-¿Te ha pasado algunas vez que quieres ver a alguien con todas las fuerzas de tu corazón, pero cuando lo encuentras lo quieres golpear?- pregunto Tytos
-No padre- respondió Charles con un rostro cabizbajo.
-O-
La comunidad del anillo (sin los hobbits) seguía corriendo por las praderas mientras buscaba a los orcos y a sus amigos. Tytos llevaba a Carmen, corría con soltura, tanto así que Carmen aprovechaba las noches para dormir. A diferencia de sus otros amigos, ella estaba bien, no sentía la fatiga y hambre. Como estaba embarazada, el grupo hizo la concesión de parar dos veces al día para que pudieran comer. Después de eso corrían con todas sus fuerzas sin dormir o descansar. Habían mantenido este ritmo durante tres días y durante esta madrugada se encontraron con los orcos acampando frente al bosque de Fangorn. Tytos bajo a Carmen y la despertó para que estuviera lista para el combate.
Todos se pusieron en posición y ocultándose detrás las rocas avanzaron hasta que fueron detectados por las narices orcas. Un grito bestial se escuchó y todos los orcos corrieron contra la comunidad del anillo. En medio de las praderas, se enfrascaron en combate. Gimli junto a Boromir, Tytos, Trancos conformaron la vanguardia. Eran respaldados por Legolas y su arco, mientras Gandalf y Carmen esperaban en la retaguardia. Pelearon durante media hora hasta que el ultimo orco grito y murió cortado por la mitad.
Después se encontraron con Merry y Pipin. Todo el mundo estuvo contento porque nada le paso a sus amigos. Mientras se dedicaban a quemar los cuerpos de los orcos; Carmen, Merry y Pipin se apartaron. Carmen porque el olor le daba náuseas y Merry y Pipin para preguntar por Sam y Frodo. Al enterarse de cómo sus amigos habían seguido su camino tratando de cumplir su misión, Merry y Pipin se sintieron avergonzados. Carmen trato de consolarlos y les dijo que no era su culpa pero eso no los hizo sentir mejor.
Después de que el sol se empezó a mostrar en el amplio cielo, se pudieron ver las praderas que llegaban hasta donde alcanzaba la vista. Sin embargo Carmen se alarmo y fue a buscar a Tytos.
-Tytos, vienen jinetes- dijo Carmen
Trancos tiro el ultimo cadáver orco a la hoguera y le dijo -deben ser de la marca del oeste, son jinetes de Rohan-
Tytos asintió y le dirigió una mirada a Gandalf -¿Qué hacemos viejo?-
Gandalf se levantó de una roca en la que descansaba y puso su rostro de abuelo. Miro a Carmen y le dijo -tranquila niña, conozco al rey Théoden, es un buen rey-
Carmen asintió y abrazo a Tytos mientras esperaban la llegada de los jinetes.
Era Éomer quien cabalgaba a la cabeza y estaba revisando estas tierras, había salido a cazar orcos mientras su primo peleaba contra los montañeses que se habían armado de valor para pelear contra Rohan. Hasta el momento habían controlado a la perfección todas las incursiones que había sufrido Rohan, pero poco a poco habían empezado a perder el control. El día de ayer le informaron que su primo sufrió algunas heridas que no eran significativas, pero el simple hecho de que el mismo haya tenido que tomar parte en el combate, significaba que la cantidad de soldados no era suficiente. Éomer se estaba planteando decirle a su primo que se prepararan para la guerra.
-Gandalf el gris- dijo Éomer en un tono firme desde su caballo -¿Qué haces en las tierras de Rohan?-
Gandalf puso un rostro amable que apaciguaba los ánimos y dijo -joven Éomer, tanto tiempo. Solo andaba buscando a mis amigos que fueron secuestrados por unos orcos. Nada importante-
Éomer frunció el ceño y examino a todos los que estaban en el grupo. Por su puesto sus ojos cayeron sobre la mujer y quedo fascinado, pero al recordarle la cara de cierto sin vergüenza arrugo su nariz con desagrado y le pregunto -mujer ¿conoces a alguien llamado Charles? ¿es tu pariente?-
Carmen mostro una sonrisa y dijo -sí, él es mi hijo- de repente Carmen se preocupo y su rostro cambio a uno de angustia -¿le paso algo?¿tuvo problemas? Si es por dinero…-
Éomer bufo -¿tu hijo? No me mientas mujer, en el mejor de los casos es tu primo o tu hermano- dijo -te digo de ante mano, no eres bienvenida en Rohan. Tu pariente le hizo algo muy desagradable a mi primo. Vete-
Carmen se sintió algo débil y frágil, se preguntó que había hecho su hijo y derramo lágrimas de preocupación.
Tytos se mantuvo imperturbable, estiro su mano y utilizando su telequinesis, atrajo a Éomer del cuello. Todos quedaron pálidos al ver el cuerpo flotar desde el caballo hasta el frente de Tytos, ahí Tytos lo interrogo.
-Dime ¿Qué hizo mi hijo?- pregunto Tytos
Éomer colgaba en el aire, no podía respirar y se aferraba a su cuello en la desesperación. Pataleaba y gemía mientras sentía que la vida se le iba. El grupo de soldados que lo acompañaba reaccionar, apuntaron sus lanzas y uno de los hombres que seguramente debe haber sido su ayudante, grito que lo liberaran. Gandalf negó con la cabeza y se acercó a Carmen para darle unas palmaditas en la espalda. Gandalf pensó que ella era la única que podía calmar a esta bestia. Carmen salió de su estado de pena y con un rostro sereno le dijo.
-Tytos, él solo dijo que nuestro hijo hizo algo malo, no que le haya pasado algo. Déjalo ir y discúlpate. Ya te he dicho en muchas ocasiones que si tienes el poder debes usarlo para ayudar a las personas. No para que te teman-
Tytos miro la pequeña mano que estaba sobre la suya, con un suspiro asintió y soltó a Éomer. Miro a Carmen que le regalaba una sonrisa y juntos compartieron un abrazo. Tytos miro una vez más a Éomer mientras mantenía su abrazo con Carmen y le pregunto -¿Qué hizo mi hijo?-
Éomer carraspeo varias veces. Nunca se sintió más cerca de la muerta en toda su vida, miro al hombre moreno, de pelo blanco y ojos lazuli y pudo hilar estas coincidencias. Esos ojos eran los mismos que los de ese bastardo que se llevo a su hermana, ella podría haber sido la reina de Rohan pero eligió a un mugroso herrero. La furia se planto en su rostro, pero cuando Tytos levanto su mano nuevamente tembló de miedo y se arrastro por el suelo tratando de escapar. Carmen le tomo la mano a Tytos y se la pellizco. Con un susurro le dijo -vamos, recién discutimos esto-. Tytos dándole un pequeño beso en la frente, asintió. Libero su abrazo y miro a Éomer.
-Te lo pido de nuevo, dime ¿Qué hizo mi hijo?-
Éomer se ganó cerca de sus soldados, quiso decirle todo lo que su sinvergüenza hijo había hecho pero se retuvo. Miro al hombre a los ojos y le hizo una seña mientras le decía -vamos allá, no te lo puedo decir enfrente de todos-
-o-
Cuando Carmen, Tytos y Éomer se alejaron de los grupos. Muchos soldados se quedaron mirando mientras que la comunidad limpiaba sus espadas, se dedicaba a fumar o a conversar. Éomer se planto en frente de Tytos y pensó que esos ojos le desagradaban.
-Tu hijo se llevó a mi hermana-
Tytos soltó una tenue carcajada y miró a Carmen con una sonrisa, levanto ambas cejas en un sentido de asombro ganando la risa de Carmen. Después miro al molesto Éomer y le dijo -tu hermana algún día se casara, que se case con mi hijo no tiene nada de malo-
Éomer furioso le dijo en un tono bajo para que nadie más los escuchara -ella estaba comprometida con el hijo del rey-
La sonrisa de Tytos y Carmen se desvaneció, incluso Legolas a lo lejos los quedo mirando sorprendidos. Tytos soltó una exhalación al cielo y sintiéndose más pesado y cansado le dijo -por favor, cuéntame lo que hizo mi estúpido hijo-
-o-
Tytos estaba agarrándose la cara con las dos manos, soltó un exhalación y miro a su esposa a su lado. Ella le tomaba la mano esperando que se calmara y no corriera a buscar a su hijo para darle un buena lección. Tytos tomo la mano de su esposa y la beso, pensó en su hijo y se preguntó si en algún momento él fue tan estúpido. Después de recomponer su mente miro a Éomer y le dijo -dile a tu tío que iré a darle una dote y una compensación por todos los problemas le ha causado mi hijo-
Éomer bufo y lo miro con desdén -solo eres un herrero ¿Qué le podrías ofrecer a mi tío que le interese?-. Éomer miro a Carmen y gano la mirada de enojo de Tytos, si su hijo no hubiera creado todo este problema, le abría arrancado la cabeza a Éomer por tener esos pensamientos sobre su mujer.
Al final Tytos asintió y le dijo -ya veremos qué me dice tu tío-
Éomer lo siguió mirando con desdén y dándose media vuelta se fue a donde estaban sus soldados, dejando solos a Tytos y Carmen.
-o-
Después de que los jinetes de Rohan se fueron, Tytos se acercó al grupo y un poco cabizbajo le pregunto a Gandalf -viejo ¿Qué vamos a hacer ahora?-
Gandalf le dirigió una mirada a Carmen y esta le respondió poniendo una sonrisa incomoda, se apoyó en el brazo de Tytos y espero a que Gandalf contestara.
-Tenía pensado adentrarme en el bosque de Fangorn y conversar con unos viejos amigos para que nos ayuden- dijo Gandalf en un tono sereno -también está la posibilidad de ir a Edoras para hablar con el rey-
Tytos asintió y le dijo mientras apretaba los labios como si degustara algo -déjame a Rohan, tengo que hacer una diligencia. Ve al bosque y convence a tus amigos-
Gandalf quiso preguntar qué pasaba pero Carmen negó con la cabeza y el viejo solo pudo asentir. El grupo se dividió en dos; Boromir, los hobbits y Gandalf irían al bosque. El resto iría a Edoras.
Tytos no hablo nada en el primer día, Legolas al parecer había escuchado con sus oídos de elfo y le dijo que no se preocupara, que no era el primer humano que tenía problemas con sus hijos. Tratando de animarlo, le contó sus problemas personales con su padre y que dentro de todo al final eran solo diferencias de opinión. Le dijo que mientras estuvieran vivos todo tiene solución. Tytos asintió y dándole una palmada en la espalda le agradeció su preocupación. Carmen camino gran parte del camino, cómo caminaban a paso lento no fue un problema. Por otro lado, Gimli sintiendo el tenso ambientes les contó algunas cosas locas y chistosas de los enanos que le despejaron el ánimo. Carmen sonreía en el frente, pero su corazón de madre no la podía dejar descansar sabiendo que a lo mejor su hijo se había metido en problemas.
En la tarde del segundo día siguieron caminando por las interminables llanuras de Rohan, el paraje parecía repetirse a cada momento, tierra, pasto y rocas por todos lados. Algún que otro árbol, mucho espino y mucho pastizal seco. Dentro de sus pensamientos Tytos pensó que si encontrara un lago cerca, no sería un mal lugar para vivir. De vez en cuando miraba al horizonte, esperando poder ver a su estúpido hijo y cerciorarse de que estaba bien, un vez que supiera que estaba bien, le daría la golpiza de su vida. Ser un poco intrépido no es malo, pero si te coloca en un peligro sin la capacidad para defenderte, es un suicidio. Después pensó en su muchacho, esa lengua de plata que tenía era letal, hace unos años se imaginó esto y se reía a carcajadas. Sin embargo, ahora que está pasando no le caía tan en gracia.
-Tytos mira- grito Carmen sacándolo de su ensoñamiento, Tytos miro y vio a dos jinetes que se dirigían hacia ellos. En un principio estuvo feliz, pero después de ver que su muchacho no parecía faltarle nada, se puso enojado. Para cuando Charles llego frente a su padres, sintió que sería mejor haber arrancado. Tytos tomo una gran respiración y le dijo a su grupo.
-Muchachos, porque no acampamos. Lamento molestarlos pero tengo un asunto que atender-
Todos asintieron, por lo general Tytos no era tan cortes y este acto prendió las alarmas de todos, esto era serió y no querían estar en medio de un baño de sangre. Gimli, Trancos y Legolas se alejaron del grupo y prendieron una hoguera mientras preparaban algo para comer. Tytos por su parte puso una sonrisa que no lo era y le hizo señales a su hijo para que lo siguiera a otro lado, detrás de una roca (posiblemente en donde se noten menos los gritos). Charles trago su saliva al ver a su padre, asintió y se bajó del caballo. Miro a Éowyn para que lo acompañara pero esta última fue atajada por Carmen en cuanto se bajó del caballo.
-Hola querida- le dijo Carmen con una sonrisa -soy Carmen, la madre de este muchacho, ven, acompáñame, él tiene que hablar algunas cosas con su padre-. Éowyn asintió y vio cómo Charles quedaba a su suerte.
Charles siguió a su padre y este último, cuando estuvieron los dos detrás de la roca, le tiro la oreja y le pregunto -¿Qué mierda hiciste muchacho del demonio?-
Charles gritaba del dolor y entre la agonía y la lucidez, le respondió -nada padre, lo juro, por favor suéltame-
Tytos lo zarandeo más fuerte y le pregunto de nuevo -¿Cómo que nada?!¿Cómo que nada?!. Así que le andas robando las mujeres a los nobles- Tytos le soltó la oreja y le ordeno -ahora, cuéntame, ¿Qué paso?-
Charles le contó cómo conoció a Éowyn, como se enamoraron, le explico que él sabía que ella era la sobrina del rey, pero que nunca supo que estaba comprometida con el heredero al trono. Tytos soltó un suspiro y miro a su hijo que se refregaba la oreja, roja, casi purpura por el súbito castigo que le dio Tytos.
Tytos asintió varias veces mientras tomaba una gran respiración, se sintió algo cansado y le pregunto -¿ellos no te hicieron nada?-
Charles negó y le dijo -como ayude a proteger a los residentes de un pueblo solo nos exiliaron del reino-
Tytos frunció el ceño y quiso tirarle de nuevo la oreja, Charles fue más rápido y se apartó. Tytos lo siguió mirando con molestia y le dijo - no es un "solo nos exiliaron del reino", siquiera has pensado en cómo se siente esa niña. Ahora por tu culpa tiene que dejar las tierras en donde creció, piénsalo un poco antes de soltar tanta estupidez, porque lo más probable es que si esa niña te hubiera escuchado se sentiría peor-
Charles agacho la cabeza con pesar y con un tono que casi era un susurro le dijo -sí señor-
Tytos asintió y le dijo -en unos días más vamos a llegar a Edoras, ahí vamos a pagar la dote por la novia y a pedir disculpas por todas las molestias-
-Sí señor- respondió Charles sin ningún ánimo. De repente sintió el abrazo de su padre y las palabras que le dieron alguna calma a su corazón -es bueno que estés a salvo, yo y tu madre estuvimos preocupados por ti y tu hermana-. Charles lloro en silencio, se acordó de las luchas que tuvo en su viaje, de su aterrador encuentro con los espectros de la montaña, de todas las veces que le quisieron robar y matar cuando trabajaba en su herrería. No le hacía ningún daño a nadie y muchas veces se preguntó por qué lo querían lastimar. El llanto se hizo más intenso hasta que la camisa de su padre quedo llena de lágrimas y moco.
Después de que Charles se calmó, Tytos soltó su abrazo y con un pañuelo se limpió la camisa. Al final estaba tan sucia que tuvo que ponerse otra. Charles lo vio y se preguntó cómo este viejo parecía fortalecerse día a día, de repente se acordó de algo y le pregunto.
-Padre, cuando salí de casa yo tenía una fuerza, pero ahora puedo levantar y llevar cosas que antes me costaban mucho. ¿Por qué pasa eso?-
Tytos termino de ponerse otra camisa y le dijo -eso es porque tu alma es más fuerte que la de las personas normales. Tu fuerza ahora es unas dos y media vez más que la de una persona promedio, pronto debería estancarse. Con suerte llegaras a ser unas tres veces más fuerte-
Charles asintió y no pregunto, su padre guardaba algunos secretos y si él no le quería contar, entonces no diría nada. Un ejemplo de eso era su procedencia y a donde estaban sus padres (abuelos de Charles). Charles sabía que los padres de su madre habían muerto antes, incluso antes de que su madre se encontrara con su padre, pero su padre nunca les hablo de los suyos propios. Según el viejo no era nada importante, no valía la pena gastar energía en semejante cosa. Según Charles, intuyo que sería algo triste ya que su padre a menudo cuando les enseñaba herrería a su hermana y a él, siempre hablaba de su abuelo. Juntos se partían a carcajadas cuando su padre les contaba como de gordo era su abuelo y que fácilmente un niño se podía acostar en su barriga.
Después de que Tytos estuvo listo, salió junto con Charles de detrás de la roca y le pregunto -Charles, ¿Dónde anda tu hermana?-
Charles se puso pálido y salió corriendo con todas sus fuerzas, cuándo encontró a su madre se ganó detrás ella. Éowyn lo miro y se preguntó qué tan terrible había sido la conversación que tuvo con su padre. Ella miro a Carmen, su suegra, y esta última se preocupó mucho. Por lo general este muchacho era valiente y hasta estúpidamente temerario, pero cuando la había cagado se iba a esconder detrás de ella para que su padre no lo castigara.
Tytos caminaba a paso lento y todo el amor paternal que tenía se había esfumado. Miro a su hijo que se escondía detrás de su esposa y le pregunto -Charles, dime, ¿Dónde está tu hermana?-
Charles negó con todas sus fuerzas y Tytos se acerco a su hijo, Carmen se gano entre medio de ellos y no dejo que Tytos se acercara. El resto del grupo los miraba, Gimli y Trancos soltaba una risita, nunca habían visto a un muchacho temerle más a su padre. Legolas lo miro algo serió y Éowyn hablo.
-Yo le puedo decir, pero tiene que calmarse, suegro- dijo mientras miraba a Tytos con una mirada mediadora, sabía qué estupideces había hecho Charles, así que esperaba calmar los ánimos para que su padre no lo matara. Aunque si ella tuviera un hijo como Charles pensó que lo mataría a palos por haberse comportado así con su hermana.
-Dime, niña ¿Qué hizo mi estúpido hijo?- dijo Tytos mientras se sentaba en una roca frente a ella -te prometo que no lo matare, pero dependiendo de cómo esto siga puede que le rompa uno o dos huesos-
Tytos le dio una mirada a Éowyn que la hizo estremecerse. Ni siquiera su tío la hacía sentir tan intimidada. Éowyn miro al suelo y le explico. Para cuando Éowyn termino de contarles lo que había pasado en el camino, Carmen estaba estrangulando a Charles y con lágrimas en los ojos le gritaba que era un mal hijo, que se arrepentía de haberlo parido y que más vale que no le haya pasado nada a su hermana, porque ella misma lo matara de la manera más dolorosa. Después eso, Carmen se fue corriendo y Tytos tuvo que seguirla. La única persona que se quedó al lado de Charles fue Éowyn, mientras que Gimli, Trancos y Legolas no se querían ni acercar a él.
-o-
Al día siguiente Carmen y Éowyn iban en los caballos, esta última le dijo a Tytos que podía llevar a Carmen a Edoras. Pero Tytos desestimo la idea y le dijo que podía ser peligroso, que como estaban las cosas no sabían cómo iba a reaccionar su tío. Éowyn asintió y no hablo más del asunto, de vez en cuando notaba que Tytos, su suegro, la miraba con una sonrisa. No una irónica, ni una falsa, sino una que le daría un verdadero padre, se preguntó si era porque ahora era su nuera. En la tarde el grupo tomo su último descanso para mañana en la mañana llegar a Edoras.
Éowyn preocupada por la sonrisa de padre idiota que tenía Tytos, le pregunto a Carmen -suegra, ¿Por qué el suegro sonríe así?-
Carmen abrió los ojos como platos y fue corriendo a donde estaba Tytos. Después de un rato ella dio un grito alegre mientras abrazaba a Tytos y volvía para decirle a Éowyn -estas embarazada-
Éowyn quedo en shock y miro al infinito mientras no sabía que responder, esto iba a pasar, sin embargo no esperaba que pasara tan luego. Pensó en las acaloradas noches que compartió con Charles y después de acordarse lo que le gusto, asintió y pensó que fue ingenua, después de todo lo hacían con demasiada regularidad. En sesiones muy extendidas y amorosas.
Esa noche Éowyn se asombró de muchas cosas. Los padres de Charles no lo habían perdonado pero lo amaban más que nunca. Tytos, el padre de Charles, utilizo un misterioso anillo azul y saco varias botellas de buen vino y carne. En medio de una comida y risas, Gimli lo critico por ser tacaño con la comida pero al final lo perdono solo porque iba a ser abuelo. Todo era risas y alegría. Éowyn se preguntó cuan misteriosa puede ser la vida, que en medio de todo este caos podía haber tanta felicidad en un solo lugar. Su suegra antes la trato con amabilidad y suavidad, pero ahora la trataba como si la hubiera parido ella misma. Este calor se sintió muy bien y Éowyn por un momento se acordó de su madre. Ese día no duro mucho la celebración, después de todo a la mañana siguiente tenían que llegar a Edoras. Esa noche Éowyn durmió junto a Carmen y esta ultima la tomo de las manos como si fuera su hija y la arropo. Pensó que fue un gran día.
-o-
-Ahora, dime ¿Qué pides por la dote de la niña?- pregunto Tytos
El rey de Rohan estaba sentado en su trono, en donde antes de él, se habían sentado su padre y su abuelo. Cuando le toco colocarse en el lugar del príncipe se sintió presionado en muchas ocasiones y por su juventud subestimado. Pero en frente de él, un hombre emitía un aire opresivo como ninguno antes que hubiera sentido. No era la intimidación de un hombre armado. No era la intimidación de una bestia que te va a partir por la mitad de un zarpazo, más bien, era la intimidación de un hombre que sabe que tiene el poder. El hijo de este hombre era excepcional como guerrero y como herrero. Según le contaron, este hombre también era un herrero, pero nunca espero que pudiera emitir tal presencia.
La graciosa y hermosa mujer a su lado le dio un codazo. El hombre cambio su actitud y el resto de la corte soltó su respiración, como si estuvieran ahogados y de repente les dieran permiso para respirar.
El rey de Rohan se sentó recto y miro al hombre a los ojos -este tema ya quedo zanjado, no tengo nada más que decir, tu hijo y mi sobrina no pueden venir más al reino de Rohan. Además te aconsejo que cuando yo me muera no se acerque tu progenie a este reino, no sé de lo que sea capaz mi hijo después de esta traición-
Tytos lo miro molesto y algo decepcionado. Se arrodillo y le dijo mientras Carmen lo acompaño en el gesto -te pido perdón por todo lo que ha hecho mi hijo. No te pediré que revoques tu exilio pero al menos despide a esa niña. Ella te ve como su padre-
Théoden asintió desde su trono, sintió dolor en su corazón, quería llorar, pero él era el rey.
Tytos se levanto y moviendo su mano como si la pasara por encima de algo, hizo aparecer tres grandes bolsas con monedas de oro. Todos en la habitación estuvieron asombrados, incluso el rey. Tytos dijo con un rostro inexpresivo -el oro siempre es bueno, puede comprar armas, provisiones y arreglar tu reino. Aunque no me hayas pedido nada, te dejo esto como la dote por esa niña- y camino junto a su esposa para salir del lugar.
El rey miro al hombre y al final supo quién tenía el control. Seguramente al igual que su hijo, sería un gran guerrero. Pensó en lo que le deparara la guerra y dijo en un fuerte tono -espera. Me dijiste que hay un problema de los orcos, si tanto quieres ayudar a Éowyn, quédate y lucha. Si solucionamos el problema aquí, te prometo que moveré a mis hombres donde haya que ir-
Tytos asintió con una sonrisa algo mas relajada y salió del lugar.
-o-
Tytos al llegar a Edoras había compro una casa, no tan grande, no tan chica. Lo suficiente como para que cupieran los siete, las parejas tenían su habitación y los demás la suya propia. Al principio el dueño de la casa se negó a vender, pero el oro puede mucho y mucha gente es débil a él.
Trancos y Legolas estaban conversaban en el comedor cuando Tytos y Carmen volvieron de su conversación con él rey. Trancos se levantó y le pregunto -¿Cómo te fue?-
Tytos soltó una exhalación, asintió varias veces como queriendo decir algo, pero al final solo dijo -bien, dentro de todo, bien-. Camino hasta la habitación y se fue a dormir un rato, se sentía cansado. Por un rato pensó en cuando fue la última vez que se arrodillo ante alguien y mientras se acostaba en la cama, dijo entre susurros -las cosas que uno hace por los que ama-
Carmen se quedó en el comedor y les contó a los muchachos lo que paso. Trancos y Legolas se les cayó la boca cuando escucharon que Tytos se arrodillo y pidió perdón por su hijo. En medio de eso apareció Gimli y los miro algo molesto y les dijo -no pongan esa cara de idiotas, a mi parece lo más normal, es lo que haría cualquier hombre cuando su hijo la caga-
Trancos y Legolas algo avergonzados asintieron y siguieron conversando con Carmen. Pasado el medio día se fue a la cocina y empezó a cocinar. Charles tratando de ganarse el perdón de su madre, fue un hijo obediente y por su propia iniciativa fue a ayudarla. Carmen lo miro con el ceño fruncido y después de tomar un gran respiración lo dejo hacer lo que quisiera. Era su hijo y al igual que todas las madres, no puede ser tan severa con él. Éowyn también apareció y mientras los tres trabajaban en el almuerzo, Carmen salió con varios cuentos de Charles cuando era niño, muchas eran cosas que lo avergonzaron y sacaron carcajadas de Éowyn. Pero qué podía esperar Charles, este era el derecho divino de toda madre; contar las cosas vergonzosas de sus hijos.
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El mismo día en que llegaron, el príncipe había vuelto con sus tropas o más bien lo que quedaba del príncipe. Un grupo de orcos acompañados por lobos huargos respaldaron el asalto de los montañeses y vencieron al pequeño ejercito que llevaba el príncipe. Él no murió en el instante pero tampoco es que haya quedado tan bien como para aguantar el viaje. En el camino murió desangrado, había perdido el brazo derecho y le habían abierto el abdomen. Sería difícil que después de tales perdidas pudiera aguantar más de un minuto.
Esa noche también antes de ir a acostarse, Éowyn y Charles estaban en la recamara de los padres de este último. Los llamaron y ambos estaban nerviosos, Tytos sonrió algo feliz al verlos, pensó que hacían una bonita pareja. Carmen le pego un codazo y lo saco de sus pensamientos. Tytos tosió disimuladamente y les dijo -no se preocupen, no es nada tan serio- le dirigió una mirada a Carmen y le pregunto -¿cerraste bien la puerta?-. Carmen asintió y Tytos se enfocó en su hijo y en su nuera -bien, ven niña, siéntate frente a mí y déjame ver ese ojo. Algo me dijo este idiota, parece que lo perdiste por su culpa-
Éowyn algo nerviosa quiso refutar pero Tytos la insto a que se sentara donde le había pedido, miro a los otros dos y les dijo -Charles, tu madre me ha molestado mucho con este tema, así que como ya no la quiero escuchar más, ouch- grito Tytos mientras era pellizcado por Carmen -te enseñare magia, por ahora solo mira cómo funciona-
Tytos levanto su dedo a la altura del ojo de Éowyn, le pidió que no se moviera y que no tuviera miedo. Que era un tratamiento bastante inofensivo y que no tardaría mucho. Tytos canalizo el poder y creo una esfera de agua de la nada, solo ocupando su dominio elemental. Acerco el agua y la coloco sobre el ojo de su nuera. Éowyn sintió algo de frio en su rostro y de repente se dio que de que podía ver un dedo acuoso, su ojo le picaba, pero después de entender lo que pasaba quedo en shock. El ojo que pensó que había perdido ahora veía. Carmen y Charles veían atreves de la pequeña esfera de agua transparente, cómo la pupila recuperaba su color y volvía a tener los colores que debería tener un ojo sano.
Tytos alejo la esfera de agua y esta se deshizo como si nunca hubiera existido. Le dio una sonrisa amable y le pregunto -ahora ¿Cómo te sientes Éowyn?-
Éowyn se tapaba y se destapaba el ojo pensando que todo era un sueño, pero no lo era. Con una sonrisa complacida dijo -gracias- soltó una lagrima mientras mordía el labio inferior -no pensé que volvería a ver con este ojo-
Tytos asintió y les dijo -ahora, vayan a su habitación, mañana es otro día y tenemos muchas cosas que hacer-
-o-
En medio de la oscuridad de la noche, la habitación de Carmen y Tytos estaba tranquila, de vez en cuando se escuchaban algunos besos y caricias, pero solo quedaba en eso. Carmen miro la silueta de su marido y le dijo -que bueno que pudiste ayudar a esa niña-
Tytos asintió y le dijo -te enseñare cuando pase tu embarazo, recuerda que esto solo lo puedes ocupar un máximo de dos veces, más que eso te morirás-
Carmen miro a la oscuridad y dijo -ya no quiero aprender- bajo su mano y la paso por su abdomen -me conozco y tengo miedo de que me pase algo y ya no pueda ver a mis hijos-
Tytos la abrazo y le beso la frente, él recordó como Carmen lo estuvo mosqueando cada vez que podía para que le enseñara magia, pero ahora ella no quiere. Soltó un suspiro y le dijo -bueno…buenas noches, descansa-