webnovel

Oscuridad

Punto de Vista de Jin-Woo.

Oscuridad. Completa oscuridad.

Sin nada de luz, estaba flotando, flotando en un inmenso abismo sin fin. No sabía realmente si iba a la deriva o estaba suspendido en algún lugar.

Era como si no fuera nada y todo al mismo tiempo. Me sentía como una pequeña partícula flotando en un vasto universo, pero también sentí que no había nada más a parte de mí.

No había nada más. Ni sonido, sabor, olor, ni tacto en este lugar de oscuridad eterna.

Mis ojos deberían de estar abiertos y, aún así, no había más que oscuridad; estaba concentrado en tratar de escuchar algo, pero no podía escuchar ni el más mínimo ruido en esta oscuridad; intente extender mis fosas nasales, pero no podía siquiera sentirme respirar; intenté curvar los dedos de mis manos y mis pies, pero nada... no pude sentir nada.

Pronto, el miedo se apoderó rápidamente de mí. No podía escuchar ningún latido de mi corazón, ninguna respiración, ningún temblor de mi cuerpo.

Deseaba sentir algo para verificar que existía algo más que mi consciencia en este abismo. Pero quedé atrapado aquí a medida que pasaba el tiempo sin poder hacer algo.

Conforme pasaba el tiempo subjetivo, poco a poco recordé dónde estaba antes de aparecer en ésta oscuridad. Con eso en mente, me llegó una idea de dónde podría estar.

Era lo más seguro, y es que probablemente esto era lo que todas las personas llamaban como "la muerte"... el lugar al que iban todos luego de morir, un lugar en el que no había más que nuestra consciencia y una oscuridad eterna en la que no había rastro alguno de luz.

Pero todo eso pronto pasó a ser secundario, y empecé a pensar sobre lo último que pasé y ví antes de morir.

Los charcos de sangre fresca, los cuerpos inertes de mis padres, las llamas extendiéndose sin obstrucción alguna y que comenzaban a consumir todo a su paso, y mi propia muerte.

Realmente nunca me di cuenta del momento en que perdí la consciencia y aparecí en este vacío sin fin. Pero eso no importaba ahora.

Todo ocurrió por esas personas encapuchadas con túnicas oscuras. Incluso ese hombre hizo demostración de una especie de poder sobrenatural, algo similar a un ataque que ví en Dragon Ball.

Quería pensar que toda la culpa había sido de esos dos hombres, pero aunque no quisiera que fuera así, estaba claro que también era en parte mi culpa. Fue mi culpa por haber entrado en ese santuario.

No sé qué pude haber hecho realmente como para que todo terminara de esta manera, pero tampoco es como si tuviera una forma de saberlo.

Lo único que me quedaba era remordimiento... remordimiento, tristeza, miedo, pavor y ansiedad que se apoderaban de mis entrañas mientras estaba aquí... claro, entrañas que ni siquiera sabía si realmente tenía.

Pasó el tiempo subjetivo, tiempo que no sabía cuánto fue, tampoco si había pasado lento o rápido.

En cierto momento me aburrí de las emociones que se apoderaban de mí y simplemente existí en esta oscuridad.

Fue solo cuando sentí un cosquilleo en mi... brazo, si en mi brazo.

Por fin había sentido algo luego de tanto tiempo. De pronto, sentí otro cosquilleo, y luego otro, y así sucesivamente.

En esa basta oscuridad, líneas resplandecientes de color cerúleo habían aparecido, extendiéndose por todo lo que parecía ser mi cuerpo.

Pero de la nada, sentí un gigantesco calor en todo mi cuerpo que pronto me hizo sentir un dolor y ardor agonizante, como si todo mi cuerpo estuviera en llamas.

Esto, al igual que las líneas de color cerúleo, se extendieron por todo mi cuerpo y me hizo sentir como si estuviera empezando a ser quemado vivo. Pero el punto en donde más sentía ese calor abrasador era en la zona de mi pecho, donde se encontraba mi corazón.

Grité, pero mi voz no salía; intenté moverme al saber que existía más allá de mi consciencia, pero nada. Lo único que me quedaba era resistir hasta que esto terminara, en algún momento.

Traté de resistir cada ronda agonizante de dolor ardiente y penetrante, que llegaba hasta el punto en que sentí como si mis propios huesos y nervios estuvieran siendo quemados.

De pronto, el dolor se detuvo y las líneas azules se fueron reuniendo en la zona de mi corazón hasta que finalmente desaparecieron, pero junto a eso, en la oscuridad, una luz cegadora apareció y se extendió por el vasto abismo.

Esa luz cegadora rodeó mi cuerpo cuando menos me di cuenta, y de pronto, perdí la consciencia.

...

Mis ojos se abrieron de golpe, pero mi vista era borrosa. Aún así, me sentía feliz al ver poco a poco más cosas que la oscuridad en la que me encontraba hace unos instantes.

A la vez que mi vista volvía a la normalidad, mis otros sentidos también comenzaban a trabajar. Podía oír algo similar o igual al ruido que producía la madera crepitando por el fuego, por lo que podría ser una chimenea o fogata. También pude sentir la suave y familiar sensación de las sábanas cubriendo mi cuerpo

Espera...

Levanté mi cuerpo rápidamente y me senté en la cama en la que estaba recostado.

- Yo... ¿Estoy vivo? - Susurré desconcertado mientras escaneaba mi cuerpo de arriba para abajo, luego puse la manó sobre mi pecho y sentí los latidos normales de mi corazón.

Yo... estaba bien, estaba vivo... o eso creo. Todo parecía normal, hasta el punto en que parecía que todo lo que recordaba había sido una especie de sueño. Pero, el agujero en mi camisa comprobaba que en realidad las cosas sí habían ocurrido.

Pero de ser así, ¿Cómo era siquiera posible que yo estuviera vivo? Si hubiera sido salvado por algún médico, tendría que estar en una habitación de hospital, pero, ni el olor penetrante a desinfectante, ni la dureza de la camilla de los hospitales.

Giré mi cabeza y observé mi entorno. Me di cuenta que la habitación no se parecía en nada a la de un hospital, más bien como la que habría en una casa de campo o cabaña, como en la que estaba antes de que todo ocurriera.

Eso solo me confundió más de lo que ya estaba. La habitación era espaciosa e iluminada por las estelas de luz que entraban por la ventana que había cerca de la cama... ¿Enserio vuelvo a despertar cuando aún no ha salido el sol...? Haaa, cómo sea. No tenía idea del lugar donde estaba, o cómo llegué siquiera, por lo que debía averiguarlo de alguna manera.

De la nada, sentí una mirada penetrante sobre mí, lo que me provocó cierta incomodidad. Escaneé la habitación más detenidamente y fue en ese momento que los vi; un par de ojos rojos, rojos carmesí como la sangre.

Miré mientras mi rostro denotaba sorpresa. Una mujer estaba sentada en una de las sillas que había en la habitación mientras me veía con una expresión neutral, como si me estuviera analizando.

Parecía que llevaba ahí sentada un rato, pero no me había percatado de su presencia en ningún momento.

Aún cuando notó que la estaba viendo, no dijo ninguna palabra... Empecé a sentirme incómodo por el silencio en el lugar, por lo que dije lo primero que se me vino a la mente.

- ¿H-Hola? - Pude haber dicho algo mejor, pero fue lo primero que salió de mi boca.

Aún así, mi saludo parece que funcionó, ya que la mujer finalmente habló.

- Finalmente despertaste. - Por sus palabras, parece que estuvo esperando bastante tiempo.

Me sentía incómodo debido a que no reconocía a esta mujer de ningún lado, era una completa desconocida.

- ¿Cómo te sientes, niño?

Ella preguntó por mi estado, a lo que yo parpadeé confundido. No sabía si debía responderle realmente, pero parecía inútil e irrespetuoso no hacerlo. Después de todo, probablemente esto sea la casa de la mujer en la silla.

- B-Bien...

Omití hablar demás, después de todo sigue siendo una desconocida.

Nada me confirmaba realmente que no era una persona igual a las que asesinaron a mis padres, si es que ocurrió de verdad.

De la nada, la mujer parece haber soltado un leve suspiro.

- Es entendible que sigas confundido después de todo lo que pasaste. - Escuché decirle, causando que me confundiera; y pareció notarlo, a lo que volvió a hablar. - Sé todo lo que te pasó antes de que él te trajera aquí, lo que ocurrió contigo y tu familia. - Terminó de decir la mujer.

- ...

Sus palabras me lo confirmaron... todo ocurrió de verdad... Desde el principio debí de saberlo, después de todo no era normal que despertara en un lugar desconocido. Además, todo se sintió tan real como para que hubiera sido mentira...

Incluso después de todo el tiempo subjetivo que pasé en ese vacío sin fin descargando mi tristeza y carcomiéndome por el remordimiento hacia mi mismo, ¡no había manera de que no me afectara!

¡Vi morir frente a mis ojos a mi padre, y ví el cuerpo inerte de mi madre tirado en el suelo, como si ella no valiera nada!

Yo también estuve en la muerte, pero por alguna razón aquí estoy, vivo. Y aún si lo estoy... siento que preferiría seguir en ese lugar de oscuridad primigenia.

- ¿Por qué...? - Susurré, sin dirigirle la mirada a la mujer, que parece haberme escuchado. - ¿Por qué sucedió ésto?

Realmente no lo entendía... Los tipos que habían matado a mis padres, habían mencionado el santuario al que había entrado en esa cueva profunda. ¡Pero no entendía el por qué de sus acciones, después de todo, no recordaba haber roto o llevado algo! No que yo me diera cuenta.

Lo único raro que ocurrió en ese santuario, fue cuando me puse ese yelmo de aspecto singular, y de pronto tuve unas especies de visiones extrañas sobre mis padres muertos, que al final sí que terminaron cumpliéndose. Casi como si eso me hubiera brindado un pequeño vistazo al futuro cercano.

Aún así, grande fue mi sorpresa cuando la respuesta a mi pregunta llegó por parte de la mujer frente a mí.

- Ocurrió por una razón en específico. - Comentó esta mujer de la que aún no conozco su nombre, a lo que alcé la vista y la observé con mucha curiosidad por escuchar lo que iba a decir a continuación. - Para explicarlo de una forma que puedas entender, niño, en el momento que tomaste ese yelmo en tus manos dentro del santuario de la cueva, un poder arcaico entró en tu cuerpo y ahora es parte de tí.

Eso... me genera más preguntas que respuestas, siendo sinceros.

¿Un poder arcaico? ¿Como esos que muestran en los animes que veía de vez en cuando con Issei o Irina? De no ser así, probablemente esto era algo mucho más allá de mi comprensión.

Dejé eso pendiente en el momento que la mujer siguió hablando.

- Cuando los sujetos que te atacaron investigaron la cueva, se dieron cuenta que el poder que aguardaba en algún lugar del santuario, había desaparecido completamente; y probablemente cuando investigaron los alrededores, los encontraron. - Fue lo que dijo ella. - Pero lo raro es que hayan llegado a la conclusión de que humanos sin conocimiento de la magia o similares, hayan podido entrar al santuario. Después de todo, para que estuvieran investigando, debieron de haber puesto más de una barrera que alejara a los humanos y que no permitiera la entrada a éste...

- Disculpe, señorita... - Hablé mientras detenía a la mujer, quien parece también preguntarse por qué ocurrió ésto. - Las cosas que dice... magia, poderes y santuarios antiguos, barreras mágicas... no estoy entendiendo nada de eso. - Dije la verdad, después de todo, la mujer estaba empezando a hablar sobre cosas que generalmente solo se verían en historias de fantasía.

Las cosas que me han pasado... realmente no tienen sentido; son cosas que rozan lo irreal.

Fenómenos sobrenaturales que no podrían ocurrir a menos que realmente existan cosas como... la magia.

- Sigh. - Suspiró y se tomó unos segundos antes de hablar. - Debí haberte explicado ésto desde el principio... Niño, debes de saber que, en éste mundo, existen muchas cosas milagrosas y sobrenaturales que van más allá de la imaginación.

¿Escuché bien...? ¿Ella estaba hablando en serio?

Su mirada finalmente había cambiado a una seria, y viendo sus ojos carmesí, me quedó claro que estaba diciendo la verdad.

Pero, de ser así...

- Todas las historias de fantasía que hayas escuchado; dioses, criaturas, seres de razas diferentes, mitologías, religiones, leyendas, y también la magia... todo eso es real y existe. Seres sobrenaturales que han permanecido escondidos y han pasado desapercibidos por la mayoría de humanos a lo largo de la historia.

Mientras más hablaba, mis ojos se abrían más y más de la sorpresa ante lo que la mujer de ojos carmesí me decía...

Realmente, sería difícil para una persona poder creer todo esto, pero con los eventos "sobrenaturales" que han ocurrido recientemente en mi vida, no hay razón por la que no crea lo que ella dice.

- E-Entonces... cosas como Dios... ángeles, demonios, dragones y demás... todo lo que me contaban en esas historias que parecían creadas sólo con el fin de entretener o crear ideologías... ¿todo eso en verdad es real? - Cuestioné incrédulo ante ésta noticia.

De ser así, ¿los sujetos que nos atacaron...?

- Es como piensas, niño. - Escuché decirle. Me confundió un poco que pareció darse cuenta sobre lo que estaba pensando. - Los tipos que los atacaron, eran seres sobrenaturales... yo soy una persona que también forma parte de éste mundo sobrenatural... y ahora, tú posees dos poderes que te obligan a formar parte de este mundo sobrenatural.

Las palabras que salieron de su boca también me sorprendieron, e hicieron que en mi mente se formularán algunas preguntas.

¿Quiénes fueron los hombres que nos atacaron? ¿Siquiera eran humanos? Porque claro, al parecer existen seres de diferentes razas no humanas.

¿Quién es realmente la mujer frente a mí? ¿Cómo era posible que ella supiera sobre todo lo que me está contando? ¿Cómo fue que llegué a esta cabaña para empezar?

Y también...

¿Cuáles.. y qué son realmente los poderes que está mujer asegura que me obligan a formar parte de éste mundo que acabo de descubrir?

Ella al principio mencionó algo sobre un poder arcaico, lo cuál me dejó confundido, pero ahora habla sobre otro también, lo que inevitablemente me causa curiosidad.

- Quiero preguntarle unas cosas... - Pregunté antes a la mujer, después de todo ella acaba de afirmar no ser una persona normal.

Ahora estaba algo nervioso por lo que me podría pasar. ¿Quizás fui un poco imprudente? No lo creo, además, si la mujer me hubiera querido hacer algo o atacar como esos hombres encapuchados, lo habría hecho desde hace varios minutos; incluso antes de que despertara.

No parecía ser alguien peligrosa. Más bien, parecía ser una persona tranquila pero con un aura imponente, y aún así, sentía que bien podía llegar a confiar en ella.

Y eso lo ví cuando ella asintió, indicando que podía hacer mis preguntas. Así que, pensando bien en lo que iba a preguntar, las palabras salieron de mi boca.

- ¿Qué son estos poderes que dice que yo poseo, y... quién es realmente usted? - Fueron las dos preguntas que más resonaban en mi mente y por las que más curiosidad tenía de saber la respuesta.

Hubo unos segundos de silencio en la habitación, segundos que parecieron minutos, y que luego parecieron horas para mí. Incluso, hallé un poco de similitud en el silencio que había en ese abismo en el que estuve lo que pareció una eternidad en su momento.

Pero la respuesta llegó en cuanto la mujer se levantó de la silla en que estuvo sentada todo este tiempo y se acercó unos pasos hacia mí, lo que me hizo retroceder un poco en reacción.

- Primero... lo que entró en ti en ese santuario y ahora forma parte de tu ser, fue un poder arcaico que prácticamente surgió con la creación del universo; un poder que te otorga una autoridad sobre los seres que vagan por los valles de la muerte. - Con cada una de sus palabras, un mal presentimiento surgía en mí. Realmente no me gusta a dónde iba ésto. - Es algo a lo que nosotros reconocemos como el poder sobre los muertos, el poder de la muerte.

Poder sobre los muertos...

De acuerdo a sus palabras, éste parecía ser un poder similar al de aquellos personajes de videojuegos o series con el poder de invocar seres no muertos.

¿A qué nombre correspondía...? Nigromancia... ¿Será algo similar a eso?

Pero aún así, estoy pensando en juegos, ficción y fantasía. Ésto era real, y yo lo poseía ahora. Sólo pensar eso me causaba escalofríos.

Parecía algo sumamente importante a juzgar por sus palabras.

- Éste poder guarda ciertas similitudes a lo que piensas, niño. Pero es mucho más diferente a cualquier cosa que se haya visto hasta el día de hoy. - Resaltó la mujer de ojos carmesí, pero me confundió que otra vez pareció saber lo que estaba pensando, de alguna manera. - También, aunque la señal es débil, pude darme cuenta que en tu interior también hay una de las creaciones del Dios de la Biblia.

Eso me llamó la atención. No solo parece que contaba con un poder primigenio, sino que ahora resulta que también cuento con una creación de uno de los dioses más reconocidos a nivel mundial, y el que probablemente tenga mayor importancia, como lo es el dios que se menciona en la Biblia.

Esto era sorpresa tras sorpresa, tanto que realmente ya no puedo reaccionar como lo haría realmente.

Lo único que pude hacer fue quedarme callado y dejar que siguiera hablando.

- Sacred Gear. - Fue lo que dijo, a lo que volví a quedar confundido, pero pronto siguió hablando. - Construcciones mágicas y divinas creadas por el Dios Bíblico, entregadas por este mismo a los humanos para que aquellos sin poderes sobrenaturales pudieran defenderse y enfrentarse a otros seres sobrenaturales. Y lo más probable, es que tú cuentes con uno de esos; pero no uno común, sino uno de los 11 Sacred Gears extingue dioses, que como su nombre lo indica, tienen la capacidad de herir y asesinar dioses, al igual que poder destruir gran parte del mundo. Estos también son llamados Longinus.

¿Longinus...? Este mundo... realmente es mucho más de lo que cualquier persona creería que és.

Yo... aún me cuesta poder creer todo lo que he estado escuchando hasta el momento.

Claro, hubo muchas veces en que imaginé que los héroes y seres de las leyendas y mitos eran reales, pero siempre fue mi imaginación. Nunca pasó por mi mente que una mujer algún día me diría que todo eso en realidad existe, y justo luego de perder a mis padres por dos tipos relacionados con este mundo sobrenatural.

- Poder de la muerte... Longinus. - Susurré sin emoción alguna en mi voz. Más bien, saber que yo poseía estas dos cosas... me causaba miedo... terror... angustia...

No sabía de qué manera reaccionar.

Y antes de poder procesar todo esto, la mujer siguió hablando.

- Y segundo... ¿Quién soy? - Cuestionó la mujer de ojos carmesí mientras recordaba la segunda pregunta que hice.

Pero antes de responder, la mujer dió un par de pasos más, y así, su figura quedó bañada por las estelas de luz que entraban por la ventana, lo que me permitió apreciar de mejor manera su apariencia.

Junto a eso, con un destello rojizo que duró menos que un abrir y cerrar de ojos, un arma se había manifestado en su mano derecha.

Yo miré sorprendido lo que ocurrió frente a mis ojos, la forma en que el arma apareció en sus manos, y lo imponente que se veía ahora la mujer frente a mis ojos, hizo que inconscientemente volviera a retroceder hasta chocar con la pared detrás mía.

Luego de esa demostración, y con un tono tranquilo, la mujer habló.

- Yo soy...

———————————————————

Fin del capítulo.

Admito que el inicio del capítulo es casi lo mismo que el capítulo llamado "Hola, Oscuridad" de TBATE, pero quedaba bastante bien, así que lo hice bastante parecido.

¿Qué opinan hasta el momento? Me gustaría saberlo.

Sin más que decir, chaou~

TheShadowSungcreators' thoughts