La vida de Rain Clayton da un giro salvaje cuando destroza el coche de su novio infiel, solo para descubrir que no era suyo: pertenecía a un extraño. Para empeorar las cosas, descubre accidentalmente que está casada con este extraño, nada menos que Alexander Lancaster, el recluso Vicepresidente y Director Ejecutivo del poderoso Grupo Lancaster. Criada en una familia que la maltrató y ahora presionada por su padre para casarse con el hijo psicópata del alcalde, Rain ve este matrimonio sorpresa como una bendición disfrazada. Después de años de sufrimiento, parece que los cielos finalmente han tenido piedad de ella, regalándole un esposo multimillonario guapo, un hombre despiadado con sus enemigos y exactamente lo que necesita para escapar de las garras de su familia. Pero hay un problema importante: Alexander quiere un divorcio inmediato. Determinada a mantenerlo, Rain hace un trato para extender su matrimonio, bajo sus condiciones. Ahora todo lo que tiene que hacer es convencerlo de que la mantenga para siempre... Unas semanas pasaron desde su matrimonio sorpresa... —¿Qué estás haciendo? —exclamó Rain, con los ojos muy abiertos mientras observaba a Alexander trepar a su cama. —Cumpliendo los deberes maritales —respondió él con una sonrisa casual. —¡No puedes dormir aquí! ¡Está en contra de nuestro contrato! —No lo estoy rompiendo —dijo Alexander encogiéndose de hombros—. El contrato especifica que cumplirás todos los deberes de esposa, excepto compartir mi cama. No dice nada sobre que yo no pueda cumplir los deberes maritales, incluido compartir tu cama. La situación había cambiado, y parecía que ya no era la única en control...
Esa noche, Rain y Alejandro hablaron de muchas cosas mientras disfrutaban de copas de vino bajo la luz de la luna. Las estrellas brillaban en el cielo nocturno, añadiendo un toque mágico a su tiempo juntos.
—Cuéntame más sobre ti, Rain. ¿Cuál es una de tus experiencias más memorables? —preguntó Alejandro, con curiosidad iluminando su mirada.
Rain sonrió, comenzando a compartir cómo se involucró por primera vez con SIG. —Bueno, me metí en problemas cuando tenía quince años… Empecé a visitar antros de juego —confesó con una sonrisa pícara.
—¿Qué? ¿Estabas jugando a los quince años? —exclamó Alejandro, sorprendido.
Rain se rió. —No pude resistir la oportunidad de ganar algo de dinero. Aprendí los trucos, y la suerte estaba de mi lado más a menudo que no. Así que, empecé a jugar a los quince, disfrazada de dama. Después de un tiempo, tenía algo de reputación, todos me conocían como 'Caos'.
Alejandro levantó una ceja mientras ella continuaba.
Support your favorite authors and translators in webnovel.com