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CAPÍTULO 17- Kei, el aventurero.

CAPÍTULO 17- Kei, el aventurero.

—¡Amor!

Freiya y Neil están abrazando a Kei con fuerza.

Kei apenas salió de la escuela. Él simplemente quería irse y entrenar con Drin en una mazmorra. Lamentablemente, ellas lo estaban esperando.

Kei se sentía muy incómodo, pues dos pequeñas niñas lo llamaron "amor". Para alguien como Kei, que tiene recuerdos de una vida pasada, eso era demasiado incómodo, pues era como si dos pequeñas niñas estuvieran comprometidas con un señor de 30 años.

Kei sabe que debe seguir actuando acorde a su edad, pero el sentimiento de culpa e incomodidad no desaparecen.

—H-hola, chicas... Escuchen, apenas me conocen, no me digan "amor". ¿Y si las decepciono? No esperen mucho de mí, por favor.

—Kei, tú nunca nos vas a decepcionar.

—¡Es cierto, nunca!

—S-son muy inocentes. Están confiando demasiado rápido en mí, alguien que apenas conocen. ¿Por qué no mejor cancelamos el compromiso y nos conocemos mejor?

—¡Nunca!

—¡Tuvimos mucha suerte de que nos aceptes, así que no queremos cancelarlo! Pero sí, queremos conocerte mucho mejor. ¡Deberíamos tener citas!

Kei tomó aire y suspiró, mientras ellas hablaban al mismo tiempo sobre a qué lugares deberían ir en sus citas.

Él simplemente les sonreía y daba su opinión sobre los lugares para tener citas, pero en su interior, él se sentía un pedófilo enfermo de mierda.

—¡Estoy haciendo planes para tener citas con dos pequeñas niñas! ¡Soy un maldito enfermo de mierda! ¡Mis padres estarían tan decepcionados de mí! ¡Doy asco! ¡No merezco vivir!- Pensó nervioso y decepcionado de él mismo.

Ellas lo abrazaron del brazo y le dieron un beso en las mejillas, poniéndolo rojo, tanto de vergüenza como de incomodidad.

—¿Cuántos hijos quieres tener, amor? Yo quiero 5.- Dijo Freiya, acariciando el brazo de Kei.

—¡¿5?!

—Yo quiero 4 solamente.- Dijo Neil, acariciando el pecho de Kei.

—¡¿Eh?! C-cuatro... C-cinco... ¡¿9 hijos?!

—¿Son pocos? Puedo darte más, por mí no hay problema.

—Digo lo mismo.

—¡Soy demasiado joven para ser padre! ¡Y ustedes también! ¡Si nos casaremos, tendremos hijos después de que ustedes tengan más de 20 años! ¡Y no les pondré ni un dedo encima hasta que tengan más de 15 años!

Kei estuvo a punto de decir 18 años, pero la mayoría de edad en ese mundo son de 15 años, por lo que, si él decía 18 años, sería demasiado sospechoso.

—Fufu. Eres muy tímido, amor. Me encantas.

—Un chico tímido es muy lindo. Somos afortunadas de tenerte como nuestro prometido.

Ellas le dieron otro beso en las mejillas.

—¡Ahhhhhhhh! ¡Ya me estoy arrepintiendo de aceptar!- Pensó nervioso.

Las madres de sus prometidas se acercan a ellos.

—Gracias por aceptar, Kei.

—Nuestras hijas estarán en buenas manos.

—Solo acepté porque estoy desesperado.- Pensó.

Kei siente un escalofrío. Siente un mal presentimiento. Es como si algo le dijera: "¡Vete de aquí, te matarán!"

Detrás de él, Mei y Grisia lo observan furiosas.

—Kei es mío. Yo lo conozco desde que nacimos. No me lo quitarán.- Dijo Mei, mientras aprieta sus puños con fuerza.

—No me rendiré, Kei será mi novio también.- Dijo Grisia, apretando sus puños con fuerza.

Drin, que está al lado de ellas, también está celosa.

—¡Kei es mío también!- Pensó Drin.

Al darse cuenta de eso, Kei comenzó a sudar.

—Las mujeres dan mucho miedo.- Pensó.

—Ya hablamos con la Reina. Ya tenemos su permiso.

—¡¿En serio?! ¡Tan rápido!

—Toma.

—¡Genial! La Reina me dijo que tardaría más, ¡pero no se tardó nada en conseguirme el permiso! ¡Muchas gracias!

Le entregan una carta a Kei.

—Debes entregarle esta carta al maestro del gremio de aventureros.

—G-gracias... ¡Iré inmediatamente! ¡Muchas gracias!

Kei les acaricia la cabeza a sus prometidas, poniéndolas rojas y ellas le sonrieron, llenas de felicidad y ojos de amor, algo que pondría nervioso fácilmente a Kei, pero la emoción por convertirse en un aventurero no le permitía sentirse nervioso.

—¡Muchas gracias por escogerme como su futuro esposo!

Drin se dirige a él corriendo y salta a su cabeza.

—¡Magia de hada: alas!

Dos pares de alas rojas salen de su espalda y comienza a flotar.

—Lo siento, debo retirarme.

—Vamos a cenar en tu casa.- Dijo Freiya.

—¡Nos vemos, amor!- Dijo Neil.

—Adiós.- Dijo Kei sonriendo y guiñando un ojo, emocionando no solo a sus prometidas, sino también a las chicas que lo miraban desde la distancia.

Ningún estudiante estaba cerca de ellos, pues ellas querían que nadie las molestara mientras coqueteaban con Kei, por lo que les prohibió a los estudiantes acercarse a ellos.

Las chicas se sonrojaron, pero Kei no se dio cuenta de eso, pues se alejó volando rápidamente.

—¡Sí, seré un aventurero! ¡Drin, nuestra aventura como aventureros inicia hoy! Supongo que ya te aprendiste de memoria toda la historia de tu nueva identidad, ¿verdad?

—Sí, pero... Cariño, ¿realmente cambiarás? ¿Es necesario realmente? No lo sé, no me parece justo que alguien más se robe los logros de Kei Molfer.

—Sí, es necesario, además nadie me robará logros. Crisfa y yo seremos la misma persona, solo que con diferentes apariencias. La Reina me dijo que no puede romper las reglas, pero me dio permiso para usar una identidad falsa. Aparte, aunque Charlotte no sospeche de mí, Fravi sí podría sospechar. Debo ocultar mi verdadera identidad... Mi magia de transformación no es tan buena como el de mi madre... Solo puedo cambiar mi aspecto, no puedo crecer... Pero si la combino con el hechizo de crecimiento...

Un vapor comienza a rodear a Kei.

—Un nuevo Kei nacerá...

Comienza a crecer y su ropa se destruye.

—Crisfa nace hoy.

El vapor desaparece. Se transformó en un chico de 15 años. Ahora tiene el cabello rojo y algo largo. Su aspecto físico se volvió más atractivo, eso lo hizo a propósito, pues quiere sentir lo que se siente ser considerado guapo. Una estupidez, pues Kei ya es guapo, solo que su baja autoestima no le permite considerarse guapo.

—Ahora soy guapo. Será muy útil.

—¿Tú crees? Sinceramente, prefiero a Kei Molfer. Tú yo normal es mucho más lindo.

Kei Molfer es lindo y guapo, hasta adorable, pero Crisfa es guapo y sexy, dándole un toque más adulto.

Aterriza en un bosque y extiende su mano derecha.

Un conjunto de ropa aparece.

—Bien... Una nueva identidad, un nuevo estilo. Drin, ¿ya diseñaste tu nueva apariencia?

—Fufu. Por supuesto. Como mi personaje creció en la pobreza, la diseñé con una belleza bastante promedio, para que la historia de amor entre ella y Crisfa sea más romántica. Si la hago demasiado hermosa, el amor entre ella y Crisfa se sentirá menos romántica, pues el mensaje de su romance es que la belleza no importa, solo importan los sentimientos.

Drin solo quería que la historia de amor entre sus personajes sea muy romántica, pero Kei malinterpretó sus palabras por culpa de su baja autoestima.

—Vaya, vaya. La belleza no importa... Jeje. Vaya manera de decir que no está mal enamorarse de alguien feo como yo.- Pensó, un tanto deprimido.

Kei entra al gremio de aventureros.

Está usando un pantalón negro, una camisa negra, un chaleco blanco y usa guantes rojos, ocultando su anillo.

Drin cambió también. Se transformó en una chica de 15 años. Su cabello es rojo y corto, y usa un vestido blanco.

No parecen realmente aventureros, pues los verdaderos aventureros usan armaduras y trajes más llamativos y geniales. Pero Kei no quería usar eso, quería usar algo cómodo y sencillo.

—Bien, nuestra aventura comienza aquí.

Las miradas de menosprecio llegaron a él, pero él simplemente las ignoró y siguió caminando.

Se dirige a una empleada.

El gremio es enorme y también hay un restaurante. El ambiente es genial para Kei, pues admira a las aventureras, aunque no le gusta la forma en como tratan a los hombres. Solamente hay mujeres en el gremio, y los pocos hombres que hay, están siendo tratados como simples esclavos sexuales, obligados a besarse entre ellos para satisfacer los fetiches de sus dueñas.

Kei, al ver eso, se sintió asqueado, pues las aventureras incluso se estaban masturbando viendo a los esclavos sufriendo.

Vio a un esclavo, comiendo en el suelo como un perro, llenándolo de ira.

Se detuvo a observar por unos segundos todo a su alrededor.

Esclavos besándose entre ellos, siendo tratados como mascotas, algunos de ellos mostraban claras evidencias de maltrato físico, y hasta uno de los esclavos no tenía brazos ni piernas, y debía estar en el suelo, teniendo que soportar que su dueña lo pise.

—En mi mundo, las mujeres fueron consideradas inferiores a los hombres por mucho tiempo, pero esto... Esto está a otro nivel. Aquí ni siquiera nos consideran seres humanos.- Pensó, mientras intentaba controlar su furia.

Kei Molfer no es tratado como un inferior, pues su fama lo hace ver como uno de los Molfer con más potencial que han existido, así que a veces olvida lo cruel que puede ser este mundo con los hombres.

Drin, al verlo triste, lo tomó de la mano y le sonrió, para intentar que se sienta mejor.

—Cariño...

—Sí... Lo sé. Lo siento, me puse sensible.

Siguió caminando y se paró frente a la empleada.

—Buenas tardes, señorita. Me gustaría hablar con el maestro del gremio.

Deja la carta en el escritorio.

—E-ese sello...

La carta tiene un sello. El sello de la familia real. Es básicamente el símbolo de una corona y una espada.

—¡Espere, por favor!

La empleada se levanta y se aleja de ellos.

—Bueno... El gremio es un poco diferente de lo que recordaba... Usan escritorios... Pensé que usaban ventanillas... Pero no es muy diferente después de todo.

—Las aventureras te observan demasiado, cariño.

—Lo sé, después de todo, soy un inferior... Espero que las aventureras no intenten molestarme... Prefiero evitar ese cliché.

La empleada se acerca a ellos.

—Por favor, sígueme.

Entran a la oficina del maestro del gremio.

—Gracias por traerlos, Kisma. Puedes retirarte.

La empleada sale de la oficina.

—Hola, mi nombre es Kei Molfer.

—Mi nombre es Nia.

El maestro del gremio es una mujer adulta de 30 años. Tiene el cabello verde y corto, y usa un parche en su ojo derecho.

Su rostro tiene cicatrices, pero sigue siendo hermosa. La razón de las cicatrices es por simple estética, la magia curativa en este mundo puede incluso regenerar órganos y partes del cuerpo.

—Bienvenido, Kei. Ya leí la carta. Felicidades, te casarás con dos lindas chicas.

—Gracias... Supongo... Por cierto, este no es mi aspecto real, pero lo usaré cuando trabaje como aventurero. Y ella es una amiga mía, la conocí en una aldea pobre y decidió ser mi compañera cuando salvé su aldea. Ella también se convertirá en aventurera. Sentí potencial en ella y creo que puede pertenecer a la generación de falsos héroes.

—Ya veo... Una aldea pobre, ¿eh? Supongo que no tiene documentos oficiales.

—Es huérfana, pero ya iniciamos el procedimiento para obtener sus documentos, no se preocupe.

Amenazar de muerte a los contactos necesarios funcionó mejor de lo que él esperaba, y gracias a eso, Drin obtendrá sus documentos en poco tiempo.

Drin se meterá mucho en su personaje, y cuando alguien le pregunte sobre su vida, Drin responderá como respondería su personaje, haciendo ver su mentira como una verdad.

Gracias a esa estrategia, Drin logró engañar a Charlotte, pues Drin se metió en el personaje de Kei y fingió ser él, y respondió como él realmente respondería.

Kei tenía la teoría de que era posible engañar a la habilidad de detectar mentiras, y afortunadamente, su teoría resultó ser cierta.

La habilidad de detectar mentiras tiene un fallo, pues detecta mentiras puras, es decir, mentiras 100% mentiras. Kei le dijo a Drin que ella ahora era él y que debía actuar como él, hasta se lo ordenó para que su actuación fuera perfecta, pues al recibir la orden de su amo, las marcas mágicas de los familiares los obligan a obedecer, logrando que Drin actúe a la perfección como si ella fuera realmente Kei Molfer, y cuando Charlotte le preguntó si era el héroe Kei, ella le respondió como respondería realmente Kei Molfer, haciendo ver a su mentira como una realidad, engañando a Charlotte.

—Está bien, arreglaré todo.

—Por cierto, ¿por qué sigues usando un parche? Mei restauró tu ojo, ¿no?

Ella se sonroja y desvía la mirada.

—B-bueno... Me veo más genial así.

—¿Mei hizo eso, Kei?- Dijo Drin.

—Sí, ella la conoció en una fiesta y la curó. Como recompensa, le dieron un enorme pastel y lo compartió conmigo... Aún recuerdo ese pastel. Fue el mejor pastel que he comido.

—Ya veo...

—Bueno... Supongo que debemos llenar un formulario. Nos retiramos. Gracias por todo, señorita Mirkia. Y por favor, no le cuente a nadie sobre mí, quiero mantener mi identidad secreta.

—No te preocupes, no le diré a nadie.

—Gracias.

Kei y Drin salen de la oficina, y Mirkia sonríe.

—Kei Molfer... Sei, tu hijo es inferior a Mei, pero sigue siendo poderoso. Espero grandes resultados.

Por supuesto, ella piensa que Kei es inferior a Mei porque no conoce realmente a Kei. Kei es más poderoso que Mei y su madre, al menos en cuanto a estatus se refiere.