1 El ocaso de los Dioses y el mortal

La oscuridad envolvía cada rincón de la habitación, reflejando el alma sombría de "----". Con cada latido de su corazón, recordaba los fragmentos rotos de su vida, una existencia tejida con hilos de tragedia y desesperación. Desde su infancia marcada por la pérdida hasta los recientes golpes del destino, cada paso de "----" en este mundo parecía estar destinado a sumergirlo aún más en el abismo de la desdicha. Y en esa tarde, mientras el eco de sus suspiros se perdía en la penumbra, enfrentaba una vez más el cruel recordatorio de su trágico destino.

— Si... Hagámoslo, no debería de ser muy difícil

Comparado a lo que ha soportado hasta ahora, esto no es nada

Ni cuando era ignorado por mis padres a causa de mi sobre saliente hermano mayor

Tampoco cuando dormía hasta tarde para dar lo mejor de mi, solo para que mis esfuerzos fueran contraproducentes

Tampoco es tan malo como cuando mi padre y mi hermano murieron en ese auto de camino a casa después de un partido al cual no me llevaron

Ni mucho menos cuando pensé que podría ser feliz cuando esos dos se murieron

Y estaría solo con mamá, solo para que poco después ella se quitará la vida dejándome atrás

Después de alguna manera sobrevivi solo

Traiciones, desamores, tristeza, enojo, irá, decepciónes.... Todo.... Todo solo para darme cuenta

— Odio a las personas y ellas me odian por igual

La vida es una maldición, las relaciones se desvanecen, los sueños se desmoronan y la esperanza en la que creía se convierte en un concepto lejano y casi inalcanzable. Las pequeñas alegrías se vuelven efímeras ante la maldita realidad de la existencia, y el futuro se ve envuelto en una nube oscura de incertidumbre y desesperanza. Cada paso que daba hacia adelante parece estar acompañado por dos pasos hacia atrás, y la idea de encontrar verdadera felicidad se vuelve cada vez más elusiva. Mi vida se siente como una carga pesada que se arrastra día tras día, sin un final a la vista.

—Acabemos con esto... De una vez

El chico dijo mirando la cuerda circular que colgaba del techo

—Ahh.. ha... Vamos .. ¡VAMOS!

Y una ves más falla en esa simple tarea

—Maldicion...

El chico aún quería vivir, no se quería rendir aún, ya era la vez número 68 en pensar quitarse la vida, pero nunca daba el paso final

Si es tan sencillo porque... Porque no puedo

—Mejor.. iré a tomar unos tragos, si tomo hasta tarde talvez gane algo de agallas

Ya hasta me estoy quedando sin ideas, sea la forma o la manera, ninguna es fácil si no das es último paso

15 años desde que me que de solo y solo he pensado en 68 formas

Debería renunciar al trabajo, pero morir de hambre no está en las mejores ideas

Y estoy seguro de que si renuncio esos bastardos estaran felices, no les daré ese lujo

No hasta que consiga mi compensación por mis 9 años de trabajo en el peor ambiente de trabajo

Cómo se podría de esperar de una empresa chupa sangre, Débora mi sangre, mi tiempo, mis días libres, mi estado emocional y lo poco que me queda de salud física y mental

El chico recompuso lo poco que le queda de cordura y salió del viejo departamento sucio y oscuro el cual lleva viviendo desde hace 9 años

al llegar al estacionamiento, ve su auto el cual a pesar de ser relativamente nuevo ya le estaba ocasionando problemas

—No te irás a detener a mitad de camino, verdad?

tenia muy pocas cosas de la cual podría estar orgulloso y una era su auto el cual le costó mucho dinero y esfuerzo

tenia un sedán que se erguía con una elegancia discreta en el aparcamiento, sus líneas suaves y su perfil aerodinámico destacaban entre los demás vehículos. Su pintura plateada brillaba bajo la luz del atardecer, reflejando destellos que resaltaban su diseño sofisticado. Las llantas de aleación relucían con un brillo sutil, añadiendo un toque de estilo moderno a su aspecto general.

Al acercarse, se podía apreciar el detalle en cada curva y contorno del automóvil. Los faros delanteros, afilados y angulares, flanqueaban una parrilla cromada que le daba una apariencia frontal imponente pero elegante. Las líneas del capó fluían suavemente hacia atrás, creando una sensación de movimiento incluso cuando el auto estaba quieto

El interior del sedán era igualmente impresionante. Los asientos de cuero negro eran cómodos y acogedores, mientras que los acabados de madera añadían un toque de lujo discreto al panel de instrumentos y la consola central. Una pantalla táctil de última generación dominaba el tablero, ofreciendo acceso a un completo sistema de infoentretenimiento y navegación

En resumen, el sedán era un ejemplo de estilo, comodidad y tecnología moderna. Ya sea en la carretera o en el aparcamiento, su presencia imponente y su diseño refinado no pasaban desapercibidos

—Jajaja! Cómo pude pensar el dejarte atrás, de verdad no lo volveré a hacer... Por ahora

No lo llamaría una razón para vivir, pero me conformo con eso

al entrar al auto el teléfono retumbaba en el asiento mientras sonaba con insistencia, anunciando la llegada de una llamada que él temía profundamente. Con un suspiro nervioso, levantó el auricular y lo llevó a su oído, preparándose para enfrentarse a la tormenta que se avecinaba.

—¿Diga?

dijo con voz temblorosa, anticipando lo peor.

Al otro lado de la línea, la voz del jefe resonaba con furia desenfrenada, llenando el espacio con sus gritos y maldiciones.

—[¡¿Qué demonios estás haciendo, ----?! ¡Este informe es un desastre absoluto! ¡Estás poniendo en peligro todo el proyecto con tu incompetencia!]

No de nuevo

luchaba por mantener la compostura mientras era bombardeado con insultos y acusaciones injustas. Intentaba explicar, con voz temblorosa, que había hecho todo lo que estaba a su alcance para cumplir con las expectativas, pero sus palabras caían en oídos sordos.

La ira del jefe parecía no tener límites, y continuaba lanzando una avalancha de críticas y amenazas que aplastaban al chico bajo su peso. Cada palabra era como un golpe directo al corazón, erosionando su confianza y desgarrando su espíritu.

No.. detente de una vez maldito

—[¡Quiero que vengas de inmediato y arregles tu metida de pata!]

—... Si

La ira es abrumadora, pero no tiene más de otra que egullirla en lo más profundo de su corazón y colgó la llamada

—Es solo otro maldito día

Y Aceleró en dirección a la compañía

—Maldito! maldito! Error? Metida de pata? Seguro que no fue por tu maldita peresa ¡Cerdo! ¡Bola de grasa! ¡Incompetente! ¡ESCORIA! ¡¿Cuántas veces tengo que hacer todo tu maldito trabajo?!

El jefe era una escoria total, el cual solo se la pasa tragando como una aspiradora y acosando sexualmente a las jóvenes novatas

Aquellos con poder y dinero son intocables en este asqueroso mundo y los más débiles solo reciben la amargura, con solo el poder rezar para llevar una buena vida

Si Dios existirá de seguro sería el peor bastardo de este mundo

Tanto poder, tanta sabiduría y no hace nada

De seguro el mirar el como sufren las personas desde lo más alto en el cielo debe de ser fantástico

Así es maldita sea

De seguro yo podría hacer un mejor trabajo que ese maldito

Estaba muy enojado y cansado, de no ser así podría haber estado más al pendiente de aquel niño que se cruzaba en un semáforo en verde

Fue un instante

—¿¡Que!?

Y se desvío con todas sus fuerzas

Un accidente repentino envolvió la escena en caos. El crujido metálico de los vehículos chocando resonaba en el aire, mientras el sonido de los neumáticos chirriantes se mezclaba con los gritos de sorpresa y horror. En medio del caos, se encontraba atrapado en su automóvil, incapaz de moverse, mientras veía impotente cómo el tiempo parecía ralentizarse a su alrededor.

El impacto del choque fue devastador, haciendo que el vehículo fuera lanzado violentamente fuera de la carretera. El cristal estalló en mil pedazos, llenando el aire con un brillo mortal, mientras el metal se retorcía y crujía bajo la fuerza del impacto. El fue arrojado violentamente hacia adelante, golpeando su cabeza contra el volante con un sonido sordo y ominoso.

El silencio posterior al accidente fue ensordecedor, roto solo por el gemido del viento y los lamentos distantes de los testigos. La sangre goteaba lentamente desde su cabeza, formando un charco oscuro en el suelo del automóvil. A medida que la vida abandonaba su cuerpo, una sensación de calma y resignación lo envolvía, mientras sus pensamientos se desvanecían en la oscuridad.

Finalmente, el cerró los ojos por última vez, dejando atrás un mundo lleno de porquería y de las personas que tanto lo odian y que el mismo odia

****

—Que es esto... Es muy brillante.. ¡Todo!

se encontraba inmerso en un vacío luminoso, donde la luz lo envolvía en una cascada de tonos resplandecientes que danzaban a su alrededor. No había límites ni fronteras en este espacio etéreo, solo una sensación de infinitud y serenidad que lo rodeaba.

Sus ropas flotaban a su alrededor como si estuvieran suspendidas en el aire, y su cabello se mecía suavemente en una brisa invisible que parecía emanar de la misma luz que lo rodeaba. Cada movimiento que hacía parecía estar impregnado de una gracia y una armonía innatas, como si estuviera en perfecta sintonía con el universo que lo rodeaba.

—Mmm... Se que morí.. eso es innegable

A pesar de la ausencia de forma tangible, el se sentía más vivo que nunca en este vacío luminoso. Una sensación de paz y plenitud lo inundaba, llenando cada fibra de su ser con una calma indescriptible. Sus pensamientos se volvían claros y lúcidos, como si estuviera conectado a una sabiduría cósmica que trascendía el entendimiento humano.

En este vacío luminoso, el se sentía libre de todas las preocupaciones y cargas del mundo terrenal. No había dolor, ni miedo, ni duda; solo existía la pura esencia de su ser, brillando con una luz propia que iluminaba la oscuridad que había habitado en su corazón.

— No está tan mal, de haber sabido que se sentía así debi de haberme muerto antes, aunque no era algo que planeé, la mejor manera es cuando viene de manera natural

La sensación de encontrarse en un estado de elevación espiritual, inmerso en un vacío luminoso donde la luz y la paz reinaban supremas. Era un momento de conexión profunda consigo mismo y con el universo, donde se sentía completo y en armonía con el todo.

—Bueno.... Y ahora?

Es tranquilo y todo pero, no será que tendré que quedarme aquí por la eternidad... Verdad?

—.....¡Hola!.. ¿¡hay alguien aquí!?

Por mucho que llamaba nadie responde

—¡Abuela Coco! ¡Siquiera Dios! ¡Alguien responda!

Uh! Mmm... Podría ser? Que soy el único aquí? Esto da un poco de miedo.. es relajante pero... Creo que podría perder la cabeza o ... Desaparecer..

Cierto temor fue creciendo, apresar de que fue alguien que siempre deseo la muerte

Quien pensaría que la eternidad sería más terrorífica que la muerte

—Tengo que irme... Ya

se encontraba inmerso en el resplandor del vacío luminoso, rodeado por la cálida y reconfortante luz que lo envolvía. Aunque la sensación de paz y plenitud era abrumadora, una voz resonaba en el, instándolo a buscar una salida hacia un nuevo destino.

Con determinación en el corazón, el comenzó a explorar el vacío luminoso, dejando que su intuición lo guiara a través de los misteriosos recovecos de esta dimensión desconocida. Cada paso era un paso hacia lo desconocido, cada movimiento lo acercaba al vacío luminoso que parecía no tener fin.

A medida que avanzaba, el se encontraba con destellos fugaces de color y forma que parecían iluminar un camino.

—Bueno.. ya estoy muerto, que podría salir mal

Apartir de aquí el chico no estaba seguro de cuánto tiempo transcurrio

se sentía como estar inmerso en un flujo interminable de momentos, donde el tiempo se estira hasta el infinito y cada segundo parecia una eternidad.

cada pensamiento y emoción se amplificaba y se expandia más allá de los límites.

A medida que pasaba el tiempo, sus recuerdos y pensamientos se acomulaban unas sobre otras, formando capas densas de recuerdos y sensaciones que se entrelazan en una maraña intrincada de historia y memoria. Las emociones, antes intensas y palpables, se desvanecen lentamente en el telón de fondo del tiempo, dejando espacio para una calma imperturbable que trasciende el paso de los años.

Solo siguiendo el camino de luz inagotable y sin fin

Paso mucho, mucho tiempo, su percepción del tiempo mismo se desvanecia, dejandolo en un estado de ser atemporal, donde el pasado, el presente y el futuro se funden en un todo indistinguible. La noción de edad y tiempo pierdio su significado, y el se sentía como cada vez más se convierte en una parte integral del tejido mismo del universo, un testigo silencioso del flujo interminable de la existencia.

Yo... Porque sigo ese camino de luz? No lo recuerdo, cuánto más debo de seguir?

....

No sé pero seguro será algo bueno... Tal ves... la abuela coco?

....

¿Coco? Porque pensé eso... ¿Quien es coco?

....

Ahora que lo pienso... ¿Quien soy yo?

....

Mmm.. si no mal recuerdo... Creo que morí..

....

Pero... Cómo moriría en este lugar? Aqui nunca hay nada... Que podria matarme?

....

¿Hay algún significado en el que siga está luz?

...

Mmm ahora que lo pienso... Cómo llegué aquí?

...

¿Será que mi razón de existir es seguir esta luz?

...

Si es así... Que así sea..

.....

.....

...

..

.

—Mmm? Oh? Oh? Podría ser?? ¿¡Algo nuevo!?

Finalmente, después de lo que parecieron ser una eternidad de exploración, el chico divisó un resplandor brillante en la distancia, una luz que destellaba con una intensidad deslumbrante y prometía algo diferente a este vacío luminoso. Con esfuerzo, se lanzó hacia adelante, atravesando el umbral hacia un nuevo amanecer.

¡Yeeeihhh!

Al otro lado, el chico sintió, por primera vez en varios milenios un entorno distinto a solo vacío luminoso

Y fue algo que lo dejo en shock

—¿Que es esto... Una ciudad?

Miro hacia abajo, era como si viera al mundo desde lo más alto de una montaña

Y lo que vio parecía una ciudad celestial que se alzaba majestuosa en lo alto de las nubes, una maravilla de arquitectura celestial que alguna vez había sido el epítome del esplendor y la gloria. Sus torres y cúpulas se alzaban hacia el cielo, bañadas en una luz dorada que parecía emanar de las propias estrellas. Pero ahora, ese esplendor había sido reemplazado por la desolación y la ruina.

El aire estaba impregnado con un aura de melancolía y desesperanza, mientras que el suelo estaba teñido con un líquido dorado que fluía como sangre, una reminiscencia de algo antiguo que una vez habían habitado este lugar. Las estatuas y monumentos que adornaban las calles estaban rotos y mutilados, sus rostros divinos deformados por el paso de los siglos.

El silencio reinaba en las calles vacías, interrumpido solo por el gemido del viento y el crujido de la piedra bajo los pies. No había signos de vida en esta ciudad en ruinas, solo la sensación de un pasado glorioso que se había desvanecido en el olvido.

Pero a pesar de la desolación que la rodeaba, la ciudad aún conservaba un aura de majestuosidad y grandeza, como un monumento a lo que alguna vez fue. Aunque ahora yacía en ruinas, todavía había una belleza melancólica en su decadencia, una sombra fugaz de su antigua gloria que persistía en el aire.

—¡Espera! ¿dónde me encuentro?

El se encuentra cerca de un barranco en lo alto de una colina escarpada en la que detrás de el se alza un castillo sagrado en ruinas, una imponente fortaleza que parece que una vez fue símbolo del poder y la grandeza divina. Ahora, sin embargo, sus torres y murallas están cubiertas de musgo y enredaderas, sus almenas desmoronadas y su foso seco y cubierto de maleza.

Muy al fondo de dónde vino el se alza un altar de sacrificio, una estructura imponente de piedra cubierta de musgo y enredaderas, parecia testigo de silenciosos rituales antiguos y oscuros. Las columnas talladas en la roca se elevan hacia el cielo, sosteniendo un techo que ahora está parcialmente derrumbado, dejando entrar la luz del sol en rayos dorados que iluminan el escenario macabro que se desarrolla debajo.

—Yo salí... De aquí?

En el centro del altar, un recipiente de piedra está lleno de una sustancia líquida y resplandeciente, un líquido dorado que parece arder con una luz propia. Esta parecía sangre dorada y el fruto de muchos sacrificios antiguos que se vertieron sobre este altar en honor a alguna deidad.

A medida que la luz del sol golpea la sangre dorada, esta se enciendia con un fuego sagrado, una llama etérea que danza y titila con un resplandor sobrenatural. El fuego sagrado arde con una intensidad inexplicable, como si estuviera alimentado por una fuerza divina que trasciende la comprensión humana.

Pero está se estaba extinguiendo

—Esto no me explica nada, no debería de haber alguien que me explique?

El da una vuelta a lo largo de los bordes del altar, en el se encuentran esparcidos restos de ofrendas pasadas: huesos y cráneos blanqueados por el paso del tiempo, reliquias de aquellos que fueron sacrificados en honor a los dioses. La atmósfera está impregnada con el aroma metálico de la sangre y el humo del fuego sagrado, creando una sensación de solemnidad y terror que se cierne sobre el lugar como una sombra maligna.

Aunque el altar de sacrificio yace en ruinas, su poder y su presencia siguen siendo una fuerza inquietante

El líquido dorado esparcido como sangre parecia eterno y insoluble

—Este lugar no deja de darme una mala sensación

Espera, ¿sensación? Ahora que lo pienso me siento distinto a como me sentía siempre

Hasta hace poco el chico se sentía como si estuviera flotando en un estado de disociación, separado de las sensaciones físicas y emocionales que una vez definieron su existencia.

Pero ahora, lentamente, gradualmente, comienza a recuperar la sensación de su cuerpo. Al principio, son solo destellos fugaces, el roce suave de una brisa en su piel, el peso reconfortante sobre sus hombros, el sonido susurrante del viento.

estas sensaciones se vuelven más fuertes y vívidas, como si estuvieran despertando de un largo sueño. comienza a sentir la calidez del sol en su piel, el cosquilleo de la hierba y el suelo bajo sus pies descalzos, el latido constante de su corazón dentro de su pecho.

—Me siento... Vivo

Estás sensaciones son... ¡increíbles!

¿¡Espera como me veo!?

—Donde hay un espejo

El chico corrió a los confines del palacio celestial

El chico buscaba desesperadamente un espejo, con una urgencia palpable en cada paso que daba. Sus ojos escudriñaban cada rincón del castillo, su mente atormentada por la necesidad imperiosa de ver su propio reflejo. Cada segundo que pasaba sin encontrar un espejo aumentaba su ansiedad, como si su identidad estuviera en juego y solo pudiera ser validada por la imagen que reflejaba un pedazo de cristal.

Sus manos temblorosas se agitaban mientras apartaba objetos y muebles en su búsqueda frenética, su respiración entrecortada por la anticipación y el miedo. Cada vez que creía haber encontrado un espejo, su corazón se aceleraba con la esperanza de ver su reflejo, solo para que se desvaneciera cuando descubría que era solo una ilusión.

—¡Donde está maldición!

Grito es desesperación

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad de búsqueda angustiosa, sus ojos se posaron en un pequeño espejo colocado en la pared, casi oculto por las sombras. Con un suspiro de alivio, se abalanzó sobre él, ansioso por ver su propio reflejo y confirmar su propia existencia.

Cuando finalmente se encontró frente al espejo, su corazón latía con fuerza en su pecho, sus ojos se encontraron con su propio reflejo con una mezcla de alivio y alegría.

Y sobre todo sorpresa

—Este.. soy yo?

El chico parecía 17 años con cabello plateado irradia un aura de misterio y singularidad. Su cabello, de un plateado resplandeciente como la luna llena en una noche despejada, cae en mechones sueltos alrededor de su rostro, enmarcando sus rasgos angulares y dándole un aspecto etéreo y distinguido.

Pero lo que más llama la atención son sus ojos, una extraña mezcla de colores que cambian según la luz y el ángulo desde el que se los mire. A veces parecen ser de un azul profundo como el océano en calma, mientras que en otras ocasiones se tornan de un tono plateado brillante, reflejando la luz con una intensidad casi hipnótica.

La expresión en los ojos del chico es enigmática y cautivadora, como si guardaran secretos antiguos y conocimientos ocultos que trascienden la comprensión humana. Al mirarlo directamente a los ojos, uno siente la sensación de estar siendo observado por algo más allá de lo terrenal, una presencia que está más allá de la comprensión humana.

—Jajaja

El chico se detiene frente al espejo con una sonrisa satisfecha, admirando su propio reflejo con una mezcla de vanidad y admiración. Con un gesto elegante, pasa una mano por su cabello cuidadosamente peinado

—¡Mira lo guapo que eres!

se felicita a sí mismo, con una expresión de autosatisfacción en su rostro.

—Nadie puede igualar tu estilo y encanto. Eres simplemente impecable.

Inclinándose más cerca del espejo, estudia cada detalle de su apariencia con ojos críticos pero complacidos. Desde sus ojos chispeantes hipnoticos hasta su sonrisa perfectamente alineada, no hay un solo rasgo que no le parezca digno de elogio.

—Debería ser ilegal ser tan guapo

bromea con su reflejo, riendo entre dientes mientras se da una última mirada de aprobación.

—Pero alguien tiene que llevar este nivel de belleza al mundo, ¿no es así?

Pero bueno primero tengo que saber dónde estoy..

—[Aviso]—

—¡¿OH?!

De repente, una voz estridente rompe su ensimismamiento, Se detiene abruptamente cuando ve lo que parece ser una ventana flotante que se desliza elegantemente por el aire, rodeada por un halo de luz brillante que la hace destacar

El chico se acerca con cautela, intrigado por la aparición inesperada y la sensación de misterio que la rodea. Mientras se acerca, la venta flotante emite un brillo intermitente que ilumina un cartel colocado en su frente, revelando palabras que parecen parpadear en un ciclo infinito.

[Has despertado]

[Sea bienvenido, nuevo Dios de la vida]

—eh?

Antes de que pueda hacer una pregunta, la venta flotante se desvanece en el aire con un destello brillante, dejando al chico solo con sus pensamientos y la sensación persistente de que algo sospechoso está ocurriendo

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