parecer no le gusta.

-No te lo saques- le decía Kain mientras llevaba a Ars entre sus brazos.

Por otro lado, Lilia los mira desde el lado. Ella iba empujando un elaborado coche para bebés, un aparato sofisticado, con un fondo suave y cómodo, pero al parecer, no era del gusto de Ars. Así que solo se ha convertido en un carga a lo largo del camino. Lilia sonreía feliz mientras veía a padre e hijo luchar por el gorro. Kain le colocaba el gorro una y otra vez, pero Ars se lo quitaba a cada momento. Este último se enojó con su padre e iba argumentando un "no, no, no" durante todo el camino. Cuando llegaron a la calle comercial, donde estaba la tienda de Kain, Ars se olvidó del gorro. Parecía un faro vigía, mirando de lado a lado, asombrado de todas las cosas de colores. Estira sus diminutas manos tratando de traspasar las vitrinas y tomar los objetos. Pero una vez que se dio cuenta de que no podía tomar los objetos, miraba a Kain asombrado. Balbucea algunas cosas con un rostro serio y su pequeño ceño fruncido. Por otro lado, Lilia se reía y le daba pequeños besos mientras Kain lo seguía sosteniendo y caminando.

Cuando Kain llego a la tienda, el lugar estaba igual que como lo dejo. Todo estaba sucio, pero nada que un poco de limpieza no pudiera arreglar. Por otro lado, su vecino del frente no se vía por ningún lado. En letrero de la puerta paso de "abierto" a estar "cerrado" en segundos. Lo que provoco las carcajadas de Kain, mientras el pequeño Ars lo imitaba. Lilia iba muerta de la risa, pero una vez que entraron a la tienda cerraron la puerta y se olvidaron de las personas desagradables. En poco tiempo se empezaron a escuchar pequeñas pisadas en el segundo piso. Eran correteos incesantes de aquí para allá. Al parecer sin el debido cuidado, el lugar se había vuelto la madriguera de ratones. Lilia con el ceño fruncido, se arremango su blusa blanca hasta los codos y dio un primer paso para comenzar a limpiar. Sin embargo Kain la toma de la mano y la detuvo.

-Mujer- le dijo Kain en un tono suave -no hagas eso. Yo lo puedo hacer en otro momento. Hoy es nuestro día- y después de eso abandonaron el local. Kain empujo con una mano el coche y con la otra llevaba a Ars. Lilia lo quería ayudar con el bebé, pero Kain se negó. Este era su pequeño placer, uno agradable que nada puede igualar. Su argumento era que su hijo no será este adorable bebé para siempre.

Después de media hora de caminata, llegaron a un parque. No era la gran cosa, solo una leve imitación de un pequeño bosque, con algunas bancas del color de Millis repartidas a lo largo. Era un ambiente relajado con poca gente alrededor, en su mayoría mujeres y sus hijos. Los tres se sentaron en una banca mientras Kain sostenía con una mano a su hijo y con la otra abrazaba a Lilia. Por su parte, Ars se abalanzo hacia adelante apuntando con sus pequeños dedos a los pájaros que volaban cerca. Aterrizaban a unos metros y picotean lo que parecía ser pan. Ars miraba con una expresión de incredulidad. Se tiró para adelante con la intención de agarrar los pajaritos, pero Kain no lo dejaba. Gracias a esto, Ars se enojó y forcejeo sin mucho éxito en zafarse. A los minutos se aburrió de estar sentado y empezó a cabecear. Kain lo apoyo contra su pecho y por fin, Ars cayó dormido.

-Querido, dame a Ars- le dijo Lilia

-Toma- le respondió Kain tratando a su hijo con el mayor de los cuidados. Lilia recibió al bebé, le beso la frente y lo acostó en el coche.

-Kain- lo llama Lilia mientras seguía cuidando de Ars -¿Qué va a pasar?-

-Nada mujer- le respondió Kain

-¿Cómo que nada?- le pregunto Lilia en un tono calmado. Ella ha visto a los miembros la familia Tsuki merodeando por la casa. No es que sea raro, después de todo Maaya vive ahí. Pero el aire que desprenden es más similar al de un guardián, que a una visita. Lilia apartó la mirada de su hijo y le dijo -dime Kain. Soy tu esposa, tengo derecho-

Kain agacho la mirada con una sonrisa. "Esa mirada" dijo en su mente. Está claro que tiene que dar una respuesta. Ni siquiera le ha dicho a Catalina, pero aquí va -estoy esperando a alguien importante. Dependiendo como salgan las cosas, luchare contra él-

-¿Es muy fuerte?- le preguntó Lilia con unos ojos llenos de preocupación

-Sí, es muy fuerte. Yo creo que un poco mas fuerte que yo-

-¿Un nivel 6?-

Kain sonrió, la beso la frente y le mintió -sí, es más o menos ese nivel de fuerza-

-Si no puedes ganar, huye. Recuerda a nuestro hijo-

-Tranquila, no pienso perder-

Ambos se abrazaron, se dieron un beso y siguieron contemplando el parque. Una vez que paso la conversación difícil. Lilia miró a Kain y le dijo -creo que deberías dejar que alguien más se haga cargo de la tienda-

-¿A quién propones?- le pregunto Kain con una sonrisa

-Luisa. Ella tiene un cuerpo débil, no puede hacer mucho esfuerzo, pero tiene una mente rápida. El otro día le estuvimos enseñando. Victoria la quería reclamar para que trabajara en su empresa. Pero aquí la resguarde para ti-

-Sí tu lo dices, entonces lo haremos así-

-Gracias por confiar en mi criterio-

-Por supuesto que confió en tu criterio. Después de todo, yo fui quien te contrato en un principio. Ahora que lo pienso, la frágil sirvienta no ha visitado mi habitación-

-No pongas tus manos en Luisa ni en Marta- le ordeno Lilia mientras lo pellizcaba

-Mujer, porque siempre me malentiendes ¿Acaso no te acuerdas que lo hacíamos mientras utilizabas tu traje de sirvienta?-

Lilia se ruborizo, aparto la mirada y le dijo -la frágil sirvienta te hará una visita. Pero estamos al aire libre, así que no digas cosas vergonzosas-

-o-

Con Victoria a la cabeza, la empresa retomo sus funciones. Comenzaron de buena manera contactando a los antiguos proveedores y "pidiéndoles" muchos insumos. Los plazos fueron algo que Victoria pidió con amabilidad, después de todo las pirañas se querían apropiar de su empresa, ahora tenían que pagar un precio por atacarlos a traición.

-Nada serio- dijo Victoria

Cuando Kain vio los contratos casi se cayó de espalda. Dos millones de notas reales en mercadería. Además, Victoria tenía un plazo de dos años para pagar. Después de recomponerse de la impresión, se largó a reír. Esta mujer era temible, tomo nota de nunca hacerla enojar. Dejando de lado los abusivos negocios con los proveedores, Kain también comenzó a ir a la oficina. Al igual que antes, comenzó trabajando todo el día. Pero al cabo de un mes, acorto esos plazos porque empezó a trabajar en su tienda de joyas.

Como le recomendó Lilia, contrato a Luisa. Tuvieron que hacer todo un cambio de imagen. Después de todo ella le iba a vender a la gente de las altas esferas. De vez en cuando aparecería algún loco enamorado que quería comprarle algo ostentoso a su amada. Pero en general, era la nobleza la que compraba joyería. Una vez que el negocio abrió, las ventas diarias se contaban por decenas, así que Luisa solicito el apoyo de su hermana.

Por otro lado, fue tanto la de demanda, que Kain tuvo que contratar a un aprendiz. Para tal efecto eligió a Haruki, que tomando el arte del espionaje como base, quería aprender a hacer joyas para poder entrar en los territorios, en donde la fuerza y la magia no te lo permitían.

Siendo sinceros, Haruki fue un pésimo artesano. Sus dedos eran torpes, firmes para realizar las tareas más difíciles, pero muy toscos para realizar labores delicadas. Kain tuvo que armarse de paciencia e ir explicándole el proceso paso a paso. Entre medio de sus enseñanzas, él mismo fue entendiendo procesos que solo hacía por inercia. Pero dejando de lado la joyería, Haruki tuvo mucha química con las hermanas. Tanto así que empezaron a comer juntos. En las tardes, después del trabajo, él las escoltaba hasta la casa. Kain molestaba al joven Haruki, que siendo del clan Tsuki, también era un hombre tradicional. Digamos que su experiencia con el sexo opuesto era escasa. Después de todo, su familia no cuenta para esas cosas. Kain lo quiso aconsejar, pero en cuanto Maaya lo vio, lo alejo de su primo.

Después de un mes de trabajo, la tienda funcionaba como reloj. No todos los días había venta, claro, en esos momentos Luisa, Marta y Haruki trabajaban confeccionando joyas. Podían hacer cosas pequeñas, realizar ciertas tareas, pero en su mayoría todos los trabajos eran terminados por Kain. Dentro de todo ese proceso, venían los pequeños rufianes. "Los tres grandes" los llamaba Kain. Parecía que crecían sin control o al menos así lo veía Kain.

Como todos los días de buen clima, Lilia y Catalina trajeron a los bebés. Compartieron con Kain y antes de que se anocheciera se fueron a la casa. Antes retirarse, Lilia le dejo un mensaje a Kain "Victoria pidió que la fueras a buscar". Kain sabía que últimamente su pequeña mujer había estado muy ocupada. Se dijo a sí mismo que de seguro, quiere salir y disfrutar con él. Así que antes de que sus esposas se fueran, cerro la tienda y las acompaño hasta la casa. Se cambio de ropa y se preparó para ir a buscar a su musa. Una vez que llego a la empresa, la encontró sola, en su escritorio con una pila de papeles. Estaba concentrada, ya que cuando él entro a la oficina no lo noto. Kain la vio trabajando, leyendo documentos con sumo cuidado y corrigiendo cálculos, anotando consejos al margen y rompiendo lo que estaba malo.

Kain soltó un suspiro, se acercó al escritorio y golpeo igual que cuando golpeas una puerta. Victoria dio un pequeño salto poniéndose de pie, lo quedo mirando y después soltó un suspiro. Kain por otro lado sonrió y la vio más de cerca. Hoy llevaba un vestido beige con encajes dorados en forma de flores. Su cabello estaba amarrado en un simple coleta y en su cuello resaltaba un collar con la cruz de San Millis (cortesía del mismo Kain). En su centro llevaba una esmeralda haciendo juego con sus ojos.

-¡Casi me muro del susto!- exclamo Victoria mientras soltaba una risita

Kain mostro una cálida sonrisa, camino hasta ella y la abrazo. Él agacho su rostro y a unos centímetros le pregunto en un susurro -ahora estas mejor-

Victoria se paró de puntillas y le roba un beso. Ella sonrió y le respondió -ahora sí-

-¿Por qué trabajas hasta tan tarde?-

-Estoy trabajando para reafirmar mi posición una vez mas. Aunque tengo mucho crédito y ventaja, estoy por detrás de mis competidores-

-¿Necesitas ayuda?-

-Si puedes, cuando vayas a Asura, trata de cazar algunos drake-

-Eso es fácil- le respondió Kain

Victoria torna los ojos al cielo y negó con su cabeza -querido, eres la única persona que dice eso- dijo

-¿Por qué lo dices?-

-Bueno- dijo Victoria mientras retoma su asiento. Le tendió la mano a para que se siente al frente y continua -al parecer han habido grandes pérdidas entre los aventureros. El precio del polvo de corazón de drake está alcanzando niveles brutales en el mercado. Según mis informantes se espera que en dos años no haya en el mercado. Los mismos aventureros o al menos los que quedan vivos ya no quieren hacer esta tarea. Así que si puedes cazar algunos drake, tendré una gran ventaja sobre los competidores-

-¿Pero porque tanto?- pregunto Kain desconcertado -que yo recuerde lo utilizan para hacer medicamentos. Sobre todo para los problemas al corazón o al estómago-

-Sí, bueno ¿Qué te puedo decir?. Los nobles se multiplican, gozan de la vida y se enferman. Además han empezado a desarrollar nuevos métodos anticonceptivos. En Asura esta siendo furor la nueva formula-

-¿Y tu quieres entrar en ese rubro?-

-¿Por qué no? No es un rubro glamoroso, pero todo el mundo quiere un anticonceptivo. Sobre todo las mujeres jóvenes o las viejas de la nobleza. De alguna forma tienen que esconder sus amoríos-

-Te puedo ayudar con eso, pero tendrías que empezar una nueva plantación e invertir en maquinaria-

Victoria abrió los ojos con un interés claro, ella sonrió y le respondió -por ahora no puedo, pero cuéntame tus ideas en el camino. Vamos a comer fuera-

-Ok, vamos-

Victoria guardo los documentos bajo llave, apago su lampara y busco su cartera. Después de eso, Kain estiro su brazo y Victoria lo toma. De esta manera hicieron su viaje a pie, por una Millis nocturna. Con un clima fresco, pero sin llegar a ser frio. En un horario donde aún no han aparecido los borrachos y las cortesanas. El lugar al que van parece la entrada de un castillo. Es un amplio salón donde Victoria es una cliente habitual. Por lo general tiene sus reuniones de negocios aquí, en una habitación reservada. De vez en cuando viene a almorzar. Por lo general la acompaña Robert o Clarisse. De lo contrario manda a alguno de sus trabajadores a comprar. Este es su lugar favorito, tienen la comida que le gusta y por los precios que paga, la tratan como una reina.

En cuanto Victoria hace su aparición. Un hombre de bigote rimbombante los saluda con una pronunciada reverencia y le dijo -Buenos noches señora. Buenas noches señor-

-Buenas noches Adam- le respondió Victoria con una sonrisa falsa -preparen mi habitación, quiero tu mejor vino y su langosta al horno-

-¿Qué ensalada?-

-Hoy quiero lechuga, palta y tomate. Todo por separado, gracias-

-Como ordene. Su habitación esta preparada, adelante-

-Gracias-

Victoria y Kain caminaron del brazo por una hermosa alfombra burdeos. Avanzaron hasta el final del restaurante, subieron al segundo piso y giraron a la derecha para llegar frente a un pasillo. Una maravilloso candelabro de oro lo ilumina. Al final del pasillo pudieron ver una puerta de madera doble, con un garzón apostado a un costado. El tipo hizo una pronunciada reverencia y les abrió la puerta. Victoria asintió y lo saludo de forma familiar. Kain solo sonrió ante este comportamiento. Al parecer a esta mujer se le ha subido un poco su riqueza a la cabeza. Piensa en comentárselo, pero en otro momento, a lo mejor después de que lo hagan. Cuando su mujer este más relajada.

Una vez que se cerró la puerta, Kain se acercó a la mesa, le ofreció un asiento a Victoria y después de que ella se sentara, la acomoda. Kain se ganó al frente y saco una botella y dos copas.

Por su parte, Victoria frunció el ceño y le dijo -Kain, guarda eso. Hoy yo invito-

-Ok- le respondió Kain. Movió su mano y devolvió todo a su anillo. Después apoyo sus codos sobre la mesa entrelazando sus manos y le dijo -Por lo general cuando estas estresada, llegas a la casa, comemos y lo hacemos hasta el cansancio. Cuando hay tiempo vamos a la playa y lo hacemos ahí ¿Por qué hoy es diferente?-

Victoria puso un rostro serió, entrelazo sus manos, aprieta sus labios y mientras lo miraba a los ojos, le dijo -mi padre…está enfermo. Yo quisiera ir al continente central. Tu dijiste el otro día que ibas a ir a Asura ¿Qué tan seguro es eso?-

Kain levantó su mirada al cielo mientras soltó un suspiro. Miró a Victoria y le hizo señas para que se acerque. Ella camino hasta Kain y se sentó en sus muslos. Lo miró y él la miró a los ojos. Kain le dio un tierno beso en los labios y le pregunto -¿soy tu marido?-

-Eso- dijo Victoria -eso es una pregunta tonta. Claro que lo eres. También eres el padre de mi hijo. Te amo-

-Entonces porque me haces esas preguntas. Además ¿Por qué no me dijiste antes?-

-Yo, yo no lo sé. A lo mejor tenía miedo de que te enojaras-

-¿No me conoces?-

-Lo siento, solo puedo decir que la noticia me tenía estresada-

-¿Por eso has dejado de comer últimamente?- le pregunto Kain mientras le pasa la palma de la mano por el estomago

-Mas o menos. Todo estaba saliendo bien. Nuestro hijo esta creciendo hermoso. La empresa comenzó a funcionar. Pude hacer algunas ventas significativas, pero de repente llego la carta-

-Soy tu marido, Victoria. Estoy aquí para ti, ¿sino confías en mi, en quien lo harás?-

-Lo siento, de verdad lo siento-

-No hay problema- le respondió Kain en un suave tono. Le levantó el mentón y le dio un tierno beso en los labios. Los dos sonrieron y Kain le juro -déjamelo a mí. Voy a hacer todo lo posible para que puedas seguir viendo tu empresa y puedas ir a ver a tu padre-

-Gracias- le respondió Victoria, levantó sus tiernos labios y le devolvió el beso

Continuaron en la misma posición por medía hora. Después golpean la puerta, Victoria dio su autorización y entraron dos garzones y un chef. Llevan tres carritos con ruedas de metal y la comida está cubierta con cúpulas de metal. Por otro lado, el chef hace una gran presentación. Va destapando uno a uno los platos y les explica cómo fueron hechos y con qué ingredientes. Al final, se despide junto con los garzones y salen de la habitación. Victoria se baja de los muslos de Kain, vuelve a su asiento mientras Kain toma una de las botellas de vino y la abre. Una vez servido el vino en hermosas copas de cristal, Kain levanta su copa ofreciendo un brindis y Victoria choca la suya con un rostro lleno de felicidad.

-Por los dos- dijo Kain

-Por nuestra familia- dijo Victoria

-Es verdad- asintió Kain -pero por ahora, solo por los dos. Te amo-

-Yo también te amo, querido-

¿Quién viene en camino?

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