Flashback:
Recién se terminaba la batalla.
Realmente fue difícil derrotar a Kokabiel, pero al menos llegó a tiempo y todos sus amigos estaban a salvos aunque el colegio sufrió varios daños.
El edificio quedó destruido.
Con tantos ataques era normal.
Estaban esperando a que llegaran los refuerzos que habían enviado los Maou a Kuoh y todos ellos estaban reunidos aprovechando en descansar.
Fue una guerra extenuante.
-Uff -el azabache soltó un suspiro de extremo cansancio y relajó sus hombros, pero vio que Rias caminaba hacia él con una sonrisa de felicidad.
Era normal después de haber ganado.
-Jeje, por un momento pensé que no vendrías a tiempo Goku-san -habló Rias sonriendo y el joven chico se rascó la nuca con una sonrisa nerviosa.
-Siento la tardanza... no pensé que Kokabiel vendría tan pronto -respondió Goku y decidió expresar su duda- ¿Dónde está Yūto-san?
Se le hizo raro no ver al caballero de Rias en la batalla, con su presencia podían haber hecho más antes de su llegada pero no sucedió como tal.
Rias suspiró cerrando sus ojos.
-Kiba atacó a Kokabiel unos días antes y terminó muy malherido, lleva inconsciente desde entonces y por eso no vino -respondió la pelirroja viéndole.
-¿Qué? ¿Por qué atacó a Kokabiel? -preguntó nuevamente Goku sin entender la razón- ¿Por eso estaba tan extraño como me dijiste en su día?
Sí, recordó que antes de irse al castillo Rias le comentó que Kiba se estuvo comportando de una manera extraña desde lo sucedido con Raiser.
-Es posible, y la razón por la que atacó a Kokabiel... es por las Excalibur -contestó Rias dejando todavía más confundido al azabache por tales palabras.
-¿Qué tiene que ver él con Excalibur? -preguntó Goku con dubitación y Rias decidió contarle algo acerca del viejo proyecto "espada sagrada".
Un proyecto, liderado por el sacerdote Balba Gallilei, por el cual se pretendía crear portadores de espadas sagradas de manera artificial.
Para ello reclutaron niños huérfanos de distintas regiones, talentosos con la espada y poseedores de Sacred Gear, y experimentaron con ellos...
Pero el experimento falló.
No pudieron producir portadores de espadas sagradas y por eso se ordenó cruelmente que asesinaran a todos los sujetos de prueba...
Reunieron a los niños en un recinto cerrado y echaron un gas venenoso para matarlos a todos ellos, pero sólo un niño consiguió sobrevivir.
Sí, no era otro que Kiba Yūto.
En aquel entonces llamado Isaiah.
Aquel niño logró escapar gracias a que otros derribaron a los guardas para que él pudiera salir, ellos sacrificaron su vida para así salvarle a él.
Kiba huyó desesperado mientras lágrimas recorrían su rostro. Pero no podía más, sus pulmones estaban infectados por el gas...
Se cayó en medio del bosque aguardando su muerte, pero entonces vio un cabello carmesí. Eso fue lo último que vio antes de cerrar los ojos...
Y ser reencarnado por ella.
-Por eso Kiba odia las Excalibur, le recuerdan el trágico pasado que vivió... quiere destruirlas -Rias concluyó con la triste historia de su caballero.
Goku asintió terminando de asimilar la historia, resultaba bastante triste la vida que le tocó a Kiba. A su lado, se sentía muy afortunado con su vida.
Primero perder a tus padres, después saber que serías usado como un experimento, y perder a tus amigos viéndoles morir no era un buen trago...
Era algo bastante doloroso.
Pero más allá de la historia que había escuchado, Goku comprendió varias cosas que encajaban con lo que Rias venía comentándole acerca de Kiba.
-¿En qué piensas Goku-san? -preguntó Rias al notar pensativo al azabache, quien salió de sus indagaciones y posó sus ojos en la pelirroja.
-He entendido varias cosas Rias-senpai, una de ellas es la razón por la cual Yūto-san estaba hostil tras lo de Raiser -habló el pelinegro sonriendo.
Rias le miró con curiosidad.
-En mi último ataque contra Raiser usé Excalibur, al ver eso creo que él pensó que de alguna manera estaba relacionado con la iglesia -explicó Goku.
-Ah, por eso se notaba tan hostil... ve con cuidado Goku-san, aunque ya no tengas a Excalibur Kiba irá detrás de ti -le advirtió la pelirroja con seriedad.
Aunque tratara de disuadirle lo haría, para él la venganza era lo primero y nada más importaba. Y hasta cierto punto... entendía a su caballero.
Pero destruir las espadas no arreglaría nada.
Si Kiba quería vengarse de alguien podía haberlo hecho con Balba Gallilei, que fue el responsable de todo. Ella respetaría que lo hiciera, puesto que...
La venganza como tal no era mala.
Era una forma de justicia, donde quien sufría un mal lo pagaba con otro mal. Ojo por ojo, diente por diente, esas eran las antiguas leyes del mundo.
Sólo un estúpido fantasioso no se vengaría de quien ocasionó la muerte de quienes amaba y se quedaría de brazos cruzados, la vida no era así.
-Tranquila, me haré cargo de eso... después de todo tengo parte de culpa -contestó Goku con una sonrisa y Rias le atisbó sonriendo agradecida.
_____________
"Sigh..."
Goku suspiró al recordar la charla de anoche, jamás pensó que Kiba actuaría tan rápido... fue una suerte haber elaborado un pequeño plan.
Usar una espada, que cogió de la tienda del sistema, como señuelo para que Kiba decidiera dar la cara y pelear contra él a fin de cuentas.
Pero en el fondo...
"Tengo ganas de pelear contra él, es un gran espadachín... y a ver si logro hacerle entrar en razón"- pensó Goku con una sonrisa nerviosa.
Flush.
Kiba corrió hacía él blandiendo dos espadas demoníacas que engendró con su Sacred Gear mientras Goku se ponía en posición de pelea.
Esto estaba a punto de comenzar.
Goku sonrió con mucho entusiasmo.
Clink.
Clink.
Clink.
El azabache detuvo las espadas de Kiba con su daga del Monarca produciendo un chirrido metálico que resonó por el todo perímetro.
"Ni siquiera con dos espadas pude hacerle retroceder"- pensó Kiba sorprendido mientras Goku le veía con seriedad en sus ojos ónix.
Estaba analizando a su oponente.
Rush.
Kiba dio un salto hacia atrás y con gran enfado apretó sus dientes al ver que su ataque fracasó rotundamente. Olvidó un detalle importante.
Un detalle trascendental.
Goku era bastante poderoso.
Mucho fuerte más que él.
Había derrotado al heredero del clan Phenex y al ángel caído Kokabiel por su cuenta, ¿tenía alguna oportunidad contra alguien de un nivel tan alto?
Honestamente poca o ninguna.
Pero rendirse no era una opción para él, llevaría a cabo su venganza para honorar la memoria de sus compañeros caídos. Sí, eso tenía que hacer.
-¿Verdaderamente crees que destruyendo las Excalibur solucionarás algo? -le preguntó Goku mirándole con el ceño fruncido y Kiba resopló.
Las espadas en su mano desaparecieron.
-Tú no sabes nada de mí, no sabes todo lo que he tenido que pasar en mi vida... -murmuró Kiba con un gran odio mientras apretaba sus puños.
Kiba todavía podía recordar las lágrimas de sus amigos, sus voces pidiendo un auxilio que jamás les llegó... Sí, aquello fue un verdadero infierno.
Un verdadero pandemónium.
Ellos murieron para que él pudiera escapar, le dieron la oportunidad de vivir para que algún día se vengara por ellos y honrara sus memorias.
Por eso debía destruir a Excalibur.
Por culpa de esa maldita espada sus amigos fueron usados como ratas de laboratorio y luego fueron desechados como si fueran una basura.
-¡Nunca lo entenderías! ¡No sabes lo que es ver morir a tus seres queridos sin poder hacer nada! ¡Debo vengarlos! -exclamó Kiba con terquedad.
Goku apretó el agarre sobre su daga mientras iba escuchando sus palabras. Realmente estaba cansado de oír esas tonterías y estupideces.
Pero lo que le estaba molestando...
Es que Kiba no tenía espíritu de pelea.
Cero. No había nada en aquel chico.
Contendía sin ninguna motivación más allá de vengarse, eso le decepcionó bastante e hizo que perdiera todas las ganas de luchar contra él.
Flush.
-¡¿Cómo?! -Kiba se sorprendió al notar a Goku a unos centímetros de él, pero no tuvo tiempo para bloquear o frenar todo lo que se le venía encima.
Algo tremendamente grotesco.
PAM.
Goku conectó un fuerte puñetazo en su rostro haciendo que su cabeza y su cuerpo impactaran con el suelo creando así un pequeño cráter.
"¡Gaaaaahh!"
Kiba gritó con gran dolor recorriendo hasta el más recóndito lugar de su cuerpo y escupió una bocanada de líquido carmesí de la vida. Pero...
Todavía no se había terminado.
Goku le tomó del cuello haciendo que Kiba le mirara a los ojos. Y por primera vez, sintió terror, miedo y desesperación al ver esos ojos ónix.
Eran los ojos de la muerte.
-¿P-por qué? -Kiba alcanzó preguntarle en un hilo de voz. Incluso si estaban peleando, no se merecía semejante tortura como lo era ésta.
El pelinegro soltó una risa irónica.
-¿Por qué? ¡Eso te pregunto a ti! ¿Por qué me atacaste a mí? -le preguntó a su vez Goku en su intento de hacer que el chico recapacitara.
Kiba liberó más sangre de su boca.
-Te dije que me dieses esa espada... y no me hiciste caso -contestó el rubio expresando sus razones, que estaban lejos de ser acertadas.
-Te repito... ¡¿piensas que destruyendo las Excalibur cambiarás el pasado?! -vociferó el azabache con más molestia que antaño.
Antes de que Kiba pudiera hablar...
PAM.
Su rostro fue nuevamente atacado por el puño furioso de Goku, impregnando de más sangre la comarca facial. Y por si aquello no fuera poco...
Su nariz se dislocó del todo.
Y varios dientes se le rompieron.
Goku se estaba sobrepasando...
-¡No seas estúpido! ¡Destruir las Excalibur no traerá de vuelta a ninguno de tus amigos! ¡Ellos están muertos, acéptalo ya! -exclamó el joven.
Lágrimas salieron de los ojos de Kiba al oír aquellas palabras, el dolor en su ser era demasiado como para poder soportarlo.
Tanto el físico, como el emocional.
Goku había golpeado ambos a la vez.
-¡Si pretendes honorar a tus amigos fallecidos vuélvete fuerte y procura que nadie más vuelta a sufrir lo que ustedes sufrieron! -prosiguió Goku.
Soltando un suspiro se relajó y cerró sus ojos antes de desasir el cuello de Kiba, si seguía así terminaría con su vida y no quería hacer eso.
-Recuerda el pasado, vive el presente y sueña con el futuro, no pierdas a los amigos que tienes ahora por vengar a los que ya no tienes -habló.
Utilizando lo poco que le quedaba de fuerzas el rubio abrió sus ojos ante tales palabras, y vio que la furia en los ojos de Goku se había esfumado.
-Lo siento... -murmuró Kiba antes de perder la consciencia, con tanto dolor en su cuerpo y tras lo que había escuchado sería lo mejor para él.
-Lo siento yo por haberme excedido -dijo Goku mirando con lástima a Kiba, pero realmente fue necesario para que abriera finalmente los ojos.
Y esperaba haberlo conseguido.