84: El actuar.

La aparición del resto de líderes fue casi al instante, apareciendo y restringiendo su aura para no alertar a la campeona que estaba allí adentro. Pude sentir por unos instantes como sus figuras tomaban un aspecto más grande. Más y más y... ya no estaba en el distrito comercial. Me encontraba en un parque, o una pradera, una la cual tenía un agradable aroma a vainilla y colores suaves como no podía imaginarme... Me sentí en paz, y al suspirar suavemente noté que... Rem, Besta y Gerome no se encontraban en mi. Al darme la vuelta solamente un hombre bastante grande, barbudo y con un estómago algo crecido y brazos de cerveza... Poseía también pelo por el cuerpo. En cierto modo me calmó, pero lo siguiente me hizo doler la cabeza, dí un paso y estaba ahora en un escenario, y sentados allí... 21 figuras. Únicas, similares a humanos y que me generaban distintos sentimientos al verlas. Cómo si mi cabeza no pudiera entender del todo lo que eran. Intenté sacar de mi anillo algún arma... Nada sucedió, no estábamos cerca de la dimensión de bolsillo de mi anillo. Y una voz femenina pero poderosa golpeó mis oídos.

X: "He aquí el mortal. Único y peligroso... Aquel que es nada más ni nada menos qué... Un error."

S: "Se los dije... Hubo un error, un humano no deseado entro en nuestra apuesta."

B: "Hola pequeño, minúsculo, diminuto, enano y chiquito humano..."

Los ojos de todos en mi me causó una muy mala impresión, al verme los ojos de todos sentí ternura en algunos, miedo en otros, odio y... cariño.

X: "Eh... nos... ¿entiende? Digo, nosotros entendemos a todos los humanos pero quizá..."

B: "Hooooolaaaaa. Soooomooos Diooooseeees."

C: "¡Beartus! lo vas a asustar."

Aquel dios peludo y de apariencia amistosa fue regañado por una diosa con una belleza incomparable, que a su vez desprendía un calor muy dulce, me estiró su gran mano y me subí a ella. Parecía que mi tamaño era una ilusión, porque mientras me acercaba con su mano lo sentí como una distancia enorme, era del tamaño de un gatito bebé y ahora tocaba mi mejilla.

X: "¡Dejen al condenado!"

S: "Exacto, él arruinó 3 intentos míos. Tomó a Rem, a Besta y al usuario de Luxis."

"¿Condenado? No es mi culpa que cuando ustedes secuestren humanos para sus juegos. Me agarren a mi mientras que estoy teniendo un ataque cardíaco."

B: "Mmm~ ataque cardíaco... Suena bien."

V: "No es bueno Beartus. Es doloroso... Pero dentro de todo es una muerte con piedad... Él... Hmph... No habría caído en mi reino"

Quien hablaba era una mujer muy hermosa en sus movimientos, pálida, delgada, cuyo rostro era tapado por un velo negro que dejaba ver sus labios azules. Se acercó para tomarme en sus manos, a diferencia de la que era muy obviamente la diosa del amor, sus palmas se sentían frías, pero era como el frío que una lluvia trae después de un largo tiempo de sequía. Reconfortante... Todo mi cuerpo entró en alerta porque me sentí casi como muerto por unos segundos. Por ello mismo me apoyé en la mano, tomando aire y de un momento a otro "pup" aparecí en lo que era el escenario nuevamente. Mi velocidad no era nada mala inclusive aquí.

Eso lo pude notar porque la muerte estaba impresionada de que salí de sus manos, hasta soltó una suave risa.

V: "Vaya... es la primera vez que un humano se va de mis manos..."

S: "Dejen de jugar. Este simple humano me arruinó demasiado. Él es un tramposo y..."

B: "Ya, ya. Cálmate o te arrugas. El humano no hizo nada malo, no podemos solo desintegrar su cuerpo, alma y hacer como que nada sucedió. Él hizo cosas buenas... ¡Como ayudar a mi campeona!"

X: "Sí, pero derrotó a la mía... Y... Me mostró que no le dí el poder suficiente... Por lo que me dió una mejoría considerable..."

"¿M-mi condena era desaparecer? así, como así. Sin defenderme."

X: Es la forma más fácil. Pum, muerte, no sientes nada, no sentimos nada..."

C: "Exacto, además... nos da vergüenza, llevamos muchos de estos y es la primera vez que esto sucede"

S: "Y sí... lo condenamos a vagar un tiempo..."

X: "Bueno... Suena bien... Muy bien humano, vas a "Vagar". Tenemos un lugar para que lo hagas. No te preocupes, ah! y pasará un mes en el mundo cuando vuelvas. ¡Suerte!... Si vuelves."

Mi alrededor cambió... Estaba en una oficina? Extraño... Lo poco que podía escuchar era mi respiración, y todo aquí parecía estar muy tranquilo. Aunque el primer problema fue que no parecía haber fin... Lo segundo, fue esa cara brillante que me miraba y sonreía... Y la oscuridad que avanzaba con el rostro.