90: Tres semanas después.

Empezó a propagarse una leyenda. Una criatura de largo cabello oscuro y con aspecto humano que utiliza el viento para eliminar toda persona que se le ponga enfrente. Es extraño, porque en todo este tiempo no lo encontré. Aunque puede ser simple casualidad, ya que cambiaron muchas cosas en los diez años que no estuve. Sí, díez años, eso es el tiempo que pasé en esas dimensiones oscuras hechas para torturar a aquellos fallos dimensionales.

Pero no fue tan malo, dentro de todo lo malo que sucedió aquí. No estoy del todo enterado, pero los reinos están en guerra, los desastres y algunos campeones están aliados y controlan los poderes de los pecados a gusto, siendo los peores Besta y Rem, ya que sus usuarios no tuvieron un periodo de adaptación a su fuerza si no que fueron colocados en ellos con toda potencia. Lo cual me hizo sentir un poco de gracia y de curiosidad. Anteriormente los campeones usaban armaduras más libres y que muestren su gran belleza para calmar a todos. Aunque por lo que escuché eso fue antes de que los dioses les dieran armaduras y armas "dignos de ellos".

Así que sí, no solo tenía que pelear contra despertares, Berserkers y esas cosas, ahora tenía que además llegar a atravesar esas armaduras que sonaban impenetrables. Por ello pediría ayuda de una vieja amiga. Hablaban algunos viajeros de una joven promesa con una espada totalmente negra que absorve cosas. Y allí lo tuve enfrente mío, cabello corto y negro, llevando una gabardina totalmente negra, con una chica de cabello marrón que se notaba que estaba babeando por él, un chico de cabello rojo y con armadura que le seguía como un perro sigue a su amo y otra chica más pequeña que tenía ropas de mago que lo miraba también con muchas ganas.

X: "Y así yo, el espadachín negro vencerá a la bestia qué está asolando estos lares. Solo necesito un buen golpe, el cual seguramente conseguiré con mi estilo de doble espada. Gracias por haber reparado la otra parte Bruce."

B: "No es nada, para algo están los amigos, y sin tí no habríamos sobrevivido ninguna de nuestras peleas, también gracias a qué despertaste el Berserker divino en último momento mientras mirabas fijamente a la bestia qué casi nos mata."

Esto era... Bueno, casi que un meme, pero aceptable porque aquel tipo se veía mucho como Kirito, o muchos protagonistas de isekais. Juntos en un mismo rostro y hecho persona, vaya... ¿Así me veía yo cuando estaba peleando? No. Cierto que yo era el más feo de aquí.

Mordí con fuerza antes de concentrarme en restringir mi aura con tal de que no me noten. Estaba de cacería y ellos eran los objetivos, o bueno, la espada que él tenía. Puse mis manos y mis piernas retraídas como un resorte antes de lanzarme como un proyectil, se vió como menos de un segundo, un instante, pero aún así me detuvo, puso su espada enfrente mío y la mordí. Lo que le permitió de un movimiento bastante limpio el redirigirme hacia otro lado, hacia un costado, e incluso todavía mantener la espada y su brazo. Bastante sorprendente.

X: "¡Ahhh! mi brazo. Equipo, forma defensiva. Es... ¡Es la bestia!"

B: "Tranquilo, tenemos tu espalda, pero usa tu Berserker divino rápido"

Aquel espadachín sacó su otra espada, era... Era tan hermosa como la conocí. Ambas, me causaron un poco de nostalgia porque una de sus espadas era mi primera arma, y la otra era su gemela.

L: "¡Explosion de agua!"

Mientras estaba ocupado mirando la hermosura de la imperfeccion de mi futura arma, la chica de cabello castaño empezó a hacer signos mágicos, era un hechizo de quinto nivel, uno que causaba gotas en un área que reventaban al tocarse.

Claro, eran un peligro si no eras llamado "una bestia imposible de detener". Una que iba hacia adelante lanzandose con sus manos formando garras con sus dedos. Se escuchó un choque, mis dedos golpeaban contra la hoja y se escuchaba como si dos metales estuvieran golpeando el uno contra el otro. Llegaba a ser impresionante la forma en que empezamos a intentar cortar y desgarrar. Espadazos venían por mi izquierda, pero dejó libre su muñeca. Un único error que le costó un brazo, y por fin, al tomar una de las espadas me hice hacia atrás. Claro que él también, y su otra compañera empezó a curar su mano. Se veían sorprendidos. Aunque era obvio que él no entro en su modo Berserker.

"Mmm... pequeña... Esto no era así."

Todos se quedaron confundidos. Pero lo entendí... Quien antes la usaba no podía controlar más poder. Por ello reí suavemente, una risa que se volvía más y más... El tamaño de un sable delgado empezaba a volverse casi como un pilar de acero, negro, imposible de distinguir de la noche. Con solo un suave movimiento corté los árboles detrás de ellos. Y mi sonrisa empezaba a crecer, y su sorpresa también, su temor creció y... Se inclinaron.