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CAPÍTULO 20- La furia de Kei.

CAPÍTULO 20- La furia de Kei.

Los Molfer. Una familia guerrera. La familia más peligrosa y temida que existe en el mundo. Todos en el mundo están de acuerdo de que nunca será buena idea hacer enojar a un Molfer. Los Molfer disfrutan haciendo sufrir a las personas, de eso no hay ninguna duda, pero ellos incluso lo hacen sin sentirse enojados. Son capaces de darle la muerte más dolorosa a una persona, incluso sin odiarla ni estar enojados con esa persona. Pero, si alguien se atreve a hacer enojar a un Molfer, esa persona estaría despertando a un monstruo.

Y hasta el más tranquilo de los Molfer, se volvería la pesadilla de cualquier persona.

Sangre goteaba de las puntas de sus dedos, mientras sus pulmones se llenaban de sangre, haciéndole imposible respirar.

Mei está completamente herida y una mujer la toma del cuello. Antes de levantarla del suelo, la mujer le cortó los brazos y piernas, pero Mei no quiere darle el gusto de verla llorar o gritar de dolor, por lo que soportó todo ese dolor sin quejarse, pero eso no quita el hecho de que está sufriendo. Tiene heridas por todo su rostro y cuerpo. Hay sangre por todas partes, dejando en evidencia toda la tortura que tuvo que soportar, pero Mei seguía sin llorar ni quejarse, pues ella, aunque perdió, no ha perdido la esperanza, pues tiene depositada toda su confianza en una persona.

Mei sabe que puede morir, pero sigue sin tenerle miedo.

La mujer usa una vestimenta negra y una máscara blanca, su apariencia original. Su poder de sombras lo desactivó, lo que significaba que ya da por hecho que ganó.

—No eres tan poderosa... Qué desperdicio de tiempo.

—Fufu. M-mi hermano... Mi hermano te matará.

—¿Te refieres a ese inferior? ¿Él me matará? Qué graciosa eres.

—T-te arrepentirás.- Dijo Mei sonriendo.

—¿Estás sonriendo? Te volviste loca, aunque ya lo estabas.

La puerta fue derribada y ella volteó a su izquierda.

Kei, en su forma normal, derribó la puerta y entró a la habitación.

—¡Hermano!

—Oh, interesante.- Dijo la mujer, al sentir la sed de sangre de Kei.

Él está furioso. Sus lágrimas son de frustración y tristeza. "Maldita sea. ¡¿Por qué no llegué a tiempo?! Soy un inútil, un inútil." Pensó eso mientras observaba a Mei.

Se siente culpable por esto, pues sus Golems no la detectaron a tiempo.

—¡¡Deja a mi hermana!!

—Nah, no quiero.

El tiempo se vuelve más lento y Kei se dirige hacia ella corriendo. Está usando energía mágica para mejorar su cuerpo y cerebro, lo que le permite ver los movimientos más lentos, permitiéndole reaccionar rápido y esquivar los ataques cuando sea necesario.

Su espada de fuego aparece en su mano derecha.

—¡¿Por qué mis Golems tardaron tanto en detectarte?! ¡Maldita sea!

Saltó e intentó atacarla.

—Solo es un hombre. Esto será fácil.- Pensó confiada. Un grave error.

No intentó defenderse ni esquivar el ataque, pues cree que su cuerpo tiene la resistencia suficiente como para soportar ese ataque sin ningún problema, subestimando a Kei, pero...

—¿Eh?

Kei le cortó el brazo derecho a la mujer sin ninguna dificultad.

—¡¿Cómo es posi...?!

Sin dejarla terminar de hablar, Kei salta de nuevo y patea su cabeza.

Ella sale volando y choca contra la pared, mientras Kei aterriza en el suelo y abraza a su hermana.

—¡Magia curativa!

Un brillo rojo rodea a Mei y sus heridas se regeneran rápidamente. Está usando una peligrosa cantidad de energía mágica en pocos segundos, lo que provoca que su cuerpo sufra daños, pero no le importa el dolor que su cuerpo sufre, con tal de ver a Mei sin heridas.

En menos de 5 segundos, se recuperó por completo. Sus brazos y piernas regresaron.

—Mei... Vete de aquí... Ella no es normal.

El brazo de la mujer se está regenerando rápidamente.

—Ese poder mágico... No es un demonio... Es un monstruo.

—Fufu. Un hombre poderoso, ¿eh? ¡Hahahahahaha!

La mujer comienza a reír y se acerca hacia Kei.

—¡Tú podrás divertirme!

La mujer se dirige hacia él rápidamente e intenta golpearlo.

Kei esquiva perfectamente su ataque y aprovecha que está frente a ella y atraviesa el pecho de la mujer con su espada.

—¿Qué...?- Dijo sorprendida, pues ni siquiera fue capaz de ver el ataque de Kei, impidiéndole esquivar el ataque.

La furia de los Molfer provoca que sus cuerpos excedan el límite, y eso fue lo que le pasó a Kei. El odio y furia que siente, le ayudó a mejorar con su magia más su propio cuerpo, permitiéndole ser el doble de rápido de lo que ya era, al menos por unos segundos, segundos que Kei aprovechó.

La familia Molfer está llena de misterios, y la furia Molfer es uno de ellos.

Fuego comienza a rodearla, quemándola.

Kei quería torturarla por lo que hizo, pero se dio cuenta de que era peligroso mantenerla con vida, así que decidió usar uno de sus ataques más poderosos.

—¡Incineración! ¡Desaparece!

La mujer comienza a gritar del dolor y abraza a Kei con fuerza, para que él tuviera el mismo destino.

La magia de Kei no puede hacerle daño a él mismo, pero el calor sí le puede hacer daño.

Por ejemplo, si él recibe una de sus esferas de fuego, la explosión no le hará daño, pero si se queda en el mismo lugar y lo restos del fuego lo tocan, lo quemarán.

"Incineración", es un hechizo que aumenta la temperatura de la magia de fuego, permitiéndole volver cenizas a los monstruos. Al entrar en contacto con su propia magia, no le hace tanto daño, pero eso no significa que sea inmune, el fuego lo quemará. "Incineración" actúa como un hechizo mágico que debilita los cuerpos por dentro, pero con Kei simplemente actúa como fuego normal, que lo quema.

La piel de Kei está sufriendo quemaduras, haciendo llorar a Mei.

—¡¡Te llevaré conmigo!!

—¡Hermano!

Kei, al contrario de lo que ella esperaba ver, la abraza también.

—¡Terminaré con esto ahora!

El fuego aumenta y Mei se aleja poco a poco de ellos, pues el calor es demasiado incluso para Mei.

—H-hermano...

—¡Estás loco, chico! ¡También morirás!

Los puntos de vida de Kei están bajando rápidamente, pero no le importa.

—¡Desaparece!

La piel de la mujer comienza a perder carne, y poco a poco se vuelve un simple esqueleto.

Kei la abraza fuertemente y la aplasta.

Se vuelve polvo y el fuego desaparece.

Kei estaba desnudo y su cabello estaba creciendo de nuevo rápidamente, pues se quemó con el fuego.

—Eso... estuvo cerca... Resistió mucho tiempo... Y no era un demonio, era un humano... ¿Qué mierda era eso?

Kei vomita sangre y Mei se dirige rápidamente a él. Está llorando, pues pensó que su hermano se estaba sacrificando por ella. Incluso la piel de Mei sufrió quemaduras, pero Kei estaba peor.

Todo el cuerpo de Kei estaba al rojo vivo, lleno de quemaduras, pero sacó un poción curativa de su [Almacenamiento mágico] y se la bebió. Esa poción le ayudó a regenerar parte de su piel, pero no es suficiente. Usó el resto de su poder mágico para regenerar su piel y en menos de 20 segundos volvió a la normalidad.

—Ah, eso estuvo cerca. Me queda 10% de poder mágico, aunque mis puntos de vida están por arriba del 85%. Con unas cuantas pociones curativas más estaré bien.

Mei le dio una cachetada y sacudió sus hombros.

—¡¿Por qué demonios hiciste algo tan peligroso?!

—No te preocupes, protegí mi cuerpo con energía mágica, el daño fue mínimo... Mei... Yo... Lo siento.

Kei abraza fuertemente a su hermana.

—¿Kei?

—Lo siento... Sufriste mucho... No llegué a tiempo... Lo siento, lo siento.

—No digas eso, hermano. Llegaste a tiempo. Gracias a ti, estoy viva.

Sei Molfer entra a la habitación, pues su alarma se activó, pero demasiado tarde.

—¡¿Qué pasó?!

—¡Protege mejor a tu hija! ¡Casi la matan!

—¡¿Qué mierda pasó?!

—¡No lo sé, una mujer intentaba matar a Mei y tuve que matarla! Pero esa mujer no era un demonio... De eso estoy seguro... Su presencia era más rara... Muy rara.

Sei Molfer observa la sangre y se da cuenta de lo que pasó.

—Mei... Lo siento... No escuché nada...

—No te preocupes, madre, ya estoy bien... Aunque ella me derrotó... Era muy poderosa... ¡Pero mi maravilloso hermano la derrotó!

Mei comienza a besar a Kei y él se pone completamente rojo. Obviamente, ella le está dando besos en la mejilla.

—¡Mei, no es momento de besos! ¡Uwaaaah! ¡Estoy desnudo! ¡Necesito ropa! Y mucha comida.

—¿Ella te derrotó...? Esto es malo... Kei, Mei, vengan conmigo, les explicaré lo que está pasando.

—Déjame ponerme ropa y beber un par de pociones de energía mágica primero.

Las pociones de energía mágica y las pociones curativas son uno de los objetos más caros que existen en el mundo, y solo las familias nobles más importantes y ricas como lo es la familia Molfer, se pueden dar el lujo de beberse varias y recuperarse por completo.

Las pociones curativas solamente curan los cuerpos, pero no regeneran energía mágica. Y las pociones de energía mágica regenera un 20% de la energía mágica que la persona perdió, aunque eso depende del poder mágico de la persona. Si la persona tiene poco poder mágico, regenera más del 50%, y si la persona tiene una gran cantidad de energía mágica, como una héroe, solo regenera un 10%. El límite es de 5 pociones de energía mágica por mes, pero las pociones curativas no tienen límite.

En un enorme salón, una Reina está sonriendo diabólicamente, al escuchar la noticia que le llegó.

Es una mujer muy hermosa. Parece una mujer de 20 años, aunque tiene más años de lo que aparenta. Tiene enormes pechos y una sexy figura, aunque eso es bastante normal para la clase alta en ese mundo.

Su corona es roja y brillante.

Tiene el cabello rosa y corto, ojos rojos y usa un vestido blanco.

—Vaya, vaya... Mei Molfer derrotó a número 10... Interesante.

A su lado, está un hombre con ojos completamente negros, tiene 4 brazos y tiene pelo blanco por todo su cuerpo. Usa un traje elegante negro... Un demonio.

—¿Qué hacemos, majestad? Si Sei Molfer sigue investigando, la descubrirán.

—No te preocupes, Gabrielku, aún nos quedan 9 guerreros de Akane. Cuando regresen de su misión, ellos se encargarán de Sei Molfer y sus hijos.

—Ellos volverán en 2 años, majestad.

—Lo sé, Gabrielku. Pero no te preocupes, no dejé ninguna pista, no nos descubrirán tan fácilmente.

Ella lamió su dedo y sonrió.

—Mei Molfer... Interesante.

Kei, ya cambiado y recuperado, está leyendo la información que le dio su madre.

Se bebió 5 pociones de energía mágica para recuperar todo su poder mágico, pues tiene el presentimiento de que lo necesitará.

—Más de 320 niños desaparecieron... La mujer no hizo ningún ruido... Los gritos de Mei no se escucharon... Y mis Golems tardaron en detectarla... Estaba usando magia rara... Magia muy rara... La líder solo está secuestrando a niños pequeños. Niños que tienen entre 3 y 10 años... Necesito Investigar más... Madre, protege a Mei mientras no estoy.

—Kei, ¿tienes alguna teoría?

—La información que tenemos es poca, así que no... Pero no te preocupes, encontraré a la líder... Y la mataré... Nadie se mete con mi familia... Nadie.

Sus ojos se pusieron rojos por un segundo, mientras unos pequeños rayos rojos salían de él, y ver eso hizo sonreír a Sei Molfer y aceleró el corazón de Mei.

—¡Tan genial!- Pensó Mei.